Llevaba el Caribe entero en su voz única, cargada de polirritmia. Y es que uno de sus grandes atributos era el dominio de una diversidad de géneros puertorriqueños, cubanos y latinos en general. A esto se sumaba el manejo inigualable de la improvisación.
No sólo era capaz de imitar sonidos de instrumentos y objetos; sino que iba más allá, por ejemplo, a través de juegos vocales y onomatopéyicos, construía una amplia variedad de rimas. El efecto que este estilo de fraseo todavía logra es algo indescriptible por lo asombroso.
Ismael Rivera era un cantante de oído e intuición. Aún no se sabe si era magia lo que hacía -también conocido como el Brujo de Borinquen-, pero sí hay certeza de su encantamiento con ese recurso divino que era su voz.
«Cual buen sonero, Maelo no versaba en un espacio fijo, sino que arrojaba sus invenciones melódicas encima de las voces del coro, haciendo alarde de su maravilloso e instintivo dominio de la clave», dice el periodista puertorriqueño Hiram Guadalupe Pérez, en el capítulo sobre Ismael Rivera, del libro Historia de la salsa (2005).
Sus cualidades ya las había demostrado en su etapa junto a su compadre y percusionista Rafael Cortijo. Fue en su siguiente fase, como director de su propia orquesta Los Cachimbos, cuando sacó a flote todo su fraseo, sentimientos, puesta en escena; realmente, su arte a plenitud y su forma de ser. A Rivera lo caracterizaba su espontaneidad. Su profesionalismo y naturalidad iban de la mano como dos elementos que se necesitan entre sí.
Durante este ciclo, el Sonero Mayor dejó discos antológicos, que hablan acerca de él, de su Puerto Rico, de sus raíces, de la cotidianidad del latino, de sueños, añoranzas, y de tantos temas. Y uno de esos trabajos es Esto sí es lo mío. Se trata de una obra que contiene himnos latinoamericanos como «Las caras lindas», de Catalino Curet Alonso, que es una clase de soneo, además, donde Rivera establece un contrapunteo, a punta de voz, con el tresista Mario Hernández.
Además, el cantante ofrece un disco muy variado en cuanto a géneros musicales, ya que hay guaracha, son montuno, bolero y bomba. Hay que recordar que Maelo siempre fue un cultor y defensor de los ritmos típicos puertorriqueños como la bomba y la plena, y esta producción no fue la excepción.
En el álbum también se hallan otros clásicos como «La Perla», «Comedia», “De medio lao”, «Ella no merece un llanto» y «A medias no», con la participación de un coro de lujo: Héctor Lavoe, Rubén Blades, Adalberto Santiago y Néstor Sánchez.
Esto sí es lo mío es un registro que refleja la identidad musical de Ismael Rivera mediante su capacidad expresiva, los arreglos de cada pieza, y la narrativa social y poética. Ya el nombre lo dice todo.