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«Voice of the Xtabay» Yma Sumac

Perú

Art pop - Canto lírico - Música tradicional peruana

1950

Capitol Records

La historia de la chalaca Zoila Emperatriz Chávarri Castillo, que pasó de integrar el Conjunto Folclórico Peruano de Moisés Vivanco en Lima por 1941 a la artista con el disco más vendido de los Estados Unidos en 1951 es fascinante. Aunque aún en los años cuarenta, el público de la socialité de Lima era muy reacio a la música andina. Moisés Vivanco apostaba por la música de la costa y de la sierra peruanas desde Cajamarca hasta Puno y seleccionó músicos de diferentes partes de la república para poder interpretar «la verdadera música del Perú», en sus propios términos, y tener como atractivo a la joven Imma Sumack presentada como «La soprano lírica India». Mientras frecuentaba sus presentaciones en lugares como el Teatro Municipal de Lima, fueron artistas estadounidenses que llegaban a la capital limeña quienes quedaban fascinados con sus interpretaciones.

La famosa actriz y soprano Grace Moore les dio el primer espaldarazo para hacer conciertos fuera de Perú y poco a poco empezaron sus giras entre Norteamérica y Sudamérica. En 1943 firmó con Odeón en Argentina para realizar sus primeras grabaciones musicales, como el reconocido «Vírgenes del Sol», a la vez que cada vez iban conquistando los escenarios más importantes de los países a los cuales se presentaban. La crítica alababa las características vocales de Yma Sumac e igualmente se sentía atraída por su origen étnico, que fue explotado con algunas leyendas, como la que aseguraba que era descendiente de Atahualpa. En Washington en el Times-Herald  escribían: «no es española, ni latina, por eso es tan única hoy en día, por lo tanto debe ser inca».

Walter Rivers, productor que venía de trabajar con Miles Davis convenció a los de Capitol Records para que la firmaran luego de verla en The Blue Angel de Nueva York. De allí también empezaron los cambios: se abandona el vínculo con el Conjunto Folklórico para potenciar su figura como solista y se cambiaría su nombre artístico de «Imma Sumack» a «Yma Sumac» porque Capitol decidió que era más «exótico» y «llamativo» para el público estadounidense.

Al año siguiente aparece Voice of the Xtabay con el trabajo musical de Les Baxter (aunque Moisés Vivanco siguió como compositor y arreglista). También se nota la intervención del sello en decisiones como el uso del término «Xtabay», que es una deidad femenina de origen maya, y no de origen inca o quechua (aunque hay una leyenda que dice fue por un anagrama de «Bayxta», apodo que usaba Baxter). Y también se reforzaron historias como que Sumac tenía una doble vida como una ama de casa de Brooklyn llamada Amy Camus.

«Virgin Of The Sun God (Taita Inty)», compuesta por Vivanco, abre el álbum con un ambiente evocador que revela las tonalidades vocales de Yma Sumac. «Lure Of The Unknown Love (Xtabay)», escrita por Les Baxter, tiene una estructura de banda sonora. «High Andes! (Ataypura!)» y «Monkeys (Monos)» trata de equilibrar sonoridad andina con arreglos más pop.

El lado B comienza con «Chant Of The Chosen Maidens (Accla Taqui)», coescrita por Les Baxter y John Rose, y destaca por sus melodías de xilófono, glockenspiel y cuerdas, que van con los tonos más dramáticos de Sumac. «Dance Of The Winds (Wayra)», de Vivanco va con maracas y arpas, flautas y las campanas orquestales.»Earthquake (Tumpa!)» es más solemne con contrabajos resonantes y flautas emotivas, para un cambio final donde se luzca Sumac. La última canción, «Dance Of The Moon Festival (Choladas)», cierra el álbum con una fanfarria colorida y accesible.

En Voice Of The Xtabay, Yma Sumac comienza con pistas sombrías y enigmáticas de lamento, pero el álbum se vuelve más luminoso y festivo a partir de la cuarta pista, destacando tanto por su voz impresionante como por su sofisticada instrumentación, que crea ambientes únicos en cada canción, evitando la monotonía. Con melodías potentes y una producción meticulosa, Vivanco hace el mejor esfuerzo por capturar la esencia de la música tradicional peruana. Y junto al canto lírico de Zoila el resultado es excepcional, pero inevitablemente también es la perspectiva gringa de lo latinoamericano, lo cual es una ida y vuelta en las construcciones identitarias de la música pop en los últimos 75 años.

José Luis Mercado