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«Siembra» Willie Colón & Rubén Blades

Estados Unidos - Panamá

Salsa - Salsa dura

1978

Fania Records

El disco Siembra lanzado por el sello Fania en 1978, es considerado uno de los pilares fundamentales en la historia de la salsa y la música latinoamericana. Esta producción no solo marcó un antes y un después en el género por su innovadora fusión de ritmos, sino también por la profundidad de sus letras, que abordaban temas sociales y políticos con una franqueza y audacia poco vistas en la música bailable.

El álbum es una obra colaborativa entre el cantante y compositor panameño Rubén Blades y el trombonista y productor puertorriqueño Willie Colón, quienes ya tenían una carrera sólida en la salsa antes de unirse para este proyecto, aunque definitivamente era una prueba mayor para Blades para los que aún seguían haciendo comparaciones de los tiempos de Colón con Héctor Lavoe. El resultado de esta colaboración en Siembra llevó su arte a un nivel completamente nuevo. Blades imprimió una visión latinoamericanista mientras Colón sellaba el sonido de latino cosmopolita que rumbeaba desde Nueva York.

La combinación de la voz inconfundible de Blades y la dirección de Colón crearon una química musical única que se tradujo en un álbum excepcional. El resultado de esta colaboración en Siembra llevó su arte a un nivel completamente nuevo. En su contexto histórico, el disco entiende el legado de la descarga y la salsa dura en la arquitectura de las canciones largas y la energía rítmica, modificando estructuras y enfoque, con base sólida de ritmo y un espíritu vibrante. Los arreglos se van acomodando, a la vez que las referencias identifican con sectores distintos de la sociedad latinoamericana, sobresaliendo en letras que pueden contar historias o acercar a ideales populares de la región, equilibrando lo intelectual y lo accesible.

Desde su lanzamiento, Siembra capturó la atención del público y de la crítica, convirtiéndose en un éxito rotundo en ventas. En ciudades como Caracas, se reportaron ventas con cifras impresionantes para la época. Este éxito comercial se vio reflejado en el impacto cultural del disco, que trascendió fronteras y resonó en toda América Latina y en cualquier rincón del mundo donde se oye música latina.

El álbum está compuesto por canciones que hoy en día son consideradas clásicos imprescindibles de la salsa. Temas como «Plástico» y «Pedro Navaja» no solo se destacan por sus arreglos musicales complejos y llenos de energía, sino también por sus letras incisivas y reflexivas. En «Plástico», Blades critica la superficialidad de la sociedad moderna y la búsqueda de la felicidad en cosas materiales. Blades comenta en una entrevista que cuando la toca en vivo y el público oye su país, se siente con poder. “Que son parte de América”, explica Blades.

«Pedro Navaja», en particular, se ha convertido en una de las canciones más emblemáticas del género, ofreciendo una narrativa cruda y realista del entorno urbano. Esta canción cuenta la historia de un ladrón callejero en la ciudad de Nueva York y se ha convertido en un himno de la salsa. La narrativa y el ritmo pegajoso de «Pedro Navaja» la convierten en una canción que es imposible de olvidar una vez que la escuchas. La habilidad de Blades para contar historias a través de su música se pone de manifiesto de manera magistral en esta pista, pero también su habilidad para adaptar canciones, como lo hizo con el inicio de «Mack The Knife», que a su vez es una adaptación de un tema de La ópera de tres centavos, escrita por Bertolt Brecht, y musicalizada por Kurt Weill.

Por otro lado, en «Buscando guayaba» Blades improvisó un solo de boca imitando el sonido, mientras la letra se refiere a la búsqueda de su mujer ideal dentro de la heterogénea Nueva York. «María Lionza» surgió de la experiencia de Blades durante un viaje a Venezuela en 1977, impresionado por la gran estatua de la guardiana de la naturaleza, Yara, honrando la devoción popular y el sincretismo religioso. «Ojos» fue escrita por Johnny Ortiz y es la más corta del álbum, evocando la mirada de diferentes personajes y el significado que puede tener en la riqueza y complejidad del entorno social latinoamericano. «Dime» aparece como un tema de desamor y cierra el tema homónimo como un himno a la solidaridad y esperanza del latinoamericano.

Uno de los aspectos más innovadores de Siembra es su capacidad para integrar comentarios sociales y políticos en la música bailable. Rubén Blades, con su prosa elaborada y su enfoque directo, rompió esquemas al incluir temáticas que iban más allá del amor y el desamor, abordando problemáticas sociales de manera frontal. La combinación de su lírica con los arreglos agresivos y sofisticados de Willie Colón, hizo de este disco una obra maestra que no ha perdido relevancia con el tiempo.

La producción de Siembra también es notable por su excelencia técnica. Los arreglos de trombones de Nueva York, las líneas de bajo de Sal Cuevas, y la batería de Brian Brake, junto con la percusión de músicos como Jimmy Delgado, contribuyen a un sonido poderoso y distintivo, como un testimonio de la brillantez y la cohesión del equipo de músicos que lo grabaron. A pesar de los cambios y las evoluciones dentro del género de la salsa y la industria musical, Siembra ha mantenido su lugar como un referente esencial y establece un estándar para lo que la música puede lograr en términos de impacto social y artístico.

Este álbum es un testimonio del poder de la música para transmitir mensajes profundos y tocar el corazón de las personas, prueba de la genialidad de Rubén Blades y Willie Colón. Más que un álbum de salsa es un punto de referencia cultural que continúa influyendo en la música, la sociedad y la cultura popular hasta el día de hoy. Siembra es uno de los álbumes de salsa más vendidos de todos los tiempos, lo cual subraya su engranaje con la historia de la música popular y determina el crecimiento del género salsa, llevándolo a nuevas audiencias en todo el mundo, redefiniendo el género como legado.

Sus letras contribuyeron a que la música salsa se convirtiera en un medio para comentar y criticar problemas sociales, influyendo en muchos artistas y ayudando a establecer la salsa como una herramienta para la expresión social y política. El álbum inspiró a generaciones de músicos y compositores latinoamericanos sin importar el género musical, porque adoptaron la narrativa lírica y el compromiso social que Rubén Blades y Willie Colón promovieron en este álbum, demostrando su impacto continuo en la cultura musical. Por todas estas razones Siembra merece el lugar más destacado en la colección de cualquier amante de la música latinoamericana.

José Luis Mercado