La historia de la bachata merece un acápite específico sobre cómo fue despreciada por la sociedad dominicana de clase media-alta. Tras décadas de espalda por parte de la industria local y sin el reconocimiento a figuras como Rafael Encarnación o Luis Segura, recién en los noventa con el espaldarazo de Juan Luis Guerra y el cambio en la instrumentación (con la guitarra acústica de cuerdas de nailon y las maracas de la bachata tradicional a la guitarra eléctrica de cuerdas de acero y la güira de la bachata moderna) tiene el reconocimiento que merece. Pero también con el empoderamiento de la comunidad dominicana en los Estados Unidos.
En ese contexto surge Aventura, con los primos Santos, quienes desde el Bronx se acercan al género, le aportan un toque urbano y se convierten en un fenómeno sin precedentes. Aunque inicialmente querían seguir el formato de una boy band, la banda fue más allá al ser innovadora en el aspecto musical. Anthony (a quien se le conocerá artísticamente como Romeo Santos) renovó la bachata con letras frescas. Lenny revolucionó la guitarra con su uso de guitarras eléctricas, añadiendo efectos como wah, phaser, distorsión, trémolo y armonizador al tono tradicional de la guitarra del género. Max innovó en el bajo, utilizando técnicas como grooves de funk e incorporando muchos riffs de bajo de rock en la bachata.
God’s Project es su quinto álbum de estudio, con el cual confirman su popularidad y que pueden ser del gusto juvenil de su generación junto con las estrellas de reggaetón. Destacan «Angelito», «La boda», pero sobre todo «Un beso» (que incluye un homenaje al artista de flamenco Manzanita) y «Ella y yo», una colaboración con Don Omar, donde demuestran su capacidad para incursionar en otros géneros. El tema terminó convirtiéndose en una de las canciones más melodramáticas de los dosmiles al contar la historia de un amigo que descubre la infidelidad de su mujer, todo contado en primera persona por los protagonistas.