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«Amor prohibido» Selena

Estados Unidos

Cumbia - Cumbia mexicana - Tejano

1994

EMI Latin

¿Cómo contar una historia que ha sido contada hasta el cansancio, con películas, series de TV, libros y documentales? ¿Por qué nos sigue fascinando la historia de Selena Quintanilla, superestrella de la cumbia texana, asesinada a manos de una fanática una triste mañana de 1995? “Ella era preciosa pero tenía un look normal. Era hermosa. Cuando crecí me hubiera gustado tener a alguien como Selena a quien admirar. Alguien que se viera como yo, que se viera normal”, cuenta una fanática en el documental Corpus: A home movie for Selena, de Lourdes Portillo. ¿Por qué nos sigue fascinando Selena? Nos queda su música, sus fotos, sus videos. Seguimos cantando sus canciones en los karaokes. Su show del Astrodome de Houston sigue revestido del carácter mítico que sólo tienen algunos documentos como el primer Bellas Artes de Juan Gabriel. 

La historia ya la conocemos todos: Abraham Quintanilla padre había intentado alcanzar el éxito en los años cincuenta y sesenta con una agrupación de rock & roll y pop llamada Los Dinos, que tuvo poca relevancia local. Ya en los setenta, trató de retomar el sueño motivando a sus hijos a formar una banda. Para ese momento, los músicos mexico-americanos habían desarrollado una nueva sensibilidad, híbrida, para mezclar la música mexicana con el jazz y el R&B anglo. Así que la polka chicana de músicos como Little Joe y La Familia o Sunny Ozuna, comenzaba a perfilar lo que sería el sonido texano de la década siguiente. En ese ambiente Los Dinos comenzaron de nuevo su andar llevando al frente la voz de Selena, la menor de los hermanos Quintanilla.

Pronto fue evidente el magnetismo y carisma con que Selena encabezaba a la banda, por lo que a partir de 1989 los discos aparecieron sólo bajo su nombre. Pero a la par su hermano A. B. Quintanilla crecía como productor y compositor, por lo que cada lanzamiento iba un paso más adelante, dejando poco a poco el sonido chicano y abrazando la cumbia como género principal. Selena logró romper con esa barrera que impedía que muchos artistas texanos tener éxito a gran escala en México, logrando incluso apariciones en telenovelas como Dos mujeres un camino, y despachando una carrera con hits como “Baila esta cumbia”, “Como la flor” o “La carcacha”. 

Amor prohibido, el último lanzamiento de Selena antes de su muerte, fue el primer disco en español de un artista ajeno al pop en entrar al Billboard 200 Albums (antes sólo lo habían hecho Luis Miguel y Gloria Estefan). Es uno de esos discos donde prácticamente todos los temas son hits y no te dan ni un respiro.  La producción y las canciones de A.B., secundado por Ricky Vela y Pete Astudillo, generan una catarata de momentos inolvidables. Cumbias como “Amor prohibido”, “El chico del apartamento 512” y “Techno cumbia” demuestran la habilidad del conjunto para trabajar sobre su área de confort. Pero A.B. no teme explorar otras sonoridades como el reggae (“Bidi Bidi Bom Bom”) la rumba (“Si una vez”) y hasta la ranchera pop (“No me queda más”).

¿Por qué nos sigue fascinando Selena? Quizá su muerte en el punto más alto de su carrera, con toda su juventud y todas las posibilidades abiertas para el futuro nos sigue arrancando un suspiro. O quizá sea porque muchos jóvenes mexico-americanos por fin vieron representados sus sueños, su imagen y su música en lo más alto de la industria. Su legado sigue vivo e intachable.

José Juan Zapata