El percusionista estadounidense de ascendencia puertorriqueña Raymond “Ray” Barretto Pagán, se enlistó en el ejército con apenas 17 años y fue enviado a Alemania finalizada la Segunda Guerra Mundial. Allí ocurrieron dos hechos que definirían su carrera musical: sube por primera vez a un escenario tocando la caja de un banjo sin cuerdas y descubre el bebop que lo llevaría eventualmente a escuchar y enamorarse de “Manteca”, colaboración de Dizzy y Chano Pozo. Su admiración por este último le hizo adentrarse, al regresar a su país, en las complejidades de las percusiones. Gracias a esto, formó parte de diversas bandas grabando con Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Red Garland y Max Roach, entre otros, llegando a reemplazar a Mongo Santamaría en la orquesta de Tito Puente a petición del mismo Ernesto. A pesar de que en 1962 grabó exitosamente “El Watusi”, no fue sino hasta su firma con el sello Fania en 1967, y con ello la aparición de Acid, que empezó a alcanzar reconocimiento propio como uno de los mejores percusionistas de la época.
Este disco, formado por 8 temas en su mayoría con partes vocales, entre las que destacan las de Pete Bonet y Adalberto Santiago, empieza con “El Nuevo Barretto” en el que Ray marca su liderazgo estableciendo el patrón rítmico de la salsa y el estilo bugalú destacándose la ejecución del piano de Cruz y los solos de trompeta. En “Mercy, Mercy Baby” la cadencia del soul se mezcla con los ritmos de la salsa dando un resultado que no queda nada corto si se describe como hipnótico, estilo que continuará explorando en “A Deeper Shade of Soul”, «The Soul Drummers” y «Teacher of Love”.
El tema homónimo del disco es, sin duda, el protagonista. “Acid” se va construyendo paso a paso, empieza tímidamente con el bajo de Bobby Rodríguez marcando un patrón rítmico que se repetirá toda la pieza al que se le integra la percusión sobre la que se extiende la trompeta de René López coqueteando con sonidos funkys; también destacan el fantástico solo de timbales de Orestes Vilato y después de acudir al llamado de la banda “Barretto, Barretto”, Ray nos deleita con un intenso solo de conga.
“Espíritu Libre” lleva un título que nos prepara para lo que recibiremos, dándonos la bienvenida con un diálogo entre las percusiones de Orestes y Barretto y posteriormente con solos inquietantes de René López y Roberto Rodríguez a la trompeta, Louis Cruz notable al piano y Adalberto tocando el cencerro. Este tema es fiel a las palabras de Ray: “El jazz siempre está en el centro de lo que hago musicalmente”, y podemos corroborar que esto incluye desde el bebop hasta el free jazz.
Con una larga carrera activa de casi sesenta años, Ray Barretto se posicionó como un compositor y músico destacado e inquieto que exploró géneros diversos entre los que están el latin jazz, la salsa, el jazz afrocubano, el bugalú y el son cubano. Su amplia discografía cuenta con trabajos imprescindibles como Indestructible, Rican/Struction, Barretto Power, Que viva la música y The Other Road, por mencionar algunos.