Después de regresar a su Cuba natal desde México, donde había adquirido cierta fama cantando en varias orquestas, Benny Moré se encontró en una encrucijada. Se sentía traicionado por muchos líderes de orquestas de ambos países. Durante una noche, mientras lamentaba su situación profesional, el músico, compositor y amigo suyo Enrique Benítez le dijo: «Compadre, usted ya es un músico formado, ¿por qué usted tiene que cantar con la orquesta de otro director? ¿Por qué no forma su propia orquesta? » Moré decidió seguir la sugerencia de Benítez, y reunió a algunos de los mejores músicos de Cuba para que fueran su banda de respaldo. Este resultaría ser uno de los movimientos más inteligentes que Moré hizo en su carrera. Con el control de su carrera en sus manos, comenzó a arreglar y componer más y le dio oportunidades a compositores y músicos emergentes cada vez que tenía la oportunidad.
En 1957, Moré había consolidado a la orquesta en uno de los mejores grupos del país cuando entraron al estudio de grabación para grabar canciones que finalmente darían origen a Beny Canta y Cuba Baila El Inigualable. En el álbum, Moré aborda varios géneros (guarachas, sones montunos y boleros) donde destaca su afable encanto y su ejecución precisa en canciones como “Caricias cubanas” y “Se te cayó el tabaco”. Pero es en los boleros donde Moré brilla más. Su interpretación de «Rezo en la noche», de Francisco Escorcia, sirvió como trágico recordatorio de las pérdidas de soldados que Cuba había tenido en la guerra. Se dice que la primera vez que Moré interpretó esa canción en vivo hizo llorar al público y un miembro del público que resultó ser el comandante Camilo Cienfuegos se le acercó y le dijo: «¡Benny, qué clase de canción has cantado!» No fue la primera ni la última vez que Moré recibía ese tipo de reacción del público. Por algo era inigualable.