4

«“Al final de este viaje…”» Silvio Rodríguez

Cuba

Música de cantautor - Nueva canción latinoamericana - Nueva trova

1978

Movieplay / Areito

Una de las etapas más importantes de la historia latinoamericana fue, sin duda, la década de los setentas, en la cual explotaron muchos movimientos sociales, donde se asentó la Revolución Cubana y donde la música fue el instrumento de las luchas de nuestros pueblos. De toda esa vorágine se fortalece en Cuba la nueva trova, hermana de la nueva canción latinoamericana, que tomó aspectos artísticos y sonoros del folk estadounidense, del rock británico y el filin cubano.

Silvio Rodríguez se erige como el máximo exponente de aquella generación de músicos latinoamericanos con textos comprometidos con la política, con la Revolución, pero también con el amor. Además, Silvio, complementa sus sofisticados y filosóficos textos con el virtuosismo en la guitarra acústica, un plus de distinción y singularidad.

En 1978 se graba en España “Al final de este viaje…”, un cancionero compuesto entre 1968 y 1970, donde Silvio no se hace acompañar más que por su guitarra. Es a todas luces la obra cumbre del cubano, que, con 10 canciones inspiradoras, se transformó en una obra indispensable para nuestra América Latina y una muestra perfecta de que menos es más.

Este álbum de guitarra y voz muestra la capacidad de Silvio para conducirnos por un viaje de emociones y sentimientos, desde la esperanza en “Al final de este viaje”, pasando por la cobardía en “Oleo de mujer con sombrero”, el amor sin dobles intenciones en “Ojalá”, hasta la humanidad plasmada en “La familia, la propiedad privada y el amor”.

Un disco que pareciera ser un recopilatorio de grandes éxitos, sin embargo, es un trabajo inédito que de alguna manera u otra nos entrega, precisamente, grandes éxitos con canciones populares, canciones imprescindibles, amadas, canciones urgentes y que, con el paso de los años, no pierden vigencia. Un trabajo hermoso en el que disfrutamos a Silvio el poeta, el músico, el trovador, a Silvio el universal.

El álbum inicia con “Canción del Elegido”, un tema heroico dedicado a Abel Santamaría. Continúa con “La Familia, la propiedad privada y el amor”, canción en la que Silvio maneja un maravilloso simbolismo para hablar de la humanidad, la guerra, el amor y los tabúes religiosos con un sinfín de cambios melódicos. La tercera pista es “Ojalá”, acaso el tema más conocido del cubano, del cual se dice que estaba escrita para Fidel Castro y que el propio Silvio ha mencionado que es sencillamente una canción de amor. Le sigue “La era está pariendo un corazón”, escrita tras la muerte del Che Guevara, de gran influencia para su generación, un tema muy emotivo. Pasamos a “Resumen de noticias”, donde Silvio critica a quienes lo critican. El viaje sigue con “Debo partirme en dos”, una elegante sátira a sus seguidores. Llegamos a la pista siete, “Óleo de mujer con sombrero”, una bellísima pieza pictórica de Chagall; viene luego “Aunque no esté de moda” una canción de amor que pasa de la crudeza a la delicadeza. Avanzamos y encontramos “Qué se puede hacer con el amor”, la más compleja de todas y terminamos con “Al final de este viaje”, una bella reflexión sobre el futuro y la muerte.

Un disco legendario, que define a cabalidad un género tan latinoamericano como la nueva trova, con un discurso atemporal y una muestra de excelencia con la guitarra de uno de los grandes del continente.

Felipe Figueroa