Luego del éxito internacional de Clásicos de la provincia, Carlos Vives decide confiar su sonido en músicos instruidos en rock, pero que no temían experimentar con sonidos colombianos tradicionales, entre ellos Iván Benavides, Richard Blair y Ernesto Ocampo. El resultado fueron canciones como las del nombre del disco (inspirado en la obra de Gabriel García Marquez) o “Pa’ Mayte”.