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«La voz de los ’80» Los Prisioneros

Chile

Rock

1984

Fusión

El grupo chileno Los Prisioneros, formado por tres compañeros de origen popular que cursaban su último año de escolaridad, publicó en plena dictadura, y cuando sus integrantes rondaban los 20 años, un álbum que terminaría por convertirse en uno de los mejores y más explosivos debuts de una banda de rock en Latinoamérica. 

Con una primera tirada de solo 500 copias en cassette, editada por el sello independiente Fusión, el álbum comienza con la batería de Miguel Tapia, luego entra la guitarra de Claudio Narea, para que finalmente Jorge González cante “Algo grande está naciendo / en la década de los ochenta”. La canción que le da título al disco anuncia a los propios Prisioneros, pero también las protestas contra la dictadura que habían comenzado a comienzos de la década, adelantándose cuatro años a la derrota del dictador Pinochet hacia finales de los ochenta.

Uno de los grandes méritos del álbum son las letras de González. En las nueve canciones que escribió para este disco, y en casi todas las que escribiría para los álbumes siguientes, plasma un reflejo de lo que pasaba en Chile, pero también en Latinoamérica, mostrando la realidad de su época. Todo sin perder la atemporalidad, creando un imaginario que no ha envejecido. 

Por lo anterior, y por lo musicalmente potente y no escuchado en Chile hasta su lanzamiento, es que La voz de los ’80 fue una sacudida a la sociedad y un golpe a la dictadura reinante. Cantaban letras en contra de “marchar detrás de un líder”, y renegaban la bandera y la nacionalidad en el reggae “No necesitamos banderas”. También hay una crítica a la hipocresía de una sociedad conservadora y deslumbrada por la TV, en el irónico ska “Sexo”, la directa “Mentalidad televisiva” y la divertida “¿Quién mató a Marilyn?”, y una autocrítica continental con “Se sonríen cuando ven que tienen veintitantas banderitas / cada cual más orgullosa que su soberanía”, a lo ridículos y pequeños que son los nacionalismos en “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”. El disco termina con un dardo irónico y filoso a la canción protesta de esos años en Chile, con líneas tan duras como: “Eres un artista y no un guerrillero, / pretendes pelear / y solo eres un mierda buena onda”, en el ska “Nunca quedas mal con nadie”. 

Pero en el disco también hay espacio para que Jorge González muestre sus sentimientos, como buen fanático de la canción romántica hispanoamericana, en la rockera “Paramar”, uno de los temas que se ha convertido en una de las grandes canciones de amor del rock chileno.

En conclusión, La voz de los ’80 es un disco que muestra la realidad latinoamericana desde su chilenidad con canciones que como nos acostumbraron en el resto de su carrera siguen sonando actuales, traspasando fronteras y épocas.

Jorge Cárcamo