Los Tres habían editado un gran primer disco, el homónimo de 1991, dejando canciones que son clásicos hasta hoy, pero con su segundo disco Se remata el siglo (1993) pareció que cambiaban de rumbo hacia un rock más pesado, perdiendo la esencia de lo que habían mostrado en su debut. Necesitaban un disco que los volviera a encauzar, y con La espada y la pared no solo encontraron eso, si no que también su consolidación como una de las bandas más importantes del rock chileno y además una exitosa internacionalización. Grabado entre Santiago y Buenos Aires, muestra a Los Tres en unos de sus puntos más altos de composición e interpretación.
El álbum abre con “Déjate caer”, primer sencillo cuyo video tuvo una rotación incansable en MTV Latino, que con su letra melancólica y oscura respecto a la muerte se convirtió en una de las más grandes canciones del rock en español, y que le acarreó admiradores como Fito Páez, que la versionó en vivo el mismo 1995, y Café Tacvba, que la incluyó en Valle callampa (2002). En ese EP homenaje a Los Tres también versionaron “Tírate”, cuarto sencillo del álbum, en el que Álvaro Henríquez vuelve tocar el tema de la muerte, y donde destacan la guitarra de Ángel Parra y el acordeón del invitado Cuti Aste. Este último también se hace presente con su acordeón en el homónimo segundo sencillo y que fue otro éxito continental, un blues rock que juega con el rockabilly, donde brillan el contrabajo de Roberto “Titae” Lindl y la batería de Francisco Molina.
El disco no tiene puntos bajos, como lo demuestran “Hojas de té”, tercer sencillo del álbum; las desoladoras “Te desheredo” y “Me rompió el corazón”, esta última con el hermoso detalle de la mandolina de Antonio Restucci. “Moizefala” es una de las más bellas canciones de amor escritas en Chile, y “Tu cariño se me va”, fue un éxito de la primera mitad de los años setenta de Buddy Richard, con quien la cantan en clave rock y la convierten nuevamente en éxito.
La espada y la pared se erige como uno de los grandes discos de rock hecho en Latinoamérica, y le permitió al grupo grabar su Unplugged de MTV en 1996, aumentando el impacto a nivel continental de sus canciones.