Tres folcloristas renovaron el folclor chileno a mediados del siglo XX: Violeta Parra, Gabriela Pizarro y Margot Loyola. Motivadas por sus experiencias familiares, buscaron en los campos del Chile profundo lo más rico del canto tradicional del valle central y otras latitudes, mientras contribuían a engrosar el conocimiento de la academia chilena al entablar una fructífera relación con la Universidad de Chile. Por otro lado, en la academia, compositores doctos como Sergio Ortega, Fernando García y Luis Advis se dejaban influir por los sonidos del folclore y el espíritu latinoamericano de la izquierda chilena, que para 1970 llegaba al poder de la mano de Salvador Allende y la Unidad Popular.
En ese contexto y con esa vocación en sus espaldas, en 1972 Margot Loyola y Luis Advis componen e interpretan Canciones del 900, un disco histórico y patrimonial resultado de investigaciones del canto tradicional chileno a inicios del siglo XX. Polkas, cuplés y pasodobles, como se escuchaban entonces en los salones de baile, aunque con el toque de picardía, crítica e innovación propios de la artista, destacando la simpática “Mazurka de la soltera” y la contingente “Melopea e himno de la sufragista”. Un disco imprescindible para conocer el folclore latinoamericano antes de su renovación y reconversión masiva a mediados del siglo XX. Dato para la causa: Según Loyola, fue su mejor disco.