Samba Esquema Novo es uno de los álbumes fundamentales de la historia de la música brasileña. Fue la carta de presentación de uno de los artistas brasileños más influyentes del siglo XX: Jorge Ben. Era un guitarrista y cantautor autodidacta que en su afán por imitar a su ídolo Joao Gilberto había ideado su propia forma de tocar la guitarra. En 1962, cuando tocaba en un bar local de Copacabana, un director musical de Philips lo escuchó cantar «Más que nada» e inmediatamente le firmó un contrato discográfico. «Más que nada» es sincretismo en estado puro. Como dice Ben en la canción, es samba mezclada con maracatu. Pero también tiene una pizca de swing, de jazz, de bossa nova. Esta canción contagiosa acabaría convirtiéndose en un éxito mundial años más tarde cuando Sergio Mendes versionó la canción y la presentó al público estadounidense. Fue el primer sencillo del LP que cambiaría el rumbo de la música brasileña.
Irónicamente, Ben, que contaba con la bossa nova como una de sus influencias, acabó forjando su propio camino. Los artistas de bossa nova habían ralentizado la samba mientras Ben hacía lo contrario. Manteniendo las influencias del jazz, Ben incorporaría sonidos de big band y coros estridentes, sin dejar de lado la estética cool que la bossa nova impregnaba. Su característica guitarra de percusión se muestra plenamente en «É só sambar» y «Por causa de você, menina». Lo que permitía al oyente hacer algo que no hacía con la bossa nova: mover las caderas. La influencia del jazz es más notable en el canto skat de Ben en «Tim dom dom» y «Balança pema», que serviría como primer vistazo de cómo Ben inventaría palabras, nombres y sonidos sobre la marcha que se convertirían en un herramienta básico de su repertorio.
Aunque el samba rock que desarrollaría más tarde aún no estaba en este álbum, la fusión de ritmos que había iniciado en este álbum influiría en movimientos posteriores como la tropicalia. La obra de Jorge Ben fue el vínculo entre la bossa nova de Joao Gilberto y la tropicalia de Caetano Veloso y Gilberto Gil. Como dijo una vez Veloso, “Él era el embrión de lo que estábamos tratando de hacer, conscientemente. (…) Tenía una nueva síntesis que prefiguraba todo lo que los tropicalistas querían hacer”.