Es 1972, y los integrantes del grupo baiano están instalados en Río de Janeiro con un primer álbum de poco éxito bajo el brazo, É ferro na boneca (1970), y se encuentran un poco perdidos respecto a cuál sería su siguiente paso musical. Hasta que aparece João Gilberto en escena, frecuentando al grupo, convirtiéndose en su mentor y mostrándoles “Brasil pandeiro”, una samba compuesta en los años cuarenta por Assis Valente para Carmen Miranda. Además, les cuenta una anécdota de su hija Bebel Gilberto, en ese momento de seis años, y que se convertiría en una destacada cantante. Luiz Galvão, letrista del grupo, se inspira en ella para escribir la dulce y tierna “Acabou chorare”, cantada por Moreira, que fue todo un éxito, siendo la canción más escuchada en Brasil por treinta semanas.
Acabou chorare fue un suceso en Brasil en el año de su edición, llegando a vender 150 mil copias. Este álbum, registrado totalmente en un grabador de cuatro pistas, va intercalando sambas con guitarras acústicas y eléctricas, mezcladas con cavaquinhos y craviolas, agregándole rock y experimentación a la MPB y la samba, como en “Tinindo trincando”, en la que usan un tubo de TV en el amplificador para darle un sonido particular a la guitarra eléctrica.
El álbum comienza con dos temas que son una ventana a las intenciones de los nuevos Novos Baianos: el primer tema es la canción de Valente, que sirve como declaración de principios de los baianos (“Brasil, esquentai vossos pandeiros / Iluminai os terreiros / Que nós queremos sambar”), en la que mezclan guitarra, craviola y percusiones, y es cantada por los tres vocalistas de la banda, Baby Consuelo, Paulinho Boca de Cantor y Moraes Moreira, y le sigue “Preta pretinha”, una buena síntesis del espíritu del disco, con sus juegos musicales y solos de guitarra acústica, sus cambios de ritmo, y su letra que refleja el espíritu libre del grupo (“Eu sou um pássaro / Que vivo avoando / Vivo avoando / Sem nunca mais parar”).
En la delicada “Swing de campo grande”, comienzan como un folk para transformarse rápidamente en una irresistible samba, similar ejercicio hacen en “A menina dança”, para ya en “Besta é tu” y “Um bilhete pra Didi” plantar la bandera de la samba desde el primer segundo.
Elegido el 2007 como el mejor disco de la música brasileña por Rolling Stone Brasil con votación de 60 estudiosos, productores y periodistas, el álbum es alegre y desinhibido, inyectando energía incluso en sus canciones más lentas, algo que continuarían haciendo en el excelente álbum Novos Baianos F.C., publicado al año siguiente. Acabou chorare está interpretado de manera brillante, condensa de forma perfecta la MPB y la samba-rock y suena como una brisa de aire fresco hasta el día de hoy.