Charly García y Nito Mestre debutaron con Vida cuando tenían 21 y 20 años, respectivamente. Producido por Jorge Álvarez, también responsable de la producción de los debuts de Manal, Vox Dei, Pappo’s Blues, Moris, Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll, y de los siguientes dos discos de Sui Generis (Confesiones de inverno e Instituciones). Este primer álbum es una seguidilla de canciones folk rock (excepto por “Toma dos blues”) con letras directas que ya mostraban lo que Charly podía y llegaría a ser. Si en su carrera solo hubiera escrito la canción con la que abre el disco, “Canción para mi muerte”, habría sido suficiente para quedar en la historia de la música argentina y latinoamericana.
“La temática del disco”, en palabras de Charly, “es muy concreta, no existe surrealismo alguno. Hay temas de amor, de nuestra ciudad, de sus clásicos personajes diarios”. Según él lo compuso fantaseando. “Porque muchas de las canciones hablan de cosas que no me habían pasado, que yo imaginaba”, y con esa imaginación, y con la delicada voz de Nito, Vida dejó personajes inolvidables como Mariel, el capitán y Natalio Ruiz. También dejó frases que aún resuenan profundo (“Pero si te ofrecen el final dirás / igual me he de quedar / porque soy yo, porque es mi vida”), y nos dejó a Sui Generis como una de las bandas más populares de los setenta en Argentina. El 5 de septiembre de 1975 se despidieron con dos Luna Park llenos que reunieron a más de 25 mil personas.