136

«Oktubre» Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota

Argentina

Rock

1986

Del Cielito

Qué difícil de explicar el fenómeno que representan los Redondos en la Argentina. Como si fueran de esos sucesos que solo ocurren en este rincón de Sudamérica, una banda de rock de pretensiones intelectuales pasó de convocar a un puñado de iniciados en café-concerts a mediados de los ochenta a ser un fenómeno ultra masivo que permeó sobre todo en las clases populares, que abarrotaron sus recitales de fines de los noventa hasta el punto del delirio. ¿Qué hace de los Redondos una de las bandas más indispensables del rock argentino? Sobre todo al ser una banda que hizo de la independencia y el alejamiento de la prensa un principio rector, del que contadas veces se apartaron.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota surgieron como una especie de troupé de artistas en la ciudad de La Plata, cuyo show incluía varios números teatrales y los monólogos de Enrique Symns. Pronto el show pasó a centrarse sólo en la música, con un rock clásico de raigambre stone con pinceladas de post punk, apoyado por la guitarra de Skay Beilinson y la voz y presencia magnética de Carlos “El Indio” Solari, quienes también componían todos los temas. Pocas personas entendían qué diantres estaba cantando el Indio, pero sus letras pasarían al imaginario argentino y en la actualidad son frases de uso corriente en el periodismo, la publicidad y la vida cotidiana. Con el paso de los años la base de fanáticos fue creciendo hasta llenar los mayores estadios del país. Con su disolución en el año 2000, el Indio Solari siguió manteniendo ese nivel de convocatoria (su último recital, en Olavarría, en 2017, reunió a 500 mil personas) antes de que pasara a un semi-retiro debido a la enfermedad de Parkinson.

Gran parte de la leyenda de los Redondos comenzó a gestarse con su segundo disco, Oktubre, donde la estética soviética y las referencias a la Revolución Rusa (con un arte a cargo de Ricardo Cohen “Rocambole”) sirven como marco visual para la poesía oscura de Solari, en 9 temas impecables que cautivan al oyente con su rock nocturno y seductor. “Preso en mi ciudad”, “Música para pastillas”, “Divina TV Führer” y “ Motor Psico” son temas imborrables de la conciencia rockera argentina, pero es en “Jijiji” donde el dispositivo se despliega en toda su extensión. La letra (¿un asesinato? ¿una metáfora de las drogas?) es un mero pretexto para que el público en los recitales ejecute “el pogo más grande del mundo”. Sólo es cuestión de buscarlo en YouTube para saber de qué hablamos.

José Juan Zapata