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«Facundo Cabral» Facundo Cabral

Argentina

Nueva canción latinoamericana

1970

RCA Vik

En 1970, irrumpió en la escena musical un álbum que capturó la esencia del trovador argentino Facundo Cabral. Este lanzamiento no solo es uno de los más reconocidos de su carrera, sino que también se inscribió dentro del movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana. Conocido por su distintiva barba densa y una mirada introspectiva, Cabral reveló un compendio de melodías que resonaban con la sabiduría de un sabio errante. Acompañado siempre por su guitarra, el cantautor tejió reflexiones e historias de vida y belleza, impregnando cada acorde con el tono espiritual que reflejaba su alma. Su incansable búsqueda de sentido y su propósito de llevar una vida contemplativa se manifestaron claramente en cada canción del álbum, posicionándolo como una figura clave dentro del movimiento.

A través de su música, Cabral no solo conmovía, sino que entablaba conversaciones íntimas con sus oyentes, compartiendo experiencias de amor, amistad, justicia social y el desafío de forjar un destino propio. Era un poeta nómada que encontraba en sus versos un remedio para la soledad y enseñaba que la tristeza podía ser una elección. Aunque se mantuvo al margen de los movimientos políticos, Cabral fue un firme defensor del pacifismo, autodenominándose «violentamente pacifista» y «vagabundo de primera clase». Su anarquismo filosófico y su constante búsqueda de paz interior son temas recurrentes en el álbum. Composiciones como «Pobrecito mi patrón» son análisis  contundentes sobre el verdadero valor de las cosas.

Otra de las canciones que forma parte del álbum es «No soy de aquí ni soy de allá», inspirada en una noche melancólica en Uruguay junto a Jorge Cafrune. Esta canción se ha convertido en una de las piezas más emblemáticas del repertorio del cantautor argentino, articulando magistralmente el sentimiento de la búsqueda constante de identidad. Incluida en el álbum, rápidamente se convirtió en una de sus obras más emblemáticas y le catapultó a la fama internacional. Su impacto trascendió fronteras, siendo versionada por renombrados artistas como Alberto Cortez, Chavela Vargas y Julio Iglesias.

El legado de Cabral, sin embargo, se vio truncado el 2011, cuando fue brutalmente asesinado en Guatemala, un acto de violencia que conmocionó al mundo. En su último concierto, en el Teatro Roma de Quetzaltenango, cerró con una interpretación conmovedora de «No soy de aquí ni soy de allá». Esta fue la última canción que cantó públicamente, dejando un mensaje de paz que perdurará más allá de su inesperada y trágica partida.

Angie Rojas