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«Fabulosos calavera» Los Fabulosos Cadillacs

Argentina

Jazz rock - Latino alternativo - Rock

1997

Ariola

Es uno de los más grandes y deliciosos viajes sonoros que nos ha dado el rock latinoamericano. Los Fabulosos Cadillacs se volaron la barda con un puñado de canciones que estremecieron a toda una generación por su desquiciada combinación de sonidos, ritmos y estilos. Este disco, alabado por la crítica y vapuleado por los fans en su momento, obtuvo como reconocimiento, nada despreciable, el primer Grammy al Rock Latino de la historia.

Corría 1996, mientras se preparaban para dar forma a su octavo trabajo de estudio su guitarrista Aníbal “Vairo” Rigozzi le deja su puesto a Ariel Minimal, para convertirse en manager. Viajan a Nassau, Bahamas a grabar en los estudios Compass Point de la mano del productor KC Porter. De dicha grabación se baja a medio camino su histórico miembro Sergio Rotman. Pasó de todo en el proceso de grabación, así como pasa de todo en el producto final. Hardcore, reggae, jazz, ska, thrash, tango y otros ritmos caribeños se juntan en un frenético trabajo de 15 cortes donde Flavio Cianciarullo y Vicentico detonaron todo su potencial creativo. Los Cadillacs se arriesgaron con un trabajo más denso y oscuro, pero sin perder la esencia que los llevó a ser una de las bandas más escuchadas en los años noventa en todo el continente.

De por sí, en su predecesor Rey Azúcar se presagiaban algunos sonidos que se encuentran en Fabulosos Calavera, que termina siendo innovador y lleno de contrastes emocionales y musicales. Desde el primer tema y primer sencillo “El muerto” la banda capta la atención y marca el camino de esta experiencia, donde sobresale las tumbas de Toto Roblat entre guitarras distorsionadas. También encontramos temas como “Calaveras y diablitos” a ritmo del reggae antiguo o “Surfer calavera” que es una experimentación con thrash, reggae y funk. Otra joya es “Sábato”, escrita por Flavio Cianciarullo, inspirado en el libro Sobre héroes y tumbas, del escritor argentino Ernesto Sábato. “Piazzolla”, dedicada al gran bandoneonista Astor Piazzolla, y la cereza del pastel, la sublime “Hoy lloré canción”, junto al maestro Rubén Blades.

Con Fabulosos Calavera la banda muestra su madurez como equipo de trabajo, sin el temor de las consecuencias al cambiar de dirección, dejando a un lado lo habitual y conseguir con ello la trascendencia en el rock mundial con un álbum tan único, como tan latinoamericano.

Felipe Figueroa