1

«Siembra» Willie Colón & Rubén Blades

Estados Unidos - Panamá

Salsa - Salsa dura

1978

Fania Records

El disco Siembra lanzado por el sello Fania en 1978, es considerado uno de los pilares fundamentales en la historia de la salsa y la música latinoamericana. Esta producción no solo marcó un antes y un después en el género por su innovadora fusión de ritmos, sino también por la profundidad de sus letras, que abordaban temas sociales y políticos con una franqueza y audacia poco vistas en la música bailable.

El álbum es una obra colaborativa entre el cantante y compositor panameño Rubén Blades y el trombonista y productor puertorriqueño Willie Colón, quienes ya tenían una carrera sólida en la salsa antes de unirse para este proyecto, aunque definitivamente era una prueba mayor para Blades para los que aún seguían haciendo comparaciones de los tiempos de Colón con Héctor Lavoe. El resultado de esta colaboración en Siembra llevó su arte a un nivel completamente nuevo. Blades imprimió una visión latinoamericanista mientras Colón sellaba el sonido de latino cosmopolita que rumbeaba desde Nueva York.

La combinación de la voz inconfundible de Blades y la dirección de Colón crearon una química musical única que se tradujo en un álbum excepcional. El resultado de esta colaboración en Siembra llevó su arte a un nivel completamente nuevo. En su contexto histórico, el disco entiende el legado de la descarga y la salsa dura en la arquitectura de las canciones largas y la energía rítmica, modificando estructuras y enfoque, con base sólida de ritmo y un espíritu vibrante. Los arreglos se van acomodando, a la vez que las referencias identifican con sectores distintos de la sociedad latinoamericana, sobresaliendo en letras que pueden contar historias o acercar a ideales populares de la región, equilibrando lo intelectual y lo accesible.

Desde su lanzamiento, Siembra capturó la atención del público y de la crítica, convirtiéndose en un éxito rotundo en ventas. En ciudades como Caracas, se reportaron ventas con cifras impresionantes para la época. Este éxito comercial se vio reflejado en el impacto cultural del disco, que trascendió fronteras y resonó en toda América Latina y en cualquier rincón del mundo donde se oye música latina.

El álbum está compuesto por canciones que hoy en día son consideradas clásicos imprescindibles de la salsa. Temas como «Plástico» y «Pedro Navaja» no solo se destacan por sus arreglos musicales complejos y llenos de energía, sino también por sus letras incisivas y reflexivas. En «Plástico», Blades critica la superficialidad de la sociedad moderna y la búsqueda de la felicidad en cosas materiales. Blades comenta en una entrevista que cuando la toca en vivo y el público oye su país, se siente con poder. “Que son parte de América”, explica Blades.

«Pedro Navaja», en particular, se ha convertido en una de las canciones más emblemáticas del género, ofreciendo una narrativa cruda y realista del entorno urbano. Esta canción cuenta la historia de un ladrón callejero en la ciudad de Nueva York y se ha convertido en un himno de la salsa. La narrativa y el ritmo pegajoso de «Pedro Navaja» la convierten en una canción que es imposible de olvidar una vez que la escuchas. La habilidad de Blades para contar historias a través de su música se pone de manifiesto de manera magistral en esta pista, pero también su habilidad para adaptar canciones, como lo hizo con el inicio de «Mack The Knife», que a su vez es una adaptación de un tema de La ópera de tres centavos, escrita por Bertolt Brecht, y musicalizada por Kurt Weill.

Por otro lado, en «Buscando guayaba» Blades improvisó un solo de boca imitando el sonido, mientras la letra se refiere a la búsqueda de su mujer ideal dentro de la heterogénea Nueva York. «María Lionza» surgió de la experiencia de Blades durante un viaje a Venezuela en 1977, impresionado por la gran estatua de la guardiana de la naturaleza, Yara, honrando la devoción popular y el sincretismo religioso. «Ojos» fue escrita por Johnny Ortiz y es la más corta del álbum, evocando la mirada de diferentes personajes y el significado que puede tener en la riqueza y complejidad del entorno social latinoamericano. «Dime» aparece como un tema de desamor y cierra el tema homónimo como un himno a la solidaridad y esperanza del latinoamericano.

Uno de los aspectos más innovadores de Siembra es su capacidad para integrar comentarios sociales y políticos en la música bailable. Rubén Blades, con su prosa elaborada y su enfoque directo, rompió esquemas al incluir temáticas que iban más allá del amor y el desamor, abordando problemáticas sociales de manera frontal. La combinación de su lírica con los arreglos agresivos y sofisticados de Willie Colón, hizo de este disco una obra maestra que no ha perdido relevancia con el tiempo.

La producción de Siembra también es notable por su excelencia técnica. Los arreglos de trombones de Nueva York, las líneas de bajo de Sal Cuevas, y la batería de Brian Brake, junto con la percusión de músicos como Jimmy Delgado, contribuyen a un sonido poderoso y distintivo, como un testimonio de la brillantez y la cohesión del equipo de músicos que lo grabaron. A pesar de los cambios y las evoluciones dentro del género de la salsa y la industria musical, Siembra ha mantenido su lugar como un referente esencial y establece un estándar para lo que la música puede lograr en términos de impacto social y artístico.

Este álbum es un testimonio del poder de la música para transmitir mensajes profundos y tocar el corazón de las personas, prueba de la genialidad de Rubén Blades y Willie Colón. Más que un álbum de salsa es un punto de referencia cultural que continúa influyendo en la música, la sociedad y la cultura popular hasta el día de hoy. Siembra es uno de los álbumes de salsa más vendidos de todos los tiempos, lo cual subraya su engranaje con la historia de la música popular y determina el crecimiento del género salsa, llevándolo a nuevas audiencias en todo el mundo, redefiniendo el género como legado.

Sus letras contribuyeron a que la música salsa se convirtiera en un medio para comentar y criticar problemas sociales, influyendo en muchos artistas y ayudando a establecer la salsa como una herramienta para la expresión social y política. El álbum inspiró a generaciones de músicos y compositores latinoamericanos sin importar el género musical, porque adoptaron la narrativa lírica y el compromiso social que Rubén Blades y Willie Colón promovieron en este álbum, demostrando su impacto continuo en la cultura musical. Por todas estas razones Siembra merece el lugar más destacado en la colección de cualquier amante de la música latinoamericana.

José Luis Mercado

2

Las Últimas composiciones de Violeta Parra

«Las últimas composiciones de Violeta Parra» Violeta Parra

Chile

Música tradicional chilena - Nueva canción latinoamericana

1966

RCA Victor

Este disco, publicado tres meses antes de la muerte de Violeta, con acompañamiento de Alberto Zapicán, y sus hijos Isabel y Ángel Parra, es canción folclórica, es huayno y cueca, es nueva canción universal y es intimidad de Violeta, mostrándonos sus penas y alegrías, con palabras tan profundas que conmueven a la primera escucha, como nos acostumbró Violeta durante toda discografía, no por nada a lo largo de esta lista nos encontraremos con versiones de sus canciones, de artistas desde Argentina a México, y del folclor al rock.

“Gracias a la vida, que me ha dado tanto”. Así comienza Violeta sus últimas composiciones, sus últimas cantadas y las últimas publicadas en vida. Es quizás su canción más conocida y versionada, una marca registrada del cancionero latinoamericano en todo el mundo.

Si “Gracias a la vida” es una despedida para comenzar agradeciendo, a través del disco Violeta se va descubriendo como una artista sensible que ha sufrido por amor, por el amor que no está a la altura en “El Albertío”, a un ritmo que va acelerando con la guitarrilla; por el amor por el que se siente usada, a ritmo del bombo de Zapicán en “Pupila de águila”; por el amor que se va y se va sin dar explicaciones, con una de sus letras más conmovedoras, en “Run Run se fue pa’l norte”; por el amor que la hace maldecir a todo lo que le pasa por sus pensamientos, a lo “profano y santo”, en “Maldigo del alto cielo”. Pero también le canta al amor que la hace volver a sentirse inocente, retrocediendo el paso a su juventud, en la sirilla “Volver a los 17”, otro de los puntos altos de su discografía.

Este álbum es también cuestionamiento, homenaje y juego, en canciones como la resbalosa “Cantores que reflexionan”, en la que Violeta justamente parece repasar el rol del cantor a través de su hermosa poesía; en “La cueca de los poetas”, atravesando la historia de la poesía chilena mencionando a los más destacados poetas del siglo XX chileno, incluidos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ambos premios Nobel, y su hermano Nicanor Parra. Y es juego, juego del lenguaje, y juego para denunciar en la canciónica agitadórica, “Mazúrquica Modérnica”. El disco también es rescate de los pueblos originarios, en la danza estilo mapuche (araucano, de acuerdo con el mismo disco), “El guillatún”. Finalmente, el disco termina retomando las cuecas, con “Pastelero a tus pasteles” y “De cuerpo entero”.

Violeta Parra en su historia nos dejó una discografía y cancionero eterno, del cual nunca dejarán de hacerse versiones por artistas de todo el mundo, dentro de la cual Las últimas composiciones de Violeta Parra se alza como un estandarte de la música latinoamericana y mundial. Y de no existir este disco a la música latinoamericana le faltaría un eslabón fundamental, de una artista clave en la historia del siglo XX.

Jorge Cárcamo

3

cafe tacvba re

«Re» Café Tacvba

México

Art pop - Latino alternativo - Pop rock

1994

WEA

Re es el disco más representativo en la historia del rock latinoamericano, porque mucho del rock que se hace y se hizo en Latinoamérica tiene como característica la incorporación de sonidos autóctonos, del folklore y de la música popular. Es aquí donde la banda mexicana Café Tacvba se impone con autoridad.

La experimentación es una constante en este disco porque Café Tacvba quiso reinventarse, reutilizar géneros semi olvidados, regenerarlos y también reconstruirlos, de ahí el nombre Re. El grupo mexicano formado por Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, Joselo y Enrique Rangel nos regalan un abanico musical que pasa por el son, el bolero, el punk, el bossa nova, el huapango, el jazz, la polka y el funk. Es importante acotar que lo experimental no pasa solamente por lo musical, también pasa por sus letras, que encierran el diario vivir en la Ciudad de México, los amores, las traiciones, el rock como estilo de vida, la filosofía y la sátira.

Este álbum fue un verdadero desafío para el mundillo rock, que acostumbrados o no a inclusiones sutiles de música folclórica sobre la base del rock tradicional anglosajón, recibieron con escepticismo esta descarga ecléctica de diversidad cultural. Como cosa incomprensible este trabajo no obtuvo la repercusión inmediata en su propio país, Chile y Argentina le dieron primero su reconocimiento con altas ventas y gran difusión radial y televisiva. México paulatinamente se rindió ante los tacvbos, tanto la crítica como el público.

“El aparato” abre el disco con el sonido de la jarana, pasamos por “La ingrata”, una sátira basada en una polka norteña, que probablemente es la canción más reconocida por la gente. Continuamos con la canción filosófica del álbum: “El ciclón”, luego tenemos “El borrego” donde suena un poco de punk y metal industrial (aunque en casa le metas al tropical). Seguimos con el bolero dedicado a Chavela Vargas, “Esa noche”. Continúan temas como: “24 horas”, Ixtepec”, “Trópico de cáncer”, una letra dura en “El Metro”, el sonido de la banda sinaloense en “El fin de la infancia” y luego nos adentramos en un corto bolero llamado “Madrugal” para pasar a dos canciones enlazadas por la psicodelia en “Pez” y “Verde”. Sigue una fábula en “La negrita”, un funk rapeado en “El Tlatoani del barrio”, un poco de ska en la fantástica canción “Las flores”, un toque grunge en “La pinta” y llegamos a un cierre sublime con tres maravillosos temas: “El baile y el salón”, “El puñal y el corazón” y el estilado “El balcón”.

Re es un álbum importante, fundamental e influyente para la música latinoamericana, su impacto cultural en todo el continente influenció a toda una generación que, al igual que Café Tacvba, se interesó en adentrarse en sus raíces.

Felipe Figueroa

4

al final silvio

«“Al final de este viaje…”» Silvio Rodríguez

Cuba

Música de cantautor - Nueva canción latinoamericana - Nueva trova

1978

Movieplay / Areito

Una de las etapas más importantes de la historia latinoamericana fue, sin duda, la década de los setentas, en la cual explotaron muchos movimientos sociales, donde se asentó la Revolución Cubana y donde la música fue el instrumento de las luchas de nuestros pueblos. De toda esa vorágine se fortalece en Cuba la nueva trova, hermana de la nueva canción latinoamericana, que tomó aspectos artísticos y sonoros del folk estadounidense, del rock británico y el filin cubano.

Silvio Rodríguez se erige como el máximo exponente de aquella generación de músicos latinoamericanos con textos comprometidos con la política, con la Revolución, pero también con el amor. Además, Silvio, complementa sus sofisticados y filosóficos textos con el virtuosismo en la guitarra acústica, un plus de distinción y singularidad.

En 1978 se graba en España “Al final de este viaje…”, un cancionero compuesto entre 1968 y 1970, donde Silvio no se hace acompañar más que por su guitarra. Es a todas luces la obra cumbre del cubano, que, con 10 canciones inspiradoras, se transformó en una obra indispensable para nuestra América Latina y una muestra perfecta de que menos es más.

Este álbum de guitarra y voz muestra la capacidad de Silvio para conducirnos por un viaje de emociones y sentimientos, desde la esperanza en “Al final de este viaje”, pasando por la cobardía en “Oleo de mujer con sombrero”, el amor sin dobles intenciones en “Ojalá”, hasta la humanidad plasmada en “La familia, la propiedad privada y el amor”.

Un disco que pareciera ser un recopilatorio de grandes éxitos, sin embargo, es un trabajo inédito que de alguna manera u otra nos entrega, precisamente, grandes éxitos con canciones populares, canciones imprescindibles, amadas, canciones urgentes y que, con el paso de los años, no pierden vigencia. Un trabajo hermoso en el que disfrutamos a Silvio el poeta, el músico, el trovador, a Silvio el universal.

El álbum inicia con “Canción del Elegido”, un tema heroico dedicado a Abel Santamaría. Continúa con “La Familia, la propiedad privada y el amor”, canción en la que Silvio maneja un maravilloso simbolismo para hablar de la humanidad, la guerra, el amor y los tabúes religiosos con un sinfín de cambios melódicos. La tercera pista es “Ojalá”, acaso el tema más conocido del cubano, del cual se dice que estaba escrita para Fidel Castro y que el propio Silvio ha mencionado que es sencillamente una canción de amor. Le sigue “La era está pariendo un corazón”, escrita tras la muerte del Che Guevara, de gran influencia para su generación, un tema muy emotivo. Pasamos a “Resumen de noticias”, donde Silvio critica a quienes lo critican. El viaje sigue con “Debo partirme en dos”, una elegante sátira a sus seguidores. Llegamos a la pista siete, “Óleo de mujer con sombrero”, una bellísima pieza pictórica de Chagall; viene luego “Aunque no esté de moda” una canción de amor que pasa de la crudeza a la delicadeza. Avanzamos y encontramos “Qué se puede hacer con el amor”, la más compleja de todas y terminamos con “Al final de este viaje”, una bella reflexión sobre el futuro y la muerte.

Un disco legendario, que define a cabalidad un género tan latinoamericano como la nueva trova, con un discurso atemporal y una muestra de excelencia con la guitarra de uno de los grandes del continente.

Felipe Figueroa

5

«Construção» Chico Buarque

Brasil

MPB - Música de cantautor - Samba

1971

Philips

Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico, construcción del cantante que alguna vez quiso ser arquitecto pero que terminó armando y desarmando, “tijolo com tijolo” como un albañil, su obra más importante y uno de los discos más trascendentales de la música del siglo XX. El séptimo disco de estudio de Chico Buarque marca su regreso del exilio en Italia, y tuvo al momento de su edición un gran impacto de ventas en Brasil, alcanzando las 140 mil copias en su primer mes.

El disco parte con tensión y algo de suspenso. Con los primeros diez segundos de los arreglos sinfónicos de “Deus lhe pague” y luego con su letra, Buarque adelanta por dónde nos va a llevar (“Por esse pão pra comer, por esse chão pra dormir / A certidão pra nascer e a concessão pra sorrir / Por me deixar respirar, por me deixar existir / Deus lhe pague”). Parte con el ahogo social, para luego aterrizar en el ahogo “Cotidiano”, bajando de la ciudad vigilante, y a la vez prisionera de ese “Dios”, a la puerta del hogar, con una trompeta que ya es un comienzo clásico de la MPB. Le sigue “Desalento”, escrita con Vinicius de Moraes, que es una bossa nova que da el respiro justo entre “Cotidiano” y lo que viene después.

“Construção”, una de las piezas más importantes de la música popular mundial, fue elegida por Rolling Stone Brasil como la mejor canción de la historia de la música brasilera. Aquí los arreglos vanguardistas de Rogerio Duprat (conductor y arreglista de Tropicália ou panis et circencis -1968-) se mezclan con una letra que al describirla no se le haría justicia. Solo hay que escucharla, leerla y releerla para adentrarse en sus laberintos. Una interpretación brasileña del sincretismo que por entonces experimentaba la música latinoamericana.

A “Cordão”, que es una bossa nova que llama al Buarque de sus primeros álbumes, le sigue ‘Olha Maria’ escrita junto a Vinicius y Jobim. En “Samba de Orly” y “Valsinha” vuelve a colaborar en la creación con Vinicius. La primera, coescrita también con Toquinho, es una samba en la que canta sobre su/el exilio; en la segunda, reaparece la tensión del comienzo del disco, pero atenuada y más delicada, acorde a una letra que pareciera una continuación y un cierre de “Cotidiano”.

Las dos últimas canciones son nostálgicas en su ternura, envueltas en abandono y amor. Primero en “Minha história” (versión de “4/3/1943” de Lucio Dalla), en la que Menino Jesus nos cuenta la historia de su vida desde el primer encuentro entre su madre y su padre, al que nunca llega a conocer; para luego finalizar el disco con “Acalanto”, especie de canción de cuna con la que Buarque parece decirnos que, después de toda la intensidad, nos deja descansar.

Las letras y composiciones de Buarque, con la dirección musical de Magro de MPB4, nos regalan arreglos musicales de delicadas guitarras, propias de la bossa nova y la samba, pero también orquestaciones que incluyen trombones, trompetas y violonchelos, que configuran un álbum eterno que terminó de consolidar a Chico Buarque como uno de los imprescindibles cantautores de la música popular del siglo XX.

Jorge Cárcamo

6

charly garcia clics

«Clics modernos» Charly García

Argentina

Pop rock - Rock

1983

SG Discos

“Hace poco la cosa cambió para bien. Se debe haber equivocado la historia con nosotros, porque siempre nos pasa mal”. 18 de diciembre de 1983, Charly en el Luna Park presenta Clics modernos. Apenas ocho días después de la asunción de Raúl Alfonsín, que marcó el fin de la última dictadura cívico-militar de la Argentina. Momento bisagra. Corte de tajo con un pasado folk y progresivo. El disco que despide con baile, sintetizadores y fiesta los últimos fantasmas de la represión militar.

A más de 40 años de distancia (y de democracia), Clics modernos sostiene su carácter de monumento, no sólo en la trayectoria de Charly, sino en la historia del rock argentino y latinoamericano. Monumento, piedra de toque, pero no de mármol infranqueable, sino siempre maleable, dispuesto a dialogar con las generaciones venideras. Ahí están los covers recientes por parte de Dillom y Wos.

Para 1983 Charly vivió demasiadas vidas. Antes de los 22 años ya había escrito con Sui Generis dos himnos, “Canción para mi muerte” y “Rasguña las piedras”, bajo el paraguas del folk-rock de los setenta. Después vinieron La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán. Rock progresivo de alto rendimiento que piloteó los años duros de la dictadura militar.

Ya como solista, el corte de Charly con el pasado fue por todo lo alto. Yendo de la cama al living fue un primer aviso. Recién desempacado en Nueva York llegó con fajos de billetes a los Electric Lady Studios, que le abrieron sus puertas de par en par. Ahí conoció al productor Joe Blaney y decidieron no usar un baterista sino una caja de ritmos. Así el sonido del álbum incorporaba muchos hallazgos de la new wave, y sorprendió a buena parte de la crítica y el público. En una escena de la serie El amor después del amor un periodista le menciona una frase de Spinetta: “Ahora los chicos bailan con Charly”, a lo que García responde: “Yo bailo con Spinetta”. La foto de la tapa se tomó junto a unos grafitis en la esquina de Walker Street y Cortland Alley, hoy nombrada con justicia “Charly Garcia Corner”.

El nuevo Charly en democracia reflexiona sobre los fantasmas de la dictadura (“Los dinosaurios”, “Nos siguen pegando abajo”, “Huellas en el mar”) y una nueva visión irónica de lo que está por venir: (“Dos, cero, uno”, “Bancate ese defecto”, “Nuevos trapos”). Así que su poderosa reflexión sobre los militares y los desaparecidos (“Los amigos del barrio pueden desaparecer, pero los dinosaurios van a desaparecer”) convive con un cierto desencanto del porvenir (“Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal. Desconfío de tu cara de informado y de tu instinto de supervivencia”).

Con más de 40 años de existencia, Clics modernos representa una forma de entender el rock latinoamericano, donde la tensión entre lo político y lo personal, y entre los sonidos anglo y el color local, logran un equilibrio y un lenguaje propio. Esta tensión, en cierta medida, definiría mucho del rock de la región en los años que estarían por venir. Charly se mantendría (se mantiene) en el Olimpo por muchas décadas más.

José Juan Zapata

7

joao gilberto chega

«Chega de saudade» João Gilberto

Brasil

Bossa nova

1959

Odeon

Chega de saudade, lanzado en 1959, es una obra que trascendió las fronteras de la música brasileña para definir un nuevo capítulo en la historia del género conocido como bossa nova, expandiéndolo en el jazz y la música popular internacional. Interpretado por el icónico João Gilberto y producido por el visionario Antônio Carlos Jobim, este álbum no solo marcó un punto de inflexión sino que también se convirtió en el catalizador de un movimiento musical revolucionario. 

João Gilberto es conocido por el uso de acordes de cuatro notas con un énfasis particular en el pulgar y un ligero acento en el dedo índice. Esta técnica crea una textura, conectando de manera fluida los acordes sin romper la continuidad armónica. Gilberto también es famoso por su habilidad para sincronizar la guitarra con su voz, lo que da una sensación de suspensión. 

El álbum abre con la canción homónima «Chega de saudade», una pieza que encapsula perfectamente el espíritu de la bossa nova. Con la voz suave y melódica de Gilberto acompañada de su distintiva guitarra acústica, esta canción se ha convertido en un himno del género, atrayendo a oyentes con su mezcla única de nostalgia y esperanza. Cada pista en el álbum presenta una profundidad emocional que caracteriza la bossa nova. Desde la breve pero intensa «Lobo Bobo», compuesta por Carlos Lyra y Ronaldo Boscoli, que explora la ironía y el romanticismo perdido, hasta la serena «Brigas, Nunca Mais», otra colaboración entre Jobim y Vinicius De Moraes que reflexiona sobre las luchas y reconciliaciones amorosas, el álbum es un viaje musical y emocional.

La contribución de João Gilberto se destaca especialmente en composiciones como «Hó-Bá-Lá-Lá», con su atmósfera introspectiva y contemplativa. Carlos Lyra, por su parte, también aporta «Saudade fêz um samba», una oda animada a la nostalgia expresada a través del ritmo del samba, mientras que «Maria Ninguém» celebra la gracia y la ternura en la simplicidad de la vida cotidiana. Uno de los puntos culminantes del álbum es «Desafinado», una de las primeras bossa novas en alcanzar reconocimiento internacional, escrita por Antonio Carlos Jobim y Newton Mendonça. Esta canción no solo critica sutilmente la falta de armonía en el amor, sino que también exhibe la habilidad magistral de Gilberto para interpretar con delicadeza y profundidad emocional.

João Gilberto, estableció un legado musical perdurable que continúa inspirando a músicos y aficionados por igual. Su técnica única y su habilidad para capturar la esencia emocional de cada canción son evidentes en cada canción de Chega de Saudade, un álbum atemporal, llevando a los oyentes a la esencia misma de la música brasileña.

José Luis Mercado

8

celia cruz son con guaganco

«Son con guaguancó» Celia Cruz

Cuba

Guaguancó - Guaracha - Son cubano

1966

Tico Records

El álbum Son con guaguancó, de Celia Cruz, lanzado en 1966, se destaca como una obra fundamental en la carrera de la Reina de la Salsa. Este disco es un testimonio de la versatilidad y el talento inigualable de Celia Cruz como intérprete de música afrocubana y caribeña. Su importancia radica en su papel como un puente esencial entre su tiempo con La Sonora Matancera y su posterior colaboración con la Fania All Stars.

Celia Cruz, conocida como «La Guarachera de Cuba», ya era una figura venerada en la música latina cuando dejó La Sonora Matancera en 1965. Durante sus quince años con la orquesta cubana, Celia contribuyó significativamente al éxito internacional de la banda y consolidó su reputación como una de las voces más poderosas y apasionadas de la música tropical.

Son con guaguancó llegó en un momento crucial de su carrera. Era su primer álbum en solitario después de dejar La Sonora Matancera y antes de unirse a la Fania All Stars. Este disco la liberó de las restricciones y le permitió explorar un sonido más fresco y vanguardista. Producido por Al Santiago y grabado con la participación de la Alegre All Stars, el disco cuenta con músicos virtuosos como Charlie Palmieri en el piano y Víctor Paz en la trompeta, entre otros. Los arreglos musicales estuvieron a cargo de figuras prominentes como Tito Puente y Louie Ramírez, lo que asegura una ejecución instrumental exquisita.

El álbum mezcla ritmos afro-cubanos y géneros como el son montuno, guaguancó, rumba, mambo, chachachá, guaracha y bolero, mostrando su capacidad para integrar la espiritualidad yoruba en su música. Canciones como «Es la humanidad» reflejan sus raíces afro-cubanas y sus luchas personales, incluido el exilio de Cuba. Los temas del álbum abarcan la vida cotidiana cubana y la experiencia inmigrante, que luego de vivir unos años en México, todavía con la Matancera, termina en Estados Unidos, reflejando la dualidad de la identidad de Cruz. A pesar de sus dificultades, su música irradiaba alegría y esperanza, convirtiéndola en un símbolo de orgullo y libertad para la comunidad cubana que empezaba a radicar en Norteamérica.

Una de las pistas más destacadas del álbum es «Bemba Colorá», una canción que se convirtió en un éxito internacional. La voz ardiente y la entrega apasionada de Celia en esta pista la consolidaron como una intérprete de referencia en el mundo de la música afrocubana. Su capacidad para transmitir emociones a través de su voz era inigualable. Son con Guaguancó también es notable por su fusión de influencias afrocubanas. La canción homónima, «Son con Guaguancó», es un ejemplo claro de esta fusión, con su ritmo contagioso y su energía festiva. Celia demostró su dominio de los complejos patrones rítmicos y su capacidad para llevar a la audiencia a la pista de baile.

La importancia de este álbum radica en que preparó el terreno para la siguiente etapa de la carrera de Celia Cruz con la Fania All Stars, donde se convertiría en una de las figuras más icónicas de la salsa. Son con Guaguancó mostró su capacidad para mantenerse relevante y emocionante en un panorama musical en constante evolución y fue un paso crucial en su carrera, marcando la transición entre su tiempo con La Sonora Matancera y su eventual colaboración con la Fania All Stars. Este álbum es una celebración de su herencia afrocubana y su habilidad para emocionar y cautivar al público con su voz inigualable. Celia Cruz dejó una marca indeleble en la música latinoamericana, y este disco es un testimonio de su inmenso talento y su legado perdurable en la historia de la música caribeña.

José Luis Mercado

9

juan gabriel bellas artes

«Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes» Juan Gabriel

México

Canción melódica - Pop - Ranchera

1990

Ariola

“Juan Gabriel es la vindicación literal de lo expulsado del canon televisivo o de lo jamás incluible: los nacos y los traileros y las secretarias románticas y las amas de casa sin casa que aguardan y los “raritos” y los adolescentes de las barriadas”, escribió alguna vez el cronista Carlos Monsivais. “Y ese gusto atravesó la marginalidad, domesticó a los celos modernistas y a la homofobia, y hoy, podado o no de su impulso original de transgresión, triunfa igual en el Estadio Atlante, en los cabarets de lujo y en el Palacio de Bellas Artes”.

Para 1990, la trayectoria de Juan Gabriel había virado y resucitado en diversidad de vidas. Sureño y fronterizo a la vez. Adán Luna o Alberto Aguilera. El juego de las máscaras y espejos se desplegó también en su trayectoria musical. Con un talento igual de firme para la canción melódica como para la ranchera, el pop y el rock, Juan Gabriel es acaso el último de la estirpe de compositores históricos del siglo XX mexicano, que parte en Agustín Lara y continúa en José Alfredo Jiménez.

En el palacio de Bellas Artes es un disco en vivo, pero también puede entenderse en conjunto con el disco de estudio Pensamientos (1986), donde Juanga logra conquistar su sonido personal. Ahí, las dos caras principales de su trayectoria, el pop y la ranchera, colisionan y crean un nuevo sonido, híbrido, el cual sería la marca de casa. Ahí aparece “Hasta que te conocí”, que en Bellas Artes brilla por todo lo alto.

A pesar de la idea generalizada, Juan Gabriel no fue el primer cantante ranchero en actuar en el más prestigioso teatro de la capital. Por mencionar sólo un caso que aparece en esta lista, Lola Beltrán ya había lanzado un disco grabado en Bellas Artes, pero el de Juan Gabriel despertó una mayor polémica en la sociedad de la época, y al paso de los años se mantiene como un suceso histórico que trasciende generaciones, sensibilidades y clases sociales.

En el Palacio de Bellas Artes funciona como un excelente repaso en vivo de su trayectoria hasta ese momento. Varios popurrís encadenan sus éxitos más celebrados, que alcanzan 22 tracks en un disco doble. La Orquesta Sinfónica Nacional marcha por todo lo alto con los arreglos de Eduardo Magallanes, y el Mariachi Arriba Juárez aporta el fondo para que brille aún más el carisma del Divo, quien, juguetón, le pide al público que “no lo provoque” a bailar. 

Si bien el álbum hace un tándem indivisible con el video del concierto, donde el carisma de Juanga brilla tanto como su traje de lentejuelas, la versión en disco nos permite centrarnos en toda su potencia sonora: Los pasajes de improvisación al micrófono son impresionantes, las baladas suenan lacrimógenas, las rancheras son dolidas y juguetonas, “Amor eterno” suena más celestial que nunca y “Hasta que te conocí” alcanza una duración de 25 minutos, casi un disco en sí mismo, con un outro larguísimo que incorpora fragmentos de otras canciones. Desde la “Negra Tomasa” hasta “Caballo viejo” de Simón Díaz. Desde “Bamboleo” de Gypsy Kings hasta el “Adoro” de Armando Manzanero.

Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes es un álbum perfecto para entender el gran viaje de las músicas populares mexicanas en la era de la grabación. Del bolero a la balada, de los sones a la ranchera, del jazz al rock y al pop. Quizá nadie más encarna con mayor firmeza el sonido del siglo XX mexicano que el Divo. No solo beatificado, como profetizó el cronista de la colonia Portales, sino ya canonizado y aún obrando milagros.

José Juan Zapata

10

shakira donde estan

«Dónde están los ladrones?» Shakira

Colombia

Pop - Pop rock

1998

Sony Music Latin

El álbum Dónde están los ladrones? de Shakira, lanzado en 1998, se destaca como un hito en la historia del pop latino y como un punto de inflexión en la carrera de la superestrella colombiana. Este disco no solo consolidó a Shakira como una figura internacional en el mundo de la música, sino que también redefinió el sonido y la narrativa del pop latino en ese momento.

El nombre del álbum surgió de una canción que escribió tras perder una valija con composiciones y demos en el aeropuerto de Bogotá. La creación del disco fue difícil, pero Shakira demostró su capacidad para atraer a una audiencia más amplia, lo que llevó a Sony a invertir en ella. Emilio Estefan se encargó de buscar un sonido accesible para las radios sin dañar el sonido rockero que quería imponer Shakira en el disco. A diferencia de otros artistas del pop latino, Shakira escribía sus propias canciones y se destacaba por su estilo autobiográfico y crítico. Estefan salió del sonido de otras producciones de la época, para jugar con las trompetas de mariachis en «Ciega, sordomuda» y al rock catártico en «Inevitable», ampliando su sonido para un público más alternativo.

El álbum está compuesto por once canciones, destacándose por su lírica poderosa y la habilidad de Shakira para fusionar diferentes estilos musicales con su distintiva narrativa. El álbum oscila entre pop comercial y un rock íntimo de cantautor con otras influencias inesperadas insertadas a lo largo del álbum.

“Ciega, sordomuda” mezcla trompetas y percusión con guitarra acústica, destacándose por su estribillo pegadizo. “Si te vas” es una balada sencilla con guitarra y batería, mientras que “Moscas en la casa” es una balada pop acústica melancólica. “No creo” es un rock recargado con percusión rápida y guitarras. “Inevitable” es una balada rock con una declaración potente en los coros. “Octavo día” es un tema rockero con una letra satírica. “Que vuelvas” es una canción sencilla de rock, y “Tú” es una balada de amor. “¿Dónde están los ladrones?” es una crítica social inspirada por el robo de sus composiciones. “Sombra de ti” es rock melancólico y “Ojos así” mezcla sonidos árabes con un estilo de rock bailable (esta última canción vaticinaba el estilo más «dance» que Shakira repercutirá en los siguientes años). El álbum sorprende por su calidad y se puede seguir redundando en el término rock sin ser exagerado.

El álbum fue un éxito comercial y fue aclamado por la crítica, liderando la lista Top Latin Albums de Billboard durante 11 semanas. Dónde están los ladrones? se convirtió en uno de los discos más vendidos de Shakira y es considerado uno de los mejores álbumes del pop latino, marcando el inicio de su carrera internacional y consolidándola como una de las artistas más importantes de su generación. Más allá de esto, impactó a millones de mujeres latinoamericanas, inspirándolas a escribir y componer. Fue un referente importante por plasmar inseguridades, rabias y envidias en sus letras, dejando una huella profunda en la música.

José Luis Mercado

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Buena vista

«Buena Vista Social Club» Buena Vista Social Club

Cuba

Bolero - Son cubano

1997

World Circuit

Muchos en algún momento de nuestra infancia tomamos los viejos álbumes de fotos familiares, encontrándonos con aquellas imágenes remotas. También muchos crecimos escuchando los viejos discos de los abuelos, aquellos de boleros y sones cubanos. Pues eso es el disco de Buena Vista Social Club, un flash histórico de la vieja Cuba, de su música, de su cultura popular, de sus tradiciones, de sus cantores y cantoras. Un regalo inesperado que recibió toda la América Latina y el mundo, allá por 1997.

Fue inesperado por la historia detrás de esta joya, aquella que cuenta que el guitarrista Ry Cooder, enamorado de la música cubana de los años cuarenta y cincuenta, se reunió con el productor Nick Gold, ya que tenían entre cejas un proyecto entre músicos cubanos y músicos africanos. Estos últimos, desafortunadamente, no recibieron sus visas cubanas.

Ante este contratiempo, decidieron grabar únicamente con los cubanos. ¡Vaya sorpresa! A modo de homenaje al club social Buena Vista, un viejo sitio donde muchos músicos cubanos, entre los años treinta y cincuenta, desarrollaron sus carreras, Cooder y Gold decidieron bautizar así a este proyecto. Sacaron del olvido a músicos como Elíades Ochoa, Omara Portuondo, Ibrahim Ferrer y Compay Segundo para meterlos al estudio y revivir el sonido cálido, elegante y bohemio de la música cubana.

Este álbum es un punto de inflexión para la música latinoamericana, salda una deuda histórica con esa generación olvidada de músicos cubanos, redimensiona el son, el bolero y el danzón, y principalmente pone en el mapa de las nuevas generaciones esos sonidos que ahora se pueden escuchar habitualmente en artistas como Natalia Lafourcade, La Lá y Café Tacvba, o en algunos sampleos de Orishas y Control Machete, entre otros. “Chan Chan”, “El cuarto de Tula”, “Dos gardenias” y “Candela” nos llegaron, accidentalmente, para verlos y sentirlos como verdaderos clásicos de la música latina.

Felipe Figueroa

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mercedes en argentina

«Mercedes Sosa en Argentina» Mercedes Sosa

Argentina

Música tradicional argentina - Nueva canción latinoamericana

1982

Philips

Mercedes Sosa en Argentina es considerado un testimonio inolvidable del folklore latinoamericano debido a la impactante interpretación de Mercedes Sosa, una de las voces más influyentes de la región. El álbum captura la esencia de la cultura y la identidad latinoamericana a través de sus poderosas y emotivas canciones. La habilidad única de Sosa para transmitir la profundidad de las letras y conectar emocionalmente con su audiencia contribuye a que este disco sea una joya de la tradición, preservando y enriqueciendo la herencia musical.

En 1982, Mercedes Sosa, la inigualable voz, lanzó un registro musical que se ha convertido en un hito trascendental tanto para Argentina como para la música folklórica latinoamericana en su conjunto. Este disco fue grabado durante una serie de conciertos en el Teatro Opera de Buenos Aires, luego de volver a su país. Poco antes de que la dictadura militar se viera obligada a iniciar el traspaso del poder a un gobierno civil, tras la Guerra de Malvinas. Los productores del disco son Daniel Grinbank, la propia Mercedes y Fabián Matus, el hijo de esta, quienes también estuvieron detrás de estos espectáculos y creyeron necesario que queden registrados.

Una de las razones por las que este álbum en vivo es tan significativo radica en la voz extraordinaria de Mercedes Sosa. Su poderosa interpretación vocal, llena de emotividad y autenticidad, se destaca en cada pista. Los temas escogidos combinan autores que interpretó en diferentes etapas de su carrera así como algunas novedades, las cuales son ejemplos conmovedores de la habilidad de Sosa para transmitir la pasión y el sentimiento profundo que la caracterizan. Estos van desde Bola de Nieve a Charly García, pasando por Tejada Gómez o Violeta Parra, por sólo mencionar algunos. Su voz trasciende las barreras lingüísticas y culturales, llegando al corazón de cualquier oyente.

Además de su virtuosa voz, Mercedes Sosa fue una figura emblemática en la lucha por los derechos humanos y la justicia social en Argentina y en toda América Latina. Durante fines de los setenta e inicios de los ochenta, Argentina estaba inmersa en un período de represión política y violaciones de derechos humanos, y Sosa se convirtió en una voz valiente que alzó la suya en contra de la dictadura militar. Mercedes Sosa en Argentina se grabó en un momento crítico de la historia argentina, y sus presentaciones se convirtieron en actos de resistencia cultural. La elección de canciones con letras profundas y emotivas, como «Solo le pido a Dios», era un recordatorio poderoso de la lucha por la justicia y la esperanza en un momento sombrío.

En conclusión, este álbum en vivo trasciende el tiempo y sigue siendo un punto de referencia en la música y la cultura de Argentina y América Latina. No solo captura la magnífica interpretación de Sosa, sino que también resalta su papel como embajadora cultural y su compromiso con las causas sociales de su tiempo. La extraordinaria voz de Sosa y su dedicación a las causas sociales la convierten en una figura venerada cuyo legado perdura a través de este álbum, que nos recuerda la importancia de la música como instrumento de cambio y unidad.

José Luis Mercado

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blades buscando america

«Buscando América» Rubén Blades y Seis del Solar

Panamá

Salsa - Salsa dura

1984

Elektra

Rubén Blades cuenta la historia que cuando presentó por primera vez en concierto las canciones de su disco Buscando América, en el estadio de Obras Sanitarias, en el Buenos Aires de 1983, el público respondió festivo, casi como un anuncio de la primavera democrática que ya se sentía en el país. Luego pasaron a Montevideo, donde se presentaron en el Palacio Peñarol. Al terminar de interpretar “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”, el público guardó un notorio silencio que sorprendió a Bladés y a sus músicos. Muchos años después, conversando con los músicos de Jaime Roos, que habían estado presentes en ese recital, encontró la respuesta: “Fue por respeto”.

Quizá esta anécdota nos sirva para entender el peso simbólico que un disco como Buscando América tiene en el devenir de la música latinoamericana. Por sus letras, por su música, por su búsqueda en lo profundo de las heridas de la historia y por su profecía de esperanza. ¿Cómo es que llega Bladés a narrar sobre curas asesinados por sus ideales, sobre desaparecidos en dictaduras, sobre voces amordazadas o viajeros que retornan, pero también por campanas que suenan por un futuro de libertad y unidad latinoamericana? 

Algunas claves devela el panameño en un intercambio recogido por el blog Rock en las Américas, donde explica que más que estar influído por los creadores de la nueva canción o de la trova cubana, su conciencia letrística proviene de Brasil, Argentina o España, con autores como Jongo Trio, Chico Buarque, Piero o Serrat. “Existió una similitud de intención en cuanto a que nuestros temas tenían trasfondos sociales que incluían el argumento político. Pero no era música ideológica lo que hacíamos, ni me interesaba utilizar la música para apuntalar sistemas de gobierno, o sus paradigmas y postulados programáticos”.

Buscando América arranca a todo calor con “Decisiones”, donde con tono desenfadado plantea situaciones donde un grupo de gente común debe enfrentarse a situaciones poco comunes. “Vengan y hagan sus apuestas, ciudadanía”, clama en el pregón. “GDBD” es un ejercicio de montaje sonoro y narración que nos mete en la intimidad de aquellos perpetradores de violencia política. Mientras que “Todos vuelven” es un cover del clásico vals peruano. Pero son dos temas en especial los que hicieron de este disco un monumento: “Desapariciones”, un reggae que ha sido versionado por artistas que van desde Fabulosos Cadillacs a Maná y que consigue uno de los retratos más conmovedores de las desapariciones políticas en Latinoamérica. La otra es la citada “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”, que homenajea a monseñor Arnulfo Romero, sacerdote de la “opción por los pobres” quien fuera asesinado en San Salvador en marzo de 1980.

A 40 años de distancia, Buscando América no sólo destaca por ser la primera obra de Blades luego de disolver su sociedad con Willie Colón (acá el sonido de los metales es sustituído por el xilófono y los teclados) sino por su riqueza lírica, con una sensibilidad política que evade el mero panfleto o el “arte comprometido” y apuntala hacia la denuncia, sí, pero sobre todo a la esperanza: “Tengamos confianza, pa’ lante mi raza, a salvar el tiempo por lo que vendrá”.

José Juan Zapata

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natalia lafourcade hasta la raiz

«Hasta la raíz» Natalia Lafourcade

México

Folk pop - Música de cantautor - Pop

2015

Sony Music

Natalia Lafourcade comenzó su carrera discográfica con 15 años, cuando formaba parte del trío pop Twist que editó un álbum en 1999, y tres años después ya hacía su debut en solitario con su álbum homónimo, con el cual cosechó su primer éxito continental, “En el 2000”, que hasta el día de hoy sigue estando entre sus canciones más escuchadas en las plataformas digitales. En este primer álbum, si bien enfocado en el pop, ya muestra sus virtudes e inquietudes musicales desde el primer tema, “Busca un problema”, en el que juega con su voz, o en la bossa nova pop “Elefantes”.

En sus siguientes álbumes, Casa (2005), junto a La Forquetina, y Hu Hu Hu (2009), Natalia seguiría expandiendo su búsqueda dentro del pop. Y este, su quinto álbum, fue el de su consagración, en el cual asienta su veta folk pop, mezclada con la búsqueda de las raíces latinoamericanas que comenzó en Mujer Divina. Homenaje a Agustín Lara (2012), y que continuaría luego en Musas (2017 y 2018) y en Un canto por México (2020 y 2021).

Si en dichos trabajos se luce en su mayoría con versiones ajenas, en Hasta la raíz, grabado en estudios de México, Argentina y Estados Unidos, lo hace consolidándose como cantautora desde el tema homónimo que abre el disco. Este ya puede ser considerado un clásico latinoamericano, en el cual ahonda en la nueva canción, con la guitarra adelante, llevando el ritmo del viaje al que nos invita desde el comienzo. Se habla de un amor que, haciendo eterna a esta canción, puede referirse a cualquier ser amado, a la pareja, a la madre o a un hijo.

Tal como nos acostumbró en sus futuros discos, aquí los arreglos y la voz de Natalia son todo. Casi todos los arreglos de cuerdas, vientos y metales son hechos por ella misma, cuidados en cada detalle, pero a la vez simples para el oyente, combinando el pop de sus primeros discos con distintos géneros, como el bossa nova melancólico y esperanzador de “Para qué sufrir”, el reggae en la desgarradora “Lo que construimos”, o la canción melódica en “Antes de huir”, la hermosa “Palomas blancas” y “Nunca es suficiente”, luego convertida en cumbia junto a Los Ángeles Azules.

Hasta la raíz, un disco de 12 temas de los cuales la mitad fueron singles, afianzó a Natalia Lafourcade como la estandarte de una gran generación de cantantes mexicanas de finales de los noventa y de la primera década del siglo XXI, y a la vez la puso a la altura de las más destacadas voces latinoamericanas del siglo XX. Posición que siguió afianzando durante los siguientes años con los álbumes ya mencionados, y con De todas las flores (2022), un álbum largamente aclamado por la crítica de todo el continente americano.

Jorge Cárcamo

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tego calderon abayarde

«El Abayarde» Tego Calderón

Puerto Rico

Rap/Hip Hop - Reggaetón

2002

White Lion Records

El Abayarde de Tego Calderón, lanzado el 1 de noviembre de 2002, se convirtió en un disco histórico y legendario. Tego había ganado el respeto dentro de la comunidad puertorriqueña desde que había entrado a la escena. Con el éxito del sencillo «Cosa buena», firmó con White Lion y preparó su disco debut, pero la filtración de varias canciones amenazó el proyecto. Eso obligó a replantear las cosas, y grabaron nuevas versiones. Finalmente, el álbum se lanzó con una portada icónica de color rojo que iba acorde al apodo del abayarde, la hormiga roja como se le conoce en Puerto Rico.

La producción del disco tuvo como gran protagonista a Maestro, un talento increíble tanto en la producción como en el rap. Maestro, junto a DJ Adam, DJ Nelson, Luny Tunes y otros, que diseñaron este disco que mezcla rap y reggaetón de una manera única. Tego inicialmente grababa sus versos en pistas de rap, que luego eran transformadas en reggaetón por los productores. Esto permitió que Tego se sintiera cómodo y lograra un estilo propio que resonó fuertemente en el público.

La canción que da nombre al disco, «El Abayarde», es un claro ejemplo de cómo Tego Calderón incorporó influencias diversas en su música. Producida por Maestro, esta canción incluye un sample desacelerado del tema «Minnie The Moocher» del músico de jazz Cab Calloway. Los primeros versos con los que abre Tego pertenecen a la canción «Mas que nada», escrita por Jorge Ben, que Tego conoció a través de una versión en español interpretada por el dúo cubano Patato y Totico: «Más que nada, sácate de frente que quiero pasar». La utilización de estos elementos musicales no sólo enriquecieron la textura de su música, sino que exponen la intuición de Tego para conectar los hilos de la cultura afro del continente.

Otra canción emblemática del disco es «Pa’ que retozen», la cual se convirtió en uno de los grandes éxitos de Tego Calderón. Esta canción fue producida por DJ Joe y Raphy Mercenario, quienes entendieron la necesidad de crear una pista que se ajustara perfectamente al estilo distintivo de Tego. Inicialmente grabó sus voces sobre una batería mínima, y luego los productores trabajaron para darle sentido al ritmo con sus voces. «Pa’ que retozen» es una de esas canciones que definen una era. Con un riff acústico pegadizo que sigue los arreglos de la bachata y sus letras ingeniosas, se convirtió rápidamente en un himno del reggaetón. La batería utilizada en esta canción es la misma que se usó en «El lechero» de DJ Joe, otra muestra del ingenio y la creatividad en la producción. 

El Abayarde, con sus 19 tracks (incluyendo una intro, dos interludios y la canción final que es una salsa llamada «Planté bandera» con Tempo Alomar en las vocales) no solo fue un éxito en Puerto Rico, sino que también comenzó a resonar en Nueva York, atrayendo a un público diverso, incluyendo afroamericanos angloparlantes que, sin entender las letras, disfrutaban del flow de Tego. Este disco marcó un antes y un después en la música latinoamericana, abriendo las puertas a un género que en los años siguientes Tego y compañía se asegurarían que todos conocieran.

José Luis Mercado

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astor piazzolla adios nonino

«Adiós Nonino» Astor Piazzolla y su Quinteto

Argentina

Música clásica - Tango

1969

Trova

Es 1959 y Astor Piazzolla pasa por un mal momento. Las innovaciones del octeto que había fundado a inicios de la década de los cincuenta en Buenos Aires habían provocado un escándalo en el medio tradicionalista del tango, que para entonces ya había llegado a un nivel de franca ortodoxia. Se le acusaba de ser un “asesino del tango”. Así que buscó refundarse y refugiarse en Nueva York, la ciudad donde había vivido en su niñez. Pero sus coqueteos con el jazz tampoco parecen alcanzar éxito. Tiene que aceptar un trabajo acompañando a un grupo de bailarines. Durante una gira en Puerto Rico recibe una llamada desde Mar del Plata donde le avisan que su padre ha muerto. De regreso en la Gran Manzana, pide a su familia que lo dejen solo en una habitación. Su hijo Daniel recuerda: “Primero hubo un silencio absoluto. Al rato, oímos que tocaba el bandoneón. Era una melodía muy triste, terriblemente triste. Estaba componiendo «Adiós Nonino»”.

Como ya mencionamos en la reseña a Tango Zero Hour, la obra de Piazzolla representa el gran viaje del tango desde los cabarets y los salones de baile hasta los templos de la música académica. Pero no fue un viaje fácil. Sus innovaciones, producto de una personalidad inquieta e interesada en los campos del jazz y la música de concierto, se encontraron con la reticencia de músicos y público que seguían anclados en una visión del tango como música hecha por y para el baile. El Buenos Aires de los años cuarenta, donde arrancó como músico y arreglista de Aníbal Troilo, y al frente de su propia orquesta, aún no estaba preparado para este cambio de rumbo. Pero es en los años sesenta donde empieza a encontrar un terreno fértil donde desarrollar sus proyectos, muchos de ellos interdisciplinarios, enlazados con la literatura, el teatro, el cine y la danza. Y es en esa década donde puede desarrollar mejor ese sonido de “tango nuevo”, que Piazzolla prefería llamar “música popular contemporánea de Buenos Aires”.

Adiós Nonino, grabado en 1969 en los legendarios Estudios ION con su quinteto (Kicho Díaz en contrabajo, Dante Amicarelli en piano, Óscar López Ruiz en guitarra,  y Antonio Agri en violín), abre precisamente con la elegía en honor a su padre, donde mezcla una vieja pieza que le había compuesto en vida, agregándole la sección lenta, que escribiera aquel día en Nueva York tras su muerte. El arreglo de piano introductorio es prodigioso, y cuenta la historia que Piazzolla no escatimó esfuerzos en su dificultad, que Dante resolvió a la perfección sin haber leído previamente la partitura. El lado A se complementa con “Otoño porteño”, un trabajo en proceso de su suite de las 4 Estaciones, y “Michelangelo 70”, una pieza que homenajea un club nocturno donde solían actuar. El lado B está dedicado enteramente a la “Tangata Silfo y Ondina», una suite que compusiera para un ballet del coreógrafo Óscar Araiz. Son 3 movimientos (“Fugata”, “Soledad” y “Final”) donde se enriquece con la influencia de la polifonía de Bach.

Diego Fischermann, en un anexo a su libro El efecto Beethoven, hace un repaso de lo complicado que es compilar la discografía de Piazzolla. Esto debido al desdén con que las discográficas han tratado su material en estudio y en vivo, donde sobreabundan recopilaciones llamadas “Libertango” o “Adiós Nonino”, aprovechándose de la popularidad de ambas piezas. Sin embargo, el Adiós Nonino original, editado como LP en 1969 por el sello Trova, es uno de los trabajos básicos de su discografía y un buen punto de partida para abordar su obra, que sigue mostrándonos caminos prodigiosos y paisajes por descubrir.

José Juan Zapata

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corraleros nuevo ritmo

«Nuevo Ritmo…!» Los Corraleros de Majagual

Colombia

Cumbia - Cumbia colombiana - Vallenato

1966

Discos Fuentes

¿Qué define la verdadera evolución musical sino la capacidad de un grupo para reinventarse sin perder su esencia? El álbum Nuevo Ritmo…! de Los Corraleros de Majagual, lanzado en 1966, fue muy importante en la historia de la música colombiana y, especialmente, en el género de la cumbia y el vallenato. Este trabajo no solo representó una evolución sonora significativa, sino que estableció a Los Corraleros como pioneros de la cumbia tradicional con elementos modernos y ritmos frescos.

El álbum se distingue por joyas como «La burrita», un himno de la cumbia reconocido por su pegajosa melodía y letras jocosas, así como por el «Mosaico corralero», un medley que demostró la capacidad del grupo para mantener la energía y la dinámica en la pista de baile (que incluye doce canciones incluyendo una curiosa adaptación de «Spanish Flea» popularizada por Herp Albert, mostrando versatilidad y capacidad de adaptación de la banda colombiana). Estas composiciones se convirtieron en emblemas del género y ejemplos de la creatividad y la innovación musical que caracterizó a Los Corraleros de Majagual.

Calixto Ochoa, Eliseo Herrera, Julio Erazo y Tony Zúñiga fueron clave en la renovación del sonido del grupo, introduciendo nuevos instrumentos y arreglos más internacionales. Uno de los cambios más destacados fue la incorporación del bajo eléctrico interpretado por Jhon Mario, que reemplazó al tradicional guitarrón mexicano. Esta innovación no sólo modernizó el sonido de Los Corraleros, sino que también contribuyó al desarrollo del género al proporcionar una base rítmica más sólida y versátil.

La introducción del bajo eléctrico en la cumbia vallenata amplió su espectro sonoro, destacando ritmos y estructuras con líneas de bajo definidas. Los Corraleros de Majagual aportaron en futuras generaciones de músicos de la música tropical al adoptar este instrumento, revolucionando el género con una base rítmica más dinámica y versátil. Entre conocedores existe una controversia si fue una idea de Alfredo Gutierrez o de Lisandro Meza (el primero abandonó la banda un año antes pero muchas de sus ideas fueron incorporadas progresivamente, según algunos). La posición de la mano derecha en el instrumento de manera distintiva se convirtió en estándar en el género.

Los timbales jugaron un papel crucial en la nueva dirección musical de Los Corraleros. Introdujeron un elemento percusivo dinámico que elevó la energía y la vitalidad de las interpretaciones, proporcionando un ritmo contagioso que era irresistible al buscar sonar menos como una orquesta típica y más moderna. Era la última parte de la transición de un sonido que dejaba el carnaval de la calle para introducirse en las salas de baile donde cada vez los jóvenes de las ciudades acudían más.En conjunto, estas características no solo definieron el álbum Nuevo Ritmo…! como un hito en la música colombiana, sino que también establecieron un estándar de calidad y creatividad que sigue siendo reverenciado en la música tropical de América Latina hasta el día de hoy.

José Luis Mercado

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selena amor

«Amor prohibido» Selena

Estados Unidos

Cumbia - Cumbia mexicana - Tejano

1994

EMI Latin

¿Cómo contar una historia que ha sido contada hasta el cansancio, con películas, series de TV, libros y documentales? ¿Por qué nos sigue fascinando la historia de Selena Quintanilla, superestrella de la cumbia texana, asesinada a manos de una fanática una triste mañana de 1995? “Ella era preciosa pero tenía un look normal. Era hermosa. Cuando crecí me hubiera gustado tener a alguien como Selena a quien admirar. Alguien que se viera como yo, que se viera normal”, cuenta una fanática en el documental Corpus: A home movie for Selena, de Lourdes Portillo. ¿Por qué nos sigue fascinando Selena? Nos queda su música, sus fotos, sus videos. Seguimos cantando sus canciones en los karaokes. Su show del Astrodome de Houston sigue revestido del carácter mítico que sólo tienen algunos documentos como el primer Bellas Artes de Juan Gabriel. 

La historia ya la conocemos todos: Abraham Quintanilla padre había intentado alcanzar el éxito en los años cincuenta y sesenta con una agrupación de rock & roll y pop llamada Los Dinos, que tuvo poca relevancia local. Ya en los setenta, trató de retomar el sueño motivando a sus hijos a formar una banda. Para ese momento, los músicos mexico-americanos habían desarrollado una nueva sensibilidad, híbrida, para mezclar la música mexicana con el jazz y el R&B anglo. Así que la polka chicana de músicos como Little Joe y La Familia o Sunny Ozuna, comenzaba a perfilar lo que sería el sonido texano de la década siguiente. En ese ambiente Los Dinos comenzaron de nuevo su andar llevando al frente la voz de Selena, la menor de los hermanos Quintanilla.

Pronto fue evidente el magnetismo y carisma con que Selena encabezaba a la banda, por lo que a partir de 1989 los discos aparecieron sólo bajo su nombre. Pero a la par su hermano A. B. Quintanilla crecía como productor y compositor, por lo que cada lanzamiento iba un paso más adelante, dejando poco a poco el sonido chicano y abrazando la cumbia como género principal. Selena logró romper con esa barrera que impedía que muchos artistas texanos tener éxito a gran escala en México, logrando incluso apariciones en telenovelas como Dos mujeres un camino, y despachando una carrera con hits como “Baila esta cumbia”, “Como la flor” o “La carcacha”. 

Amor prohibido, el último lanzamiento de Selena antes de su muerte, fue el primer disco en español de un artista ajeno al pop en entrar al Billboard 200 Albums (antes sólo lo habían hecho Luis Miguel y Gloria Estefan). Es uno de esos discos donde prácticamente todos los temas son hits y no te dan ni un respiro.  La producción y las canciones de A.B., secundado por Ricky Vela y Pete Astudillo, generan una catarata de momentos inolvidables. Cumbias como “Amor prohibido”, “El chico del apartamento 512” y “Techno cumbia” demuestran la habilidad del conjunto para trabajar sobre su área de confort. Pero A.B. no teme explorar otras sonoridades como el reggae (“Bidi Bidi Bom Bom”) la rumba (“Si una vez”) y hasta la ranchera pop (“No me queda más”).

¿Por qué nos sigue fascinando Selena? Quizá su muerte en el punto más alto de su carrera, con toda su juventud y todas las posibilidades abiertas para el futuro nos sigue arrancando un suspiro. O quizá sea porque muchos jóvenes mexico-americanos por fin vieron representados sus sueños, su imagen y su música en lo más alto de la industria. Su legado sigue vivo e intachable.

José Juan Zapata

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JUAN luis guerra ojala

«Ojalá que llueva café» Juan Luis Guerra y 4.40

República Dominicana

Merengue

1989

Karen Records

Antes de ese bastión de pop caribeño que fue el álbum Bachata Rosa y mucho antes de su reconversión artística y espiritual al cristianismo, Juan Luis Guerra -al mando de los 4.40-, grabó su disco más fundamental. En Ojalá que llueva café, Guerra terminó de definir su sonido y condensó sus inquietudes artísticas, eclipsando de paso a Latinoamérica como un cantautor diestro, carismático y contingente.

El cuarto disco del dominicano fue producto de años en el ruedo, no solo musical, sino personal y formativo. Sus estudios en letras y filosofía, su camino errante por distintas ciudades de República Dominicana y Norteamérica y su educación como arreglista y músico de jazz en la prestigiosa escuela de música de Berklee, lo dotaron del talento, sensibilidad y carácter para dirigir a los cerca de treinta músicos que participaron en la grabación, imprimiéndole, aun así, un sello personal inconfundible. Grabación que fue antecedida por situaciones desfavorables y trágicas, como conflictos que tensionaron la interna de los 4.40 y la accidental muerte del percusionista y amigo Ángel Miro Andújar.

A lo largo de las canciones, es posible percibir a una orquesta de músicos que zigzaguean con plasticidad por géneros diversos, desde el primer acorde de “Visa para un sueño” (¿No es acaso ese acorde de Fa lo más cercano que tenemos en Latinoamérica al riff introductorio de “A Hard Day’s Night”?), pasando por salsa en “Razones”, merengue romántico en “De tu boca” (con la voz estelar de Mariela Mercado), el hit discotequero “La gallera”, folclore venezolano en “Woman del Callao” (única canción compuesta por otro autor, Julio Delgado) y calipso en “Ángel para una tambora”, dedicada a Miro Andújar. 

Los sencillos que lo hicieran continentalmente famoso suman además “Ojalá que llueva café”, canción que da título al disco y que, junto a “Visa para un sueño”, representan el perfil más consciente del dominicano, que por entonces demostraba admiración pública por otros artistas como Rubén Blades y Silvio Rodríguez, de reconocida tendencia izquierdista. Esta última relación le trajo problemas con la comunidad cubana disidente, lo que significó un duro golpe en la intachable carrera del artista.

La última década del siglo XX comenzaba en Latinoamérica y sus pueblos reclamaban por héroes culturales que superarán las narrativas monolíticas de la Guerra Fría. Juan Luis Guerra ocupó un lugar central en el recambio de nuevos ídolos de la canción popular, al encarnar al músico moderno, de aspiraciones altas, pero que, pese a mezclar folclores caribeños con las texturas del jazz vocal norteamericano, se encargaba de manifestar que su raíz identitaria siempre sería local. El peso continental de uno de los mejores discos editados en el Caribe.

Cristofer Rodríguez

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chabuca tarimba

«Tarimba negra» Chabuca Granda

Perú

Música criolla peruana

1978

Movieplay

Violeta Parra, Mercedes Sosa, Chavela Vargas y Chabuca Granda. El Olimpo de las cuatro voces femeninas que cambiaron la canción tradicional, de raíz y de autora latinoamericana a mediados del siglo XX, se completa con la sobrecogedora voz de María Isabel Granda y Larco, conocida simplemente como Chabuca.

Para fines de los setenta, pese a su origen mesocrático, blanco y urbano, Chabuca era referente inequívoco de la música afroperuana, patrocinando a agrupaciones como Perú Negro y compartiendo con autoridades y jóvenes promesas de la escena. Es allí cuando graba el disco que sirvió para imprimir en la historia de la música popular latinoamericana lo mejor de su repertorio de zambas, landós y zamacuecas.

Acompañada en el estudio por tres dotados músicos (Félix Casaverde, Caitro Soto y Ricardo Miralles), Chabuca presenta once canciones de entre las cuales sólo tres no fueron compuestas por ella. De su autoría destacan dos de sus más reconocidos éxitos, “El surco” y “Cardo o ceniza”, además de las bellas “Canterurias”, “Coplas a Fray Martín”, “El arrullo” y “Una larga noche”.

Tarimba Negra, inspirado en la carimba (un fierro con el azotaban a los esclavos en el antiguo Perú), pretende, desde la música, transformar esa palabra en un dulce vocablo que inspire danza y comunión.  Belleza e inspiración que quedan manifiestas en las humildes palabras que Chabuca escribió en la contraportada del álbum: “No alcancé ni alcanzaré jamás, a hacer folklore; apenas hice canción popular, y de ella, solamente juglaría. La buena suerte me hizo popular pero no por eso importante; los importantes son mis personajes, vivos o alguna vez vivos, los que llegaron al corazón de los pueblos gracias a mis extraordinarios y generosos intérpretes. De “La flor de la canela” a hoy, mucho ha cambiado y el alma se me enriquece con todo aquello que me llama la atención y plasmo en mis canciones”.

Así como Violeta, Chabuca fue una artista de múltiples oficios (dramaturga, productora). Como Mercedes, hizo de su interpretación una especie de autoría, inmortalizando decenas de canciones en su versión. Como Chavela, fue a lo más profundo de la canción folclórica de su país y las proyectó para volverlas clásicas del continente entero. Tarimba Negra, su séptimo disco, se convirtió en su postal para la inmortalidad y en un disco obligado para quienes deseen adentrarse en las profundidades del canto popular de la Patria Grande.

Cristofer Rodríguez

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soda cancion animal

«Canción animal» Soda Stereo

Argentina

Pop rock - Rock - Rock alternativo

1990

CBS

Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti conformaron Soda Stereo, una de las bandas más representativas de la historia del rock en Latinoamérica. En 1990 comparten su más grandioso álbum, llamado Canción animal, su obra cumbre y sin duda, uno de los esenciales para el rock en español. Este álbum desencadenó una extensa gira que concluyó con una presentación gratuita en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires ante unas 250 mil personas; un hecho que avala que Soda Stereo se encontraba en la cúspide de su carrera y con un excepcional disco bajo el brazo.

Les acuerparon nombres importantes como Daniel Melero, Tweety González, Andrea Álvarez y Pedro Aznar, que aportaron tanto en la parte musical como en la conceptual del disco. Sobre todo Melero, que para muchos se convirtió en el “cuarto Soda” y fue parte vital de la producción del álbum, junto a Gustavo y Zeta. El disco fue grabado en los Criteria Recording Studios de Miami, logrando un sonido más guitarrero y menos new wave. Esto se debe a dos aspectos muy importantes a recalcar. El primero es que Soda hizo una revisión del rock argentino de la década de los setenta, especialmente los proyectos de Luis Alberto Spinetta y Charly García; el segundo es la marcada influencia del rock alternativo, que comenzaba a dar sus pasos en Europa y Estados Unidos. “Hubo un momento de quiebre y de madurez para nosotros en la época de Canción Animal en donde un poco recuperamos el espíritu de escuchas de músicas de personas que adoran escuchar música”, explica mejor Gustavo Cerati.

Canción animal es un antes y un después para el trío porteño, con el cual terminaron por consagrarse como verdaderas leyendas del rock en español. Sus temas sonaron sin parar en estaciones de radio y canales de televisión, la aceptación del álbum fue masiva y tanto sus seguidores como la prensa especializada lo ubican como el mejor larga duración de su carrera.

En las composiciones notamos a un Cerati que desnuda su existencialismo con letras más directas, viscerales, sexis e instintivas. “De música ligera”, “Canción animal” y “Té para tres” se convirtieron en grandes clásicos y temas que han influenciado enormemente a las posteriores generaciones de artistas latinoamericanos que se mueven entre el rock, el pop y el indie. Por otra parte, temas como “Sueles dejarme solo” y “Hombre al agua” poseen desquiciados solos de guitarra de Gustavo Cerati, una bestialidad sonora incomparable.

Es así que este disco llevó a Soda Stereo a conseguir un sonido único e inconfundible, con himnos generacionales, que a pesar del tiempo continúan estando presentes en el inconsciente colectivo latinoamericano… y nada más queda.

Felipe Figueroa

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novos baiamos acabou

«Acabou chorare» Novos Baianos

Brasil

MPB - Samba

1972

Som Livre

Es 1972, y los integrantes del grupo baiano están instalados en Río de Janeiro con un primer álbum de poco éxito bajo el brazo, É ferro na boneca (1970), y se encuentran un poco perdidos respecto a cuál sería su siguiente paso musical. Hasta que aparece João Gilberto en escena, frecuentando al grupo, convirtiéndose en su mentor y mostrándoles “Brasil pandeiro”, una samba compuesta en los años cuarenta por Assis Valente para Carmen Miranda. Además, les cuenta una anécdota de su hija Bebel Gilberto, en ese momento de seis años, y que se convertiría en una destacada cantante. Luiz Galvão, letrista del grupo, se inspira en ella para escribir la dulce y tierna “Acabou chorare”, cantada por Moreira, que fue todo un éxito, siendo la canción más escuchada en Brasil por treinta semanas.

Acabou chorare fue un suceso en Brasil en el año de su edición, llegando a vender 150 mil copias. Este álbum, registrado totalmente en un grabador de cuatro pistas, va intercalando sambas con guitarras acústicas y eléctricas, mezcladas con cavaquinhos y craviolas, agregándole rock y experimentación a la MPB y la samba, como en “Tinindo trincando”, en la que usan un tubo de TV en el amplificador para darle un sonido particular a la guitarra eléctrica.

El álbum comienza con dos temas que son una ventana a las intenciones de los nuevos Novos Baianos: el primer tema es la canción de Valente, que sirve como declaración de principios de los baianos (“Brasil, esquentai vossos pandeiros / Iluminai os terreiros / Que nós queremos sambar”), en la que mezclan guitarra, craviola y percusiones, y es cantada por los tres vocalistas de la banda, Baby Consuelo, Paulinho Boca de Cantor y Moraes Moreira, y le sigue “Preta pretinha”, una buena síntesis del espíritu del disco, con sus juegos musicales y solos de guitarra acústica, sus cambios de ritmo, y su letra que refleja el espíritu libre del grupo (“Eu sou um pássaro / Que vivo avoando / Vivo avoando / Sem nunca mais parar”).

En la delicada “Swing de campo grande”, comienzan como un folk para transformarse rápidamente en una irresistible samba, similar ejercicio hacen en “A menina dança”, para ya en “Besta é tu” y “Um bilhete pra Didi” plantar la bandera de la samba desde el primer segundo.

Elegido el 2007 como el mejor disco de la música brasileña por Rolling Stone Brasil con votación de 60 estudiosos, productores y periodistas, el álbum es alegre y desinhibido, inyectando energía incluso en sus canciones más lentas, algo que continuarían haciendo en el excelente álbum Novos Baianos F.C., publicado al año siguiente. Acabou chorare está interpretado de manera brillante, condensa de forma perfecta la MPB y la samba-rock y suena como una brisa de aire fresco hasta el día de hoy.

Jorge Cárcamo

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JAIVAS alturas

«Alturas de Machu Picchu» Los Jaivas

Chile

Ópera rock - Rock - Rock andino - Rock progresivo

1981

SYM Producciones

“Me sentí chileno, peruano, americano”, dijo el Nobel Pablo Neruda respecto a su subida a caballo a las ruinas de Macchu Picchu, viaje que inspiró su poema “Alturas de Macchu Picchu”, que forma parte de su poemario Canto General (1950).

Los Jaivas se encontraban radicados en París, Francia, desde 1977, hacia donde habían llegado desde Argentina, donde estuvieron viviendo entre 1973 y 1977. Con una carrera que había comenzado a finales de los sesenta, y cinco discos editados, entre los que se encuentran los de la excelente triada Los Jaivas (“La ventana”) (1972), Los Jaivas (“El indio”) (1975) y Canción del sur (1977), el grupo venía de publicar Los sueños de América (1979) junto al brasileño Manduka, un álbum que los alejó de las buenas críticas, y se encontraban grabando las canciones de lo que debería haber sido su siguiente álbum Obras de Violeta Parra, que finalmente fue publicado en 1984, cuando reciben la visita del productor peruano Daniel Camino.

Daniel les planteó la idea de hacer un disco basado en el poema de Neruda (y un especial de TV grabado en las ruinas con la presentación del Nobel peruano Mario Vargas Llosa, que luego del álbum también se grabó), y Los Jaivas se pusieron manos a la obra.

Grabado en estudios de Francia y Alemania, el disco comienza con las zampoñas del argentino Alberto Ledo quien toca todos los instrumentos en “Del aire al aire”. Continua con uno de los puntos altos de toda la carrera de Los Jaivas. “La poderosa muerte” es una pieza de 11 minutos y es de las más perfectas combinaciones de instrumentos y estilos latinoamericanos, como el trote y la cueca, con el rock: comienza con las trutrucas mapuche del baterista Gabriel Parra, se le une el piano de Claudio Parra, la quena andina del vocalista Gato Alquinta, el minimoog de Eduardo Parra, la batería del mismo Gabriel y el bajo de Mario Mutis. Cierra el lado A “Amor americano” de ritmo andino en clave rock.

El lado B comienza con “Águila sideral”, de claros tintes progresivos, que a través del piano y los vientos entrega perfectamente la imagen de estar sobrevolando las ruinas de la ciudad inca de Macchu Picchu; les siguen las zampoñas abriendo “Antigua América”, para luego dar paso a un bellísimo solo de piano y la banda completa con maravillosos cambios de ritmos. El poema musicalizado en esta pieza es breve, pero clave para el álbum.

Luego destaca el clásico “Sube a nacer conmigo hermano”, el único tema grabado en Alemania, un joropo venezolano con instrumentos de rock, pieza musicalmente alegre y que en su letra mezcla la esperanza del título con líneas oscuras y trágicas que representan la explotación del trabajador latinoamericano. El disco cierra con “Final”, donde las voces cantan de forma solemne sobre un extraordinario solo de piano.

Alturas de Machu Picchu logra refrendar a través de la música el sentimiento y espíritu del poema de Pablo Neruda, creando una obra magna del rock andino y progresivo, siendo una piedra angular de la música latinoamericana, en la integración de culturas, en la fusión de ritmos, estilos e instrumentos de origen indígena y de rock. Es un disco chileno, peruano y latinoamericano.

Jorge Cárcamo

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amor eydie panchos

«Amor» Eydie Gormé & The Trio Los Panchos

Estados Unidos - México

Bolero

1964

Columbia

Se puede entender por qué alguien miraría con ojo crítico las colaboraciones entre artistas latinos y artistas estadounidenses. Su historial sugiere que se trata simplemente de una cínica decisión comercial de las disqueras para impulsar la popularidad de sus artistas en nuevos mercados. Muchas veces la autenticidad de la colaboración ha sido descaradamente escasa, con muy poco en común entre los artistas. Sin embargo, ha habido excepciones a esta regla a lo largo de la historia. Uno de las más grandes es el disco de 1964, Amor, de Eydie Gormé y el Trio Los Panchos. Es el álbum estándar de bolero, el que se ha pasado de generación en generación dejando a la gente asombrada con la dulce tesitura en la voz de Gormé y las espeluznantes armonías de Los Panchos.

La colaboración fue idea de Alfredo «El Güero» Gil, quien le mencionó al productor de Columbia, Jack Harris, que quería grabar con una mujer. Y le interesaba Eydie Gormé, que casualmente estaba en el mismo sello. Luego sugirió si podía verla actuar en el famoso club nocturno Copacabana, a lo que Harris accedió rápidamente. Después de esa actuación Gil regresaría a México, y con su esposa Lupita  reemplazando a Gormé en la voz, grabaría los demos y escogería las canciones que conformarían el álbum. Esos demos fueron enviados a Gormé, quien rápidamente se dio cuenta de que ya conocía la mayoría de las canciones. Gormé era una sefardí judía de ascendencia ​​española que hablaba algo de español. Pero había crecido en un hogar que cantaba muchas de las canciones que Gil había elegido cuidadosamente. Es como si el destino los hubiera unido.

El disco acabaría convirtiéndose en el trabajo por el que más se recordaría tanto a Gormé como a Los Panchos. Gil no experimentó con las canciones que escogió, se fue con los clásicos, las canciones atemporales que todos en Latinoamérica conocían. No fue sorprendente que Gormé estuviera a la altura del desafío de interpretar los clásicos. En el tema inicial, «Piel Canela», dejó muy claro que su voz estaba a otro nivel, pero su comprensión del lenguaje le permitió captar los matices que necesitaba la interpretación. Su naturaleza juguetona reemplazó una entrega sensual por la que muchos habrían optado. En «Nosotros», los riffs iniciales característicos de Gil en el requinto se entrelazan con la tesitura opaca de Chucho Navarro, lo que crea un ambiente sombrío en el que se presenta a Gormé. Cuya entrega nos brinda una de las interpretaciones más desgarradoras jamás grabadas. Chucho Navarro recordaría más tarde que Gormé derramó lágrimas cuando terminaron de grabar la canción. 

Otros puntos destacados del álbum fueron la participación de Johnny Albino en el comienzo de “Noche de ronda» de Agustín Lara y la interacción de la poderosa voz de Gormé con las fascinantes armonías de Los Panchos al final de «Historia de un amor». Sin embargo, la canción insignia del álbum es «Sabor a mi». Hay miles de versiones del clásico bolero de Álvaro Carrillo. No obstante, sería difícil encontrar una versión más famosa y apreciada que la de este álbum. Cuando uno escucha la canción y el disco en su conjunto, la frase “no hay palabras para describir esto” empieza a tener sentido. Uno simplemente se siente agradecido de estar presente para escucharlo.

Julián Jiménez

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agustin lara rosa

«Rosa» Agustín Lara

México

Bolero

1958

RCA Victor

El disco Rosa, de Agustín Lara, lanzado en 1958 por RCA Victor, es una obra emblemática que brilla como un faro en la vasta y rica trayectoria del autor veracruzano. Este álbum se ha convertido en una pieza fundamental para entender la esencia y el legado de Agustín Lara, quien es considerado uno de los compositores y cantantes más influyentes en la música mexicana y latinoamericana del siglo XX.

Rosa es una colección de canciones que encapsulan la esencia romántica y apasionada que caracteriza la obra de Agustín Lara. Canciones como «Noche de ronda», «María Bonita», «Farolito» y «Amor de mis amores» se han convertido en clásicos eternos de la música mexicana y el bolero. Estas canciones son un testimonio de la habilidad única de Lara para expresar los sentimientos más profundos del amor y la nostalgia a través de su poesía lírica y melodías emotivas.

Una de las razones por las que este disco es importante para entender a Agustín Lara es que muestra su capacidad innata para crear letras que trascienden el tiempo y las fronteras. Sus composiciones están impregnadas de un romanticismo intemporal que sigue resonando con audiencias de todas las edades y culturas. «Noche de ronda», por ejemplo, es un himno al amor y al deseo que ha sido interpretado por innumerables artistas a lo largo de los años.

Además, Rosa es un reflejo de la profunda conexión de Agustín Lara con sus raíces mexicanas. A lo largo de su carrera, Lara se esforzó por preservar y promover la música tradicional mexicana, y este disco es un testimonio de su compromiso con ese objetivo. Canciones como «María Bonita» capturan la belleza y la nostalgia de México, transportando a los oyentes a paisajes y emociones específicas.

El álbum también destaca la habilidad vocal y la pasión de Agustín Lara como intérprete. Su voz cálida y emotiva complementa perfectamente las letras de sus canciones, creando una experiencia auditiva que conmueve profundamente al público. Cada canción en Rosa es entregada con una intensidad emocional que solo Lara podía lograr.

Rosa de Agustín Lara es un tesoro musical que encapsula la esencia de este autor veracruzano. A través de sus canciones atemporales, su profunda conexión con México y su poderosa interpretación, Lara dejó una huella imborrable en la música latinoamericana. Este álbum es una ventana al corazón y alma de un artista apasionado y un regalo duradero para todos los amantes de la música romántica y tradicional mexicana. En Rosa, Agustín Lara sigue vivo, invitando a todos a sumergirse en el mundo de sus emociones y melodías inolvidables.

José Luis Mercado

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Chavela Vargas

«Chavela Vargas» Chavela Vargas

Costa Rica - México

Bolero - Ranchera

1961

RCA Victor

El álbum homónimo de Chavela Vargas, también conocido como Chavela Vargas con el Cuarteto Lara Foster, de 1961, es una joya atemporal que fusiona la pasión de las rancheras con la elegancia de los boleros, desafiando las etiquetas convencionales.

Nacida como Isabel Vargas Lizano en San Joaquín de Flores, en Costa Rica, en abril de 1919, se mudó a México a los 17 años en búsqueda de mejores oportunidades en la música que en su tierra natal no encontraba. Ahí se estableció permanentemente y comenzó su carrera cantando en las calles antes de convertirse en profesional, adoptando la canción ‘ranchera’ para un público que no estaba acostumbrado a intérpretes femeninas. 

Este trabajo, apadrinado por el legendario José Alfredo Jiménez, refleja la maestría musical de Benigno Lara Foster, un trovador yucateco cuyo talento ilumina cada pista. Destacan interpretaciones icónicas como «Un mundo raro», escrita por el propio José Alfredo, donde Vargas muestra su profunda conexión con la música mexicana. Pero es en clásicos como «La llorona» y «Desdeñosa» donde su voz alcanza una sublime expresión, consolidándola como una de las mejores intérpretes de la historia. Asimismo, se complementa con otro disco que también lanzó en aquel 1961: Noche bohemia, álbum en el que aparece su famosa “Macorina”.

Su nombre resuena como una embajadora total de México, desafiando al conservadurismo mexicano y enfrentando críticas y ostracismo en su camino. Más allá de su habilidad vocal, Chavela Vargas personifica la rebeldía y la autenticidad, convirtiéndose en un símbolo contracultural y un ícono para la comunidad LGTBIQ+ en la región.

La recuperación de su legado es motivo de celebración, pues cada nota de este álbum es un recordatorio del poder transformador de la música y del impacto perdurable de una artista valiente y visionaria. Con su inigualable personalidad, Chavela Vargas trasciende fronteras y generaciones, asegurando que su legado perdure y que su voz continúe resonando en los corazones de Latinoamérica.

José Luis Mercado

27

jorge ben samba esquema

«Samba Esquema Novo» Jorge Ben

Brasil

Samba

1963

Philips

Samba Esquema Novo es uno de los álbumes fundamentales de la historia de la música brasileña. Fue la carta de presentación de uno de los artistas brasileños más influyentes del siglo XX: Jorge Ben. Era un guitarrista y cantautor autodidacta que en su afán por imitar a su ídolo Joao Gilberto había ideado su propia forma de tocar la guitarra. En 1962, cuando tocaba en un bar local de Copacabana, un director musical de Philips lo escuchó cantar «Más que nada» e inmediatamente le firmó un contrato discográfico. «Más que nada» es sincretismo en estado puro. Como dice Ben en la canción, es samba mezclada con maracatu. Pero también tiene una pizca de swing, de jazz, de bossa nova. Esta canción contagiosa acabaría convirtiéndose en un éxito mundial años más tarde cuando Sergio Mendes versionó la canción y la presentó al público estadounidense. Fue el primer sencillo del LP que cambiaría el rumbo de la música brasileña.

Irónicamente, Ben, que contaba con la bossa nova como una de sus influencias, acabó forjando su propio camino. Los artistas de bossa nova habían ralentizado la samba mientras Ben hacía lo contrario. Manteniendo las influencias del jazz, Ben incorporaría sonidos de big band y coros estridentes, sin dejar de lado la estética cool que la bossa nova impregnaba. Su característica guitarra de percusión se muestra plenamente en «É só sambar» y «Por causa de você, menina». Lo que permitía al oyente hacer algo que no hacía con la bossa nova: mover las caderas. La influencia del jazz es más notable en el canto skat de Ben en «Tim dom dom» y «Balança pema», que serviría como primer vistazo de cómo Ben inventaría palabras, nombres y sonidos sobre la marcha que se convertirían en un herramienta básico de su repertorio.

Aunque el samba rock que desarrollaría más tarde aún no estaba en este álbum, la fusión de ritmos que había iniciado en este álbum influiría en movimientos posteriores como la tropicalia. La obra de Jorge Ben fue el vínculo entre la bossa nova de Joao Gilberto y la tropicalia de Caetano Veloso y Gilberto Gil. Como dijo una vez Veloso, “Él era el embrión de lo que estábamos tratando de hacer, conscientemente. (…) Tenía una nueva síntesis que prefiguraba todo lo que los tropicalistas querían hacer”.

Julián Jiménez

28

destellos

«Los Destellos» Los Destellos

Perú

Cumbia - Cumbia peruana

1968

Odeon del Perú

¿Puede un solo álbum encapsular la esencia de todo un género? Tal es la audaz empresa de Los Destellos con su debut homónimo, una piedra angular en el mundo de la cumbia peruana. El álbum de Los Destellos no es simplemente un disco; es una expedición musical a través de vibrantes paisajes, realzada por elementos de pop y rock psicodélico. Cada pista es un testimonio del espíritu innovador de la banda y de la visión de Enrique Delgado, que aún hoy en día sigue siendo celebrado y bailado.

Enrique Delgado, desde temprana edad había acompañado a grandes artistas del Perú, como la Pastorita Huaracina o Luis Abanto Morales, hasta que decidió liderar su propia banda con estilo tropical para animar reuniones sociales exclusivas con un amplio repertorio de música bailable.

Sin embargo, en 1967 Delgado decidió renovar la banda con la ambición de crear un nuevo estilo musical que cautivara a los fanáticos del baile. Tomando influencias tan diferentes, como el joropo, la guajira, pero sobre todo el pop psicodélico, incorporó la guitarra eléctrica para luego tomar tonalidades de la música andina y amazónica peruana. Esta mezcla atípica marcaría la base distintiva de la cumbia peruana. Notable por su enfoque instrumental, con algunas canciones coreadas y sin percusión, utilizando solo la batería.

Abriendo con un ritmo juguetón pero firme, «El renegón» establece el tono con un toque de espíritu de la guitarra. «Qué chola tan rica» encapsula la esencia de las festividades tropicales. En «Guajira psicodélica», se sumergen en un paisaje sonoro surrealista, donde el rock psicodélico se encuentra con el sabor tropical, creando una experiencia auditiva hipnótica. Con ritmos infecciosos, «La charapita» da vida al espíritu de la selva peruana. «El chucu chucu», un número de baile por excelencia, el tempo animado y los ganchos pegajosos de esta pista la convierten en una invitación irresistible a la pista de baile. «El avispón» suena atemporal. «Recordándote» es evocadora. «La ardillita» es una pieza dinámica, los ritmos acelerados y el trabajo de guitarra animado reflejan la naturaleza juguetona de su título. «Hermosa melodía» ofrece una melodía más serena dentro del disco. «Descarga eléctrica» es electrizante. Cierran «Cuando baila Narda» y «La malvada», con ritmos intrincados y líneas de guitarra audaces.

Con Enrique Delgado en la primera guitarra, Fernando Quiroz en la segunda, Tito Caycho en el bajo eléctrico y Carlos Ramírez en la batería, Los Destellos dieron vida a un álbum debut que materializó su propuesta artística. Su visión fusionaba ritmos con audacia, pero también honraba a la experiencia de la primera generación urbana migrante del campo y su diálogo con el continente, consolidándolos como pioneros de un movimiento sonoro que trascendió lo local. Este disco no solo marcó un hito por su innovación rítmica y su influencia en generaciones futuras, sino que también enriqueció el panorama musical de la región, aportando al género de la cumbia una identidad propia que hoy forma parte del patrimonio cultural latinoamericano.

José Luis Mercado

29

atahualpa camino

«Camino del indio» Atahualpa Yupanqui

Argentina

Milonga - Música tradicional argentina - Zamba

1955

Odeon

Para fines de la década del cincuenta, el folklore ya había desbancado al tango en el gusto popular y llegaba a nuevas generaciones y hogares de la clase media argentina. En esos años convivía el vanguardismo del Di Tella, el éxito de El Club del Clan y el ascenso de Astor Piazzolla. El género de raíz folklórica (una música que hasta ese momento había sido el depositario de la nostalgia y el refugio para los inmigrantes internos que llegaron a Buenos Aires en distintas oleadas migratorias y que tuvieron su eclosión durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón) aparecía como la oportunidad de conectar con la identidad perdida. 

En 1955, cuando apareció el disco Camino del indio, (editado por Odeon), Atahualpa Yupanqui ya era una leyenda. Era el bardo folklórico en su máxima expresión. El recopilador riguroso que había aprendido los ritmos y las coplas de los anónimos. El hombre solitario, prendido a la magia de los caminos, que recorrió todo el país. El músico afiliado al partido comunista que fue prohibido por el peronismo. El que había nacido como Héctor Roberto Chavero en un paraje de Pergamino, provincia de Buenos Aires, en una familia humilde de trabajadores de campo, el 31 de enero de 1908. El intuitivo que descubrió un mundo en el sonido de la milonga pampeana. El sabio que en la adolescencia se rebautizó Atahualpa Yupanqui, un nombre quechua que significa “El que viene de lejos a contar”. El que maravilló a París y deslumbró a Edith Piaf.  

Este álbum reúne ocho piezas, -las primeras composiciones de Yupanqui, entre 1936 y 1954-, clásicos como “El arriero” y temas instrumentales, que anticipan la punta del iceberg de una obra con 500 composiciones. En Camino del indio, hay milongas, zambas, chacareras, huaynos, vidalas, y todo por lo que Yupanqui será canonizado con el tiempo. El sonido vibrante y misterioso de la guitarra. La voz rugosa, que transmite el mensaje ancestral de los paisajes. La alegría reservada, la melancolía del migrante, y la angustia existencial del hombre anónimo. Es el criollo y el amauta, que desde el fondo de los tiempos lanza una flecha hacia el futuro con un mensaje libre, infinito.

Gabriel Plaza

30

tonadas simon díaz

«Tonadas» Simón Díaz

Venezuela

Música llanera - Música tradicional venezolana

1974

Palacio

A finales de la década de los cincuenta Simón Díaz era apenas un intérprete de tangos y boleros. Tenía afinidad por la música y se defendía al cantar y tocar el cuatro. Por años trabajó como agente de cobros, boxeador, poeta y canillita antes de lograr una oportunidad en el medio musical, pero fue su profundo amor por la historia y la tradición de la canción llanera, y el hecho de que esta tradición estuviera en un estado languideciente y casi extinto, lo que lo impulsó no solo a recuperar cuidadosamente su esencia, sino también a dedicarse por completo a difundirla, estudiarla y componerla, convirtiéndose así en la espada jurada de la tonada llanera, el género musical venezolano por excelencia.

Para grabar Tonadas en 1974 Díaz no sale al campo. Es un disco trabajado quizás en casa o en algún pequeño estudio, como cualquier otro disco de su tiempo, pero entonces, ¿por qué es tan fácil imaginarlo como si hubiera sido grabado en algún rincón del vasto llano venezolano? Es la sensibilidad y poesía incomparable de sus letras, la voz solemne con sus notas largas y melancólicas que se pierden en la lejanía, y el arraigo palpable que Díaz tiene a su tierra, lo que te transporta directo a la llanura, a un paisaje sereno de horizontes planos, madrugadas hermosas, al lento ganado y al cabrestero que lo guía. Evitando todo el tiempo influencias urbanas y usando una instrumentación sencilla y natural, sugiere algo mucho más antiguo y bucólico de lo que realmente era Venezuela aún en aquel 1974.

El álbum comienza con el rasgueo del cuatro y las melodías de Díaz que evocan las coplas de un solitario cabestrero en las faenas del campo —en el ordeño y el arreo de ganado se cantaba a los animales para calmarlos y facilitar el trabajo— introduciéndonos en el imperturbable mundo del llano venezolano; después de unos compases, la música se adentra en los sentires del cabestrero, todo en “Tonadas” sucede en una madrugada tranquila del llano. Después en “Pintiparao” se introduce el repique del arpa llanera, que suma un valor de propiedad regional sobre las tonadas y colorea numerosas canciones en el disco.

Lo que sigue en “Sabana” es sorprendente, con un acompañamiento orquestal entre staccatos de violín y una flauta sumergida en la mezcla, agrega un sentido de amenaza sin dejar de lado la solemnidad del tema, es una despedida a la llanura. A pesar de los arreglos y los sonidos evocadores, la poesía llanera de Simón Díaz sigue siendo el principal atractivo, compuestas y arregladas con el propósito de destacar la más tradicional de las modalidades del rico folclore llanero.

“Tonada de Luna llena” es sin lugar a dudas la pieza central del disco, una serenata preciosa, serpenteante y nocturna. Donde un misterioso silbido abre a la voz de Díaz que canta su tonada a la luna, mientras escuchamos el siseo de las maracas y termina con un onírico falsete. Ha sido versionada por enormes artistas como Caetano Veloso, Silvia Pérez Cruz y Natalia Lafourcade, uno de los temas imprescindibles del cancionero venezolano sin lugar a dudas.

Las canciones de Simón Díaz evocan la más antigua y auténtica comunión entre el hombre, su trabajo y la naturaleza. Durante décadas, su voz ha mantenido vivo el canto de las faenas que parecían destinadas a desaparecer debido a la constante migración rural hacia las ciudades. La honestidad de sus canciones y su sencillez provinciana lo caracterizan. No hay otro como Simón y no lo habrá nunca. La música latinoamericana le debe su vocación como centinela de la tonada llanera y como uno de los más grandes defensores de la identidad cultural a través de la música.

Ernesto Martín del Campo

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Daddy barrio

«Barrio fino» Daddy Yankee

Puerto Rico

Reggaetón

2004

El Cartel

¿Se acuerdan del mundo antes de Barrio fino? Pocos discos son tan poderosos que pueden dividir así la historia. Y seguro habrá quienes creerán que el hecho de plantear esta pregunta es una ofensa para la historia de la música latinoamericana (e incluso mundial) o quiénes invitarán a matizar aquella noción de “Historia” que plantea la premisa después de la pregunta (efectivamente puede ser que la palabra “Historia” haya sido una exageración), pero indistintamente de la perspectiva más o menos crítica que alguien pueda tener sobre el reguetón, Daddy Yankee y Barrio fino, lo cierto es que, después de la publicación del tercer disco del rapero puertoriqueño las cosas nunca más volvieron a ser igual… y de eso ya han pasado veinte años.

“Nací donde, sin duda, para mucha gente está prohibido”. Las palabras de Ramón Ayala (nombre de nacimiento de Daddy Yankee) impresionan por su asertividad y precisión. Representan ese lugar incómodo desde donde se originó el estilo musical que, aún luego de haber conquistado el planeta, continúa  generando dudas sobre su relevancia artística, cultural y comercial.

Una duda anacrónica y que exige tomar una posición de firmeza: Barrio fino es un disco que ganó su lugar en la gran enciclopedia de la música en español por sus méritos artísticos, culturales y comerciales. Porque más allá de los irresistibles sencillos que pusieron a bailar a los seres humanos en los dos polos del planeta, de todas las edades y todas las clases sociales (“Gasolina”, “Lo que pasó, pasó” o “Tu príncipe”, por dar solo unos ejemplos) y de las enormes ventas que alcanzó tras su lanzamiento (más de 8 millones de copias vendidas), el álbum capturó la temperatura de un momento cultural irrepetible en Latinoamérica.

Una misión que el buen Daddy no hubiese logrado solo, haciéndose asesorar por la gran dupla de productores y arquitectos del estilo, Eddie Dee y Luny Tunes, que dotaron al disco del dembow y flow suficientes para convertirlos en la banda sonora ideal si la película Rápidos y Furiosos hubiese sido grabada en América Latina. Cinematografía sonora que les valió la redención del mercado estadounidense hasta nuestros días y que se escribió a punta de hambre, creatividad y sangre mestiza que bebe de distintas culturas para, desde allí, proyectar una imagen sobre la latinidad al mundo entero.

¿Quiere mambo? ¡Suéltalo! King Daddy.

Cristofer Rodríguez

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TOTó candela

«La candela viva» Totó La Momposina

Colombia

Bullerengue

1993

Real World

«Fuego, fuego, fuego. ¡La candela viva! Que allá viene la candela. ¡La candela viva! Que yo vi que me llevaban. ¡La candela viva! Que yo vi que me enterraban. ¡La candela viva! Que yo vi que me lloraban. ¡La candela viva!»

Más de cien casas ardieron en Chimichagua, un rincón del Caribe colombiano, en la tarde del Miércoles de Ceniza, el 14 de febrero de 1923. Un fuerte viento huracanado avivó la chispa de un horno de barro. Bajo un sol abrasador, los ojos de los habitantes se llenaron de tristeza mientras las cenizas se esparcían por las playas del Cesar, las ciénagas y el majestuoso Río Magdalena. Sin embargo, los sobrevivientes, con la esencia del Caribe en sus venas, arrancaron al destino las claves para convertir la vida en una celebración vibrante, al son de la cumbia.

Esta fue la historia que inspiró «La candela viva». Durante mucho tiempo se atribuyó la autoría de la canción a Alejandro Durán. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que fue compuesta por Heriberto Pretelt Medina. En 1993, Totó La Momposina grabó un aclamado álbum con el mismo título, que le dio la vuelta al mundo. El álbum fue producido en dos sesiones: la primera en vivo durante la Real World Recording Week de 1991, seguida por otra en 1992 en los Real World Studios, bajo la dirección del célebre productor estadounidense Phil Ramone.

Retrocediendo un poco, Totó creció durante «La violencia» en Colombia, una época oscura que moldeó su perspectiva. A pesar de esto, no silenció su voz. Hoy, como cuarta generación musical, juega un papel crucial en la preservación de tradiciones. Sus hijos siguen sus pasos y sus nietos probablemente lo harán. También acompañó a Gabriel García Márquez en la entrega del Premio Nobel en 1982 y recibió un Doctorado Honoris Causa en Educación por la UPN de Colombia.

Con todo este bagaje, La candela viva es una producción discográfica que nos sumerge en un viaje a través de su experiencia arraigada, explorando temas característicos de las cantadoras tradicionales con una profundidad antropológica única. Con su inconfundible estilo, rinde homenaje a la madre naturaleza: al río que murmura historias ancestrales, al viento que susurra secretos del pasado, al fuego que enciende la vida y a la tierra que sostiene nuestras raíces. Como verdadera cantora, exponente de la mixtura de la cultura colombiana, Totó no solo interpreta, sino que también posee un profundo conocimiento que abarca desde la curación tradicional hasta los secretos culinarios y ancestrales. Este enfoque universal impregna su repertorio, conectando con la esencia misma de su arte.

Parafraseando a «La Momposina», la cumbia más que cantarse se interpreta. Su música combina elementos africanos e indígenas. Los ritmos que surgieron fueron múltiples, destacando la gaita, el porro, la chalupa, el sexteto y el mapalé. La cumbia, es tanto una danza como una expresión cultural que emerge del conocimiento profundo de estas dos etnias, fusionando música y baile de manera inseparable, tal como se manifiesta en los performance de La candela viva.

A lo largo del álbum se refleja la conexión íntima de Totó con temas como «El pescador», del cual ha expresado sentirse escuchada por aquellos que ya han dejado este mundo, como el maestro José Benito Barros, quien compuso esta hermosa melodía. Además, canciones como «Curura» ha sido utilizada como sample en numerosos temas de música dance y hip hop populares en los últimos años.

La candela viva no sólo catapultó la carrera internacional de Totó, sino que también se convirtió en una obra profundamente influyente y significativa en Colombia y Latinoamérica.

Angie Rojas

33

«La voz de los ’80» Los Prisioneros

Chile

Rock

1984

Fusión

El grupo chileno Los Prisioneros, formado por tres compañeros de origen popular que cursaban su último año de escolaridad, publicó en plena dictadura, y cuando sus integrantes rondaban los 20 años, un álbum que terminaría por convertirse en uno de los mejores y más explosivos debuts de una banda de rock en Latinoamérica. 

Con una primera tirada de solo 500 copias en cassette, editada por el sello independiente Fusión, el álbum comienza con la batería de Miguel Tapia, luego entra la guitarra de Claudio Narea, para que finalmente Jorge González cante “Algo grande está naciendo / en la década de los ochenta”. La canción que le da título al disco anuncia a los propios Prisioneros, pero también las protestas contra la dictadura que habían comenzado a comienzos de la década, adelantándose cuatro años a la derrota del dictador Pinochet hacia finales de los ochenta.

Uno de los grandes méritos del álbum son las letras de González. En las nueve canciones que escribió para este disco, y en casi todas las que escribiría para los álbumes siguientes, plasma un reflejo de lo que pasaba en Chile, pero también en Latinoamérica, mostrando la realidad de su época. Todo sin perder la atemporalidad, creando un imaginario que no ha envejecido. 

Por lo anterior, y por lo musicalmente potente y no escuchado en Chile hasta su lanzamiento, es que La voz de los ’80 fue una sacudida a la sociedad y un golpe a la dictadura reinante. Cantaban letras en contra de “marchar detrás de un líder”, y renegaban la bandera y la nacionalidad en el reggae “No necesitamos banderas”. También hay una crítica a la hipocresía de una sociedad conservadora y deslumbrada por la TV, en el irónico ska “Sexo”, la directa “Mentalidad televisiva” y la divertida “¿Quién mató a Marilyn?”, y una autocrítica continental con “Se sonríen cuando ven que tienen veintitantas banderitas / cada cual más orgullosa que su soberanía”, a lo ridículos y pequeños que son los nacionalismos en “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”. El disco termina con un dardo irónico y filoso a la canción protesta de esos años en Chile, con líneas tan duras como: “Eres un artista y no un guerrillero, / pretendes pelear / y solo eres un mierda buena onda”, en el ska “Nunca quedas mal con nadie”. 

Pero en el disco también hay espacio para que Jorge González muestre sus sentimientos, como buen fanático de la canción romántica hispanoamericana, en la rockera “Paramar”, uno de los temas que se ha convertido en una de las grandes canciones de amor del rock chileno.

En conclusión, La voz de los ’80 es un disco que muestra la realidad latinoamericana desde su chilenidad con canciones que como nos acostumbraron en el resto de su carrera siguen sonando actuales, traspasando fronteras y épocas.

Jorge Cárcamo

34

kjarkas cancion

«Canto a la mujer de mi pueblo» Los Kjarkas

Bolivia

Conjunto andino - Huayno - Música tradicional boliviana

1981

Lauro Records

Lanzado en 1981 por Los Kjarkas, agrupación emblemática originaria de Cochabamba, Canto a la mujer de mi pueblo se erige como un testimonio artístico donde convergen autenticidad y un profundo arraigo a las tradiciones andinas. La producción, cargada de emotividad, retrata con maestría las vicisitudes, sueños y resiliencia de las comunidades indígenas, consolidando a la banda como pilares indiscutibles del folclore sudamericano. Su sonido, tejido con letras que oscilan entre la nostalgia y la esperanza, trascendió fronteras, proyectando una identidad cultural que dialogaba con toda la región.

El contexto de creación del disco se remonta a una década clave para el conjunto. A inicios de los ochenta, ya consolidados no solo como intérpretes, sino como mentores de nuevas generaciones —impulsando proyectos como Proyección y Fortaleza—, Los Kjarkas navegaron cambios en su formación. La salida temporal de Elmer Hermosa a Europa permitió el ingreso de Yuri Ortuño, mientras Julio Lavayén alternaba su participación y Gonzalo Hermosa se afianzaba como columna vertebral en la guitarra. Este dinamismo interno, lejos de fragmentarlos, culminó con la grabación de un material que sintetizaba su evolución artística y compromiso social.

Musicalmente, la obra se caracteriza por un equilibrio entre la fuerza rítmica de las zampoñas y la calidez de las voces, creando un paisaje sonoro que evoca tanto la solemnidad de los cerros como la vitalidad de las fiestas populares. Las letras, impregnadas de sencillez y honestidad, abrazan dualidades: el amor y el desarraigo, la lucha y la celebración. Más que un álbum, se trata de un legado sonoro que redefinió el folclore vernacular, inspirando a artistas posteriores y confirmando su lugar en la memoria colectiva latinoamericana como un puente entre lo ancestral y lo universal.

Incluyendo canciones clave como «Wa ya yay», «Por un mundo nuevo» y el tema homónimo, el disco cautiva con melodías de zampoña, guitarras enérgicas y voces encantadoras sin dejar de lado los instrumentales. La canción titular, «Canto a la mujer de mi pueblo», es esencial y refleja el amor por la música, el pueblo y la herencia cultural del grupo. Con piezas emotivas como «Siempre he de adorarte» o «Por un mundo nuevo», mientras que «Tata sabaya» y «Phuru runas» destacan por sus paisajes sonoros. «Surimana» muestra el estilo vibrante de la banda, y «Llorando se due», en clave saya-caporal es conocida por su emotividad y melodía pegajosa. «Mamita Surumi» celebra el amor maternal, y el álbum concluye con «Capinoteña».

Ramiro Hermosa propuso incluir «Llorando se fue» en el álbum, pero enfrentó resistencia de los miembros del grupo, lo que eventualmente llevó a su salida del grupo por diferencias creativas y conflictos sobre la autoría de canciones. Históricamente se le acredita a Ulises y Gonzalo Hermosa. Esta canción tuvo gran trascendencia, fue adaptada a diversos géneros y conocida mundialmente por una versión de Kaoma que lleva por título “Lambada”, por la cual el grupo enfrentó un problema legal en 1989, ya que no reconocían la autoría de los Hermosa. Los Kjarkas ganaron el juicio.

José Luis Mercado

35

tropicalia

«Tropicália ou panis et circencis» Varios Artistas

Brasil

Tropicália

1968

Philips

Retroceder al Brasil de 1968 significa situarse en una dictadura militar. En ese tiempo la sociedad estaba profundamente dividida. A pesar de la reciente inauguración de su tercera capital, Brasilia, el país atravesaba uno de los períodos más dolorosos de su historia. La censura, los presos políticos, las torturas y las desapariciones formaban parte del oscuro panorama que caracterizaba el régimen autoritario. En medio de este clima, un grupo de jóvenes artistas decidió desafiar cualquier barrera conceptual y política, multiplicando las posibilidades de la música brasileña. Así nació Tropicália ou Panis et Circencis, un álbum que no solo influenció la modernización de la música brasileña, sino también la manera en que el arte interactúa con la política.

Los dos cabecillas del grupo, Gilberto Gil y Caetano Veloso, se unieron con Os Mutantes, Gal Costa, Tom Zé y Nara Leão para crear un disco revolucionario. Con el apoyo del arreglista Rogério Duprat y el poeta y letrista Torquato Neto, dieron vida a un proyecto que mezclaba diversos estilos musicales y rompía las convenciones. La música tradicional brasileña se entrelazaba con influencias del rock psicodélico, progresivo, los sonidos experimentales y otros géneros internacionales, inspirados por figuras como The Beatles, Jim Morrison y The Doors, Jimi Hendrix y Janis Joplin. Esto se reflejaba claramente en canciones como la homónima del álbum, de Os Mutantes, «Parque industrial», «Hino do Senhor do Bom Fim» con interpretaciones de Gilberto Gil, Gal Costa, Caetano Veloso y Os Mutantes, y «Lindonéia», la única pero poderosa canción donde Nara Leão imprime su voz suave y auténtica.

En las calles, había una lucha ideológica entre varios grupos. Por un lado, estaban los puristas que defendían la samba, la bossa nova y la canción protesta, rechazando cualquier influencia extranjera y apoyando la visión nacionalista paradójicamente asociada a la izquierda. Por otro lado, estaban los grupos de derecha y adicionalmente estaban aquellos que cuestionaban la idea de pureza y abrazaban una nueva forma de entender la identidad brasileña, los tropicalistas. Tropicália ou Panis et Circencis inició un diálogo con diversas expresiones artísticas, dando paso a una música más diversa y plural. Aunque su cálido y sutil sonido, cercano y a la vez distante del jazz, sedujo los oídos del mundo, fue visto por algunos como apolítico e indiferente a las luchas sociales, incluso generó protestas contra el uso de guitarras eléctricas y la influencia del rock en la  escena musical del país.

En este contexto, los artistas de tropicália estaban en el ojo del huracán. Su música innovadora era una afirmación de independencia creativa. Esto les valió persecución y censura por parte del gobierno militar brasileño, que consideraba al movimiento una amenaza por su crítica social y cultural. Además, surgieron desacuerdos internos entre sus principales exponentes, como Caetano Veloso y Gilberto Gil, respecto a la dirección y el impacto del movimiento, lo cual contribuyó al declive y eventual disolución del tropicalismo. No obstante, su legado perdura a través de proyectos musicales icónicos como Tropicália ou Panis et Circensis, que continúan representando una actitud ante la vida.

El álbum es considerado el manifiesto del movimiento tropicalismo y se posiciona en el segundo lugar en la lista de los 100 mejores álbumes brasileños según Rolling Stone. Canciones como «Baby» y el tema homónimo fueron destacadas entre las mejores por la edición brasileña.

Angie Rojas

36

canserbero muerte

«Muerte» Canserbero

Venezuela

Rap/Hip Hop

2012

Independiente

Muerte es el segundo y último álbum solo de Canserbero, con 14 temas que tratan sobre muerte, violencia, crimen y desamor. La composición es descrita como pesada y hostil, reflejando la vida en Latinoamérica. Promocionado principalmente por Internet, sin apoyo comercial, sus álbumes fueron grabados en el estudio casero El Techo, con producción de Kpu y colaboraciones de Afromak y Primobeatz, que complementan perfectamente su concepto oscuro. Los beats melancólicos y samples dramáticos refuerzan la atmósfera de desesperanza del álbum, cuya ingeniería de sonido es notablemente superior en el rap latinoamericano, pese a las condiciones bajo la que se grabó. Este disco conceptual y nihilista aborda temas como el luto, la venganza y el miedo a la muerte, contrastando con el tono más esperanzador de su álbum anterior, Vida.

«C’est la mort» abre el álbum, con reflexiones sobre la vida y su inevitable final. «Es épico» narra la búsqueda del asesino de su hermano y un enfrentamiento con el diablo en el infierno. «Ser vero» trata sobre la autenticidad en un mundo de falsedades, mientras que «En el valle de las sombras» refleja la lucha contra la adversidad. «Maquiavélico» aborda el adiós a un amor, «Mundo de piedra» expone una historia intrafamiliar con final fatal, «Sin mercy» muestra su determinación ante los desafíos y «Un día en el barrio» describe la vida cotidiana entre peligros. «Llovía», por su parte, presenta una narrativa melancólica y cruda,»Y en un espejo vi» es una introspección profunda sobre sus decisiones. «La hora del juicio» habla de la rendición de cuentas y «El primer trago» reflexiona sobre las consecuencias del alcohol. «De mi muerte» evalúa su vida y «Jeremías 17:5» explora la desconfianza y la traición, completando un álbum emocionalmente intenso y reflexivo. 

Canserbero es un narrador impresionante, capaz de contar historias con un nivel de detalle y emoción que pocos pueden igualar. Su habilidad para intercalar terminaciones y crear estructuras rítmicas complejas lo distingue. Un ejemplo destacado es el tema «Es épico», que narra una batalla lírica en el infierno (que combina referencias de La Divina Comedia de Dante Alighieri y la leyenda venezolana de Florentino y el Diablo).

El impacto de Canserbero trasciende su música. Su obra ha dejado una marca profunda en la cultura latinoamericana del siglo XXI siendo una figura de iniciación para muchos en el rap. Su capacidad para conectarse emocionalmente con millones, abordar temas de relevancia social y personal, y su trágica muerte en plena efervescencia de su carrera han contribuido a su estatus mítico. Las letras de Canserbero se encuentran tatuadas en muchos fanáticos y son llevadas como estandartes por una generación que se identifica con su legado, cruzando las fronteras de su Venezuela natal.

Canserbero trascendió como un faro de autenticidad en el rap hispano, oponiendo letras crudas y reflexivas a los discursos comerciales dominantes. Sus temas —desde las injusticias sociales hasta las batallas íntimas— retrataron con crudeza las realidades latinoamericanas, convirtiendo el género en un vehículo de denuncia y catarsis. Esta conexión visceral con el público, sumada a su rechazo a las etiquetas industriales, explica su vigencia masiva: más de 2600 millones de reproducciones en YouTube avalan su resonancia transgeneracional.

En obras como Muerte, demostró una maestría narrativa donde se amplifica la densidad emocional de sus versos. Su influencia redefine el hip hop en español: artistas posteriores ven en él no solo un precursor técnico, sino un símbolo de integridad creativa. Más que un rapero, fue un cronista de lo invisible —esa cotidianidad marginada que hoy encuentra eco en cada rincón donde el arte desafía al olvido.

José Luis Mercado

37

Yma sumac voice

«Voice of the Xtabay» Yma Sumac

Perú

Art pop - Canto lírico - Música tradicional peruana

1950

Capitol Records

La historia de la chalaca Zoila Emperatriz Chávarri Castillo, que pasó de integrar el Conjunto Folclórico Peruano de Moisés Vivanco en Lima por 1941 a la artista con el disco más vendido de los Estados Unidos en 1951 es fascinante. Aunque aún en los años cuarenta, el público de la socialité de Lima era muy reacio a la música andina. Moisés Vivanco apostaba por la música de la costa y de la sierra peruanas desde Cajamarca hasta Puno y seleccionó músicos de diferentes partes de la república para poder interpretar «la verdadera música del Perú», en sus propios términos, y tener como atractivo a la joven Imma Sumack presentada como «La soprano lírica India». Mientras frecuentaba sus presentaciones en lugares como el Teatro Municipal de Lima, fueron artistas estadounidenses que llegaban a la capital limeña quienes quedaban fascinados con sus interpretaciones.

La famosa actriz y soprano Grace Moore les dio el primer espaldarazo para hacer conciertos fuera de Perú y poco a poco empezaron sus giras entre Norteamérica y Sudamérica. En 1943 firmó con Odeón en Argentina para realizar sus primeras grabaciones musicales, como el reconocido «Vírgenes del Sol», a la vez que cada vez iban conquistando los escenarios más importantes de los países a los cuales se presentaban. La crítica alababa las características vocales de Yma Sumac e igualmente se sentía atraída por su origen étnico, que fue explotado con algunas leyendas, como la que aseguraba que era descendiente de Atahualpa. En Washington en el Times-Herald  escribían: «no es española, ni latina, por eso es tan única hoy en día, por lo tanto debe ser inca».

Walter Rivers, productor que venía de trabajar con Miles Davis convenció a los de Capitol Records para que la firmaran luego de verla en The Blue Angel de Nueva York. De allí también empezaron los cambios: se abandona el vínculo con el Conjunto Folklórico para potenciar su figura como solista y se cambiaría su nombre artístico de «Imma Sumack» a «Yma Sumac» porque Capitol decidió que era más «exótico» y «llamativo» para el público estadounidense.

Al año siguiente aparece Voice of the Xtabay con el trabajo musical de Les Baxter (aunque Moisés Vivanco siguió como compositor y arreglista). También se nota la intervención del sello en decisiones como el uso del término «Xtabay», que es una deidad femenina de origen maya, y no de origen inca o quechua (aunque hay una leyenda que dice fue por un anagrama de «Bayxta», apodo que usaba Baxter). Y también se reforzaron historias como que Sumac tenía una doble vida como una ama de casa de Brooklyn llamada Amy Camus.

«Virgin Of The Sun God (Taita Inty)», compuesta por Vivanco, abre el álbum con un ambiente evocador que revela las tonalidades vocales de Yma Sumac. «Lure Of The Unknown Love (Xtabay)», escrita por Les Baxter, tiene una estructura de banda sonora. «High Andes! (Ataypura!)» y «Monkeys (Monos)» trata de equilibrar sonoridad andina con arreglos más pop.

El lado B comienza con «Chant Of The Chosen Maidens (Accla Taqui)», coescrita por Les Baxter y John Rose, y destaca por sus melodías de xilófono, glockenspiel y cuerdas, que van con los tonos más dramáticos de Sumac. «Dance Of The Winds (Wayra)», de Vivanco va con maracas y arpas, flautas y las campanas orquestales.»Earthquake (Tumpa!)» es más solemne con contrabajos resonantes y flautas emotivas, para un cambio final donde se luzca Sumac. La última canción, «Dance Of The Moon Festival (Choladas)», cierra el álbum con una fanfarria colorida y accesible.

En Voice Of The Xtabay, Yma Sumac comienza con pistas sombrías y enigmáticas de lamento, pero el álbum se vuelve más luminoso y festivo a partir de la cuarta pista, destacando tanto por su voz impresionante como por su sofisticada instrumentación, que crea ambientes únicos en cada canción, evitando la monotonía. Con melodías potentes y una producción meticulosa, Vivanco hace el mejor esfuerzo por capturar la esencia de la música tradicional peruana. Y junto al canto lírico de Zoila el resultado es excepcional, pero inevitablemente también es la perspectiva gringa de lo latinoamericano, lo cual es una ida y vuelta en las construcciones identitarias de la música pop en los últimos 75 años.

José Luis Mercado

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pescado rabioso artaud

«Artaud» Pescado Rabioso

Argentina

Folk rock - Música de cantautor - Rock

1973

Talent

Estamos ante uno de los mejores discos del rock argentino. No el más revolucionario dentro de la parte musical, pero sí desde su intención lírica, y porque genera una atmósfera muy superior a cualquier otro. Es así una de las obras cúspide de la música latinoamericana.

Aparentemente este es el tercer disco de Pescado Rabioso. Sin embargo, es un disco solista de Luis Alberto Spinetta. Después de dos discos como banda las diferencias creativas del Flaco con Carlos Cutaria, Black Amaya y David Lebón se marcaron. Spinetta por un lado quería profundidad y complejidad, mientras el resto de la banda buscaba seguir una línea más blusera. Es así que el Flaco no solo se apropia creativamente del concepto del disco, sino que materialmente también, pues se graba como una banda de un solo integrante, sin concesiones, con el apoyo de sus ex compañeros en Almendra, Rodolfo García y Emilio del Guercio, y de su hermano Gustavo Spinetta. Con esto Pescado Rabioso, como tal, cumple con su contrato con la disquera y completa su tercer larga duración.

Spinetta calculó todo muy cuidadosamente. El color verde y amarillo de su portada lo aclara en los créditos con una frase del filósofo francés Antonin Artaud: “¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos de la muerte, el verde para la resurrección y el amarillo para la descomposición, la decadencia?”. La peculiar forma de su portada, las letras, la música, el sentido de toda la obra, fue influenciada por el filósofo francés, sobre todo por sus obras Heliogábalo o el anarquista coronado, y Van Gogh, el suicidado por la sociedad. Pero el Flaco ve este disco como un antídoto a la desesperación del escritor, que responde a los planteamientos surrealistas, o como él lo expresa con sus propias palabras: “Le dediqué ese disco a Artaud, pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida. El disco fue una respuesta – insignificante tal vez – al sufrimiento que te acarrea leer sus obras”.

Este es un trabajo íntimo, egoísta y que se convirtió en un punto de inflexión de una nueva vida, alejado de las drogas y comenzando su idilio con Patricia Salazar. Son nueve canciones que, a pesar de considerarse una obra de rock, pasea desde el folk, pasando por el jazz y el blues, hasta la distorsión de lo progresivo. Encontramos temas armoniosos como “Todas las hojas son del viento” o “Por”, otros muy cercanos al jazz como “Cementerio club” y un clásico del rock en español como “Bajan”.

Artaud es una respuesta al hartazgo de querer ser un rockstar, es el cambio del rumbo hacía caminos que se encuentren con la tranquilidad creativa y la introspección que los autores de rock iban perdiendo. Como toda obra de vanguardia requiere más de una escucha para entender. Y a pesar de las limitaciones técnicas de la época, resulta una obra monumental.

Felipe Figueroa

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GLORIA ESTEFAN MI TIERRA

«Mi tierra» Gloria Estefan

Cuba

Bolero - Son cubano

1993

Epic

Nacida en La Habana, Cuba, en 1957, con dos años Gloria Fajardo ya estaba viviendo en Estados Unidos, hacia donde su familia emigró luego de la Revolución Cubana. Y con 18, mientras cantaba junto a su prima en una iglesia, conoció a Emilio Estefan. Emilio la escuchó y la invitó a formar parte de su grupo, Miami Latin Boys, luego renombrado como Miami Sound Machine. Así la historia cambió para Gloria.

Con Miami Sound Machine Gloria grabó diez discos, llegando a tener grandes éxitos y ventas en Estados Unidos y Latinoamérica, entre los que se destacan «Dingui-Li-Bangue», que les permitió presentarse en el Festival de Viña del Mar de 1983, y “Conga!”, un éxito mundial de 1985. En 1989, la agrupación y Gloria Estefan separan sus caminos, y Gloria comienza su carrera solista, con la que cosecharía aún más éxitos. Sus primeros dos álbumes, que se mueven entre el pop y el dance con ligeros tintes latinos, Cuts Both Ways (1989) e Into the Light (1991), obtuvieron millonarias cifras de ventas. Así llega 1993 y su primer álbum en español.

Era mediados de ese año cuando volvieron a escucharse el bolero y el son en casi cada hogar latinoamericano gracias a Gloria Estefan y su álbum Mi tierra¸ un disco que Gloria había querido grabar durante toda su carrera, un álbum totalmente en español y que mostrara sus raíces cubanas.

El disco abre con una guitarra sonando suave, que da comienzo al bolero “Con los años que me quedan”, y continúa con el tema homónimo en ritmo de salsa con una letra escrita por Emilio y dedicada a la tierra de origen de ambos, Cuba. En “Ayer” mezclan bolero y son cubano; y en “No hay mal que por bien no venga” muestran el danzón, creado también en Cuba a finales del siglo XIX.

Mi tierra funciona como un compilado de grandes éxitos, del que salieron siete singles, y es un desfile de estrellas latinoamericanas que entregan excelencia en la ejecución de cada tema. Fue escrito en su mayoría por Gloria, con apoyo en algunas canciones de Estéfano, Jon Secada y Emilio Estefan. Cuenta con la participación de la Orquesta Sinfónica de Londres en los instrumentos de cuerda, de Israel “Cachao” López en el bajo, de Los Tres Caballeros en los coros, de Luis Enrique en percusión, bajo y timbales, de Paquito D’Rivera en el saxofón, de Sheila E. en las congas y timbales, de Tito Puente en los timbales y de Arturo Sandoval en la trompeta.

Además de tener un gran éxito comercial, llegando a ser uno de los discos en español más vendidos de la historia, y tener una producción excelente, este disco significó para Gloria la vuelta a sus raíces y tradiciones musicales cubanas después de triunfar en el mundo del pop de Estados Unidos, lo que se refleja en el sentimiento que le impregna al cantar cada canción, un sentimiento del que nadie pudo escapar en esos años en Latinoamérica.

Jorge Cárcamo

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Milton lo clube

«Clube da Esquina» Milton Nascimento & Lô Borges

Brasil

MPB - Música de cantautor - Pop psicodélico

1972

Odeon

El álbum Clube da Esquina de Milton Nascimento y Lô Borges, es una obra atemporal de la música brasileña, lanzado en 1972. Musicalmente es un registro monumental, triste y brillantemente hermoso, nacido del dolor de vivir bajo una dictadura militar que comenzó en Brasil en 1964. Milton Nascimento, un músico notable del siglo XX, es conocido por su voz única y conmovedora. Cuenta con la colaboración de una constelación de talentosos músicos y poetas, creando una amalgama sonora y lírica que resuena profundamente con la historia y la cultura brasileña.

El álbum destaca por su capacidad de capturar la esencia de Minas Gerais, no solo a través de su música, sino también por las influencias culturales que se manifiestan en sus letras y melodías. La música del Clube da Esquina está impregnada de referencias a la música popular mineira y la música sacra católica, elementos que enriquecen la narrativa del álbum.

Nacido en 1942, Milton se mudó a Belo Horizonte a los 21 años, donde conoció a los hermanos Márcio y Lô Borges. Juntos, comenzaron a fusionar ritmos tradicionales brasileños con sonidos del pop. El contexto político de la época, con un golpe militar en 1964, impactó profundamente la música de Milton y sus contemporáneos. La represión bajo la dictadura llevó a muchos músicos a usar su arte como forma de resistencia. A diferencia de la música más confrontativa del movimiento Tropicalia, Clube da Esquina emplea letras más poéticas y metafóricas para expresar su oposición al régimen.

El álbum fue grabado en los estudios EMI Odeón en Río, con una variedad de músicos talentosos, incluyendo a Beto Guedes, Tavito, Toninho Horta y Wagner Tiso, entre otros. Las canciones abordan temas de opresión y resistencia de manera sutil pero poderosa. Clube da Esquina no es solo un álbum de protesta; es también una obra de belleza y elegancia musical. Con 21 canciones, cada una aporta algo especial, desde la apertura «Tudo que você podia ser» hasta «Dos cruces», una versión de un bolero español. A lo largo del álbum, se encuentran influencias de los Beatles y la música tradicional brasileña.

La complejidad musical de Clube da Esquina es notable. Las progresiones armónicas modales, los acompañamientos rítmicos de jazz, y la combinación de percusión y bajos groove crean una textura sonora rica y variada. La presencia de la guitarra, tanto acústica como eléctrica, añade otra capa de sofisticación, evocando la influencia de la bossa nova y la tropicália. Líricamente, el álbum aborda temas profundos y variados, desde la dictadura militar brasileña hasta la opresión y el exilio. Canciones como «San Vicente» y «O trem azul» ofrecen reflexiones sobre el pasado y el presente de Brasil, mientras que temas como «Cais» y «Nada será como antes» exploran el paso del tiempo y la resiliencia humana.

La voz de Milton Nascimento, con su tono distintivo y emocional, se complementa perfectamente con las contribuciones vocales de Lô Borges y otros artistas invitados, como Alaíde Costa en «Me deixa em paz». Esta diversidad vocal aporta una dimensión adicional al álbum, haciendo que cada canción se sienta fresca y única.

Clube da Esquina no solo es un testimonio del talento individual de sus creadores, sino también de la magia que ocurre cuando un grupo de artistas visionarios se une para crear algo verdaderamente especial. Este álbum es un viaje musical que invita a los oyentes a explorar paisajes sonoros complejos y emotivos, dejándolos con una profunda apreciación por la riqueza cultural y musical de Brasil. Es un álbum esencial que sigue siendo relevante y poderoso asegurando un lugar eterno en la historia de la música brasileña y mundial.

José Luis Mercado

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trio matamoros ecos de cuba

«Ecos de Cuba» Trío Matamoros

Cuba

Bolero - Son cubano - Trova

1955

Kubaney

El Trío Matamoros, fundado en 1925 por Miguel Matamoros, Rafael Cueto y Siro Rodríguez, es un ícono de la música cubana. Miguel Matamoros, nacido en Santiago de Cuba en 1894, mostró talento musical desde niño, influenciado por su padre, un guitarrista y cantor de cuartetas. A los 31 años, Miguel, junto con Cueto y Rodríguez, formó el Trío Matamoros. Su estilo distintivo combinaba voces armoniosas e instrumentación innovadora. En 1928, lograron un éxito inmediato con sus grabaciones para la Victor. El trío revolucionó el son cubano, incorporando elementos rítmicos únicos como el punteo y rasgueo de guitarras, y las voces distintivas de sus integrantes.

Durante los años cincuenta, el Trío Matamoros continuó su carrera discográfica y presentaciones internacionales, consolidándose como una referencia en la música. Su repertorio incluía boleros, sones y otros géneros, siempre destacándose por su pureza y autenticidad. El trío se mantuvo activo hasta su retiro en 1969, dejando un legado perdurable en la música cubana.

El álbum Ecos de Cuba, grabado en La Habana en 1955, es una joya del son y bolero cubanos que captura la esencia y el espíritu de la música tradicional de la isla. Con un acompañamiento rítmico característico, el disco celebra la cultura cubana y demuestra cómo este estilo musical ha mantenido su pureza a lo largo del tiempo, conservando frescura, alegría y vigor interpretativo después de treinta años de la formación del trío, con canciones que ya habían sido lanzadas entre 1928 y 1934.

El álbum es un testimonio del talento y la versatilidad del Trío Matamoros. Ecos de Cuba no solo celebra la herencia musical del grupo, sino que también perpetúa la rica tradición del son y el bolero cubano, resonando en los corazones de los amantes de la música caribeña y ofreciendo una invaluable oportunidad para el aprendizaje y la apreciación de estos géneros. Resuena en los amantes de la música caribeña, ofreciendo una invaluable oportunidad para aprender y apreciar estos géneros. «Son de la loma», emblemática composición de Miguel Matamoros lanzada en 1928, abre el disco con su contagioso ritmo y melodía pegajosa, destacando las raíces musicales y culturales del osiente de Cuba. Otras canciones como «Ruego de amor», «El paralítico», «Amor fingido» , «La santiaguera», «El que siembra su maíz», «Promesa», «La mujer de Antonio», «Elíxir de la vida», «Regálame el ticket», «Porque pasaron», y «Las maracas de Cuba» completan el álbum, aportando y celebrando cultura musical cubana.

Es importante señalar que el sello Kubaney lanzó otro disco casi al mismo tiempo llamado Trío Matamoros (y que incluye la mítica «Lágrimas negras» entre otras canciones) pero que en subsecuentes reediciones integraron los dos discos como Ecos de Cuba y en algunos casos solo a este disco titularon con el nombre anterior.

José Luis Mercado

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perez prado plays mucho mambo

«Pérez Prado Plays Mucho Mambo for Dancing» Pérez Prado

Cuba

Mambo

1950

RCA Victor

“¡Uno!, ¡dos!, ¡tres!, ¡cuatro!, ¡cinco!, ¡seis!, ¡siete!, ¡ocho!, ¡maaaambo!, ¡dilo!”, así se anuncia la introducción al vibrante despliegue de fanfarrias alegres y sincopadas de “Mambo No. 8”, la pista que abre Plays Mucho Mambo for Dancing, el primer larga duración de uno de los artistas más universales de la música latinoamericana, el pianista, compositor y director de orquesta José Dámaso Pérez Prado.

Al igual que otros discos fundamentales de la música latina, Mucho Mambo invita tanto a la danza sudorosa como a la escucha atenta del oyente. El cubano, nacionalizado mexicano, dibujó su fórmula desde la síncopa sofisticada del danzón y la charanga de Arcaño y Sus Maravillas, y la emoción atildada de los metales del jazz de Stan Kenton, convirtiéndose en un estándar del mambo de Pérez Prado y, por lo tanto, del mambo universal, cuyo auge en la década de 1950 le es atribuido.

Dos de sus composiciones más importantes e imprescindibles forman parte de este disco: “Mambo No. 8” y “Mambo No. 5”, siendo esta última una de las más conocidas e inolvidables. Desde su lanzamiento en el sencillo “Qué rico mambo” —unos meses atrás en 1950— hasta el día de hoy, es imposible pensar en la palabra mambo y no recordar esos acentuados metales y ese extravagante candor del “No. 5”. “Babarabatiri” del compositor y percusionista cubano Antar Daly es casi un trabalenguas ornamentado por salvajes fanfarrias de trompetas, y “Pachito E-Ché” de Alejandro Tovar es la única pieza con letra cantable en el disco. Las pistas restantes son todas composiciones originales de Prado, como “Oh Caballo” y “Pianolo”, donde nos demuestra que no todo es composición; el virtuosismo y la excelente ejecución que tenía sobre el piano son parte fundamental de su maestría, desbaratando teclas y notas de manera salvaje sobre un ritmo imparable hasta que de nuevo los metales toman protagonismo.

La experiencia Pérez Prado en Plays Mucho Mambo for Dancing hace que mucha de la música danzable de aquella época parezca de inmediato anticuada. Las composiciones originales en este disco son tan modernas como el mambo podía llegar a ser en aquel momento. Pero Dámaso no solo era un compositor inventivo, sino también un personaje carismático y un flamante showman. Siempre se le veía positivo y bromista en entrevistas, bailando al ritmo de su orquesta en presentaciones y recitales, tocando el piano con fuerza pero con clase singular, y utilizando su sello único, el icónico grito gutural: “¡Dilo!”, que anunciaba un cambio de compás o la entrada de algún instrumento al ensamble.

El impacto y relevancia artística de sus composiciones definieron toda una época para la música popular —especialmente la de la vida nocturna— en México y Latinoamérica. Desde su presencia en un sinfín de películas mexicanas durante la época de oro, hasta su aparición en el cine de ficheras. De musicalizar una escena de La Dolce Vita de Fellini, a tiempos más recientes cuando “Mambo No. 5” alcanzó el número uno en las listas de éxitos en 1999 con la versión pop de Lou Bega. Incluso en la actualidad, siendo una inspiración para el álbum conceptual de ciencia ficción ¡Ay!, de la colombiana Lucrecia Dalt, demostrando que el legado del “Rey del Mambo” va más allá del mismo género y de la “música con sazón”. Sus composiciones son indudablemente una institución en el mundo de la música universal y un patrimonio importantísimo para el porvenir de la cultura popular.

Ernesto Martín del Campo

43

fabulosos calavera

«Fabulosos calavera» Los Fabulosos Cadillacs

Argentina

Jazz rock - Latino alternativo - Rock

1997

Ariola

Es uno de los más grandes y deliciosos viajes sonoros que nos ha dado el rock latinoamericano. Los Fabulosos Cadillacs se volaron la barda con un puñado de canciones que estremecieron a toda una generación por su desquiciada combinación de sonidos, ritmos y estilos. Este disco, alabado por la crítica y vapuleado por los fans en su momento, obtuvo como reconocimiento, nada despreciable, el primer Grammy al Rock Latino de la historia.

Corría 1996, mientras se preparaban para dar forma a su octavo trabajo de estudio su guitarrista Aníbal “Vairo” Rigozzi le deja su puesto a Ariel Minimal, para convertirse en manager. Viajan a Nassau, Bahamas a grabar en los estudios Compass Point de la mano del productor KC Porter. De dicha grabación se baja a medio camino su histórico miembro Sergio Rotman. Pasó de todo en el proceso de grabación, así como pasa de todo en el producto final. Hardcore, reggae, jazz, ska, thrash, tango y otros ritmos caribeños se juntan en un frenético trabajo de 15 cortes donde Flavio Cianciarullo y Vicentico detonaron todo su potencial creativo. Los Cadillacs se arriesgaron con un trabajo más denso y oscuro, pero sin perder la esencia que los llevó a ser una de las bandas más escuchadas en los años noventa en todo el continente.

De por sí, en su predecesor Rey Azúcar se presagiaban algunos sonidos que se encuentran en Fabulosos Calavera, que termina siendo innovador y lleno de contrastes emocionales y musicales. Desde el primer tema y primer sencillo “El muerto” la banda capta la atención y marca el camino de esta experiencia, donde sobresale las tumbas de Toto Roblat entre guitarras distorsionadas. También encontramos temas como “Calaveras y diablitos” a ritmo del reggae antiguo o “Surfer calavera” que es una experimentación con thrash, reggae y funk. Otra joya es “Sábato”, escrita por Flavio Cianciarullo, inspirado en el libro Sobre héroes y tumbas, del escritor argentino Ernesto Sábato. “Piazzolla”, dedicada al gran bandoneonista Astor Piazzolla, y la cereza del pastel, la sublime “Hoy lloré canción”, junto al maestro Rubén Blades.

Con Fabulosos Calavera la banda muestra su madurez como equipo de trabajo, sin el temor de las consecuencias al cambiar de dirección, dejando a un lado lo habitual y conseguir con ello la trascendencia en el rock mundial con un álbum tan único, como tan latinoamericano.

Felipe Figueroa

44

Willie colon lo mato

«Lo mato» Willie Colón

Estados Unidos - Puerto Rico

Salsa - Salsa dura

1972

Fania Records

Desde sus inicios, Willie Colón se posicionó como un músico intrépido, abriéndose paso entre el panteón de los grandes de la música caribeña en la apabullante escena neoyorquina de los años sesenta. En una época dominada por orquestas legendarias como las de Tito Puente, Eddie Palmieri, Charlie Palmieri, Ray Barreto, Machito y Tito Rodríguez, Colón emergió como una estrella pionera de la música afroantillana, dejando un legado imprescindible de obras maestras de la salsa. Su impacto, además de conmocionar el panorama musical, ha marcado momentos significativos en la vida política y social de Estados Unidos.

Este famoso trombonista, considerado por muchos como el arquitecto de la salsa urbana, nació y creció en el Bronx de Nueva York, siendo hijo de padres puertorriqueños, enfrentando un entorno familiar y social extremadamente duro. Creció en una sociedad marcada por la marginación, la discriminación, las drogas y la delincuencia, y forjó una fuerte personalidad que le permitió adoptar una perspectiva, considerada por muchos como controversial, sobre las tragedias humanas a su alrededor y sus posturas políticas.

En su camino musical hizo parte de una dupla explosiva con Héctor Lavoe y hasta hoy son conocidos como los «chicos malos» de la salsa. Este dúo no solo marcó la música latina, sino que influenció el sonido y la narrativa del género. A través de diez producciones aclamadas, juntos conquistaron las listas de éxitos y se destacaron entre los grandes salseros de su generación. Lo mato (si no compra este LP) es una de esas producciones, un álbum que destila un «sonido criminal» y una mezcla entre fraseo, amargura y pasión. Lanzado en 1973 por el sello Fania Records, es considerado uno de los últimos clásicos de Colón y Lavoe antes de la era con Rubén Blades. Lo mato se distingue por su envolvente sonido, respaldado por una banda poderosa. El disco introduce elementos de samba brasileña en sencillos como «La María», donde el solo de piano del Profesor Joe Torres resalta con intensidad. Incluso en piezas instrumentales como «Junio 73», con los orgiásticos solos de Louis Romero en los timbales, se entrelaza magistralmente con el jazz latino.

De igual manera, el álbum aborda sin reservas los temas espinosos de la vida urbana, incluyendo las drogas, la adicción y el narcotráfico, cuestiones que resonaban profundamente en las vivencias personales de sus creadores. «El día de mi suerte», por ejemplo, se transforma en una crónica autobiográfica que refleja el dolor de Héctor ante la pérdida de sus padres. Con un ritmo contagioso que se ha bailado millones de veces, se destaca su agitada lucha. El sencillo se ha convertido en una referencia obligada en el repertorio del cancionero musical salsero. Cual oráculo cumplido, —que luego se rompería— el día de suerte del «Cantante de los Cantantes» finalmente si llegó. Además, el álbum incluye éxitos como «Calle Luna calle Sol», utilizado hasta el día de hoy por Colón como parte de un popurrí de viejos éxitos que interpreta al inicio de sus conciertos, y «Todo tiene su final», un tema sombrío y a la vez un recordatorio constante de la naturaleza efímera de la vida.

Sin embargo, después de seis años de éxito imparable, la relación entre Colón y Lavoe se fracturó debido a los excesos del segundo. Para Colón, convivir con una vida de desenfreno se volvió insostenible. «No se puede estar con Dios y con el diablo a la vez», declaró, enfatizando su compromiso con su arte. Tras el lanzamiento de Lo mato, Colón puso fin a sus años de giras con Lavoe, dedicándose en cambio a su carrera en solitario y a la producción musical.

Angie Rojas

45

Los angeles negros volvere

«Y volveré» Los Ángeles Negros

Chile

Bolero-Beat - Canción melódica - Pop rock

1970

Odeon

La historia de Los Ángeles Negros comienza en un colegio del sur de Chile, como un grupo de rock de cuatro integrantes, que para poder participar en un concurso de radio tienen que buscar un cantante y llegan a Germaín de la Fuente, reconocido en la ciudad de San Carlos. Pero Germaín no era rockero, a él le gustaban los boleros, eso cantaba y quería seguir cantando. Y es así como inicia la leyenda de la creación de un nuevo estilo, o casi.

Los Ángeles Negros ganaron el concurso, que como premio tenía grabar un sencillo en Santiago. El sencillo fue “Porque te quiero”, en el que ya se puede apreciar parte del sello característico del grupo, un bolero con la potente voz de Germaín, con la batería llevando el ritmo y una suave guitarra eléctrica acompañando. El sencillo tuvo éxito y el sello Odeón los firmó para un primer álbum, llamado como su primer single, que les permitió hacer sus primeras incursiones fuera de Chile y en el que se incorporan Miguel Ángel Concha en el bajo, Jorge González en el teclado y Luis Ortiz en la batería, que junto a Mario Gutierrez en guitarra eléctrica y Germaín de la Fuente, conforman la alineación clásica. Así grabaron su segundo álbum.

Y volveré, su segundo álbum, fue el que los catapultó al éxito en Chile y en Latinoamérica, con giras por el continente, llegando finalmente a México, donde tuvieron gran éxito de ventas, y los terminó acogiendo como propios. El álbum presenta sus credenciales de estilo propio desde el primer tema, “Como quisiera decirte”, que con su órgano característico marca la pauta de lo que viene con el ingrediente que le faltaba a la creación del nuevo estilo, ese tono algo funky que le agregaba al bolero una sonoridad no conocida hasta ese momento. Y todo con un tremendo Germaín de la Fuente y su voz llegando a niveles emocionantes como al final de la canción.

El grupo se muestra tan afiatado que parece que tuvieran una larga carrera, y por lo mismo acá dejan algunos de sus más grandes clásicos como “El rey y yo”, en la que el ritmo funky se nota más claramente; “Murió la flor”, que cierra de manera perfecta el disco, en la que la guitarra del comienzo, los arreglos de cuerdas, el bajo, el órgano y la voz de Germaín se encuentran como un ensamblaje insuperable; y claro, “Y volveré”, un éxito eterno y la gran carta de presentación del grupo, en la que todas las características que los hicieron trascendentes se dejan escuchar de forma clara. En ella, el grupo hace suya “Emporte Moi” del francés Alain Barrière, con la letra escrita por de la Fuente, una letra emocionante en la que Germaín se deja la vida por hacerla imborrable.

El disco tuvo tanto éxito, que comenzaron a aparecer agrupaciones que seguían su estilo. En Chile estaban Los Golpes y Los Galos, pero también en otros países, como en Venezuela con Los Terrícolas o en Perú con Los Pasteles Verdes.

Los Ángeles Negros sacaron algunos discos más con Germaín en la voz y finalmente tomaron caminos separados en 1974, pero la banda siguió tocando con relativo éxito y, más importante, su legado siguió vivo en artistas que se vieron fuertemente influenciados por ellos, como los gruperos Bronco y Los Bukis en México; y se puede ver hasta el día de hoy en canciones de artistas tan diversos como Babasónicos, Pettinellis, o Mon Laferte, o en el álbum completo del 2022 de Adrián Quesada, apropiadamente llamado Boleros psicodélicos.

Jorge Cárcamo

46

pedro infante cuando

«Cuando sale la luna» Pedro Infante

México

Ranchera

1952

Peerless

El álbum Cuando sale la luna, de Pedro Infante, lanzado en 1952, es un tesoro atemporal de la música mexicana y representa un momento icónico en la carrera de este legendario cantante y actor. Este disco se destaca no solo por la magnífica interpretación de Infante, sino también por su importancia en la historia del sello discográfico Peerless y su director artístico, Guillermo Kornhauser.

En primer lugar, Cuando sale la luna es un álbum que muestra la versatilidad y el talento de Pedro Infante como intérprete. Canciones como «Cuando sale la luna,» que posteriormente aparecería en la película Los gavilanes, en 1954, demuestran su habilidad para transmitir una amplia gama de emociones a través de su voz. Su capacidad para conectarse con el público a través de  interpretaciones de canciones como «Cuando sale la luna,» «Un mundo raro,» y «Tú y las nubes,» todas escritas por el legendario compositor José Alfredo Jiménez, consolidaron su estatus como una estrella de la música ranchera y del mariachi. Además, su repertorio incluye temas escritos por otros renombrados compositores como Tomás Méndez Sosa y Claudio Estrada. Las canciones se han convertido en clásicos inmortales en el repertorio del bolero y la ranchera.

La música siempre ha tenido un papel crucial en el cine, y esta colaboración entre el sello Peerless y Pedro Infante permitió que su música trascendiera la pantalla grande y se convirtiera en un elemento esencial de la narrativa cinematográfica mexicana. Pedro Infante es una de las figuras más icónicas de la música y el cine mexicano, conocido por su poderosa voz y carisma en pantalla. 

Guillermo Kornhauser, como director artístico de Peerless, desempeñó un papel fundamental al tomar la decisión de incluir estas canciones en el disco. Su visión y conocimiento musical contribuyeron a dar forma al legado de Pedro Infante y a consolidar la posición de Peerless como un sello líder en la industria musical mexicana. Kornhauser entendió el potencial de estas canciones y su capacidad para conectar con el público, lo que impulsó el legado del álbum Cuando sale la luna y reforzó la asociación entre Infante y Peerless, que lamentablemente no volvió a editarse.

Cuando sale la luna de Pedro Infante es un disco cuya importancia radica en la destacada interpretación de Infante, la inclusión de canciones que se convertirían en clásicos y la visión de Guillermo Kornhauser como director artístico de Peerless. Este álbum es un testimonio de la colaboración fructífera entre un talentoso artista y un sello discográfico visionario que ayudó a definir y enriquecer la historia de la música en México. El legado de Infante se extiende más allá de su música. Su impacto cultural se mantiene fuerte, atrayendo a una multitud de admiradores a sus santuarios en el Panteón Jardín de la Ciudad de México y en Mérida. Su fama ha crecido desde su trágica muerte en un accidente aéreo en 1957.

José Luis Mercado

47

best of carlos gardel

«The Best of Carlos Gardel» Carlos Gardel

Argentina

Tango

1997

Hemisphere

¿Quién fue Gardel antes de ser Gardel? ¿El pibe nacido en Toulouse que negó su origen francés para no pelear en la Primera Guerra Mundial? ¿El nacido en Tacuarembó, Uruguay, de Carlos y Berta Gardel, o el nacido en La Plata? ¿Era (o no) el ‘pibe Carlitos’, un estafador de poca monta, que conoció la prisión? Quizá no sea del todo relevante. Haciendo a un lado esa sucesión de sombras y fantasmas, la realidad es que una tarde de abril de 1912, en un edificio de la Avenida de Mayo en Buenos Aires, Carlos Gardel grabó su primer sencillo, “Sos mi tirador plateado”, para Columbia Records. Todavía usando el sistema análogo, que registraba la onda sonora directo en el disco de acetato. Con esto comenzaba una de las trayectorias más fascinantes de la música latinoamericana, que llevó al tango, un género marginal y marginado de los suburbios de Buenos Aires, nacido de la inmigración europea y africana en la Argentina, a las pantallas de cine, estaciones de radio y pistas de baile de toda América y Europa

Planteemos una verdad, esa sí absoluta: Carlos Gardel nunca conoció los discos de vinilo de larga duración. Su trágica muerte en un accidente de avión en Medellín en 1935, en el pináculo de su carrera, lo dejó para siempre unido a la época de los singles de 78 rpm. Los primeros álbumes aparecen recién a finales de los años cuarenta. Por ende, cualquier intento de compilar (y sobran las recopilaciones del ‘Morocho del Abasto’) siempre serán guiadas por alguna curaduría temática, por consideración temporal, estilística o simplemente agrupando éxitos. 

En lo particular, esta recopilación de 1997 es un buen pantallazo de los sonidos y facetas de la carrera de Gardel. Incluye algunas selecciones de los años veinte, cuando recién comenzaba la grabación eléctrica (la milonga “Soy una fiera”, de 1926, y el tango “Leguisamo solo”, de 1927, que se cuentan entre los registros más antiguos incluídos en esta lista), y donde aún se hacía acompañar por las guitarras de Guillermo Barbieri y José Ricardo. Pero también compila grabaciones de mediados de los años treinta, ya con orquesta típica, ambientando las cintas que hizo para los estudios Paramount. Aquí aparecen verdaderos clásicos de la música argentina y latinoamericana como “Por una cabeza”, “Mi Buenos Aires querido”, “Tomo y obligo”, “Volver” y “El día que me quieras”.

El tango, ese ‘pensamiento triste que se baila’, emergió de los arrabales porteños al calor de la inmigración, mezclando la melancolía de los viajeros, las músicas europeas que arribaban al puerto, las milongas y músicas criollas del paisano, y también las sensibilidades de los negros que aun bailaban sus candombes a fines del XIX. A partir de esa mixtura, la música se fue haciendo más compleja y refinada, y la letra se fue puliendo en la voz de sus poetas, estilizando el barrio y la añoranza (eso sí, manteniendo el lunfardo, ese ‘caló’ hablado en las calles del Buenos Aires en aquellos tiempos), por lo que el Zorzal Criollo, con su voz donde aún resuenan los ecos de Caruso y el bel canto, podía expresar con toda su magia: “Barrio plateado por la luna, rumores de milonga es toda su fortuna. Hay un fueye que rezonga en la cortada mistonga, mientras que una pebeta, linda como una flor, espera coqueta bajo la quieta luz de un farol”. ¿Qué más podemos agregar? Si cada día canta mejor.

José Juan Zapata

48

Victor jara el derecho

«El derecho de vivir en paz» Víctor Jara

Chile

Nueva canción latinoamericana

1971

Dicap

El sexto álbum de Víctor Jara es el de un artista ya maduro y consagrado en Chile, en el que muestra su versatilidad musical y lírica y contiene algunas de sus más grandes canciones. Editado en abril de 1971, en pleno gobierno de Salvador Allende, El derecho de vivir en paz es un disco muy comprometido políticamente, volviendo a la línea de Pongo en tus manos abiertas… (1969) luego de un Canto libre (1970) excelente, pero menos contingente, con letras muy claras respecto a los pensamientos de Víctor, quien participó activamente en la campaña presidencial de Allende.

Letras que se mueven desde la esperanza como en “Abre la ventana”, en la que participa la banda de rock Los Blops, y “Vamos por ancho camino”; a letras desgarradoras como “El niño yuntero”, en la que musicaliza un poema del español Miguel Hernández; de homenaje como “El alma se llena de banderas” y el son cubano en “A Cuba”; directamente políticas como “Ni chicha ni limoná”; y de clara carga social como la tradicional peruana “A la Molina no voy más” o “Las casitas del barrio alto”.

El álbum no tiene puntos bajos, pero destacan el tema homónimo que abre el disco y “Plegaria a un labrador”. El primero, ese himno llamado “El derecho de vivir en paz”, comienza con un ya reconocido timple, y poco antes de llegar al minuto se empieza a transformar, incorporando un bajo eléctrico, y luego un órgano y una poderosa guitarra eléctrica, ya que también cuenta con la participación de Los Blops, siendo la primera vez que Víctor experimenta con el rock, incorporándolo a la nueva canción. Tiene una letra conmovedora que pide por la paz en Vietnam, pero que con el tiempo ha trascendido su significado particular de homenaje a Ho Chi Minh para volverse universal. El segundo, es justamente una plegaria al trabajador, en que le pide unidad para triunfar y obtener justicia social (“Levántate y mírate las manos / Para crecer, estréchala a tu hermano”). Comienza lenta y va a aumentando su ritmo de la mano de su guitarra para terminar de una forma casi combativa, marcando una diferencia a la versión editada un par de años antes junto a Quilapayún, como cara A del sencillo cuya cara B fue “Te recuerdo Amanda”.

En definitiva, El derecho de vivir en paz es una ventana directa y clara a un momento histórico en Chile y Latinoamérica, que consagró a Víctor Jara en el continente y lo empujó a hacer presentaciones en México, Costa Rica, Venezuela, Colombia y Argentina, en una gira a finales de 1971, e ir a Cuba (1972) y Perú (1973). Lo presenta con ganas de experimentar y en el punto más alto de su carrera musical, finalizada violenta y trágicamente por torturas y 44 balazos a manos de militares chilenos.

Jorge Cárcamo

49

Caifanes el silencio

«El silencio» Caifanes

México

Latino alternativo - Pop rock - Rock alternativo

1992

RCA

En 1992 Caifanes había superado con creces la prueba del segundo álbum, con aceptación del público y la crítica, y les otorgaba más libertad para poder encomendarse a su siguiente trabajo. En ese contexto nace El Silencio, que marca el fin de la alineación más icónica de Caifanes: Saúl Hernández, Sabo Romo, Diego Herrera, Alfonso André y Alejandro Marcovich. Este disco marcó un momento crucial para el rock mexicano, coincidiendo con la atención recibida por otros grupos como Maldita Vecindad con El Circo y el debut de Café Tacvba.

El concepto detrás de El Silencio es fusión. Hasta entonces, Caifanes había mostrado una dualidad: por un lado, celebraban influencias místicas latinoamericanas, y por otro, exploraban un lado más rockero y directo que parecía contradecirlo. Este álbum fusiona ambas facetas de manera cohesiva, y su ejecución no pudo ser superada en su discografía. Meticulosamente cuidado, elevó a Caifanes a la categoría de banda épica.

Caifanes destacó en una mayor integración de influencias mexicanas y prehispánicas sin abandonar el rock. Alejandro Marcovich en las guitarras y Diego Herrera en los teclados fueron clave, resultando en una combinación espectacular que muchos consideran como su cúspide creativa. La producción bajo la dirección de Adrian Belew, añadió un enfoque artístico y experimental hacia niveles de sofisticación. Es así como puedes encontrar la canción más poderosa de su carrera («Metamorfeame») y otra con matices de banda sinaloense en «Piedra».

Durante la grabación, Caifanes implementó una estrategia radical de no comunicarse entre ellos para preservar la cohesión creativa, un enfoque que influyó profundamente en el sonido del álbum, y fue la razón de su título. Destacando su estructura, «No dejes que» es el hit elogiado. «Hasta morir» es admirada por la interpretación vocal de Saúl Hernández y su mestizaje. «Debajo de tu piel» se describe como psicodélica y bien estructurada. «Estás dormida» y «Miércoles de Ceniza» desprenden brillantes arreglos de guitarra y teclado de Marcovich y Herrera respectivamente. Canciones como «Tortuga» muestran cómo la guitarra de Marcovich lleva la canción. «Nos vamos juntos» tiene una atmósfera melódica de artesano. También son rescatables «El comunicador» y «Para que no digas que no pienso en ti», culminando con «Vamos a hacer un silencio», para un cierre perfecto.

El Silencio es una fusión única de capas sonoras y atmósferas que desafían la categorización convencional. Definió el sonido del rock mexicano y se convirtió en uno de los discos insignia de la era dorada del rock en español, que sigue resonando como un ejemplo de música alter-latina, donde las guitarras dominan y definen cada canción, en marcado contraste con las tendencias contemporáneas.

José Luis Mercado

50

zamba la la

«‘Zamba Puta'» La Lá

Perú

Bossa nova - Folk pop - Música de cantautor

2017

Independiente

La Lá es una cantautora peruana, nacida como Giovanna Nuñez. En el año 2017 publica su segunda producción de estudio llamada «Zamba Put, una delicada pieza de la música latinoamericana del nuevo siglo. Un título, por más polémico, tiene su razón de ser. En el país andino se le llama zamba a aquella mujer de rasgos afroperuanos y suele usarse de manera despectiva. Es una forma de denigrar a la mujer por su apariencia física y el término peyorativo “puta” que acusa la libertad sexual o como bien lo acota la artista: «El hecho de que quiera ofendérsenos haciendo alusión a nuestro cuerpo y a nuestra conducta sexual, es una evidencia de que no está socialmente aceptado que nosotras ostentemos autonomía sobre nuestra sexualidad. Lo socialmente propuesto para nosotras es el lugar del objeto. Este álbum quiere contribuir al cambio de paradigma sobre lo femenino, pues una cosa no tiene derechos». 

Musicalmente La Lá sumerge al escucha en una aventura retrospectiva a través de folclor, bossa-nova, jazz, MPB, zamacueca y otros sonidos, con una instrumentación sutilmente ensamblada y liderada por la guitarra de José Pablo Menajovski. María Alejandra Bustamante, del dúo Alejandro y María Laura, acompaña con el mellotron. La coproducción estuvo a cargo de Giovanna y Juanito El Cantor. La Lá también nos muestra su capacidad para condensar en un poco más de 24 minutos todo un discurso social sobre los sentimientos de la mujer latinoamericana del siglo XXI. 

Son nueve hermosos cortes donde se destacan algunos como “Bebés”, una elegante ejecución de jazz que habla de la importancia de la maternidad. Luego le sigue una sofisticada bossa en “Caramelo”, que cuenta con una flauta delirante, así como el devaneo de una mujer ante la mirada afectiva de un hombre. En “Primor” se plantea, cual receta de cocina, el peligro de las relaciones tóxicas y machistas; un apartado para “Linda Bler” donde La Lá ironiza sobre la autocomplacencia femenina. Aquí es apoyada vocalmente por su hermano. Finalmente “La felicidad”, una zamacueca peruana que es un himno a la libertad de la mujer, inspirada en muchas relaciones que pasaron de dolorosas a incondicionales.

«Zamba Puta» es una declaración de principios femeninos y feministas, una denuncia sobre la situación de las mujeres dentro de la vida doméstica y su rol dentro de la sociedad, pero también es un disco que conecta con batallas ganadas por las mujeres, por sus libertades artísticas y personales.

Felipe Figueroa

51

eduardo mateo solo

«Mateo solo bien se lame» Eduardo Mateo

Uruguay

Candombe - Música de cantautor

1972

Discos De La Planta

Si tuviésemos que escoger los mejores discos de rock uruguayo, allí estaría Mateo solo bien se lame. Lo mismo ocurriría si eligiéramos los mejores discos de folk rock latinoamericano o aquellos discos que mejor encarnaron el hipismo con identidad vernácula durante los años setentas.

El debut solista de Eduardo Mateo es uno de los tesoros mejores guardados del Cono Sur, lamentablemente poco conocido fuera de sus fronteras nacionales, tal vez, debido a la temprana muerte del cantante que, a diferencia del argentino Tanguito, no ha sido inmortalizado en la pantalla grande.

Para el momento de la grabación, el cantautor no era un desconocido. Ya acumulaba prestigio acompañando a Rubén Rada en los inicios de El Kinto, grupo señero del candombe-beat, movimiento estético y cultural que adosó un carácter único al rock uruguayo, similar a lo hecho en zonas culturales como el litoral central de Chile y el altiplano boliviano, con grupos como Los Jaivas y Wara, respectivamente. Mateo, a diferencia de sus contemporáneos, abrazaba los nuevos tiempos desde una mirada más existencial, política y contracultural que con el ímpetu del flower power.

Pese a suscribirse a un estilo más bien reposado como es el folk, el álbum transmite un riesgo exquisito y sobrio al grabarse prácticamente en una toma, capturando la intensidad, delicadeza e hiperestesia de un juglar moderno como fue Mateo. Un disco que no fue sencillo de grabar, dado los problemas que Mateo entonces tenía con su temperamento e intereses contradictorios y que se percibe en los diálogos con Carlos Píriz (el técnico encargado de la grabación) al inicio de algunos tracks.

Durante los cuarenta minutos del LP, las cadencias del folk que sirven como columna vertebral se mezclan con percusiones charrúas más cercanas al candombe que al blues, que lo emparentan con ejercicios lisérgicos como el del brasileño Manduka, por sobre la cantautoría más tradicional de León Gieco al sur del Río de la Plata. Muestra de esto es “Uy, qué macana”, que parece perder el control métrico y armónico al final del track, la hermosa “De nosotros dos” que, de clara inspiración Beatle, hoy sería pieza de colección de cazadores de tesoros de bathroom pop o lo-fi music. La suerte de reminiscencia a Brian Wilson y Syd Barret en “Tras de ti”, la melancólica “Niña”, acompañada con las voces de Horacio Molina y el grupo Quinto de Cantares, y el histriónico bossa “Jacinta”, como testimonio de un estilo que tanto gustaba cultivar.

Dato para la causa: las guitarras, voces y percusiones fueron todas grabadas por Mateo en cuatro pistas. Al mismo tiempo, el disco fue un éxito de ventas convirtiéndose en uno de los álbumes más rentables de la primera edad del rock latino, debido a su baja inversión y alto retorno.

Eduardo Mateo, divagante y genio, ha influido a nombres como Jaime Roos y la banda Buenos Muchachos, constituyéndose en uno de los pilares más sólidos de la música uruguaya, pese a su particular –cautivador, enternecedor y a veces irascible- estilo. Hoy descansa a la izquierda de quién sabe qué dios, mientras nosotros acá lamentamos su temprana partida de este plano que, tras escuchar su debut discográfico, pareciera ser demasiado pequeño para él.

Cristofer Rodríguez

52

«Abraxas» Santana

Estados Unidos

Rock latino

1970

Columbia

Un día, al bajar del auto y dirigirse a un parque local de San Francisco, un joven inmigrante mexicano, Carlos Santana, se topó con un peculiar paisaje musical que describía el anhelado sonido que buscaba: “Había tres bandas, una banda latina, una banda de mariachi y una banda de blues, y cuando las escuchaba todas al mismo tiempo, dije: esto suena bastante bien, ese es el sonido que quiero conseguir». La amalgama de sonidos que escuchó ese día resultaría ser el predecesor de lo que Santana y un grupo de músicos locales mostrarían al mundo, y cuya influencia cambiaría lo que era posible con el rock.

Originario de Autlán, Jalisco, Santana había aprendido a tocar la guitarra en la adolescencia cuando quedó fascinado con el blues y el rock and roll en Tijuana. Cansado de tocar el violín con su padre en el mariachi local que tocaba en cantinas de mala fama, fue en el blues y el rock and roll donde Santana encontró su vocación. Desafortunadamente, el estilo de vida de Tijuana resultaría demasiado caótico para la familia Santana y finalmente emprendieron el viaje hacia el norte escapando de una vida de pobreza e incertidumbre. San Francisco sería su lugar de aterrizaje. La mezcla de culturas y la apertura a la experimentación fueron las adecuadas para que floreciera la creatividad del joven músico. Durante su búsqueda de su sonido característico se toparía con muchos músicos locales, lo que finalmente lo llevaría a la formación que causaría una revolución en el rock.

La formación que catapultó a Santana al estrellato incluía al percusionista nicaragüense Chepito Areas, el teclista Gregg Rollie, el conguero Michael Carabello, David Brown en el bajo y el adolescente Michael Shrieve en la batería. En cierto modo, eran como una especie de banda de jazz, ya que todos traían sus influencias y las demostraban durante sesiones de improvisaciones. Rápidamente reunieron un gran número de seguidores locales en San Francisco que asistían constantemente a las sesiones de “jam” del grupo en el Fillmore Auditorium. Durante una de esas sesiones improvisadas, el promotor del concierto Bill Graham les sugirió que aprendieran a tocar canciones y les consiguió una audición con Clive Davis de Columbia quien rápidamente los firmó a la disquera. Para promocionar su álbum debut, Graham les consiguió un concierto en el novedoso Festival de Woodstock. Woodstock acabaría presentando a la banda al mundo, cuando se estrenó la película del concierto. Santana se convertiría de la noche a la mañana en una sensación cuyo álbum debut vendería millones.

En 1970 estaban listos para grabar su segundo álbum, el que mostraría al mundo que no eran sólo un acto novedoso sino una banda con un sonido único que traspasaba los límites de lo posible. Hubo enfrentamientos dentro de la banda, sobre la dirección que debía tomar la banda. Santana quería incluir una versión de «Oye como va» de Tito Puente y su «Samba pa ti», instrumental de guitarra. Pero algunos miembros de la banda se resistían, porque no lo veían como rock. Al final Santana les dio el ultimátum: o incluían las canciones o tendrían que buscar otro guitarrista. Sabiamente, eligieron incluir las canciones.

Abraxas demostraría al mundo que esta banda no era algo pasajero. Cada miembro está en su cima. En «Se a cabo» las ardientes percusiones de Areas y Carabello recordaban al sonido de la Fania de Nueva York. En «Oye como va» le da un giro radical a la clásica canción de Tito Puente, la combinación entre la guitarra de Santana y el órgano Hammond de Rollie crea este tono estridente y sensual del que carecía el original. La mística versión de “Black Magic Woman” y “Gypsy Queen” fueron el homenaje de Santana a Peter Green de Fleetwood Mac y al guitarrista húngaro Gábor Szabó, quienes desempeñaron papeles fundamentales en la formación de los tonos de guitarra de Santana. El álbum vendió millones y se convirtió en el primer álbum número uno en Billboard para la banda. Más importante aún que las ventas, fue la influencia que tuvo en la escena del rock mundial. Las incorporaciones de sonidos propios ayudarían a inspirar a generaciones de bandas.

Julián Jiménez

53

SONORA dinamita ritmo

«Ritmo!» Sonora Dinamita

Colombia

Cumbia - Cumbia colombiana

1960

Discos Fuentes

Este disco es un pilar fundamental en el desarrollo y difusión de la cumbia colombiana, desde luego bajo la iniciativa de la mítica compañía Discos Fuentes y con un quirúrgico casting de once músicos liderado por la voz del histórico Lucho Argain. Se puede decir que hablamos de un All Stars del Atlántico colombiano integrado por Lalo Orozco en el piano, Clodomiro Montes en la batería, Saúl Torres y Ángel Mattos en las trompetas, Pedro Laza en el bajo, Guillermo Martínez en la guitarra, Gil Cantillo en el tres, Poli y «Mono» Martínez en los coros y Enrique Bonfante en las congas.

La Sonora Dinamita, que en sus inicios iba a llamarse Sonora Buscapié, nació en Cartagena de Indias. Muy pronto la agrupación se trasladó a Medellín, ya bautizada, para enfrentar la grabación de su primera producción musical, que recibió el nombre de Ritmo!. En los años sesenta y bajo el mando de don Antonio Fuentes, las grabaciones se realizaban a orquesta completa, no podía haber errores en la ejecución, aunque muchas veces don Antonio decía: “¡Déjenla así, que eso es lo que va a gustar!”, algo que quedó muy plasmado en los doce temas que componen Ritmo!, de los cuales dos de ellos comenzaron a sobresalir en las emisoras de radio: “Mayen Raye” y “Yo la vi”, ambas composiciones del propio Lucho Argain.

El álbum cumplió con las expectativas y exigencias de la compañía disquera y reflejó el gusto por el sabor tropical que impuso La Sonora Dinamita, algo que no pasó desapercibido por el público colombiano que volvió clásicos temas como la versión de “La boa” y “Si la vieran”. 

Ritmo! significó el puntapié tanto para la Sonora Dinamita como para Luis Pérez Cedrón, mejor conocido como Lucho Argain, que con el paso del tiempo y una separación que duró catorce años, convirtieron a la cumbia en un gran producto que terminó conquistando Centroamérica y México.

Felipe Figueroa

54

sonora matancera desfile

«Desfile estelar» La Sonora Matancera

Cuba

Bolero - Guaracha - Mambo

1954

Seeco

Hablar de Sonora Matancera es hablar de la evolución del son cubano en el siglo XX. Se formaron en 1924 en la ciudad de Matanzas, Cuba bajo el nombre de Tuna Liberal. Con el paso de las décadas evolucionaron junto al son cubano, guaracha, bolero, guaguancó, y el chachachá. Agregaron instrumentos y músicos buscando un sonido distinto que les ayudará a forjar una carrera longeva. Para finales de los cuarenta, bajo la dirección del guitarrista Rogelio Martínez, la banda encontró una estabilidad en el conjunto que les ayudaría a crear una escuela por todo el caribe.

La década de los cincuenta marcaría el inicio de la época dorada de la Matancera. Viajaban continuamente por todo el continente llenando teatros a diestra y siniestra. Llegaron a ser conocidos como un semillero de cantantes tropicales, donde artistas como Celia Cruz harían sus debuts profesionales. También eran conocidos por utilizar cantantes invitados (como Daniel Santos y Myrta Silva) en presentaciones y discos. Usaban su fama como plataforma donde los cantantes podían brillar y hacerse de un nombre a nivel regional. La amplia gama de cantantes que utilizarían les permitió abordar diferentes géneros y arreglos en beneficio del oyente.

Donde mejor se ejemplifica esa variedad es con el LP de 1954 Desfile estelar, (que fue lanzado más tarde en 1957 con canciones adicionales y bajo el nombre de Desfile de estrellas). Donde el veterano arreglista Severino Ramos tuvo la capacidad de moldear cada canción a las características del cantante. El disco arranca con el clásico «Piel canela» cantado por su compositor Bobby Capó. Capó originalmente grabó la canción con la Matancera debido a la insistencia de Rogelio Martínez, que al instante se dio cuenta de la poesía lúdica de la canción. Esta versión mezcla el bolero y el chachachá, que encaja perfectamente con el romanticismo juguetona de la canción. Uno se puede imaginar cantando ese coro inmortal “Me importas tú, y tú, y tú, y solamente tú, y tú, y tú” fácilmente en una cita romántica o para hacer reír a un bebé. 

En la canción, “Ritmo, Tambo y Flores”, una joven Celia Cruz, acompañada por «Caíto» Díaz Alonso y Rogelio Martínez en coros, ofrece una actuación imponente en una guaracha incesante que alcanza su punto máximo cuando Calixto Leicea y Pedro Knight y sus trompetas candentes le dan otro color a la melodía. Una de las canciones más destacadas del disco es el clásico bolero «Una aventura», compuesta por la cantautora venezolana Conny Méndez. La melancolía innata de la composición es interpretada magistralmente por Vicentico Valdés, cuya entrega impregna al oyente con una contemplación por un amor perdido que solamente un buen bolero es capaz de hacer. 

El álbum cuenta con otros cantantes invitados como Bienvenido Granda, Daniel Santos, Alberto Beltrán, Nelson Pinedo, Gloria Díaz, Olga Chorens, Celio Gonzales, Rodolfo Hoyos y Tony Alvarez, quienes se pasean por canciones del catálogo de la agrupación. Canciones y sonidos que recorrieron un continente y que convirtieron a la Sonora Matancera en embajadores de la cultura cubana.

Julián Jiménez

55

ELZA soares a mulher

«A mulher do fim do mundo» Elza Soares

Brasil

Rock - Samba - Vanguarda paulista

2015

Circus

Un testimonio poderoso, digno y desgarrador, el reflejo musical de una mujer que vivió su vida al máximo, cantando, a pesar de haber enfrentado innumerables adversidades desde su infancia. A sus 85 años, edad con la que grabó este trabajo, Elza Soares era una fuerza de la naturaleza, el prototipo del ser humano perfecto, inalcanzable, que mientras más viejo, más sabio y, no solo eso, más fuerte.

Mujer, negra, exiliada, autodidacta, de clase trabajadora y marcada por la pérdida de cinco de sus hijos, Elza Soares en A mulher do fim do mundo interpreta temas que dan frente a la violencia doméstica, el sexismo, la precariedad urbana, mientras enaltece la negritud y el amor a la madre con una voz a la que solo ella podría darle legitimidad.

Diferente del objetivo inicial, que era hacer un álbum de reinterpretaciones subversivas de sambas clásicas cantadas por Soares, A mulher do fim do mundo terminó siendo un álbum de canciones inéditas. El nombre proviene de una canción escrita por Rômulo Fróes y Alice Coutinho, que hacía reverencia al ejemplo de vida de la sambista que tanta inspiración había aportado a ellos. La existencia de esta canción inspiró a Guilherme Kastrup, al mismo Rômulo y a Celso Sim —siendo este primero el productor ejecutivo y los otros dos los directores artísticos del disco— a optar por incorporar temas originales dedicados a la figura y al espíritu de Elza, basados en sus experiencias y compuestos especialmente para que su voz las interpretara.

El disco finalmente fue grabado en los estudios Red Bull y los Toca do Tatu, en São Paulo, y en el Estúdio Ciatec, en Río de Janeiro, entre los meses de abril y mayo de 2015. Elza, junto a músicos experimentales, como los guitarristas Kiko Dinucci de la banda Metá Metá y Rodrigo Campos de Passo Torto, y el mismo Kastrup encargándose de arreglos en baterías, entre algunos otros jóvenes de la escena de la vanguardia paulista, crearon sambas abrasadoras que combinaban fibras oscuras del jazz, punk y noise-rock más vanguardista, haciendo un tándem perfecto entre una subversiva MPB, la música de vanguardia y la voz ronca y vigorosa, llena de saliva y de coraje de Elza Soares.

«Coração do mar», una adaptación musical de un poema de Oswald de Andrade, establece el tono de introspección y crítica social para abrir paso a la canción homónima del disco; que define la singular fuerza de Elza y la samba exploratoria que recorrerán las siguientes pistas, —es un puñetazo directo a la cabeza si no estás preparado para lo que vas a escuchar—. «Maria da Vila Matilde», primer corte de difusión, acusa la violencia doméstica no sólo a través de su voz, también con esos sonidos de trombones, riffs de guitarra y bajos contundentes. «Luz vermelha» es una oda al director del cine marginal brasileño Rogério Sganzerla, que se desliza desde su geométrica apertura hacia un clímax frenético de persecuciones. Y «Benedita» narra el asesinato violento de un policía abusador a manos de una mujer trans adicta al crack. Cada pista del álbum no solo refleja las experiencias personales de Elza, sino que también ofrece un retrato del Brasil contemporáneo. El disco cierra con un lamento fúnebre que trata sobre su madre donde finalmente Elza nos permite escucharla exhausta y machacada por su dolor. 

Indudablemente, este fue el mejor disco de su carrera, y si no fue el mejor, fue el más testimonial y provocativo; ni la mitad del mundo tiene la fuerza que tenía Elza Soares ni la otra mitad la pureza de su corazón.

Ernesto Martín del Campo

56

tigres del norte contrabando

«Contrabando y traición» Los Tigres del Norte

México

Norteño

1975

Fama

Curioso viaje el de la música norteña, que nació al calor de la inmigración en la frontera de México con Estados Unidos a finales del siglo XIX. Y por partida doble, ya que los alemanes y checos asentados en el valle de Texas llevaron consigo sus acordeones, sus polkas y sus valses. Y los braceros mexicanos que laboraban en los campos aprendieron esa técnica y repertorio, adecuándola después a sus rancheras, boleros y corridos. Hoy la música norteña es una industria que mueve millones, y que no para de generar nuevas corrientes y nuevos ídolos. Pero si hay un nombre indispensable que puede ser conocido en gran parte del mundo son Los Tigres del Norte.

A finales de los años sesenta, un grupo de hermanos de Mocorito, Sinaloa, que se ganaban la vida tocando en varias ciudades de la frontera, llegaron a San José, California, donde consiguieron un contrato con el sello Fama y empezaron a grabar sus primeros discos.  Pero nada importante sucedía hasta que salió en 1975 Contrabando y traición, convirtiéndose en su primer gran éxito. ¿Será que Hernán dejó de tocar el contrabajo para adoptar el bajo eléctrico, dándole a la banda un sonido más potente? ¿Será que Jorge y Hernán dejaron de cantar haciendo armonías (esa característica de la música norteña antigua) para dar paso a una sola voz solista otorgando un carácter más moderno? ¿Será que el tema que da título al álbum, “Contrabando y traición”, logró conjuntar a la perfección una mezcla de narcocorrido con historia pasional? 

“Salieron de San Isidro, procedentes de Tijuana, traían las llantas del carro repletas de hierba mala. Eran Emilio Varela y Camelia La Texana”. Pocos temas pueden tener un inicio tan célebre y contundente. Pero si los corridos “siempre cuentan la verdad”, ¿quién fue Camelia La Texana? ¿Fue acaso real? Por más que muchas personas hayan querido rastrear a la Camelia verídica, la realidad dice que Ángel González, autor del tema, creó una historia de ficción. Pero su realidad literaria es tal que dio pie a películas, una novela de Arturo Pérez-Reverte y hasta una telenovela. ¿En dónde radica esa magia detrás de los espejos de la realidad y la ficción? Quizá se deba a que el tema no es el contrabando, ni el narcotráfico, sino la traición amorosa, ese sentimiento universal que tanto le ha dado a la historia de la música popular: “Una hembra si quiere un hombre por él puede dar la vida. Pero hay que tener cuidado si esa hembra se siente herida”.

Aparte de “Contrabando y traición”, el disco recoge otros corridos (“El chicano”, “La mesera”) y polkas rancheras de índole romántica. Aunque es en los temas bailables, entre cumbias y sones juguetones (“La tinajita”, “El porro”, “A quién no le gusta eso”, “La rascadera”), donde Los Tigres pueden aprovechar su instrumentación sui generis que combinaba el acordeón y el saxofón, estableciendo su marca de la casa.  En resumen, aquí está el punto de partida que llevó a Los Tigres del Norte a convertirse en la banda más internacional de la música norteña, con 40 millones de copias vendidas, siete premios Grammy y un MTV Unplugged. Nada mal para un grupo de hermanos que salieron de Mocorito.

José Juan Zapata

57

saicos wild teen

«Wild Teen – Punk from Perú 1965» Los Saicos

Perú

Rock

1999

Electro Harmonix

Algunos compilados logran tal poder de síntesis y éxito, que son capaces de transformar un fenómeno local en universal. Otros consiguen sacar del olvido a un grupo cuyo periodo de actividad se remonta a cuatro décadas antes de la edición de la antología. Y están los compilados que consiguen construir un mito y reescribir la historia. Todo esto lo consiguió la recopilación Wild Teen – Punk from Perú 1965, que recogió todos los sencillos de la banda de rocanrol peruana Los Saicos a partir de un casete que llegó de Lima a Madrid.

Vamos al grano, pues la pregunta es ineludible ¿Son Los Saicos los inventores del punk? O, más inquietante aún ¿Es punk lo que hacían Los Saicos? Es difícil responder y dejar a todos los lectores contentos haciendo un análisis detallado en las pocas líneas que componen esta crónica. Más difícil aún es hacerlo en estos tiempos de inmediatez y haters de redes sociales.

Sin embargo, más allá de interpretaciones, musicalmente, independiente de si es punk o no lo que hizo el cuarteto de Perú, su performance musical es un enérgico ejercicio de garaje, rocanrol y surf grabado con actitud punzante e incendiaria, de lo más estridente que se pudo escuchar en esos años en Sudamérica, más cerca de lo hecho por sus contemporáneos Link Wray, The Sonics, ? and the Mysterians y The Poets, que de The Clash, Ramones o Sex Pistols.

Aun así, el álbum incluye clásicos como “Demolición” y “Ana”, y permitió al grupo gozar de una merecida fama mundial por su particular, adelantado y rabiosa contribución a los orígenes del rock latinoamericano.

La historia de este disco, sin embargo, exuda punk sin lugar a dudas: Un peruano llamado Paul Hurtado que ejercía de DJ en Madrid solía contar historias fascinantes de la música de su país a un vasco llamado Iñigo Pastor, la más impactante de todas, la de esta banda salvaje que no sonaba ni a Los Teen Tops, ni a Sandro o a esas cosas que escuchaba la gente en ese tiempo, como escribió Hurtado en la contraportada del disco. Con un casete en mano le hizo oírlo, y Pastor se sintió en la responsabilidad moral de editarlos en España. Debido a las dificultades y presupuesto que contaban apenas trabajaron sobre ese casete para realizar una masterización y editar el disco en 1999 con apenas 500 copias.

El sello nunca contactó a la banda. Según la leyenda, Los Saicos habían desaparecido de la misma forma que se formaron: sin ninguna razón. Ese disco hecho en forma de guerrilla y con ímpetu de difusor musical terminó tomando forma de culto a través del internet, intrigando a los coleccionistas de música que llenaban de interrogantes los foros de inicios del siglo XXI ¿Quiénes eran estos sudamericanos que sabían rockear?

El círculo se completa cuando los viejos integrantes toman contacto con los responsables de su edición. Posteriormente se desempolvaron los viejos masters para compilaciones venideras. Vendrían las reuniones eventuales de los miembros vivos, los documentales donde le preguntan a Iggy Pop si los oyó y los covers por artistas en los cinco continentes.

Que sus antiguos sencillos hoy sean material preciado de coleccionistas de alrededor de todo el globo, confirma el tamaño de la leyenda que, tal vez, sin este disco, todavía no saldría de las fronteras de América Latina. Una leyenda que sobrepasa cualquier discusión, cuando una banda en un rincón del planeta, sin importar su lengua materna, comienza a gritar: «Demoler, demoler, demoler».

Cristofer Rodríguez y José Luis Mercado

58

Quilapayun Cantata

«Cantata de Santa María de Iquique» Quilapayún

Chile

Cantata popular - Nueva canción latinoamericana

1970

Jota Jota

Quilapayún, los creadores de ese himno internacional llamado “El pueblo unido jamás será vencido”, ya eran una agrupación destacada dentro del escenario de la nueva canción chilena y latinoamericana en 1970. Con seis álbumes editados a la fecha, incluido Canciones folklóricas de América (1968) junto a Víctor Jara, el grupo formado por Julio Carrasco y Julio Numhauser en 1965 y bajo la dirección artística de Eduardo Carrasco, comienza a grabar la Cantata Santa María de Iquique hacia finales de 1969.

Con letra y música escritas por el destacado compositor chileno Luis Advis especialmente para que las interpretara Quilapayún, y con los estremecedores relatos del actor Héctor Duvauchelle, la Cantata Santa María de Iquique se edita en el mismo año en que asume Salvador Allende como presidente de Chile, y si bien es una historia de hechos ocurridos en 1907 en el norte de Chile, es casi premonitorio de lo que ocurriría solo tres años después en todo el país.

En la Cantata se intercalan piezas instrumentales, relatos hablados sin música, y canciones, en la que cada pieza es interpretada de una forma que toca el alma y no deja indiferente a los hechos que cuenta, demandando una escucha con atención de parte del oyente, porque cada relato y canción es clave en la historia. Mezclando elementos e instrumentos folclóricos andinos, como la quena y el charango, con aquellos más propios de la música académica, como el violoncello y el contrabajo, y pensado como álbum conceptual, fue un paso adelante en el desarrollo de la nueva canción chilena y latinoamericana.

El álbum está estructurado como una historia que avanza, desde las condiciones miserables en que trabajaban los mineros del salitre en el desierto más árido del mundo, descritas en el “Relato I”: “…verán castigos humillantes / un cepo en que fijaban al obrero por días y días contra el sol / no importa si al final se iba muriendo”; pasando por la unión y decisión de ellos de reclamar con justicia por una mejor situación en el “Relato II”: “Es justo lo pedido y es tan poco / ¿tendremos que perder las esperanzas”; y en la conmovedora “Vamos mujer”: “Vamos mujer / partamos a la cuidad / Todo será distinto / no hay que dudar”; la solidaridad de otros trabajadores en el “Relato III”, pero también el miedo generado en la ciudad de Iquique por la llegada de los mineros bajando desde el desierto, en “Interludio cantado”; hasta llegar a las trágicas consecuencias de ser callados de una forma criminal por los militares en “Canción-letanía”: “Murieron tres mil seiscientos / uno tras otro”.

Aun cuando la Cantata cuenta una historia de un momento y punto geográfico específicos, es también la historia del trabajador latinoamericano, de las injusticias que ha sufrido y de las respuestas de los sectores dominantes de cada país a sus demandas. Lo anterior junto a la crudeza del relato y la fina mezcla musical hacen de ésta una obra imperecedera de la música latinoamericana.

Jorge Cárcamo

59

ismael rivera esto

«Esto sí es lo mío» Ismael Rivera y sus Cachimbos

Puerto Rico

Salsa - Salsa dura

1978

Tico Records

Llevaba el Caribe entero en su voz única, cargada de polirritmia. Y es que uno de sus grandes atributos era el dominio de una diversidad de géneros puertorriqueños, cubanos y latinos en general. A esto se sumaba el manejo inigualable de la improvisación.

No sólo era capaz de imitar sonidos de instrumentos y objetos; sino que iba más allá, por ejemplo, a través de juegos vocales y onomatopéyicos, construía una amplia variedad de rimas. El efecto que este estilo de fraseo todavía logra es algo indescriptible por lo asombroso.

Ismael Rivera era un cantante de oído e intuición. Aún no se sabe si era magia lo que hacía -también conocido como el Brujo de Borinquen-, pero sí hay certeza de su encantamiento con ese recurso divino que era su voz.

«Cual buen sonero, Maelo no versaba en un espacio fijo, sino que arrojaba sus invenciones melódicas encima de las voces del coro, haciendo alarde de su maravilloso e instintivo dominio de la clave», dice el periodista puertorriqueño Hiram Guadalupe Pérez, en el capítulo sobre Ismael Rivera, del libro Historia de la salsa (2005).

Sus cualidades ya las había demostrado en su etapa junto a su compadre y percusionista Rafael Cortijo. Fue en su siguiente fase, como director de su propia orquesta Los Cachimbos, cuando sacó a flote todo su fraseo, sentimientos, puesta en escena; realmente, su arte a plenitud y su forma de ser. A Rivera lo caracterizaba su espontaneidad. Su profesionalismo y naturalidad iban de la mano como dos elementos que se necesitan entre sí.

Durante este ciclo, el Sonero Mayor dejó discos antológicos, que hablan acerca de él, de su Puerto Rico, de sus raíces, de la cotidianidad del latino, de sueños, añoranzas, y de tantos temas. Y uno de esos trabajos es Esto sí es lo mío. Se trata de una obra que contiene himnos latinoamericanos como «Las caras lindas», de Catalino Curet Alonso, que es una clase de soneo, además, donde Rivera establece un contrapunteo, a punta de voz, con el tresista Mario Hernández. 

Además, el cantante ofrece un disco muy variado en cuanto a géneros musicales, ya que hay guaracha, son montuno, bolero y bomba. Hay que recordar que Maelo siempre fue un cultor y defensor de los ritmos típicos puertorriqueños como la bomba y la plena, y esta producción no fue la excepción.

En el álbum también se hallan otros clásicos como «La Perla», «Comedia», “De medio lao”, «Ella no merece un llanto» y  «A medias no», con la participación de un coro de lujo: Héctor Lavoe, Rubén Blades, Adalberto Santiago y Néstor Sánchez.

Esto sí es lo mío es un registro que refleja la identidad musical de Ismael Rivera mediante su capacidad expresiva, los arreglos de cada pieza, y la narrativa social y poética. Ya el nombre lo dice todo.

Mercedes Sanz

60

«El sonido selvático» Los Mirlos

Perú

Cumbia - Cumbia peruana

1973

Infopesa

La cumbia es uno de los géneros más representativos de América Latina, donde cada región adopta su forma de hacerla. En Perú a finales de los sesenta y principio de los setenta se consuma lo que conocemos como la cumbia amazónica con agrupaciones como Los Destellos, Los Wembler´s y Los Mirlos, que con su disco debut dieron un golpe de autoridad.

La cumbia amazónica tiene los elementos de la cumbia tradicional con ritmos propios de la región amazónica e incluye influencias de rock psicodélico y funk, donde la guitarra eléctrica juega un papel fundamental en su concepción, como bien lo explica Jorge Rodríguez, fundador de Los Mirlos: “Ese sonido que le da la guitarra es lo que impacta, te hipnotiza, te enamora”. Este subgénero se convirtió en una expresión cultural de la cordillera oriental peruana transmitida a todo el mundo.

Los Mirlos se fundaron en la ciudad de Moyobamba, originalmente como Los Saetas, pero al moverse a la capital Lima adoptaron su nombre inspirado en un pajarito amazónico que imita los sonidos que escucha. En 1973 bajo el sello Naranja de INFOPESA graban su álbum debut El sonido selvático. El álbum está conformado por doce cortes donde domina la cumbia, aunque también encontramos dos baladas y una guaracha, sin embargo, el primer tema destaca entre el resto. “El sonido de los Mirlos” es una de las canciones emblemáticas de la cumbia psicodélica, del sonido amazónico, que quizás junto a “Don Agucho” son los temas que más van definiendo el estilo de la agrupación formada por Jorge Rodríguez en la voz, Gilberto Reategui y Danny Johnston en las guitarras, Manuel Linares en el bajo, Hugo Jauregui en la batería, Wagner Grandez en los gemelos y Carlos Vásquez en los timbales.

Este disco, que su disquera denominó como tropical-pop en su contraportada del vinilo, tuvo gran difusión en los países vecinos al Perú hasta llegar a Argentina, donde tuvo una enorme repercusión. Tanto así que muchos especialistas aseguran que la influencia de Los Mirlos ayudó a crear la popular cumbia villera argentina.

Felipe Figueroa

61

elis & tom

«Elis & Tom» Elis Regina & Antônio Carlos Jobim

Brasil

Bossa nova

1974

Philips

A comienzos de 1974, Elis Regina y Antônio Carlos Jobim estaban en momentos distintos de sus respectivas carreras. Elis Regina ya era una figura muy popular, considerada una de las grandes voces de la MPB, con más de diez álbumes bajo el brazo y en una constante ascendente con cuatro grandes álbumes editados en los años anteriores (…Em pleno verão -1970-, Ela -1971-, Elis -1972- y Elis -1973-), pero le faltaba ese gran álbum consagratorio que uniera la aclamación del público con la crítica.

Antônio Carlos Jobim, por otro lado, ya era una figura más que consagrada de la música brasileña, creador de un gran número de clásicos y había participado de discos con reconocimiento a nivel internacional como Getz / Gilberto (1964) y Francis Albert Sinatra & Antônio Carlos Jobim (1967), y luego de eso, discos en solitario que se encuentran entre lo grande del repertorio brasileño como Wave (1967), Stone Flower (1970) y Matita Perê (1972). Pero 1974 lo encontraba en un período sin grandes ventas ni popularidad, viviendo en Estados Unidos y sin mucha visibilidad en su tierra natal.

Hay dos versiones de cómo se pensó el encuentro. Elis Regina estaba cumpliendo diez años con Philips, y una versión dice que el presidente de la discográfica, André Midani, le ofreció un regalo, y ella pidió “grabar canciones de Tom Jobim… con Tom”; pero otras versiones dicen que fue idea del mismo André hacerle ese regalo. Importa poco a esta altura, lo importante es que el 20 de enero de 1974 Elis Regina estaba viajando desde Brasil a Los Ángeles, donde Jobim la esperaba para, sin saberlo, hacer historia juntos.

El álbum, con la producción de Aloísio de Oliveira, y todas las canciones compuestas por Jobim (algunas junto a otros compositores), comienza con esos acordes inconfundibles de la versión que se convirtió en la definitiva de «Águas de Março», con Elis y Tom cantando casi como un juego, con ese solo de piano a media canción, y el final respondiéndose palabra a palabra y riéndose juntos. En “Pois É”, compuesta junto a Chico Buarque al igual que “Retrato em branco e preto”, el drama se apodera de los arreglos, con ese órgano y piano que acompañan a Elis. Y es que los arreglos son muy protagonistas del disco, con el trabajo del pianista, y entonces marido de Elis, César Camargo Mariano, la utilización del piano eléctrico queda como una marca registrada de la bossa nova presentada en Elis & Tom.

Y si el piano es muy protagonista en “Pois É”, “Só tinha de ser com você”, “O que tinha de ser” y en la triste “Inútil paisagem”, que cierra el disco; los arreglos de cuerdas lo son en “Modinha”, y “Por toda a minha vida”, y es en “Retrato em branco e preto” donde piano y cuerdas se encuentran de manera perfecta entre ellos y con la voz de Elis de una manera estremecedora, en otra versión definitiva que dejó este álbum.

Y es que el álbum está lleno de grandes piezas que con el tiempo se convirtieron en el estándar de dichas composiciones, ahí están “Triste”, “Corcovado”, “Fotografía”, con un bajo y un piano muy del jazz, y “Chovendo na roseira”.

Es así como con los maravillosos arreglos, la hermosa y dulce voz de Elis, la química que se siente a lo largo del álbum junto a Jobim, y las grandes composiciones elegidas de este último, no es de extrañar que Elis & Tom se haya convertido en uno de los discos brasileños más vendidos de todos los tiempos, y con gran recepción de la crítica. Un álbum consagratorio para Elis y que llevó a Jobim de regreso al éxito en Brasil.

Jorge Cárcamo

62

tito puente dance mania

«Dance Mania» Tito Puente and His Orchestra

Estados Unidos

Guaguancó - Mambo

1958

RCA Victor

Cada nota de Dance Mania de Tito Puente no solo suena, sino que irradia una energía electrizante que atraviesa géneros como el mambo, adornado con son montuno, guaguancó, latin jazz, cha-cha, bolero y guaracha. Este álbum es un testimonio musical y una crónica cultural de la latinidad que se forjaba en los Estados Unidos, siendo un híbrido con el que muchos se identifican. Puente creó un disco que abrió una puerta hacia el futuro de la música latina, una puerta que muchos otros artistas cruzarían. Esta producción musical se entrelaza con el movimiento de inmigrantes puertorriqueños en Nueva York que, en los años sesenta, dieron origen a lo que hoy conocemos como salsa.

El trabajo discográfico, grabado en 1957 contó con la voz del puertorriqueño Santos Colón y representa el trabajo más reconocido y exitoso del legendario percusionista, conocido también como el «Rey del Timbal» o el «Rey de la Música Latina». Es uno de los hitos en la música latina, considerando que en los años setenta artistas como Willie Colón, Héctor Lavoe y Celia Cruz establecieron récords de ventas. A diferencia de muchos discos de la época, que eran instrumentales o en inglés para no alienar a los angloparlantes, Dance Mania fue grabado en español, marcando un precedente histórico. Aunque la música latina en Estados Unidos no adoptó el español como estándar hasta bien entrada la década de los setenta, Tito Puente desafió esta tradición mucho antes. Una de las características más destacadas de este álbum es que los arreglos fueron realizados desde la perspectiva de un percusionista, lo que le confiere un sello distintivo particular. Esta perspectiva única se debe en parte a que durante la Segunda Guerra Mundial, Puente fue reclutado y estuvo involucrado en nueve enfrentamientos. Durante este tiempo, conoció a un piloto que era arreglista musical, quien lo introdujo al mundo de los arreglos.

En el contexto histórico del lanzamiento del disco aparece el famoso club Palladium, un ícono de los salones de baile para latinos. Tito Puente y su Orquesta brillaban con interpretaciones célebres como «El Cayuco», «Three Mambo» y «Hong Kong Mambo». Este lugar también fue un escenario frecuentado por otros grandes músicos como los hermanos Eddie y Charlie Palmieri, La Lupe, José Curbelo, Benny Moré y el combo de Cortijo con Ismael Rivera, entre otros. A pesar de la fuerte segregación racial en Estados Unidos, el Palladium destacaba como un bastión de integración racial, atrayendo a personas de todas los orígenes étnicos, incluidos estadounidenses blancos, especialmente de ascendencia judía o italiana.

Es así que Dance Mania es una pieza fundamental en la vasta discografía del músico, quien a lo largo de su carrera grabó la impresionante suma de 118 discos. Este álbum fue catalogado por el New York Times como una de las 25 grabaciones más importantes del siglo XX y ha sido incluido en el prestigioso National Recording Registry desde 2002. Además, figura en la lista 1001 Albums You Must Hear Before You Die, subrayando su influencia duradera en el panorama musical global. Más que un showman, —pues dato curioso, Tito Puente tuvo dos apariciones televisivas muy recordadas, en Plaza Sésamo y en Los Simpsons— el artista fue un virtuoso músico, compositor, arreglista, percusionista, vibrafonista y director, crucial en la evolución de la música latina a nivel mundial.

Angie Rojas

63

SUSANA baca

«Susana Baca» Susana Baca

Perú

Música afroperuana

1997

Luaka Bop

Susana Baca nació el 24 de mayo de 1944 en Lima, Perú, en una familia profundamente arraigada en la tradición de la música afroperuana. Desde su infancia, estuvo rodeada de músicos: su padre era guitarrista, su madre bailarina y sus primos fundaron el influyente grupo Perú Negro, lo que la influenció profundamente para dedicarse a la música. Formó un grupo de música experimental que fusionaba la música tradicional con poesía local, mostrando su interés por explorar y preservar las raíces musicales peruanas.

La carrera de Susana Baca alcanzó fama internacional gracias a su dedicación y talento. En 1995, el músico británico David Byrne, ex-integrante de Talking Heads, descubrió su música por una recomendación a través de un video grabado por un argentino en 1986 durante un festival en Lima. Impresionado, incluyó sus canciones en una compilación de su sello discográfico Luaka Bop, lo que marcó el inicio de una colaboración fructífera.

Susana Baca reconoce la influencia significativa de Violeta Parra y Chabuca Granda en su carrera. Chabuca Granda, una figura emblemática en la música peruana, fue mentora y amiga cercana de Susana, considerándola su sucesora en este ámbito. Su voz combina determinación con una cualidad etérea, explorando temas como el trabajo, el baile y el orgullo negro, en ritmos como zamba, festejo y landó, con compases como 6/8 o 12/8, distintivos de la música peruana.

El álbum de Susana Baca de 1997 representa un punto culminante en la carrera de esta destacada cantante peruana, fusionando de manera magistral las tradiciones musicales de su país con un acompañamiento minimalista que permite que su voz resuene con claridad y emotividad. Con canciones como «Negra presuntuosa», que ha sido destacada en numerosas compilaciones de música mundial, el álbum se posiciona como una joya en el género afroperuano y más allá.

Desde el inicio con «Negra presuntuosa», donde el cajón y la guitarra establecen un ritmo enérgico que acompaña la voz poderosa de Baca, hasta piezas como «Zamba Malató», que revitalizan la música folclórica peruana con su interpretación única, cada canción es una exploración profunda de las raíces culturales y musicales de Perú. La influencia sutil pero significativa en la instrumentación se entrelaza con la voz de Baca, añadiendo capas de complejidad y belleza a cada composición.

Las letras, como las reflexiones poéticas de «Heces» (basado en textos de Noel Nicola y César Vallejo), profundizan aún más en temas universales de memoria, nostalgia y el poder transformador del ritmo. Como Susana Baca misma expresa, la música no solo mueve el corazón con su cadencia y melodía, sino que también tiene el poder de contar historias ancestrales y mestizas, de conectar el pasado con el presente y de celebrar la libertad a través de su ritmo y expresión.

El álbum no solo destaca por la voz emotiva y técnica impecable de Susana Baca, sino también por la habilidad de crear un ambiente donde cada instrumento, ya sea el cajón, la guitarra, o la flauta andina, contribuye de manera integral a la atmósfera musical. La dirección musical de David Pinto, miembro de Perú Jazz, ayuda a mantener la cohesión y el impacto emocional de cada pista.

El disco es un testimonio vibrante de la riqueza musical y cultural de Perú, interpretado con pasión y maestría, elogiado por su calidad y la capacidad de Baca para conectar con el público. Activa en la promoción de la música afroperuana a nivel global, destaca por su compromiso con la cultura y la educación, siendo una figura respetada.

José Luis Mercado

64

calle 13 entren

«Entren los que quieran» Calle 13

Puerto Rico

Latino alternativo - Rap/Hip Hop

2010

Sony Music

René Pérez Joglar y Eduardo José Cabra son hermanastros y juntos fundaron Calle 13, en honor a la calle donde vivía René. Al visitarlo Eduardo debía identificarse con el guardia de seguridad como Residente o Visitante, de ahí surgen sus motes artísticos. En 2005 publican su primer trabajo discográfico y con él comienza a crecer su popularidad como la espuma. En 2010 llega Entren los que quieran su cuarto disco, el álbum con que confirmaron ser una de las agrupaciones latinoamericanas más trascendentes del siglo XXI, con un alto compromiso social y cultural en sus canciones.

Entren los que quieran es un trabajo con irreverencia política, incómodo y disconforme, pero a la vez refleja unión y esperanza. La banda, siempre ecléctica, experimenta con la fusión de muchos elementos como el rock, merengue, ska, bossa nova y la incorporación de sonidos del folklore latinoamericano, ukeleles del Hawaii y afrobeat. Residente afiló su pluma hablando sobre las injusticias, las desigualdades y el consumismo, mientras que Visitante manifiesta su madurez y maestría como arreglista.

Dentro de de los catorce cortes que componen este disco, hay que poner fina atención al tema “Latinoamérica” con estupendas apariciones de leyendas de nuestra música como la colombiana Totó La Momposina, la peruana Susana Baca y la brasileña María Rita y donde Calle 13 muestra su capacidad de crear canciones que potencien la unidad cultural del continente. También cuentan con la participación del argentino Gustavo Santaolalla en varios instrumentos. En el tema “Calma pueblo” encontramos una fuerte dosis de quejas llenas de rabia que Residente define así: «como si le dijéramos a la gente: deja todo lo que tengas entre manos. Sé que a veces no se puede abandonar todo, pero es importante tener esa actitud por la cual sentimos que es posible dejar todo a un lado de repente para darle una oportunidad a otras cosas diferentes que también merecen la pena», todo esto acompañado por la potente guitarra de Omar Rodríguez-López de The Mars Volta. Pero además hay otros cortes menos complejos, disfrutables, que a pesar de tener mensaje, pueden ser de escucha simple como “Vamo’ a portarnos mal”, “Muerte en Hawaii” y “La vuelta al mundo”.

Calle 13 muestra su evolución lírica y musical, muestra que la música urbana también es fuente de creatividad, de protesta y de impactantes mensajes, además dan por cerrada la polémica de si eran o no un grupo de reggaetón. Se agenciaron 9 Grammy Latino, que certifican la influencia de Residente y Visitante en la cultura latina.

Felipe Figueroa

65

mutantes

«Os Mutantes» Os Mutantes

Brasil

Pop psicodélico - Rock psicodélico - Tropicália

1968

Polydor

Un delirio colectivo de rock psicodélico y progresivo, con un atisbo de influencia de la música europea y americana, se destaca en el álbum debut homónimo de Os Mutantes. Entre los protagonistas se encuentran Rita Lee, Arnaldo Baptista, Sérgio Dias y Dinho Leme con colaboraciones destacadas de Gilberto Gil, Caetano Veloso y Jorge Ben. Por lo tanto, es difícil que en el álbum exista una sola canción que sea considerada mala. Es una producción musical que contribuyó a marcar el surgimiento de un movimiento que transformaría la música, el cine, el diseño y la arquitectura; desafiando las dicotomías arcaico/moderno, nacional/extranjero y cultura de élite/cultura de masas, que dominaron el debate social en los años sesenta en Brasil: el tropicalismo.

Inspirados por el canibalismo cultural del manifiesto de Oswald de Andrade, Os Mutantes no solo adoptan influencias extranjeras, sino que las antropofagizan y las convierten en algo inherentemente brasileño. Es así como el rock de los Beatles se entremezcla con el movimiento tropicalista, que a su vez abraza elementos del movimiento hippie y la rica tradición popular brasileña. En cada acorde y cada letra se traza un mapa hacia un nuevo sentido de identidad nacional. En este paisaje musical, lo internacional se entrelazó con lo local, mientras que el deseo de una renovación cultural se hizo palpable. A pesar de que el bossa nova y la Jovem Guarda dominaban la escena mainstream, para muchos brasileños no representaba sus verdaderos sentimientos ni su expresión artística.

En el corazón de este álbum se encuentra la canción «Panis et Circenses», una colaboración seminal con Gilberto Gil y Caetano Veloso. Este sencillo inmortaliza un sonido completamente nuevo, donde músicos experimentales alteraron el uso del acople, la distorsión y utilizaron técnicas de estudio de todos los tipos, grabada junto con otras pistas vanguardistas como «Bat Macumba» y «A Minha Menina» esta última, con arreglos de Rogério Duprat y compuesta por Jorge Ben, quien toca la guitarra acústica. Además, canciones como «O Relógio», «Senhor F» y «Ave Gengis Khan» adoptan sonidos industriales, eclesiásticos, circenses y reinterpretaciones sonoras propios de la naturaleza, reflejando su destreza compositiva y su habilidad para combinar lo tradicional con lo radicalmente moderno de la época.

El debut de Os Mutantes en el Festival de Música Brasileña de 1968 marcó un hito crucial en su ascenso. Su participación en este evento los catapultó al circuito de álbumes que revolucionaron la música brasileña. La recepción de los medios fue entusiasta, y Os Mutantes volaron a Cannes para presentarse en el Mercado Internacional del Disco y la Edición Musical (MIDEM). Regresaron rebautizados como «Les Mutants du Brésil».

El grupo editaría tres álbumes más antes de comenzar la paulatina partida de sus miembros originales, Mutantes (1969), A divina comédia ou ando meio desligado (1970) y Jardim elétrico (1971). Dejó una profunda influencia en numerosas bandas brasileñas como Pato Fu y Júpiter Maçã. Además muchas bandas independientes contemporáneas han reconocido públicamente cómo han sido moldeadas por el legado de este grupo. Incluso Beck, les rinde tributo en su canción «Tropicália» del álbum Mutations (1998) y su legado musical se convirtió en un referente histórico en los anaqueles de la música, siendo etiquetados como una banda de culto.

Angie Rojas

66

maldita circo

«El circo» Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio

México

Latino alternativo - Ska

1991

BMG México/Ariola

1991 fue un año revolucionario para el rock, al norte y al sur de la frontera idiomática del continente. De nuestro lado El circo fue uno de los mejores representantes. Tras años de malas experiencias en los llamados hoyos fonky, el rock mexicano empezaba a despegar con la reconversión de El Tri, el rock barrial de Botellita de Jeréz y el movimiento de Rock en tu Idioma encarnado en Caifanes. Hasta la incorporación en la escena de La Maldita Vecindad que, muy en concordancia con los movimientos musicales post shock neoliberal y en épocas de transiciones políticas que comenzaban a emerger en Argentina, Colombia y Chile, sumaron a su fórmula de rock elementos identitarios y del folclor nacional. Un gesto estético que la dupla compuesta por Aníbal Kerpel y Gustavo Santaolalla en producción supieron leer muy bien.

La primera canción, “Pachuco”, fue un lúdico hit que emplazó a las generaciones anteriores a permitir la posibilidad de vivir libremente a las juventudes, sin esconder la hipocresía que escondía la adultonorma en su forma de ver comprender la sociedad (“No sé cómo se atreven a vestirse de esta forma y salir así / en mis tiempos todas las mujeres eran serias, no había punk”). “Kumbala”, otro éxito, miraba con tono bohemio la canción profunda de los barrios mexicanos; “Un poco de sangre”, como el nombre lo dice, fue un shock de adrenalina en pleno recambio del rock latino (ver su presentación en la Inauguración de MTV Latino) y “Querida”, original de Juan Gabriel, fue uno de los primeros ejemplos de respeto que el rock rindió al Divo de Juárez.

Con la propuesta de El Circo, La Maldita Vecindad “dio vuelta toda la estructura del rock mexicano”, en palabras del periodista Enrique Lopetegui, ícono de la contracultura de inicio de los noventa. Pero el ska mestizo del sexteto influyó más allá de las fronteras mexicanas y conversó con otros ejercicios multiculturales y sudacas como Los Fabulosos Cadillacs y Mano Negra, y con nombres que pronto irrumpieron en el continente como Los Tres, Café Tacvba y Aterciopelados, tejiendo el centro más vital de la inolvidable escena del rock latino de los años noventa: la cultura alterlatina.

Cristofer Rodríguez

67

cerati bocanada

«Bocanada» Gustavo Cerati

Argentina

Art pop - Electrónica - Rock

1999

BMG Argentina/Ariola

Bocanada representa un punto de inflexión en la trayectoria musical de Gustavo Cerati, quien, tras la disolución de Soda Stereo, se aventuró en un territorio sonoro completamente nuevo. Este álbum, lanzado en 1999, no sólo marca un cambio en el estilo de Cerati, sino que también establece un estándar para la música electrónica en América Latina. Inspirado por grupos emblemáticos del género como Massive Attack y Portishead, Cerati fusiona hábilmente elementos de trip hop, downtempo y neo-psicodelia para crear un paisaje sonoro único y cautivador.

A pesar de la incursión en la electrónica, Cerati no abandona por completo sus raíces rockeras. Canciones como «Puente» muestran un sonido más cercano al pop rock convencional, demostrando la versatilidad del músico argentino. Sin embargo, es en la experimentación con samples y sintetizadores donde Cerati revela su genialidad y su capacidad para reinventarse. Como datos adicionales, «Verbo carne» contó con The London Session Orchestra, que grabó en los Estudios Abbey Road, Londres; y «Raíz» cuenta con un sample de Los Jaivas.

Las canciones permitían efusivas interpretaciones como las que atestiguaron quienes estuvieron en los conciertos de 1999, lo cual evidenció el impacto del álbum e hizo que cada asistente sea parte de la historia. Cerati demostró su destreza tanto en el estudio como en el escenario, consolidándose como un innovador en el panorama musical.

Con una duración de 70 minutos, Bocanada es más que un simple álbum, es una experiencia auditiva que desata la creatividad y la imaginación del oyente. Las letras introspectivas y melódicas añaden una capa adicional de profundidad emocional, convirtiendo al disco en una obra preciosa y trascendental. En resumen, Bocanada no sólo marca un hito en la carrera de Gustavo Cerati, sino que también deja un legado perdurable en la música latinoamericana, estableciéndolo como uno de los grandes genios del continente.

Felipe Figueroa y José Luis Mercado

68

vives clasicos

«Clásicos de la provincia» Carlos Vives

Colombia

Tropipop - Vallenato

1993

Sonolux

Dos hechos relevantes para Carlos Vives ocurrieron en 1991. Uno, la firma de una nueva Constitución en Colombia, que abría las puertas a la década del noventa luego de años de conflictos armados entre el Estado, los carteles de drogas y las guerrillas. Dos, el joven actor –entonces actor- protagonizó la teleserie Escalona, inspirada en la vida de Rafael Escalona, uno de los estandartes del vallenato. Para 1993, Vives ya era conocido como actor y una figura promisoria en la música, a la vez que había cultivado una afición por el rock, el pop y, cómo no, el vallenato, luego de su contacto con la vida de Escalona. A su vez, las nuevas condiciones históricas de Colombia hicieron que el país se reconectara con un nacionalismo costumbrista y deudor de su diversidad cultural. 

Todo esto tiene su resolución en el álbum Clásicos de la provincia. Si bien Vives gozaba de fama al interior de su país desde mediados de la década de los ochenta, su carrera no repuntaba a nivel masivo ni mucho menos fuera de las fronteras colombianas, pero la virtuosa fusión de emblemas del repertorio del vallenato, mezclados con rock, cumbia y pop, pusieron a Vives en el mapa de la música latinoamericana, con un éxito arrollador e inesperado para una música tradicional. El primer single, “La gota fría” –de Emiliano Zuleta-, condensaba todo lo que pronto hizo de Vives una las voces icónicas de la Latinoamérica de la década de los 90: un sonido fresco, un look atractivo, una música alegre, un espíritu rockero –escuchar “Matilde Lina”-, una banda con prestigio –donde destaca el acordeonista Egidio Cuadrado- y una producción propia de ejercicios de rock como Café Tacvba y Los Fabulosos Cadillacs. Y la comparación no es azarosa. La mirada que las juventudes colombianas tuvieron sobre sus raíces folklóricas es un proceso que se dio en México, Argentina, Brasil y Chile, renovando los sonidos vernáculos y llevándolos a una nueva generación a través de las posibilidades que la radio FM y MTV permitían. 

Clásicos de la provincia fue el primer empuje para que un joven Carlos Vives comenzara su conquista del continente y abriera las puertas a otros estandartes colombianos como Shakira y Juanes. En palabras de Vives “Habíamos formado un nuevo formato para nuestra tropicalidad, que no solamente disparó el orgullo del vallenato, sino que fue un nuevo sonido para nuestras canciones. Por eso le doy tanta importancia a ese álbum en mi vida”. El disco que definió buena parte de la Colombia de los noventa.

Cristofer Rodríguez

69

Irakere

«Irakere» Irakere

Cuba

Jazz - Jazz afro cubano

1978

Areito

En 1973 algunos músicos de la Orquesta Cubana de Música Moderna formaron Irakere con el objetivo de experimentar y a partir de ahí la agrupación se convirtió en un laboratorio musical con un estilo difícil de definir donde ninguna etiqueta encajaba por completo. Con Chucho Valdés y Paquito D’Rivera a la cabeza, ambos compositores y arreglistas, a quienes se unieron otros solistas e improvisadores, Irakere empezó a ganar reconocimiento que lo llevó a giras mundiales. De ahí se desprende, por ejemplo, este legendario registro formado por grabaciones en vivo del Festival de Newport de Nueva York y del Festival de Jazz de Montreux en Suiza, ambos del 78.

En este disco Irakere nos corrobora que lleva a Cuba no sólo en las percusiones, sino en la forma de tocar, en el sentido del ritmo y el fraseo de sus solistas, e incorpora elementos de la música afrocubana con los intrincados y vigorosos ritmos característicos de la música yoruba, como lo demuestran la suite “Misa Negra” y “Aguanile” compuestas por Chucho Valdés e “Ilya” de Arturo Sandoval. A estas influencias se suman otras: en los solistas Paquito D’Rivera y Arturo Sandoval intuimos a Charlie Parker y Dizzy Gillespie; en la maestría de Chucho Valdés apreciamos su formación en piano clásico y reminiscencias de jazzistas como Art Tatum. Desde la primera pieza “Juana Mil Ciento”, el grupo desborda energía desplegando gran intensidad y sofisticación a un ritmo frenético. La versatilidad de Irakere se evidencia con una reinterpretación del “Adagio” de Mozart, con arreglos de jazz de la mano de Paquito D’Rivera y solos notables de flauta que crean una atmósfera emocional profunda.

Este álbum se convierte en referencia para quienes deseen explorar y entender la música de Irakere porque captura gran parte de su esencia. Aquí encontramos la combinación del virtuosismo de cada uno de sus músicos, su destreza técnica, las raíces de su estilo y la energía explosiva de sus interpretaciones, por esta razón no sorprende que con este registro hayan obtenido el premio Grammy a la Mejor Grabación Latina.

El grupo se mantuvo activo hasta 2005 nutriéndose de los músicos más reconocidos de su país y a la vez siendo formador y semillero de talento. En la larga trayectoria que le consolidó como parte obligada de la música afrocubana pasaron integrantes de la talla de Carlos Averhoff, José Luis Cortés «El Tosco”, Enrique Plá, Jorge Varona, Óscar Valdés, Mayra Caridad Valdés y Jorge Luis Valdés Chicoy. Muchos de ellos formaron carreras solistas o conformaron otras agrupaciones extendiendo el impacto de la revolución musical iniciada por Irakere.

Iraí GH

70

tom ze estudando

«Estudando o samba» Tom Zé

Brasil

MPB - Samba

1976

Continental

¿Se puede estudiar jugando? Sí, si eres Tom Zé. 

Antônio José Santana Martins tuvo inclinación desde pequeño por la música escuchando la radio y a compositores como Luiz Gonzaga, a quien pertenecía la primera canción que aprendió a tocar en la gaita. Sin embargo, su vida cambió de rumbo para siempre a los 17 años cuando conoció la guitarra. Al comenzar su vida profesional se matriculó en la Escuela de Música de la Universidad Federal de Bahía; en esos años conoció y se presentó en un espectáculo junto a Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa y Maria Bethânia con un repertorio de canciones de bossa nova. En 1968 se mudó a São Paulo donde ganó un concurso a la mejor letra en colaboración con Rita Lee. Es en esta época en la que inicia con otros el movimiento Tropicalista.

De la generación y parte de Tropicália, Tom siempre tuvo un camino más bien propio, pero sin dejar de buscar en el pasado y en la MPB: ahí tenemos esa bellísima, y muy propia, versión de “A felicidade” de Vinicius de Moraes. Tom es MPB, es bossa nova y samba, pero también es experimentación. Tom canta con la sabiduría de un viejo que se divierte como un niño, y en cada canción te sorprende musical y líricamente: juega con la música como en la original samba “Vai (Menina amanhã de manhã)” o en el experimento instrumental repetitivo de “Toc”, en la que los instrumentos aparecen y desaparecen, mientras la viola suena incesantemente, obligando al oyente estar atento a cada detalle, e incluye grabaciones y voces que asombran hasta pararte de tu asiento. También juega con las letras y palabras como en la genial “Tô”, uno de los puntos más altos del disco, o en la reflexiva “Ui! (Você inventa)”. En ella repite melodías a medida que se divierte aclarándole a ese otro que representa el supuesto poder quién(es) realmente sostienen todo (“Você inventa a lei, E eu invento a obediencia; Você inventa a deus, E eu invento a fé”). 

Dentro del universo Zé hay juego, pero también hay dramatismo y emoción para contener el aliento ante la oscuridad de su canto y de la historia que te cuenta, como en las bossa novas “Mãe (Mãe solteira)”, en la cual Tom canta casi con la voz quebrándose, y “Só (Solidão)”, otra canción en la que demuestra que nos puede tocar con su sensibilidad (“solidão, que poeira leve”).  Finalmente, Tom cierra con “Indice”, un juego dramático que funciona como síntesis del disco, que a través de una melodía repetitiva nos despide con una letra compuesta con los nombres de todas las canciones del disco. 

Estudando o samba es un disco que rompió moldes, que es diferente en cada escucha y es un fiel reflejo de lo que sería la carrera de Tom hasta el día de hoy. A pesar de no ser un disco de Tropicália representa su espíritu más esencial.

Jorge Cárcamo

71

Ariel ramirez misa criolla

«Misa criolla» Ariel Ramírez & Los Fronterizos

Argentina

Cantata popular - Música religiosa - Música tradicional argentina

1964

Philips

Misa Criolla, creada por Ariel Ramírez en 1964, es una obra musical innovadora que fusiona la estructura de la misa católica con ritmos y estilos musicales tradicionales argentinos. Para el mundo católico, se alinea con las transformaciones que trajo el Concilio Vaticano II en las prácticas religiosas. Este concilio, convocado por el Papa Juan XXIII y clausurado por el Papa Paulo VI en 1965, promovió la apertura de la Iglesia hacia el mundo exterior y permitió el uso de lenguas vernáculas en la liturgia.

El disco reunió a un destacado grupo de músicos y artistas que contribuyeron a su éxito y trascendencia, aparte de Ramírez, compositor y director general, quien tocó el piano y el clavecín, y fue la mente creativa detrás de la obra, cuenta con la participación de Los Fronterizos (Gerardo López, Eduardo Madeo, César Isella y Juan Carlos Moreno), Jaime Torres, Chango Farías Gómez, Domingo Cura y la Cantoría de la Basílica del Socorro (dirigido por Jesús Gabriel Segade), entre otros destacados músicos argentinos. La obra está dedicada a Elisabeth y Regina Brückner, dos hermanas alemanas que ayudaron a prisioneros de un campo de concentración nazi, una historia que inspiró profundamente a Ramírez.

El álbum se divide en dos partes que Ariel Ramírez creó juntas: «Misa Criolla» y «Navidad Nuestra». Ambas obras se convirtieron en un legado musical religioso clave en la cultura argentina. Ramírez contactó al historiador Félix Luna para escribir las letras de «Navidad Nuestra». En una noche de inspiración en 1963, Luna y Ramírez desarrollaron rápidamente las seis partes de la obra, combinando estilos musicales folclóricos argentinos con la narración de la Navidad en un contexto criollo, complementando la segunda parte del disco como una obra fundamental en la música religiosa de América Latina.

Misa Criolla se destaca por su diversidad musical. La primera parte, «Misa Criolla», tiene cinco movimientos: «Kyrie» en la que utiliza ritmos de vidala y baguala, «Gloria» que se interpreta como un carnavalito, «Credo» como una chacarera trunca, «Sanctus» como un carnaval cochabambino, y «Agnus Dei» sigue el estilo pampeano. «Navidad Nuestra», cuenta episodios bíblicos en seis partes: «La Anunciación», «La Peregrinación», «El Nacimiento», «Los Pastores», «Los Reyes Magos», y «La Huida».

Misa Criolla, que en sus distintas reediciones se ha convertido en uno de los más vendidos, es catalogado en el Vaticano bajo el pontificado del papa Pablo VI como una «obra de importancia religiosa universal». Ha sido interpretada por destacados artistas en todo el mundo y es la única obra musical argentina publicada en los cinco continentes. En 1974, Zamba Quipildor realizó una versión en Italia con el coro Los Madrigalistas, y El Chango Farías Gómez formó el grupo Gorrión para adaptar la obra al rock. También tienen muchísimas versiones posteriores como las hechas por Chabuca Granda en la Basílica de Guadalupe, y la de Mercedes Sosa.

José Luis Mercado

72

Alux nahual

«Alto al fuego» Alux Nahual

Guatemala

Pop rock - Rock

1987

Discos de Centroamérica

La década de los ochenta para las naciones centroamericanas fue una década de crisis socio-política con recrudecimiento de los conflictos armados en El Salvador y Guatemala, además del intervencionismo estadounidense en Nicaragua. Prácticamente Centroamérica vivía en guerra. Esto llevó a la banda guatemalteca Alux Nahual a crear en 1987 un himno por la paz en la región, el cual quedó plasmado en el álbum que también lleva ese nombre: Alto al fuego.

Alux Nahual, que en idioma maya quiché significa “espíritu de duende”, fue fundado en 1979 por Álvaro Aguilar, su hermano Plubio y su primo Ranferí. Comenzaron haciendo covers y tocando en bares del país. Para 1981 son contratados por DIDECA Internacional y graban sus primeras producciones caracterizadas por ser obras de rock sinfónico y progresivo, sin embargo, en 1987 dan un giro más rocanrolero reforzados por la llegada del baterista Lenin Fernández para grabar lo que sería su mejor disco y el más trascendente de su carrera.

Alto al fuego, quinto álbum de la banda chapina, compuesto por ocho temas que se mueven entre el rock y la balada, es un trabajo considerado un clásico de la música del centro del continente, sus canciones lograron entrar en el subconsciente de la gente, sin tomar partido entre las dos ideologías que habían escogido Centroamérica para dirimir un conflicto. El poderoso tema “Alto al fuego” nació del vox populi, del sentir de un pueblo. “Nadie quería esa guerra y así lo gritamos”, explica Álvaro Aguilar, una canción que fue un hit en la región, que sonaba en las radios de todos los países y que también sonaba en las fiestas al ritmo del coro: “¡Alto al fuego, cese al fuego!” Un fenómeno sin igual. Otro tema relevante es “Como un duende”, canción que nos habla de las situaciones que viven los niños de escasos recursos y en situación de calle. Niños sin infancia y sin pastel, algo que bien lo explicó Lenin Fernández al blog Rock en Las Américas: “Ese tema se ha vuelto como una bandera de muchos de nuestros países, para denunciar un flagelo de la sociedad donde los gobiernos, y muchos de los que vivimos en las ciudades en alguna manera, lo ignoramos , lo vemos como algo normal, que se ve todos los días , por supuesto que sí eso llegará a nuestras vidas directamente, nuestra realidad no solo cambiaria sino que, trataríamos a toda costa de cambiarla”.

Alux Nahual también le dio cabida a una canción que refleja que la juventud, además de reclamar, se puede divertir. “Fiesta privada” es una composición grupal, con un corte comercial muy digerible para la época y que funcionó para enganchar escuchas hacia sus temas más profundos, una atinada elección de primera canción para el álbum.

No queda duda que en Alto al Fuego Alux Nahual demuestra que son una de las grandes bandas del rock en español y que su mensaje significa mucho para los centroamericanos. No han obtenido el reconocimiento internacional que merecen, porque sus disqueras no fueron capaces de sacar de la región su música. A pesar de eso, las temáticas de Alux continúan vigentes porque esas situaciones siguen reinando en el mundo: las guerras y las injusticias sociales, una oportunidad para reivindicar su legado.

Felipe Figueroa

73

ray acid

«Acid» Ray Barretto

Estados Unidos

Bugalú - Descarga - Jazz afro cubano

1968

Fania Records

El percusionista estadounidense de ascendencia puertorriqueña Raymond “Ray” Barretto Pagán, se enlistó en el ejército con apenas 17 años y fue enviado a Alemania finalizada la Segunda Guerra Mundial. Allí ocurrieron dos hechos que definirían su carrera musical: sube por primera vez a un escenario tocando la caja de un banjo sin cuerdas y descubre el bebop que lo llevaría eventualmente a escuchar y enamorarse de “Manteca”, colaboración de Dizzy y Chano Pozo. Su admiración por este último le hizo adentrarse, al regresar a su país, en las complejidades de las percusiones. Gracias a esto, formó parte de diversas bandas grabando con Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Red Garland y Max Roach, entre otros, llegando a reemplazar a Mongo Santamaría en la orquesta de Tito Puente a petición del mismo Ernesto. A pesar de que en 1962 grabó exitosamente “El Watusi”, no fue sino hasta su firma con el sello Fania en 1967, y con ello la aparición de Acid, que empezó a alcanzar reconocimiento propio como uno de los mejores percusionistas de la época.

Este disco, formado por 8 temas en su mayoría con partes vocales, entre las que destacan las de Pete Bonet y Adalberto Santiago, empieza con “El Nuevo Barretto” en el que Ray marca su liderazgo estableciendo el patrón rítmico de la salsa y el estilo bugalú destacándose la ejecución del piano de Cruz y los solos de trompeta. En “Mercy, Mercy Baby” la cadencia del soul se mezcla con los ritmos de la salsa dando un resultado que no queda nada corto si se describe como hipnótico, estilo que continuará explorando en “A Deeper Shade of Soul”, «The Soul Drummers” y «Teacher of Love”.

El tema homónimo del disco es, sin duda, el protagonista. “Acid” se va construyendo paso a paso, empieza tímidamente con el bajo de Bobby Rodríguez marcando un patrón rítmico que se repetirá toda la pieza al que se le integra la percusión sobre la que se extiende la trompeta de René López coqueteando con sonidos funkys; también destacan el fantástico solo de timbales de Orestes Vilato y después de acudir al llamado de la banda “Barretto, Barretto”, Ray nos deleita con un intenso solo de conga.

“Espíritu Libre” lleva un título que nos prepara para lo que recibiremos, dándonos la bienvenida con un diálogo entre las percusiones de Orestes y Barretto y posteriormente con solos inquietantes de René López y Roberto Rodríguez a la trompeta, Louis Cruz notable al piano y Adalberto tocando el cencerro. Este tema es fiel a las palabras de Ray: “El jazz siempre está en el centro de lo que hago musicalmente”, y podemos corroborar que esto incluye desde el bebop hasta el free jazz.

Con una larga carrera activa de casi sesenta años, Ray Barretto se posicionó como un compositor y músico destacado e inquieto que exploró géneros diversos entre los que están el latin jazz, la salsa, el jazz afrocubano, el bugalú y el son cubano. Su amplia discografía cuenta con trabajos imprescindibles como Indestructible, Rican/Struction, Barretto Power, Que viva la música y The Other Road, por mencionar algunos.

Iraí GH

74

celina reutilio santa barbara

«A Santa Bárbara» Celina y Reutilio

Cuba

Guajira - Guaracha

1956

Suaritos

«Yo soy Santa Bárbara Bendita, tú vas a caminar el mundo por mí». Estas fueron las palabras que Celina González, la legendaria cantante cubana, escuchó a los 20 años. La aparición de Santa Bárbara, la virgen católica sincretizada con Changó, marcó un punto de inflexión en su vida.

Aquella joven campesina, reconocida por su voz evocadora,  aseguró experimentar una aparición divina que impulsó su carrera musical al encontrar éxito y protección a cambio de su devoción hacia Santa Bárbara. Según la cantora, esta relación marcó el inicio de un camino hacia la fama y el reconocimiento mundial. Desde entonces, Celina González dedicó sus canciones a la santa, expresando su profunda entrega con un estilo rico y exuberante lleno de sabor. Su música se caracteriza por una ornamentación sonora y una intensa expresión grandilocuente, casi barroca, pero, simultáneamente festiva, como se puede apreciar en el álbum A Santa Bárbara (1956).

Cada canción, desde la homónima hasta «Antonia Gervasio», refleja su profundo respeto y devoción ritual. Además, el disco incluye canciones como «San Lázaro» —y, honestamente, quien no se levante a bailar con esta canción, es porque está muerto—, así como joyas dedicadas a deidades de gran influencia en la cultura latinoamericana como la «Virgen del Carmen» y «A la Caridad del Cobre». A Santa Bárbara no solo ilustra la conexión íntima de Celina con la espiritualidad y la tradición afrocubana, sino que también hace vibrar en épocas decembrinas a varios zonas obreras y burgueses de Latinoamérica con su llamado irresistible al baile, atrayendo tanto a devotos, a escépticos  y a quienes descubren la magia de su música por primera vez.

Este disco no hubiera sido posible sin Reutilio Domínguez. Junto a él, su compañero artístico y sentimental, Celina González formó un dúo musical que contribuyó a la dinámica y rica historia musical cubana. Reutilio, además de ser guitarrista y cantante (segunda voz del dúo), destacaba como compositor y poseía una técnica impresionante que le permitía tocar la prima y bordonear simultáneamente, creando un sonido que daba la impresión de ser producido por un trío. Su colaboración debut en La Habana, y el pegajoso coro: «¡Que viva Changó!», de la canción homónima del álbum, fue un éxito instantáneo, que sigue haciendo vibrar hasta hoy a generaciones enteras con su ritmo contagioso.

Además de la lírica mencionada, Celina y Reutilio fusionaron la música guajira con influencias afrocubanas, manteniendo la métrica, es decir, la décima hispánica y el estilo del punto guajiro pero abordando temas del patrimonio musical africano. Su devoción por Santa Bárbara y otros santos orishas como Ochún, Babalú Ayé, Changó y Yemayá se manifestaba en letras que invocaban colectivamente protección, éxito y bendiciones divinas, bajo una atmósfera de son y guaracha.

Su música no solo conquistó las ondas radiales más prestigiosas, sino que también los llevó a escenarios exclusivos como el icónico cabaré Tropicana. El dúo incluso tuvo el honor de compartir el escenario con leyendas como Nat King Cole y Pedro Vargas. A través de sus letras, Celina y Reutilio entrelazaron narrativas intensas de la esencia de la vida rural y la santería cubana, tejiendo con sensibilidad única las costumbres y tradiciones del campesinado. Su música, enraizada en la cotidianidad, perdura como un vestigio de la riqueza cultural de Cuba, impactando profundamente en el tapiz musical latinoamericano.

Angie Rojas

75

sepultura roots

«Roots» Sepultura

Brasil

Metal - Rock

1996

Roadrunner Records

A mediados de los noventa el metal a nivel global pasaba por un momento de transición muy llamativo, ya que por una parte las tendencias más extremas como el death y el black metal se asentaban pero sin necesariamente alcanzar el mainstream que en ese entonces giraba hacia el metal alternativo y el nu metal. En medio de ese panorama contrastante los brasileños de Sepultura marcaron un hito sin precedentes con su aclamado Roots en el que abandonan la ortodoxia metalera que los había convertido en una banda influyente en el metal extremo y exploran nuevas sonoridades como el groove metal y el nu metal además de sumar a la propuesta música e instrumentos tradicionales de Brasil.

Para poder lograr dar ese paso significativo la banda de Minas Gerais trabajó de la mano de Ross Robinson quien en ese entonces era el alquimista de la producción que guiaba a las nacientes bandas del nu metal como Korn o Deftones. Gracias al señor Robinson y a la propia valía de Sepultura como una banda líder del metal de los noventa, el disco cuenta con colaboraciones como la de Jonathan Davis de Korn, Mike Patton de Faith No More y DJ Lethal de Limp Bizkit en el tema “Lookaway”.

Además de eso, Roots es un disco que entiende el cambio de paradigma en el metal al tener una mezcla en el que las frecuencias bajas de los bajos, las baterías y las percusiones son protagonistas a diferencia de lo que era la norma general del metal más tradicional donde el protagonismo le era dado sobre todo a las guitarras y los elementos melódicos.

Pero lo realmente valioso de Roots es que es un álbum en el que Sepultura se nutre de la tradición musical brasileña con absoluto respeto, tanto así que la agrupación viajó a convivir con la comunidad indígena Xavante para grabar su música y mezclarla con la brutalidad de su propuesta además de contar con los aportes del genial Carlinhos Brown en el tema “Ratamahatta” dando como resultado un disco obligatorio para quien quiera entender la grande del metal latino y cómo pese a las resistencias de los más puristas, la música extrema también puede dar cabida a la tradición.

Juan Francisco Jaramillo

76

esquivel latinesque

«Latin-esque» Esquivel

México

Art pop - Lounge - Space age pop

1962

RCA Victor

Juan García Esquivel comenzó su carrera desde muy joven. A los 14 años ya era pianista y a los 18 dirigía su propia orquesta, componía para un programa de radio de la Ciudad de México, y se graduó años más tarde de Ingeniero Electrónico, hecho que impactaría en su estilo e intereses musicales. En esa época realizó colaboraciones también para el cine y la televisión mexicana. Posteriormente se mudó a Estados Unidos por una invitación de la disquera RCA Victor para América Latina donde realizó diversas grabaciones y arreglos sonorámicos para ambientar películas y conocidos programas de televisión.

Latin-esque fue el primer disco en la historia de grabación en estéreo que consiguió una separación absoluta de los canales de audio. Para lograr esto, la orquesta se dividió en dos partes, localizadas en edificios separados casi media cuadra en el corredor de los estudios de Hollywood de RCA. Los músicos podían escuchar a la otra sección como si estuvieran en el mismo lugar por medio de audífonos. Antes de la grabación se llevaron a cabo cinco sesiones para experimentar con efectos electrónicos, muchos de ellos, presentes en los arreglos finales.

En el álbum, que debería de escucharse en modo estéreo para apreciar todos sus detalles, Esquivel nos presenta sonidos y temas latinos con arreglos espaciales y explosivos. Además, muestra sus dotes de pianista y utiliza diversos recursos, incluyendo el que podría haber sido su instrumento favorito: el raspador (“La Raspa”). Sería justo decir que es un disco en expansión que va ocupando todo el espacio mientras se escucha, ya que se mueve de izquierda a derecha, de arriba a abajo y de adelante hacia atrás con instrumentos que se cruzan (guitarra y acordeón en “Jesusita en Chihuahua”), empalman (piano y orquesta en (“Latin-Esque”), compiten en entrampados duelos (entre la trompeta y el raspador en “(Óyeme) Cachita”)  y cambian de dirección (“Mucha Muchacha”), con sonidos que empiezan en un canal y se repiten electrónicamente en el otro lado (“La Paloma”, “(Óyeme) Cachita”, “Adiós, Mariquita Linda”), jugando con ecos en el canal contrario (“Estrellita”) y a veces haciendo reverberaciones (“Carioca”) que parecen infinitas (“Jungle Drums”). En la mayoría de los temas, encontramos voces individuales o en coro, que se integran como un instrumento más de la orquesta. Algo similar ocurre con el silbido profundo y melodioso de Muzzy Marcellino en “Adiós, Mariquita Linda”,  “Cachito (Pedacito)”, “(Óyeme) Cachita” y “You belong to my heart (Solamente una vez)”. 

A Esquivel le gustaba elegir canciones conocidas para que el público apreciara mejor los originales arreglos que les hacía. En este caso con composiciones de Consuelo Velázquez, Manuel Ponce y Agustín Lara, entre otros. Además sus composiciones, incluidas las presentes en Latin-Esque, se destacan por las atmósferas cambiantes que dan la impresión de ser escenas en movimiento construidas cinematográficamente.

Su trabajo se caracterizó por una orquestación extravagante que lo llevaba a utilizar combinaciones instrumentales poco frecuentes que incluían xilófono, acordeón, guitarra eléctrica y española, corno francés, trompeta, flauta, piano y theremin. A la par de sus contribuciones en el campo de la estereofonía, es considerado uno de los primeros y mejores exponentes del género futurista space age pop, que toma elementos de compositores como Debussy, de las big bands, de la instrumentación del jazz y de la música electrónica.  

Este disco innovador con efectos, arreglos y sonidos que nuestros ojos pueden seguir, como reza la portada, constituyó un quiebre en la historia de las técnicas de grabación al desarrollar contrastes,  profundidades y relieves acústicos con un sonido panorámico, abriendo nuevas posibilidades en la forma en que escuchamos y percibimos la música hasta nuestros días.

Iraí GH

77

fania live vol1

«Live at The Cheetah Vol. 1 y Vol. 2» Fania All Stars

Estados Unidos - Puerto Rico

Descarga - Salsa - Salsa dura

1972

Fania Records

El sello Fania, fundado por Jerry Masucci y Johnny Pacheco en 1964, capturó la evolución de un fenómeno musical nacido en Nueva York. Con fusiones e influencias del jazz, rock, soul, música clásica occidental y ritmos afrolatinos, se reflejó el sincretismo triétnico de nativos, europeos y africanos que define, a grandes rasgos, la cultura del continente americano. En los años sesenta se experimentó una transformación hacia una modernidad vibrante, adaptándose a la vida urbana en la capital más cosmopolita del mundo y desprendiéndose de su procedencia rural. Las Estrellas de Fania personificaron este momento de cambio cultural y musical con la llegada de la salsa que, con raíces en lo latino, sentó un precedente global. 

Con el objetivo de llevar este género musical a una verdadera mundialización, el sello elaboró una estrategia innovadora. Este enfoque integral estableció a la salsa como un término que engloba desde el son cubano hasta la timba contemporánea, incluyendo sonidos como guaracha, guaguancó, mambo, chachachá, pachanga, boogaloo y balada salsa, todos arraigados en la esencia rítmica del son cubano.

En este contexto, la Fania All Stars destacó con el lanzamiento del disco Live at The Cheetah Vol. 1 y Vol. 2. Lo que inicialmente fue concebido como un plan para el Fillmore East se transformó en un camino inesperado en la historia musical. La banda buscaba atraer tanto a aficionados del rock como a la comunidad afroamericana, pero enfrentó considerables obstáculos. Varios promotores locales rechazaron la idea, argumentando que el público no respondería. Sin embargo, todo cambió con una llamada telefónica decisiva. Ralph Mercado, vislumbrando potencial donde otros veían incertidumbre, propuso una audaz estrategia: el concierto se ofrecería gratuitamente a cambio de la grabación de un disco y la filmación de una película, mientras él se encargaría de la promoción y las ganancias de las entradas. Ante la falta de alternativas viables, la propuesta fue aceptada.

La noche del 26 de agosto de 1971, el famoso club neoyorquino Cheetah Club fue testigo de un evento sin precedentes. Aunque el local tenía capacidad para 2 mil personas, más de 4 mil abarrotaron el lugar, desafiando todas las expectativas previas. Los dos volúmenes de Live At The Cheetah capturaron la energía vibrante de esa histórica velada y se convirtieron en uno de los discos latinos grabados en concierto por un solo grupo más vendidos de la historia. Los volúmenes 1 y 2 contaron con la participación de los maestros Johnny Pacheco, Adalberto Santiago, Ray Barretto, José «Cheo» Feliciano, C. Curet Alonso, Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Pete «El Conde» Rodríguez y Santos Colón, Bobby Cruz, Ricardo Ray, Larry Harlow, Renaldo Jorge, Catalino, Javier Vázquez, Barry Rogers, Larry Spencer, Bobby Valentín, Roberto Roena, Ray Barretto, Orestes Vilató, Willie Colón, Héctor Zarzuela, Roberto Rodríguez y Marty Sheller.  

En el vibrante mundo de la salsa, estas actuaciones inolvidables desataron auténticos delirios salseros y estados de ánimo exultantes. Cada tema del disco se convirtió en una interpretación célebre. Por ejemplo, «Quítate Tú», una sesión improvisada de 16 minutos donde cada miembro de la banda aportó su genio, y «Anacaona», brilló con la voz principal de Cheo Feliciano en el Volumen 1. En el Volumen 2, destacaron «Ponte Duro» y «Estrellas de Fania», con la magistral interpretación de Johnny Pacheco. Aunque hoy se revive el espectáculo, no está exento de críticas, especialmente por la falta de participación femenina y los niveles de representación de mujeres en la industria de la salsa para esa época. Sin embargo, se reconoce como un documento musical auténtico que marcó el inicio de un fenómeno cultural.

Angie Rojas

78

fito amor despues

«El amor después del amor» Fito Páez

Argentina

Música de cantautor - Pop rock - Rock

1992

WEA

El amor después del amor, es testimonio de una época de la canción popular argentina. A la manera de los brasileños, Fito hizo un trabajo de hibridación cultural: Los Beatles, el tango, el folklore, el pop, el rock, el lirismo clásico. Sólo un ejemplo: en “La balada de Donna Helena”, se cruza la base del trip hop, influencia del sonido de Massive Attack que recién aparecía en Bristol, sobre la cadencia de una milonga tocada con un vibráfono. Puro sincretismo al sur del mundo. Así Fito, unió las puntas de un mismo lazo, sin dejar de sonar argentino.

En catorce canciones el músico rosarino atrapó el zeitgeist de una época con un disco introspectivo y filosófico. Un álbum envuelto por una atmósfera melancólica, la huella de todo lo perdido, (el final de los ochenta y las tragedias propias y las del país), que encontraba una salida en la influencia solar del amor: su relación con la actriz Cecilia Roth, -que nació en el verano del 91 en Punta del Este, Uruguay- movió todas esas fuerzas liberadoras. “Tu amor cambió mi vida como un rayo, para siempre. Para lo que fue y será”, escribía en “Tumbas de la gloria”, la canción seminal del disco.

Con himnos clásicos que apelan a la síntesis emocional como “Brillante sobre el mic”, o “Un vestido y un amor”; el pulso vibracional de una época en “Dos días en la vida” y “Tráfico por Katmandú”; los tesoros ocultos como “Creo”; las canciones de extraña belleza como “La Verónica”, y “Sasha, Sisí y el círculo de baba”; las gemas como “Detrás del muro de los lamentos”, y “Pétalos de sal”; aquellos tracks para estadios como “A rodar mi vida”; o ese tema leitmotiv que dio nombre al disco “El amor después del amor”, con el sonido de un sampler, que todavía hoy resuena como el pulso de los años noventa.

El amor después del amor, es la obra maestra, el grandes éxitos, su propio Aleph: el álbum que le ayudó a fundar su propia mitología musical.

Gabriel Plaza

79

LAVOE la voz

«La Voz» Héctor Lavoe

Puerto Rico

Salsa - Salsa dura

1975

Fania Records

Héctor Lavoe, astro incandescente del firmamento salsero, destacó como una figura prominente en este género musical, aportando un valor artístico y comercial significativo con su álbum debut como solista, La Voz. Este disco se convirtió en una expresión pura de su talento febril y en un testamento sonoro de su genialidad. Con su voz, una de las más distintivas de la salsa neoyorquina, parecía estar dotado de una intuición y energía sobrenaturales, transformando cada escenario en un templo ardiente. Esta producción musical capturó la esencia de Lavoe; cada tema del álbum es una exploración de lo hermoso y lo desconocido, revelando su inagotable entusiasmo y pasión por la música.

En 1967, su destino cambió drásticamente al conocer a Willie Colón, gracias a Johnny Pacheco, quien estaba fundando Fania Records. Héctor y Willie formaron una dupla imparable, produciendo éxitos hasta 1973. Originario de Puerto Rico y aclamado por la comunidad latina de Nueva York, Lavoe escalaba otro peldaño de su carrera, cuando en 1975 la Fania All-Stars decidió que sus estrellas más destacadas debían emprender carreras solistas, incluyendo a Lavoe entre los seleccionados. Así nació La Voz, que rápidamente se convirtió en un éxito. Con su carisma y talento innato, conquistó la escena mundial de la salsa, aunque también atrajo críticas por incumplimientos y retrasos en los conciertos y por llevar una vida tremendamente desmesurada.

Los temas más destacados del álbum incluyen «El Todopoderoso», «Rompe Saragüey», el bolero «Tus Ojos» y «Mi Gente», una composición de Johnny Pacheco que se convertiría en uno de sus temas emblemáticos y haría parte de los tracks de la película que narra su vida, El Cantante. El título La Voz es una expresión sonora que muestra la potencia, suavidad y riqueza de su entonación. Desde «El Todopoderoso», el cantautor y productor musical se distingue por su timbre único, alcanzando notas altas con facilidad. Este álbum, el primero de nueve discos solistas bajo Fania, contó con la producción y arreglos de Willie Colón.

A diferencia de otros artistas de Fania, Lavoe mantuvo el foco en su voz, evitando solos largos de trompeta o percusión que acompañan las extensas secciones de baile características del género. En «Mi Gente», el cantante demostró por qué es considerado un maestro sonero, utilizando sus habilidades de improvisación que cimentaron su reputación. El álbum se grabó en los Good Vibrations Sound Studios en Nueva York en 1974 y se lanzó en 1975, con la misma banda que lo había acompañado anteriormente y la adición de dos trompetas.

Este disco recibió varios premios en los años setenta. En 1975, alcanzó el disco de oro, y en mayo del año siguiente, Héctor ganó los premios de la revista Latin NY como Mejor Vocalista Masculino y Mejor Conjunto. En 2006, el álbum ingresó al Top Tropical Albums de Billboard, situándose entre los 20 primeros.

El inigualable «Cantante de los Cantantes», logró consolidar su álbum La Voz, como una pieza fundamental en la historia de la salsa y como una expresión festiva del provinciano en la gran ciudad. A pesar de los desafíos personales, como su lucha contra la adicción y problemas de salud, Lavoe demostró una habilidad excepcional para mantenerse como un destacado cantante solista en la escena de la salsa. Su colaboración con la Fania All Stars y su prolífica producción de álbumes bajo el sello Fania evidenciaron su relevancia continua y su capacidad para atraer audiencias tanto en Estados Unidos como a nivel internacional, convirtiéndose en una figura icónica e indispensable dentro de la música latina.

Angie Rojas

80

landero tigre

«El Tigre del Acordeón» Andrés Landero y su Conjunto

Colombia

Porro - Vallenato

1975

Tropical

Cada 2 de febrero el calendario de la cumbia nos llama a un ritual ineludible: escuchar a Andrés Landero y unirse a Colombia en la celebración del Día Nacional de la Cumbia. Este juglar bolivarense, arquitecto de un universo sonoro sabanero y majestuoso, exportó cumbias y paseos sanjacinteros a todo el mundo. Con sencillez y maestría, Landero, «la candela hecha carne», revolucionó la cumbia acordeonera. Aunque sus grabaciones incluyen principalmente paseos y sones vallenatos, como era común entre los acordeoneros de su tiempo, su verdadera esencia se reveló en una cumbia con acordeón que rompió esquemas estéticos y sonoros. Esta audaz propuesta es la que lo tiene consagrado hoy como El Rey de la Cumbia.

En 1976, Landero lanzó su duodécimo álbum titulado El Tigre del Acordeón, bajo el sello Tropical. Este opus magnum no solo presentó una selección impecable de melodías como «Soy inconforme», «Elena Ramón» y «La negrita», sino que también exploró los paisajes sonoros de paseos, cumbias y merengues que capturaban la esencia del juglar. Cada acorde y letra de este álbum encarnan la rica herencia musical de la región, tejiendo narrativas llenas de colorido y descripciones vívidas.

Landero provenía de un linaje musical notable. Su abuelo era un talentoso tamborilero y, de quien se decía que había peleado con el diablo, según las historias de su abuela. Su padre fue un destacado gaitero. Y él por su parte, estaba profundamente influenciado por Toño Fernández, conocido como «el padre de la gaita». Siguiendo los pasos de Pacho Rada, transcribió la gaita al acordeón —considerado el sintetizador de principios del siglo XX—, heredando esta pasión y habilidad, y logró expresar en El Tigre del Acordeón los sentimientos arraigados de las tres razas: el dolor indígena, con su característica entonación y clamor; la ironía del europeo blanco; y la belleza propia del pueblo mulato.

Su expresión más castiza fue la cumbia sabanera vestida con acordeón llorado. En los Montes de María, un bosque seco tropical, según los amigos más cercanos de Landero, él encontró a sus maestros naturales: el clarín de la montaña, el copetón, los mochuelos, las ermitañas y las pavas congonas. 

Su obra, en general, es un vasto compendio de diálogos campesinos de una belleza perdurable, una poesía silvestre que retrata un panorama lleno de historias genuinas y autóctonas. Fue pionero en un género musical incipiente en su época, controversial por no adherirse estrictamente al vallenato purista. En su lugar construyó un estilo entre la música sabanera y la vallenata. Pese a esto, pasaron años hasta que finalmente recibió el merecido reconocimiento como Rey Vitalicio del Festival de la Leyenda Vallenata.

Años después de lanzar el disco consiguió que su música trascendiera fronteras. Con sus distintivas notas disonantes y tonos menores, Landero encontró en México un público que lo valoró profundamente y ayudó a difundir su nombre y sonido. En este país se convirtió en una figura icónica, consolidándose como la esencia melódica de la cumbia sonidera mexicana. Durante los ochenta este género llegó a la Argentina, que si bien ya contaba con estilos locales desde los sesenta, como la cumbia santafesina, se vio influenciada por las melodías sabaneras introducidas por la sonidera. Esto preparó el terreno para impactar en la cumbia villera de los noventa y principios de los dos mil.

El impacto de este maestro de la cumbia no se limita a América Latina; su música ha alcanzado un estatus de culto en el exterior. Landero representó un compendio de su región y se erigió como un ícono global, influyendo en la música a nivel mundial.

Angie Rojas

81

unidad

«UNIDAD» Banda del Sol, Corimbo, Fiebre Amarilla, Jorge Delgadillo, Kiriaps y Rolf

El Salvador

Nueva canción latinoamericana - Rock

1971

Picaro

A finales de los años sesenta y principios de los setenta El Salvador, al igual que buena parte de Latinoamérica, vivía sumido en dictaduras militares. La única forma que la juventud tenía para expresar todo su sentir era a través de la música y es aquí, en un contexto común y corriente, que surge el proyecto de unirse como movimiento musical, cultural y reaccionario ante el entorno opresivo.

El productor Willie Maldonado logra amalgamar canciones de Jorge Delgadillo, Corimbo, Fiebre Amarilla, Los Kiriaps, Rolf y la maravillosa Banda del Sol en un disco que pasa a la historia de la música salvadoreña como el más importante, tanto por su trasfondo social, como por su calidad interpretativa.

El propio productor describe Unidad a la revista El Faro como “una recopilación que logra un balance casi perfecto de rock psicodélico y el pop comercial”. Sin embargo, todo parece que el tema va más allá y es que el álbum se volvió una fotografía histórica de El Salvador de aquellos años, un manifiesto del movimiento hippie y además un premonitorio de lo que se avecinaba: un conflicto armado.

Los tres temas de Banda del Sol son fundamentales en este álbum: “El planeta de los cerdos” es una maravillosa metáfora a los gobiernos militares; “El perdedor”, y sobre todo “Abriendo caminos”, son cantos esperanzadores y cantos a la paz. Esta agrupación estaba formada por Carlos “Tamba” Aragón, Manuel Martínez, Ricardo Archer, Fernando Llort y Max Martínez. Lamentablemente la vida de la banda fue efímera, pues sus miembros tomaron rumbos muy distintos. Por ejemplo “Tamba” Aragón se incorporó a la guerrilla y falleció en 1981 como el comandante Sebastián. En cambio, Fernando Llort se convirtió en uno de los más importantes artistas plásticos de El Salvador, pero alejado de la música.

Por su parte Los Kiriaps, que participan con el tema “Amanecer”, fueron considerados en la década de los sesenta como la banda más innovadora de la música salvadoreña, y basaban su música en el rock progresivo y psicodélico. Con el cambio de década, donde se volvía más popular la música bailable, Willie Maldonado propone desintegrar Los Kiriaps y dar paso a Fiebre Amarilla, que también participan en Unidad con los temas “Qué puedo yo saber de ti” y “Nada tienes que hacer”. La agrupación es la abanderada de la última etapa del movimiento llamado “Buenas Épocas” que hace referencia a los tiempos dorados del rock salvadoreño. Luego, Fiebre Amarilla cede ante las presiones del mercado y se aventura a la música tropical y pop durante las siguientes décadas. El resto de artistas que participaron en esta majestuosa producción, Rolf, Corimbo y Jorge Delgadillo, simplemente desaparecieron de la escena musical. Sin embargo, su legado continúa presente.

Unidad se ha convertido en la perfecta fotografía de aquel momento histórico de la juventud salvadoreña, que tenía como factor común con el resto de juventudes latinoamericanas la marginación, pero que encontraron, a través de la música, su oportunidad de ir abriendo caminos.

Felipe Figueroa

82

«Paraguayan Songs No. 2» Los Paraguayos

Paraguay

Guarania - Música tradicional paraguaya

1955

Philips

Luis Alberto del Paraná, cuyo verdadero nombre era Luis Osmer Meza, inició su carrera musical como integrante del conjunto Los Guaireños, dirigido por Gumersindo Ayala Aquino. Este grupo lo llevó a México, donde formó el primer Trío Los Paraguayos junto a Diosnel García y Humberto Barúa. Posteriormente, Luis Alberto del Paraná integró un nuevo Trío Los Paraguayos con Digno García en el arpa y Agustín Barboza. Con este trío, realizó una exitosa gira por Europa y Medio Oriente, ganando renombre internacional. 

En 1953 el gobierno paraguayo le entregó 3200 dólares a cada uno de los artistas para difundir la música paraguaya en Europa, en una Misión Cultural Oficial. En el viejo continente contaron con el respaldo diplomático que les consiguió una prueba de grabación en la filial de la Philips en Amberes, Bélgica para registrar en junio de 1954 sus primeras grabaciones.

En el estudio grabaron varias canciones. Las primeras quedaron inmortalizadas en un disco llamado Bajo el cielo de Paraguay y otro grupo de canciones (que incluye su clásica interpretación de “Galopera”, de Mauricio Cardozo Ocampo) quedó en otro disco llamado Paraguayan songs. El ingeniero se había enganchado con la música y consideró que no necesitaban ningún retoque de estudio. La grabación fue enviada a la sede principal de Philips en Holanda, en donde amaron lo que estaban escuchando. El éxito del grupo fue creciendo durante todo el año, mientras giraban por Europa. A fin de año los ejecutivos del sello querían que el trío grabe un nuevo disco, el cual se pondría a la venta en la época de Navidad. Para ese entonces el apoyo del sello era completo y estaba respaldado por las buenas ventas a lo largo del Viejo Continente.

Este último disco se llamó Paraguayan Songs Vol 2 en gran parte de Europa, pero en el Reino Unido se llamó simplemente Paraguayan Songs, ya que fue su primer disco editado en ese país, con fusión, tradición y diversidad sonora bajo el cosmos sónico guaraní. La guarania, género símbolo de Paraguay, domina el repertorio con piezas como «Hija de la luna» —un tributo a la mujer paraguaya— y «Recuerdos de Ypacaraí«, poema musical al icónico lago homónimo. El disco, sin embargo, expande sus horizontes: incluye «Maria Dolores» (bolero español de tono romántico), «Malagueña» (clásico mexicano reinterpretado) y «Serenata», melodía tradicional de aire nostálgico. El arpa paraguaya brilla en «Misionera» (galopa rítmica de virtuosismo vibrante) y en «Pájaro Campana«, arreglo de Félix Pérez Cardozo que imita con precisión el trino de aves autóctonas. No falta lo ancestral: «Mborayjhu Mombyry» —cantada en guaraní— conecta con la raíz indígena, mientras la orquesta que acompañó la grabación en octubre de 1955 añade capas de profundidad a este mosaico sonoro, donde lo local dialoga con influencias continentales. 

Luego, Paraná sugirió separar el trío, ya que la tarea de la Misión Cultural Oficial estaba cumplida. Cada miembro emprendió su carrera formando sus propios conjuntos. El trío en su formación más legendaria se disolvió pero permaneció en Europa: Agustín emprendió diversos proyectos, Digno grabó varios discos, y Luis continuó el legado cuando formó otro trío de músicos y juntos comenzaron a actuar en Bélgica. El uso del nombre «Trío Los Paraguayos» mientras el cuarteto realizó giras y grabaciones de manera intensa, fluctuaba con el de Luis Alberto del Paraná y Los Paraguayos.

Interpretaron un extenso repertorio de música folclórica de diversos países, siempre destacando la música paraguaya. Sus presentaciones en vivo, grabaciones y apariciones en programas de televisión les valieron el reconocimiento internacional. Fueron apreciados por monarcas y jefes de estado, consolidándose como una de las representaciones más destacadas de la música y cultura paraguaya en el extranjero.

Luis Alberto del Paraná falleció en Londres en 1974 en plena gira. Sus restos fueron repatriados a Paraguay, donde el gobierno le otorgó póstumamente la condecoración de la Orden Nacional del Mérito. Igualmente Barboza y García obtendrían sendos reconocimientos, reafirmando sus contribuciones a la historia musical de su país.

José Luis Mercado

83

Roberto Carlos

«Roberto Carlos» Roberto Carlos

Brasil

Canción melódica

1971

CBS

Cuando salió su álbum homónimo en 1971, Roberto Carlos ya había pasado una transición profesional que lo había visto alejarse del chico lindo del rock and roll de la escena Jovem Guarda a un cantautor maduro que experimentaba con nuevos sonidos. Para ser más exactos, nuevos sonidos para él. Porque a pesar de todos sus esfuerzos en tantear nuevos ritmos, su afición por la música afroestadounidense todavía estaba a la vista. Esta vez su afán por el soul, blues y gospel conviven armoniosamente con baladas románticas maduras para un álbum completo que conquistó no solamente a su público masivo sino a muchos de sus detractores.

El álbum abre con la flauta de Altamiro Carrilho introduciendo una de las melodías más entrañables de la canción romántica latinoamericana. «Detalhes» hace algo increíblemente difícil de lograr: unir la simplicidad de la balada y darle una sofisticación que rara vez se veía en ese momento. Esa fue la mayor fortaleza que tuvo el dúo compositor formado por Roberto Carlos y Erasmo Carlos, lo que les valió el respeto de los artistas de vanguardia del movimiento Tropicalia y la adoración de las amas de casa que escuchaban la radio AM todos los días. Irónicamente, su popularidad entre las masas brasileñas que lo veían simplemente como un cantante romántico lo ayudó a escapar de la censura del autoritario gobierno brasileño. La canción «Debaixo dos caracóis dos seus cabelos» suena como una canción jovial sobre el regreso de un extraviado amor, pero en realidad era un homenaje a Caetano Veloso, que se encontraba exiliado en Londres.

Esa madurez en sus letras le permitió a Roberto abordar finalmente uno de los momentos cruciales de su vida, la pérdida de una de sus piernas cuando era niño. En la canción confesional «Traumas» habla de su relación con su padre y de las palabras que le dirigió durante su accidente, «Habló de los ángeles que conocí, en el delirio de la fiebre ardiente, de mi cuerpecito que sufrió, sin entender nada». La canción profundiza en el trauma que le provocó y en la pérdida de inocencia y los traumas que uno lleva a la adultez.

Además de abordar el trauma infantil y escapar de la censura, su amor por la música afroestadounidense vuelve a manifestarse en canciones soul/góspel como «Como dois e dois» de Caetano Veloso y «Eu só tenho um caminho» de Getúlio Côrtes y el funk de “Todos estão surdos” que fue compuesta en conjunto con Erasmo. Pero son las dos últimas canciones del disco «De tanto amor» y «Amada amante», donde se hace evidente el camino que tomaría Roberto Carlos durante el resto de su carrera. La conmovedora canción de amor y la contemplativa canción de desamor, encontrarían en Roberto Carlos a su mayor estrella que llevaría la balada a su cima de popularidad.

Julián Jiménez

84

caetano transa

«Transa» Caetano Veloso

Brasil

MPB - Música de cantautor

1972

Philips

Es 1972 y Caetano Veloso con 30 años ya tenía una vida para hacer más de una película. Exiliado en Londres desde 1969 por orden de la dictadura reinante en Brasil; en parte creador del revolucionario movimiento Tropicalista junto a Gilberto Gil, con tres excelentes álbumes en solitario, los tres homónimos de 1968, 1969 y 1970; un debut discográfico junto a Gal Costa con Domingo (1967), y uno de los participantes principales de Tropicália ou panis et circencis (1968).

Grabado en el exilio y editado en enero de 1972, con la vuelta de Caetano a Brasil, Transa encapsula todo lo que fue y es Caetano Veloso: simpleza y vanguardia; emoción, delicadeza y elegancia; folk, rock y MPB; su cuarto álbum en solitario se eleva como el punto más alto en la carrera del baiano.

Con Jards Macalé, quien ese mismo año editaría su excelente disco homónimo, en las guitarras y como director musical, y Gal Costa acompañando con su voz en algunas canciones, el disco es una vuelta a una banda totalmente brasileña, luego de su experiencia con músicos británicos que lo apoyaron en su trabajo anterior. Es una vuelta a la experimentación, de forma medida (pero que sería el primer paso para volver a experimentar más en Araçá azul -1973-), mezclando instrumentos y ritmos brasileños con el pop y el rock.

Entre sus siete temas, que mezclan portugués e inglés, destacan “You Don’t Know Me”, elegida por Pitchfork dentro de su lista de mejores canciones de los setentas; “Nine Out of Ten”, que introduce ritmos de reggae por primera vez en la música brasilera; “Triste Bahia”, de extraordinarios nueve minutos y medio, inspirada por un soneto del poeta brasileño del siglo XVII Gregório de Matos, donde Caetano va a acelerando hasta llegar a una samba frenética; “It´s a Long Way”, con sus referencias a The Beatles “Woke up this morning / Singing an old, old Beatles song… / It’s a Long and Winding Road”, y “Mora na filosofia”, que además de “Triste Bahia”, es la única letra del disco no escrita por Caetano, sino por Monsueto Menezes y Arnaldo Passos, y que empieza con ese bajo perpetuo y una fina guitarra que se le agrega a los pocos segundos y en la que Caetano canta “Mora na filosofía / Pra que rimar amor e dor?”.

Si tomamos las palabras de su autor, para quien Transa fue “un trabajo orgánico y espontáneo, casi como un show en vivo”, solo nos queda darle la razón al escuchar el álbum que mantiene su espontaneidad y permanece vivo. Perdura en el catálogo latinoamericano como una pieza fundamental en el desarrollo de la MPB en los setenta y una síntesis de la notable carrera de Caetano.

Jorge Cárcamo

85

lola beltran voz

«Voz e inspiración» Lola Beltrán

México

Ranchera

1962

Peerless

¿Qué habría pensado Charles de Gaulle, la reina Elizabeth II, Leonid Brézhnev o John F. Kennedy al escuchar el incontenible «cucurrucucú» que brotaba de la voz de Lola Beltrán? ¿Entendían que imitaba el lamento de una palomita blanca al amanecer, y que esta no era más que el alma agónica de un hombre que murió de amor? Es difícil creer que lo realizaran así o que les interesara saberlo siquiera. Pero seguras eran dos cosas: ese lamento venía de otro país y ese país cantaba como ningún otro las tristezas.

En los años treinta, cuando Lucila Beltrán Ruiz nació, la canción ranchera aún no existía como tal —apenas los mariachis tocaban sus sones en las rancherías de Jalisco—, y para cuando joven —ahora conocida como Lola Beltrán— buscó demostrar su talento vocal, pero el género y el ambiente artístico estaban claramente dominados por hombres. La excepción había sido Lucha Reyes, quien tristemente se quitó la vida en 1944, referente de la canción ranchera hasta el día de hoy e inspiración total para Lola. Años después, con el auge de la televisión y las películas del cine de oro mexicano, se generarían las condiciones y llegaría una generación notable de mujeres intérpretes a la canción ranchera: entre ellas la primera seria Lola Beltrán, y le seguirán Flor Silvestre, Lucha Villa y una joven Chavela Vargas.

A pesar de las dudas iniciales por parte de un joven Tomás Méndez para que Lola interpretara sus canciones, poco a poco se fue forjando una mancuerna fructífera entre ambos, en la que Lola sumaría un abanico de sentimientos a sus composiciones: fuerza interpretativa, voz incontenible, dulzura, lamento y melancolía. Así nace Voz e inspiración de Lola Beltrán (Interpretando Los Mayores Éxitos de Tomás Méndez S.).

«Huapango torero» reafirma lo que venimos proponiendo, Beltrán no es solo una vocalista formidable sino también una talentosa intérprete, hilando una escena de narrativa literaria preciosa y fulminante —de esas que las rancheras solo pueden— sobre la muerte “heroica” de un niño que anda en muletilla y trata de medirse con un toro a plena luz de la luna, sólo para perecer en el intento: “Toro, toro asesino / Ojalá y te lleve el diablo”. Como una cara inversa de la moneda de el  «Cucurrucucú», «Paloma Negra» es una interpretación agónica de borrachera y desamor para los trasnochadores, uno de los temas más imprescindibles del cancionero de Tomás Méndez y, por lo tanto, del cancionero mexicano. Cabe la duda de cuál de las dos versiones de esta canción es más icónica, si la de Chavela Vargas o la de Lola; de valientes sería quien se animara a decirlo. “El aguacero” es un corrido que funciona como una oda al cielo nublado y a las primeras lluvias, donde volvemos a escuchar todo el potencial de la voz poderosa de Lola y de su personalidad en mayor plenitud, es el despliegue de voz de una mujer que se sabía destinada a trascender. También está “Bala perdida” y “Gorrioncito pecho amarillo”, que serían recordadas como otras de las pistas esenciales de la dupla Méndez/Beltrán.

Pocas son ahora las personas que recuerdan a Lola luciendo los más hermosos vestidos, los más bonitos peinados, cantando rancheras como nadie antes, mientras intentaba volar con las manos en el escenario. Pavel Granados, en su fervoroso texto llamado “A pesar de la enorme distancia: Lola Beltrán”, define la experiencia de sus interpretaciones como “el equivalente al ballet de Amalia Hernández o un mural de Diego Rivera” y complementa: “Fue Lola, la síntesis de lo que México buscó representar como su música durante varias décadas.”

Ernesto Martín del Campo

86

el gran combo 7

«7» El Gran Combo de Puerto Rico

Puerto Rico

Salsa - Salsa dura

1975

EGC Records

Existen muchas escuelas de salsa, pero hay una que destaca como la universidad indiscutible del género: El Gran Combo de Puerto Rico. Esta legendaria orquesta, una de las más antiguas de toda Latinoamérica, sigue vigente bajo la dirección de Rafael Ithier. Conocidos también como «Los Mulatos del Sabor», continúan vigentes y haciendo historia. 

El 21 de mayo de 1962 El Gran Combo de Puerto Rico hizo su primera aparición en las ondas de la radio local marcando el inicio de una era dorada. Durante los años sesenta, la agrupación deslumbró en las pantallas de TV y cine puertorriqueño, consolidándose con una repertorio imparable que mantuvo su frescura. Sin embargo, hacia la mitad de la década, la vorágine del éxito comenzó a pasar factura: la sobreexposición redujo drásticamente la demanda de sus aclamadas presentaciones en vivo. Este inesperado giro llevó a algunos de sus talentosos músicos a abandonar el grupo en busca de nuevos horizontes. A pesar de los desafíos, esos años fueron de éxito para El Gran Combo, cautivando a Puerto Rico y Latinoamérica y lanzando no menos de 19 álbumes en ocho años (1962-1969).

Pero fue en 1971 cuando El Gran Combo de Puerto Rico experimentó una transformación musical trascendental al incorporar el trombón, cuyo virtuoso manejo por parte de Fanny Ceballos revolucionó completamente su sonido. Cuatro años más tarde, en 1975, la agrupación lanzó al mundo una de sus obras cumbre titulada 7, considerado por muchos como el álbum favorito de su trayectoria. 

Este disco no solo incluyó éxitos memorables como «Te vas a arrepentir» de Roberto Angleró y «Vagabundo» de R. Giraldez, sino que también destacó por la emotiva interpretación de «Matilde Lina» a cargo de Andy Montañez, una composición emotiva del legendario Leandro Díaz, que se ha erigido como un símbolo del vallenato colombiano. Desde su primer acorde, «Un verano en Nueva York», de Justi Barretto, se ha convertido en un clásico perdurable en el mundo de la salsa. Su robusto arreglo musical, con una sección de metales en pleno vuelo, un bajo vibrante y una percusión enérgica, captura de inmediato la atención del oyente y transmite tanto emoción como romance, evocando vívidamente la atmósfera de la Gran Manzana. Imágenes de parejas bailando en Central Park, niños jugando en las calles y los icónicos monumentos de la ciudad cobran vida a través de sus notas. En este sentido, «Sin saber por qué» es otro tesoro del Gran Combo, donde resalta la inconfundible voz de Charlie Aponte, uno de sus vocalistas más duraderos y emblemáticos. Lanzado bajo el sello EGC Records, este álbum es un verdadero tesoro de la salsa, abarcando estilos como el son, el guaguancó y la plena. Los brillantes arreglos y la producción magistral de Rafael Ithier, junto con los coros de Elliot Romero y Paquito Guzmán, realzan la calidad y el impacto de cada canción.

Su música se aparta del sonido comercial contemporáneo. La salsa que crean se distingue por una instrumentación y sonidos únicos, alejándose de las tendencias pasajeras. Forjada en el corazón de la cultura puertorriqueña, su música desde el principio sedujo con un ritmo inconfundible que vibró dentro y fuera de la isla, tejiendo lazos profundos en Estados Unidos, Colombia, Venezuela y Panamá en sus primeros años y expandiendo su influencia globalmente después. Con más de 70 álbumes, han sabido integrar nuevas técnicas con maestría y cautela.

Angie Rojas

87

Canta zitarrosa

«Canta Zitarrosa» Alfredo Zitarrosa

Uruguay

Milonga - Nueva canción latinoamericana - Zamba

1966

Tonal

Si Atahualpa Yupanqui fue el poeta del folclore rioplatense, entonces Alfredo Zitarrosa fue el profeta, tejiendo relatos magistrales y vívidos sobre la clase trabajadora, su infancia campesina en departamento de Flores, su tierra, los amores y el olvido, e incluso un prolongado diálogo íntimo, atroz y fervoroso de él hacia su guitarra. Manifiestos de vida, arte y compromiso social que trascienden la propia música.

En Canta Zitarrosa, el primer disco del uruguayo, todavía se estaba forjando su figura de cantor, así que volvió a grabar «Milonga para una niña», la canción principal de su EP de 1965 que habla de los infortunios de un mal de amor por una mujer que se dejó partir, ornamentado por unas preciosas escalinatas de guitarra. Ha sido versionada por el legendario y también uruguayo Gustavo Pena y por el denominado Godfather de la Salsa, Andy Montañez. “De no olvidar” es otra preciosa milonga, melancólica e invocadora de sentimientos; te hace pensar que Alfredo le canta, unas veces a una mujer, y otras veces, quizás más acertadas, a un lugar, a un campo o algún paisaje de ríos.

No se puede simplemente hablar de sensibilidad lírica en la música latinoamericana sin rendir respeto a Zitarrosa. “Ella como vos tenía / Los ojos color de oro / Mirándolos casi lloro / Vos bien sabés, aquel día: / Nunca pensé que existía / Una mujer con los ojos así” canta el uruguayo en su «Milonga de los ojos dorados». La versión de Jorge Drexler puede ser la que encuentres primero al buscarla en plataformas de streaming, pero es la original —que aparece como pista que abre este disco— la que realmente captura la esencia solemne y nocturna de la canción. “Coplas al compadre Juan Miguel” es una chamarrita rioplatense; aquí tenemos por primera vez a Zitarrosa dando voz al jornalero, vestido de la misma ropa trabajadora que la de Yupanqui en “Los ejes de mi carreta”. En una entrevista de 1981 que le hace el periodista mexicano Gilberto Marcos a Zitarrosa, el cantor reafirma que “No puede permanecer ajeno el cantor a lo que le pasa a su gente”. Eso jamás cambió y siempre se mantuvo como emblema en las composiciones del uruguayo.

Entre milongas, zambas, cuecas y chamarritas, el disco absolutamente prescinde de arreglos floridos, despojando cada canción hasta sus elementos esenciales: el hábil punteo de las guitarras de Hilario y Ciro Pérez, y el glorioso vibrato y portamento —herencia del tango— de la voz firme y masculina de Zitarrosa.

Autodenominado marxista y cantor popular, su activa participación en numerosos eventos políticos y el contenido ideológico de sus canciones le costaron el ostracismo y el exilio. Desde 1971 se le prohibió cantar en Uruguay, y en 1976 se exilió durante las dictaduras cívico-militares de Uruguay, Argentina y Chile, períodos en los cuales sus canciones y la tenencia de sus discos también fueron prohibidas. Residiendo en Argentina, España y México, regresó a su país en 1984, donde fue recibido de manera histórica y multitudinaria; él mismo describe este evento como «la experiencia más importante de mi vida». Dejó este mundo en los albores del 17 de enero de 1989, a causa de una peritonitis. Pero la imagen y canciones de Alfredo Zitarrosa, como “Doña Soledad”, “Adagio en mi país” o “Guitarra negra”, permanecen como un pilar de la Nueva Canción Latinoamericana, y en este caso, las canciones que se encuentran en Canta Zitarrosa forman la base de su legado, de este pilar imponente, erguido junto a otros como los de Víctor Jara, Mercedes Sosa, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui o Jorge Cafrune.

Ernesto Martín del Campo

88

arca

«Arca» Arca

Venezuela

Art pop - Electrónica

2017

XL Recordings

Alejandra Ghersi, conocida como Arca, tuvo una infancia entre Venezuela y Connecticut. Bajo la represión social, enfrentó el estigma en su música, la cual le permitió encontrarse. Antes de grabar su disco homónimo de 2017, Arca lanzó Xen y Mutant. Xen se caracteriza por una atmósfera abstracta con un tono subdominante, mientras que Mutant es más sólido y antropomórfico, con sonidos industriales y ritmos duros, representando un acorde dominante. Ambos discos forman una relación armónica y cronológica que culmina en Arca, que se presenta como el reposo de esta progresión musical.

Este disco se dio en parte por convencimiento de su amiga Björk, para que Alejandra usara su voz en las composiciones, creando estructuras más comunes y suaves con vocales en español. Destacan las canciones «Reverie» y una reinterpretación de «Caballo Viejo», además de la influencia de la tonada y ritmos latinoamericanos pasados bajo una encubierta experimental.

“Quítame la piel de ayer” es la cita que abre y repite una y otra vez el primer track del tercer álbum de la venezolana, homónimo, un hecho que contrasta con los títulos de los anteriores, como si recién hasta ese momento Alejandra Gershi y Arca fueran entes diferentes. En “Anoche” esta reconciliación se mantiene palpable. Todo han sido texturas post-melódicas, un giro de trama comenzará en la minimalista “Sauter” y la instrumental ‘Urchin’ que jugarán la figura de puente, para dar paso a dos canciones más caóticas y experimentales como fantasmas de un pasado que tratan de colarse en la mente a altas horas de la noche. “Sin Rumbo” irónicamente recupera el hilo en una especie de ópera fallida y se complementa con “Coraje”, punto en el que no ya no veremos más lamento.

“Desafío”, “Fugaces” y “Miel” exploran distintos escenarios bisagra de la vida. La primera es el momento de confianza y apertura absoluta a las puertas de un cambio; la siguiente explora la resignación; mientras que la tercera es una especie de último adiós. “Child”, otra pieza instrumental, cerrará esta introspección incompleta, un conjunto de canciones que no se vendió como álbum conceptual pero que sospechosamente lo parece, todo con inocentes, azarosos y juguetones sonidos, cómo quién descubre un piano y lo prueba sin saber tocarlo.

Una entrega que contrasta con la enorme cantidad de exploraciones realizadas. Arca podía grabar en los Estados Unidos o Europa pero su experiencia venezolana y latinoamericana estaba presente. Arca empuja los límites de un género: no trata de llevar vida a pistas de baile improvisadas en fábricas abandonadas, sino de abandonarse uno y fabricarse de nuevo.

Eduardo Rodríguez

89

gilda corazon valiente

«Corazón valiente» Gilda

Argentina

Cumbia - Cumbia argentina

1995

Leader Music

Leyendas musicales en Latinoamérica hay muchas, varias de ellas fallecidas a muy temprana edad y en condiciones trágicas. Pero ¿cuántas pueden presumir de convertirse en santos populares a quienes se le atribuyen milagros? Todavía en la actualidad hay fanáticos que peregrinan al santuario del kilómetro 129 de la ruta 12, en Entre Ríos, Argentina, donde Gilda perdió la vida en un desafortunado accidente de tránsito en 1996. Como otras leyendas musicales argentinas (Carlos Gardel, El Potro Rodrigo, o Gustavo Cerati) Gilda murió de gira, pero su música sigue girando en las noches de bailanta, mientras que su carisma e historia sigue seduciendo a fanáticos y produciendo libros, obras y películas. En 2016 Natalia Oreiro la encarnó en el cine en la biopic No me arrepiento de este amor.

Pero la historia empieza muchos años atrás, en el barrio de Villa Devoto, de la ciudad de Buenos Aires, donde Myriam Alejandra Bianchi es una maestra de jardín de infantes con una vida resuelta (dos hijos, casa, esposo), pero con un sueño por cumplir: convertirse en cantante de cumbia. Quizá haya en esto algo que nos explique la fascinación que sigue generando su historia. El resto es más o menos predecible: su esposo decide no acompañar su carrera y se separan. Gilda  adoptó su nombre artístico de una película de Rita Hayworth y conoció a Toti Giménez, tecladista, quien se convertiría en su pareja tanto sentimental como musical. Y un comenzar a romper barreras, sobre todo de género, en un escena donde la mujer era un elemento muy secundario y solía aparecer sólo como bailarina o modelo en la portada. En tan solo tres años (su álbum debut como solista, De corazón a corazón, salió en 1993) Gilda se convirtió en una estrella floreciente de la cumbia, componiendo y grabando un puñado de temas que se siguen bailando y coreando en las fiestas y boliches argentinos. 

Corazón valiente fue su último disco editado en vida, donde Gilda, con un talento letrístico depurado, se empodera y planta cara ante esa pareja que no supo dar el ancho: “No me queda ya más tiempo para mendigar / migajas de tu estúpido cariño / yo me planto y digo: basta, basta para mí / porque estoy desenamorada de ti”, canta desde el inicio con “Fuiste”, uno de sus temas clásicos. Pero en el tema que da título al disco se muestra vulnerable, y acepta la apuesta del amor a pesar de las “red flags”: “Porque tengo el corazón valiente prefiero amarte, después perderte”. Recién firmada con Leader Music, los arreglos de Toti Giménez al teclado son atrevidos, y pasa de los metales al órgano y las cuerdas con una naturalidad festiva, acompañado por una base rítmica potente. Aparte de los temas compuestos por la pareja, destacan los covers a Franco Simone (“Paisaje”, otro éxito) y Roberto Carlos (“Jesucristo”).

La madrugada del 7 de septiembre de ese año la cantante murió al chocar el micro que transportaba a la banda y a su familia mientras se dirigía a Chajarí para dar un recital. Toti sobrevivió, pero Gilda murió junto a su madre y su hija. A más de 30 años de distancia es una de las reinas de la cumbia argentina, y su figura, fiel al estilo de este país, sigue entronizada a niveles místicos.

José Juan Zapata

90

wilfrido vargas funcionario

«El Funcionario» Wilfrido Vargas

República Dominicana

Merengue

1983

Karen Records

El álbum El Funcionario, de Wilfrido Vargas, lanzado en 1981, es una joya destacada del merengue dominicano que encapsula la energía y el estilo distintivo del género en su época dorada. Este disco no solo consolidó la carrera de Vargas como uno de los principales exponentes del merengue, sino que también lo catapultó a la fama internacional. La carrera de Vargas comenzaba un trayecto en ascenso desde Wilfrido Vargas y sus Beduinos, lanzando su primer álbum en 1972. Inclusive tuvo un breve paso por la Fania All-Stars a finales de los setenta.

Durante la década de los ochenta, éxitos como «Abusadora» ya lo hacían viajar por países como Colombia, Venezuela o Puerto Rico; pero con el álbum El Funcionario, pudo sellar su popularidad con canciones como «El africano», «El funcionario», «Te necesito», «El hombre divertido», «El quejaito», «El avión» y «La yola». Sin embargo, la orquesta experimentó cambios significativos mientras el álbum estaba en circulación. Wilfrido Vargas persuadió a Bienvenido Rodríguez para la producción. Contó con arreglos de Sonny Ovalles, Dioni Fernández, el propio Wilfrido Vargas y Luis Pérez, revitalizando el sonido con una nueva dinámica vocal y musical. Otro importante cambio fue la salida de Sandy Reyes y la entrada de Rubby Pérez como vocalista principal.

El álbum abre con «El africano», una canción emblemática que establece el tono festivo y enérgico que caracteriza al merengue. Le sigue el tema titular «El funcionario», que destaca por su ritmo frenético y las habilidades vocales de Vargas, acompañado por arreglos magistrales que añaden capas de dinamismo al sonido. Canciones como «Te necesito» y «Amor brutal» exploran temas de amor y deseo con un toque melodioso que invita al baile, mientras que «El lamento» ofrece un momento más emotivo y reflexivo dentro del álbum.

En el lado B, «El hombre divertido» se destaca por su ritmo acelerado y letras ingeniosas, mostrando la versatilidad de Vargas como intérprete y su capacidad para captar la atención del público con su carisma único. «Vete lejos (Amelia)» presenta un cambio de ritmo más suave y melódico, ofreciendo un contraste bienvenido con las pistas más movidas del álbum. Canciones como «El quejaito», «El avión», y «La yola» continúan con el ritmo contagioso y las letras vivaces que son característicos del merengue de la época.

La canción «El africano», de Wilfrido Vargas, es un ejemplo brillante de cómo un género musical puede transformarse y adaptarse a través de una experiencia. La historia comienza en Barranquilla, cuando Wilfrido Vargas escuchó la versión original de Calixto Ochoa en un taxi. La letra pegajosa y divertida, con frases como «mami, el negro está rabioso», lo hizo estallar en risas y despertó su interés inmediato. Convocó a sus cantantes, quienes estaban alojados en un hotel, y les pidió que escucharan y adaptaran la canción al estilo merengue. En menos de una hora, la canción estaba grabada. Sin embargo, no se detuvieron allí; trabajaron en nuevos arreglos y mezclas para pulir el sonido. En tan solo unos días, «El africano» estaba sonando en las radios, marcando un éxito instantáneo que resonó no solo en República Dominicana, sino en el ámbito internacional.

Por otro lado, la canción que da título al álbum, escrita por Manuel de Jesús Jaime Shanlatte (conocido como Balín), es un poderoso testimonio de crítica social y política, compuesta como respuesta a una experiencia personal con Hatuey De Camps, ministro de la Presidencia en ese entonces. La canción satiriza el clientelismo y el patrimonialismo en la República Dominicana. Shanlatte mostró las letras a Wilfrido Vargas, quien reconoció su potencial. La canción ha mostrado su impacto cultural y político más allá de las fronteras dominicanas, provocando un diálogo sobre temas críticos como la ética pública, el abuso de poder y la perpetuación de la corrupción.

El Funcionario no solo fue un éxito comercial en su momento, sino que también ha perdurado como un clásico del merengue que sigue siendo escuchado y apreciado décadas después de su lanzamiento. Es una celebración musical que ha dejado una huella indeleble en la historia de la música dominicana, recordándonos la magia y la alegría que traspasa fronteras.

José Luis Mercado

91

Julio Jaramillo otros vals

«Reminiscencias y otros valses inolvidables» Julio Jaramillo

Ecuador

Bolero - Vals criollo

1968

Zeida

Para un artista, el hecho de que tu trabajo sobreviva y conecte con varias generaciones es un elogio que pocos reciben. De todos los cantantes de la canción romántica de los cincuenta y sesenta, Julio Jaramillo y su obra año tras año parecen crecer en reconocimiento. Es un ícono en su natal Ecuador, donde hasta el día de hoy es considerado el mejor cantante que ha producido el país. Y se ha convertido en una especie de figura de culto para aquellos de nosotros que alguna vez pasamos por una fase bohemia de escuchar boleros y valses.

Cabe preguntarse: ¿por qué Jaramillo ha tenido esta longeva póstuma carrera, y no otros cantantes de esa época? La respuesta obvia sería que su exquisita y dulce voz, (responsable de varios nacimientos, noches desconsoladas y lamentos de borrachera) cautiva a cualquiera. Pero también podría ser que la acertada elección de canciones que grabó simplemente fueron obras atemporales. O quizás sea su prolífica carrera discográfica (la que lo llevó a grabar más de 2000 canciones a lo largo de toda la región con diferentes sellos discográficos) le permitió crear una audiencia panamericana, que pasaría el fandom a su descendencia. Cualesquiera que sean las razones de su legado mítico, no se puede negar que la voz de Jaramillo ha sido un pilar fundamental de la canción romántica por décadas.

Jaramillo comenzó su carrera de cantante en un cuarteto de boleros en Guayaquil donde daba serenatas en la zona conocida como La Lagartera. Rápidamente pasaría a la radio y se hizo de una popularidad que eventualmente terminaría de gira por Ecuador y Colombia antes de cumplir los 20 años. Sin embargo, fue hasta 1956 cuando grabó el vals peruano «Fatalidad» donde su fama explotó. Éxitos como «Nuestro juramento» llevarían su fama por todo el continente, cautivando al público en todos los lugares donde se presentó. A finales de la década de 1960, Jaramillo era un nombre conocido por toda la región  y sus grabaciones seguían vendiéndose bien (incluso cuando el bolero y el vals ya no estaban de moda).

Estando de gira por Colombia cuando grabaría el LP Reminiscencias y otros valses inolvidables, en 1968. En él, vuelve a grabar algunos de los exitosos clásicos que le habían convertido en la voz del dolor y el lamento. Estas grabaciones ayudan a capturar la dulce voz aún intacta de Jaramillo. Las llamativas guitarras y los oportunos arreglos de piano en «Ódiame» brindan un paisaje musical donde Jaramillo pinta un cuadro de resentimiento a través de su voz que solo alguien que ha vivido un tormento podría lograr. En «Te esperaré» Jaramillo muestra por qué lo apodaron El Ruiseñor, ya que captura el anhelo de la letra con su deliciosa cadencia. Pero es en su grabación original de «Reminiscencias» donde plasma la naturaleza corta-venas de la canción. Su voz tiene el poder de transportarnos a un episodio de nuestras vidas que nos impactó. Quizás ese sea el secreto de su eterna popularidad, nos conecta con ese amor que nunca estuvo destinado a ser pero que siempre recordaremos.

Julián Jiménez

92

aterciopelados dorado

«El Dorado» Aterciopelados

Colombia

Rock - Rock alternativo

1995

BMG

En la Bogotá de los años noventa el panorama musical era un desierto sin ensayaderos, ingenieros de sonido ni infraestructuras que la sostuvieran. Las convocatorias para los toques se limitaban a afiches pegados con engrudo en diferentes puntos de la capital. En lugar de riffs y acordes, la ciudad se estremecía con la violencia del narcotráfico y la incertidumbre provocada por las constantes explosiones de bombas. En aquel entonces, Bogotá figuraba entre las ciudades más peligrosas del mundo. En este entorno adverso, la escena punk intentaba mantenerse, enfrentándose a la escasez de lugares para tocar. Los caóticos «pogos» a menudo terminaban en peleas y sillas rotas, reflejando la intensa y violenta energía del ambiente.

Aunque ya existían bandas de rock en Colombia, la mayoría se limitaba a hacer covers de éxitos internacionales y faltaban cantantes originales en la escena local. En un momento en que el epicentro del rock latinoamericano parecía consolidarse en Argentina, México, Brasil y Chile, surgió una banda inicialmente conocida como Delia y los Aminoácidos, que luego cambió su nombre. Hoy, esta banda se ha convertido en un emblema del rock alternativo y pionera del rock colombiano a nivel mundial: Aterciopelados.

Creado por Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, El Dorado, su segundo álbum de estudio, desafió los estereotipos musicales de la época, buscando una autenticidad que contrastaba con la tendencia hipersexualizada dominante del siglo XX. El álbum no sólo nos transporta a la mítica leyenda, sino también a la riqueza espiritual precolombina. Sus letras exploran la conquista —o, en términos menos eurocéntricos, la colonización— y la profunda esencia cultural de nuestra tierra. Además encapsula la esencia de Aterciopelados, evocando los coloridos vehículos de transporte público típicos de Bogotá, decorados con terciopelo y crucifijos. Esta combinación ecléctica y esotérica define un estilo kitsch pero elegante, reminiscente de las obras de Andy Warhol. 

Andrea y Héctor, sin formación académica musical, se destacaron por su audacia al fusionar diversos estilos sin miedo alguno. Para los oídos del mundo, sus composiciones resultaban «rarísimas», pero igualmente intrigantes. Con ritmos desafiantes y crudos, su álbum El Dorado mezcló rock alternativo, rock & roll, pop-rock y punk.

La trascendencia de la banda fue notable no solo por su innovador estilo musical. Andrea, la voz y el rostro femenino de la banda, se convirtió en un símbolo de resistencia. La industria musical en general y el rock en particular, son predominantemente dominados por hombres, tanto en términos de músicos como ejecutivos. Su liderazgo fue clave para el crecimiento descomunal de Aterciopelados y marcó un hito en la visibilidad y representación de las mujeres en la música latinoamericana. Aunque el equilibrio de género en la industria sigue siendo un desafío, la presencia de Andrea abrió nuevos caminos para las mujeres en un terreno históricamente controlado por hombres.

El álbum está lleno de sencillos que se han quedado en la memoria colectiva: «Florecita Rockera» considerado uno de los clásicos del rock en español, «Bolero Falaz» una fusión de bolero y rock, influenciado por el estilo «santanesco» con un toque colombiano; que entrelaza con humor en frases como «Te dije no más, y te cagaste de risa», controversial en su época y censurada por algunas emisoras. Añadido a eso, la pieza transmite un mensaje de «Peace and love», contrastando con el dramatismo usual de los boleros tradicionales. La producción musical incluye 16 canciones, con el bonus track «Mujer Gala» que les aseguró su primer número uno en la radio nacional y su primer contrato discográfico.

Angie Rojas

93

Control machete mucho

«Mucho barato» Control Machete

México

Rap/Hip Hop

1996

PolyGram

Monterrey no sólo es la capital industrial de México, sino que al paso de los años se ha convertido en la segunda ciudad más grande del país. Y la verdad es que alguna vez se pensó a sí misma con una vocación de vanguardia cultural en Latinoamérica. En medio de ese boom de los años ochenta y noventa floreció una rica escena musical under que no tardó en llamar la atención de la industria musical, que tan buenos réditos había obtenido desde la capital en la primera mitad de los noventa con el Rock en tu idioma, y ahora comenzaba a perfilar la siguiente oleada de rock y propuestas alternativas para el resto del continente.

Antonio Hernández (Toy Selectah), Fermín Caballero (Fermín IV) y Raúl Chapa Elizalde (Pato Machete) ya estaban activos en la primera mitad de los noventa en distintas bandas como La Última de Lucas, Prófuga del Metate y Pasto. Pero fue el demo de Control Machete, un proyecto alterno donde los tres desarrollaban sus inquietudes por el rap, el que llamó la atención de Polygram y el que terminó proyectando sus carreras musicales. Aunque el rap ya tenía una presencia fuerte en el under no sólo de México sino incluso en Monterrey, Control Machete consiguió el que quizá sea el primer éxito masivo del género en Latinoamérica. Lanzado en 1996, Mucho Barato vendió 500 mil copias en seis meses e inaugura la famosa ‘Avanzada Regia’: abrió la puerta para que otras bandas de la ciudad, como Plastilina Mosh, Jumbo, Zurdok, El Gran Silencio o Kinky, empezaran a firmar contratos y a rotar sus videos en MTV.  

Aunque los integrantes de Control Machete no provenían de sectores populares o marginales, supieron leer la riqueza de las músicas que sonaban en Monterrey, en los barrios de esta urbe que ya empezaba a mostrar su monstruoso desarrollo. Musicalmente parten de las bases establecidas por Cypress Hill o Wu-Tang Clan (Jason Roberts, ingeniero de Cypress, fue una mano determinante en su sonido), pero las bases de Toy incorporan toda clase de samples, collages sonoros y pastiches de la música que llegaba a sus oídos: desde la cumbia de la Tropa Vallenata y Los Mirlos, pasando por las norteñas de Bronco, Grupo Límite o Carlos y José, hasta la balada romántica de Los Ángeles Negros y Los Solitarios. 

Fermín y Pato, por su parte, rapeaban de fiesta y de desmadre (“Cheve”, “Andamos armados”) pero también tiraban dardos de crítica respecto a la situación de los migrantes en Estados Unidos (“Humanos mexicanos”, “Únete pueblo”). Otros temas, como el gran hit del disco, “¿Comprendes Mendes?” o “Así son mis días”, comenzaban a mostrar la veta introspectiva y filosófica que sería aún más notoria en su segundo material, Artillería Pesada Presenta, y que llevarían a Fermín a convertirse al cristianismo y abandonar la banda.

A casi tres décadas de distancia, el debut de Control Machete sigue sorprendiendo por su frescura, en gran parte por las rimas y el flow que imprimen Fermín y Pato, pero sobre todo por el extraordinario mosaico sonoro que diagramó Toy con sus samples. El tiempo lo llevaría a convertirse en un importante productor y A&R reconocido a nivel Latinoamérica.

José Juan Zapata

94

DREXLER eco

«Eco» Jorge Drexler

Uruguay

Música de cantautor

2004

Warner Music Latina

Jorge Drexler no vive de la música; vive para la música. Es un intuitivo con una visión cosmopolita, un verdadero embajador de nuestra lengua y uno de los cantautores y compositores más reconocidos y premiados del mundo hispanohablante.

El álbum Eco fue grabado en Uruguay y producido por Juan Campodónico y Carlos Casacuberta, reconocidos por su trabajo con Bajofondo. Este séptimo disco del cantautor y compositor uruguayo es el primero lanzado bajo el sello Dro East West. Eco representa una declaración de intenciones, un reflejo sonoro de «la presencia de una ausencia». Esta producción discográfica de poesía combinatoria y canciones entrelazadas, es una propuesta que deambula entre lo digital y lo analógico, entre géneros como pop y cantautor, con influencias de música folk latinoamericana, bossa nova y música electrónica, configurando un álbum innovador, que navega entre las profundidades emocionales.

Uno de los clásicos del álbum es «Todo se transforma». Esta canción se basa en la ley de la conservación de la masa y de la energía formulada por Antoine Lavoisier en el siglo XVIII. La canción explora cómo el subconsciente y los arquetipos también experimentan transformaciones constantes, construyendo y deconstruyendo las fronteras y posturas. En este sentido, refleja de manera poética cómo todo en el universo está en perpetuo cambio, convirtiéndose en una reflexión sobre la naturaleza dinámica de la vida y la existencia.

Otro de los clásicos imprescindibles es «Milonga del Moro Judío». La historia detrás del sencillo es realmente fascinante y se entrelaza con la historia personal del artista —fue criado en la dictadura cívico-militar uruguaya y es hijo de un niño de la guerra—.  Drexler recibió un desafío del cantautor español Joaquín Sabina: escribir una canción a partir de un estribillo de otro poeta. El estribillo dice: «Soy un moro judío, que vive con los cristianos, no sé qué Dios es el mío, ni cuáles son mis hermanos». Antes de despedirse, Joaquín añadió una dificultad más a la tarea: «Escríbelo en décimas» —la décima es una forma de verso tradicional y un verdadero tesoro en el mundo de habla hispana—. Consciente del perfil literario y la maestría métrica de Sabina, Drexler aceptó el desafío. Así nació «Milonga del Moro Judío», una canción que aborda la transitoriedad de la vida y la persistencia de la tierra, criticando la arrogancia de cualquier doctrina o pueblo que se considere superior. La obra va más allá de la simple identificación con múltiples convicciones religiosas y culturales, y, lamentablemente, su mensaje sigue siendo extremadamente vigente en estos tiempos de continuos horrores que  aún se siguen generando.

Entre las once canciones de Eco se encuentran varias joyas imprescindibles del repertorio drexleriano, como «Guitarra y Vos», «Polvo de estrellas» y «Don de fluir». Estas piezas son un deleite de epifanía musical que crea una especie de cosmogénesis, demostrando que cada vez que Drexler compone, el mundo se reinventa. El compilado musical fusiona de manera sublime lo sintáctico y lo semántico, combinando la escritura versada y el delirio imaginativo con una visión científica y poética. Drexler logra en cada composición una sinergia entre la poesía y la ciencia, llevando al oyente a un estado reconfortante y desenfadado. Su capacidad para transformar lo cotidiano en un universo sonoro extraordinario es, sin duda, el sello distintivo de este álbum.

Al año siguiente de lanzar Eco, Jorge Drexler hizo historia al ganar el Óscar por la canción «Al otro lado del río» de la película Diarios de motocicleta —película biográfica basada en los diarios de viaje del Che Guevara y Alberto Granado—. Con este logro, se convirtió en el autor de la primera canción en español en recibir un premio Óscar, demostrando que la música no tiene fronteras.

Angie Rojas

95

tribalistas

«Tribalistas» Tribalistas

Brasil

MPB

2002

EMI

Un disco que muestra la diversidad, y la reinvención cómo rasgo propio de la música popular brasilera. El tropicalismo, a fines de los sesenta, fue un movimiento contracultural, un estallido de creatividad y experimentación donde se exploraba la psicodelia, la samba, el rock y el pop, y la forma de escritura poética. Algunos grandes exponentes de esta época son Gal Costa, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Os Mutantes, Tom Zé, entre otros. Dicho movimiento buscaba refundar la música popular brasilera desde la “antropofagia”, incorporando lo extranjero a lo nacional como parte de un todo diverso. 

Los miembros de Tribalistas, aunque generacionalmente herederos del tropicalismo e influenciados fuertemente por ellos, deciden llamar a su unión y primer disco de ésta manera como una forma de reinvención, de búsqueda de una mirada más humanitaria de la creación colectiva, la poética y la inspiración artística. Más allá de la idea de “movimiento” propuesta por el tropicalismo, es más bien una apuesta por la comunidad como bandera.

Como su nombre lo indica, “tribalista” significa sentirse muy ligado al grupo de gente al que se pertenece. Así, Arnaldo Antunes, poeta, músico y artista visual quien ha sido parte de uno de los grupos más importantes del rock brasileño Titãs, se uniría a Marisa Monte, la carioca de voz aterciopelada, tropical, dulce y nostalgiosa, también con un gran recorrido musical a nivel personal. Marisa, de casa sambista y formada en música lírica, se complementa exquisitamente con  la voz grave, cavernaria y profunda de Antunes. A su vez, Carlinhos Brown, percusionista multiinstrumentista bahiense, comprometido con la cultura y educación de Bahía, aporta sonidos percusivos únicos.

“Vem comemorar/ Escandalizar ninguém / Vem me namorar. Vou te namorar também / Vamos pra avenida / Desfilar a vida / Carnavalizar”.  Estas líneas abren el disco como una invitación a la comunidad a reunirse, a escandalizar en lo auténtico del carnaval. Abren el tema con “Bom dia comunidade”, desde lo que daría la sensación de voz del altoparlante de un vendedor de camión, sonido tan familiar para la vida de los barrios latinos. Una canción con una percusión muy particular, suave entre repiques, cascabeleos y acordes contrastantes entre el coro pegadizo del estribillo.

También puede encontrarse un icono del disco y lo más representativo a nivel banda, además de la recepción exitosa que ha tenido en Brasil y a nivel mundial: “Já sei namorar”, de alguna manera sintetiza y expande el sentido de no ser de ninguna parte y al mismo parte sentirse integrado. “Eu sou de ninguém, eu sou de todo mundo / E todo mundo me quer bem.”

Por otra parte, en “Velha infancia”, de poética dulce y nostálgica, ha dejado huella en el inconsciente colectivo latino. Así como otras canciones del disco  como “Passe em casa”y  “Tribalista” muestran  interpretaciones versátiles donde cada uno de los integrantes suma a una sonoridad particular en cuanto a la grupalidad, como si se tratara de  un cuarto integrante. 

En tiempos de intolerancia e individualismo, este disco es un hermoso recordatorio de volver al sentido de tribu, de buscar agruparnos valorizando la diversidad y autenticidad.

Gabriela Chávez

96

carlos mejia son nuestro

«El son nuestro de cada día» Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina

Nicaragua

Nueva canción latinoamericana

1977

CBS

Una de las canciones más representativas de la cultura centroamericana es “Son tus perjumenes mujer”, y la versión reconocida por todos es la de Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina incluida en este maravilloso álbum, uno de los fundamentales del folclore latinoamericano.

Carlos Mejía Godoy proviene de una familia arraigada en la música popular, lo que se ve reflejado en sus composiciones llenas de testimonios y paisajes folclóricos de su natal Nicaragua. En la década de los sesenta se dedica a la investigación y divulgación de canciones tradicionales de corte campesino, lo que se decanta en su simpatía por los movimientos sociales en su país, en específico con el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Tras varios discos exitosos en Nicaragua comienza su internacionalización al realizar una extensa gira por España junto a Los de Palacagüina, lo que desemboca en dos momentos importantes en su carrera: Su canción “Quincho Barrilete” gana el festival internacional de la canción OTI en 1977, mismo año donde graba en el país europeo El son nuestro de cada día junto a Humberto Quintanilla, Silvio Linarte, Milciades Herrera y Enrique Duarte, que conformaban el grupo Los de Palacagüina.

El álbum fue editado por CBS en España y Costa Rica, y todas las canciones son compuestas por él, a excepción de “Son tus perjumenes mujer”, canción popular nicaragüense rescatada por Wilfredo Álvarez Rodríguez, del trío Los Bisturices Armónicos, y que le brindaron una influencia de las tonadas mexicanas, una canción alejada de sus tradicionales mensajes políticos. En El son nuestro de cada día Mejía Godoy demuestra su capacidad de escribir canciones de gran significado, utilizando modismos nicaragüenses, muy semejantes a los que se utilizan en sus países vecinos como Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica.

Otro tema a destacar es “El Cristo de Palacagüina” que ya tenía una primera versión en su álbum Misa Campesina, del año 1973, donde se hace una apología de la figura de Jesus naciendo en dicha ciudad, una muestra de las creencias del campesino centroamericano. También se escucharon mucho otros cortes como: “Clodomiro el Ñajo” y “Machala”.

El son nuestro de cada día es una obra imprescindible para conocer el sentir, la vida y las costumbres de los campesinos centroamericanos, ante la marcada desigualdad que continúa en nuestros países. Denunciarla siempre es un riesgo, lo que lamentablemente tiene a Carlos Mejía Godoy en el exilio.

Felipe Figueroa

97

don omar last don

«The Last Don» Don Omar

Puerto Rico

Reggaetón

2003

VI Music

The Last Don es el álbum de estudio debut del artista de reggaetón Don Omar, bajo el sello discográfico V.I. Music y distribuido por Universal Music Group, con colaboraciones de Daddy Yankee, Glory, Héctor “El Bambino”, Trébol Clan y Gallego. Destaca por la notable producción musical de Luny Tunes y Eliel, cuyo conjunto crea una obra insuperable. Don Omar no solo tiene presencia interpretativa, sino también momentos emotivos y narrativas bien articuladas, como se escucha en canciones como «Aunque te fuiste».

The Last Don es un álbum crucial que catapultó a Don Omar al estrellato mundial y fue fundamental para el éxito del reggaetón entre 2003 y 2005 a nivel internacional. El título del álbum hace referencia a una figura de poder y respeto, reflejando la imagen que Don Omar intenta proyectar en sus letras y estilo musical. El álbum tuvo el padrinazgo de Héctor «El Bambino» (luego conocido como «El Father»), cuyo respaldo fue necesario en ese momento.

El álbum presenta una mezcla energética  que exploran temas de amor, desamor, fiesta y vida de los barrios. Canciones icónicas como «Dale Don dale» y «Dile» se destacan por sus ritmos contagiosos y letras pegajosas que resonaron fuertemente tanto en Latinoamérica como en otras partes del mundo. The Last Don no solo fue un éxito comercial, alcanzando altas posiciones en las listas de éxitos, sino que también fue fundamental para establecer las bases que el género tomaría en los años siguientes, tanto en las calles como en las discotecas. La habilidad de Don Omar para combinar letras pegajosas con ritmos irresistibles aseguró su lugar como uno de los grandes del reggaetón y estableció las bases para una carrera musical exitosa y duradera. A nivel mundial, superó el millón de copias vendidas, solidificando su estatus de uno de los artistas más exitosos de la música latina en el siglo XXI. El álbum también recibió reconocimientos en los premios Billboard y Grammy Latino.

El álbum contiene 15 pistas producidas con el icónico «Dale Don Dale», que se incluyó como bonus track. Fue la gran carta de presentación de Don Omar, una canción tan simple como infecciosa que era imposible no aprender y cantar. Esta canción marcó un antes y un después tanto en el género como en la vida y carrera de Don Omar, aunque originalmente fue grabado para el compilado MVP. Por otro lado, Don Omar utilizó la melodía de «La Noche» de Joe Arroyo como base para su éxito «Dile.»

En retrospectiva, The Last Don es un álbum que captura la esencia del reggaetón en su época dorada y sigue siendo un referente dentro del género. Destaca por su impacto cultural y su capacidad para conectar con audiencias de nicho de Puerto Rico y sus alrededores, así como la que abriría sus oídos al reggaetón por aquellos inicios de los años dos mil.

José Luis Mercado

98

Aurelio Laru

«Laru Beya» Aurelio Martínez

Honduras

Música garífuna

2011

Stonetree Records

El hondureño Aurelio Martínez es una figura prominente en la cultura garífuna, la cual se extiende por la costa caribeña que recorre la mayor parte de los países de Centroamérica. Aurelio asume el rol de embajador cultural tras el fallecimiento del icónico beliceño Andy Palacio en 2008. Palacio, con su álbum Wátina, había llevado la música garífuna a una audiencia global a través de nuevos elementos. Martínez, un discípulo cercano y colaborador de Palacio, comenzó a grabar Laru Beya solo un mes después de la muerte de su mentor, embarcándose en un proyecto que tardó tres años en completarse.

Aurelio Martínez nos entrega en Laru Beya una obra que trasciende fronteras y fusiona magistralmente la riqueza de la tradición musical garífuna con influencias contemporáneas y colaboraciones internacionales. Publicado a través de Real World Records, sello de Peter Gabriel, debido a un acuerdo con la marca de audio Bowers & Wilkins, salió publicado digitalmente unos meses antes bajo el proyecto «Society of Sound» con el título Garifuna Afro Combo.

La producción de Laru Beya es una obra impecable en sí misma, realizada en colaboración con el productor Iván Durán. Parte del disco se grabó en un estudio improvisado en una playa hondureña, lo que añade una autenticidad y una textura única a la grabación, con sonidos de fondo de la vida cotidiana, entrelazados con la música. Esta elección de producción crea una atmósfera cálida y envolvente, que sienta la base sobre la que se sentarán el trabajo de los músicos.

El álbum de Aurelio abre con «Lubara Wanwa», una colaboración con Youssou N’Dour que mezcla boleros y reggae. «Laru Beya» celebra el amor en la playa con Orchestra Baobab, mientras que «Yange» aborda la pérdida de su hermano. «Wéibayuwa» crítica a los políticos con el conjunto de rap Sen Kumpe. «Yurumei» narra la historia garífuna, y «Ineweyu», con la cantante Njaaya, mezcla groove senegalés con toques de reggae. «Mayahuabá» trata la orfandad por SIDA. «Tio Sam» reflexiona sobre la migración, y «Wamada» homenajea a Andy Palacio. «Nuwaruguma» y «Ereba» tratan sobre la tradición del pan de yuca y crítica a las nuevas generaciones que rechazan el legado. Aurelio trabaja con músicos habituales y un coro femenino, evocando sonidos que asimilan la música garífuna con la senegalesa junto al uso de guitarra barítono, trombón, kora, tambores sabar y tama. En su propio idioma, las canciones abordan temas garífunas como migración, espiritualidad y cultura.

Laru Beya lleva al oyente desde las costas de Honduras hasta Senegal, fusionando ritmos garífunas con influencias africanas y latinoamericanas. Las colaboraciones internacionales y la mezcla de estilos reflejan la universalidad de la música como lenguaje de conexión y resistencia. Este álbum consolida a Aurelio Martínez como un embajador, pero el propio Aurelio dice que su viaje también le ayudó a entender su identidad como garífuna y persona negra en el continente americano.

José Luis Mercado

99

Wara inca

«El inca» Wara

Bolivia

Rock - Rock andino - Rock progresivo

1973

Discos Heriba

Wara es una de las bandas más emblemáticas de Bolivia. Fundada en La Paz en 1972, lanzaron su disco debut, El inca, al año siguiente, con el concepto de hacer música progresiva con raíces bolivianas. Aunque musicalmente aún no integraban las influencias tradicionales que incorporarían años después, cada pieza del disco estaba inspirada en un elemento indigenista o de la sociedad altiplánica, como Raza de bronce, una novela publicada en 1919 por Alcides Arguedas. En ella el escritor boliviano relata las relaciones afectivas y sociales entre la comunidad aymara, representada por dos jóvenes a punto de contraer nupcias para después ser testigos de las dificultades y cambios que un viaje puede causar en sus vidas. 

La novela y sus intenciones serán vistas como una declaración de principios en la segunda pieza de esta colección cuyo título es «Realidad», musicalizada con una mezcla de tarqueada con frenéticos solos de guitarra y órgano, tan desafiante que casi olvidamos que el disco tiene en su tapa la leyenda “música progresiva boliviana”.

La canción que abre y da título al disco, «El inca», hace uso de la flauta e hipnóticos arreglos de violines para servir de introducción al viaje de nuestro personaje, un viaje que solo será una pausa. El lado A del álbum cierra con «Canción para una niña triste» una pieza atmosférica y de amables coros que también dan por concluida las composiciones del dúo González-Sanjines.

El lado B del disco comandado se muestra más agresivo desde el primer segundo. En «Wara (Estrella)»  va directo a riffs machacantes. Esto no se pierde en «Kenko», que cierra este viaje del inca, un viaje en el que se ve obligado a volver a un sitio que se vende como más civilizado aún cuando se prefiere el lugar de origen. Breve y conciso, el disco hizo el suficiente ruido con sus letras indigenistas que provocó los esfuerzos del gobierno presidido por Hugo Banzer para evitar una difusión mayor.

A medida que pasaron los años y los discos, Wara fue dejando estas intenciones sincretistas para enfocarse totalmente en la música andina, en la que también consiguieron momentos altísimos, pero que no alcanzaron el mismo estatus de culto. Como dato adicional, el disco fue regrabado en el año 2001 bajo el título “Wasitat Jikisiñasawa”, con arreglos más consolidados de rock andino, incluyendo una versión del tema “Wara” en aymara y la canción “A más de 500 años” de Pedro Sanjines.

Eduardo Rodríguez

100

walter ferguson

«Babylon» Walter Ferguson

Costa Rica

Calypso

2003

Papaya Music

El inglés criollo limonense, o mekatelyu, es una lengua criolla afrocaribeña de Costa Rica, especialmente hablada en Limón y Cahuita, influida por el criollo jamaiquino, el inglés y el español. Walter Ferguson, «El Rey del Calipso», utilizó esta lengua en sus composiciones, difundiendo el calypso caribeño y preservando la cultura afrocostarricense. Sus canciones reflejan la vida en Cahuita con humor y emoción, ayudando a conservar el criollo limonense, que enfrenta desafíos de conservación.

La tradición del calypso limonense se mantuvo al margen de la industria musical, por lo que Walter Ferguson grababa cassettes que vendía a turistas o enviaba a familiares en el extranjero. Uno de esos cassettes atrajo al musicólogo Michael Williams, quien gestionó que Smithsonian Folkways Recordings enviara a un equipo para grabar el álbum Mr. Gavitt: Calypso of Costa Rica. Este fue seguido por Calypsos del Caribe de Costa Rica, lanzado en 1986 por el Ministerio de Cultura de Costa Rica, lo que aumentó la atención de Ferguson entre los amantes del world music.

Pero Ferguson era un artista lejos de los grandes escenarios. Lo suyo era cantar en las festividades de Limón y se mantuvo nuevamente lejos de las grabaciones hasta el año 2002, cuando lanzó el álbum Babylon, gracias a la iniciativa del sello nacional de Papaya Music, fundado por el músico, compositor y productor costarricense Manuel Obregón, y en cuyo sello también se encuentra la discografía de los notables Malpaís (del cual era miembro). Aquí consolida su título como el “Rey del Calipso” en Costa Rica. Entre las canciones que más destacan del disco están: «Callaloo», «Cabin in the wata», «Bombero», «Everybody laughing» y el tema homónimo. Acompañado con una guitarra con solo tres acordes en tono mayor, Walter sólo quería seguir en la playa o en su casa con su rumba chiquitita… una rumba en Cahuita, como canta en una de sus canciones.

La influencia de Ferguson inspiró a músicos como Manuel Monestel y Danny Williams, quienes también contribuyen a mantener vivo el calypso y el criollo limonense. Ferguson consolidó su legado como un narrador y músico que celebró la vida y tradiciones de su comunidad hasta su fallecimiento en el 2023 a los 103 años de edad.

José Luis Mercado

101

robi draco vagabundo

«Vagabundo» Robi Draco Rosa

Puerto Rico

Rock - Rock alternativo

1996

Sony Latin

Robert Edward Rosa Suárez conoció desde temprana los sinsabores de la industria musical. Tras su paso por Menudo se dio cuenta que quería ser más que un ídolo juvenil, pero el paso de los años le enseñó a equilibrar el ser parte no protagónica de proyectos muy exitosos con una carrera llevada bajo sus propios términos. Luego de un paso grabando en inglés por los Estados Unidos con la banda Maggie’s Dream se dio cuenta que debía volver a sus raíces y grabar en español. Luego de una recepción moderada con el disco Frío en 1994, empieza a trabajar detrás de su viejo amigo Ricky Martin utilizando un seudónimo: Ian Blake.

Y es que Robi siente la comodidad de un álter ego que le otorga la libertad creativa para escribir grandes canciones. Anteponiendo «Draco» graba Vagabundo, el disco más visceral de su carrera. Inspirado en el grunge, el hard rock pero también el rock gótico y los poetas malditos, escribe 14 canciones poderosas. El español José Manuel Navarro acompañó en la co-autoría de las canciones y fue producido por Phil Manzanera.

Destaca por su profundidad lírica y su atmósfera oscura y melancólica. Este álbum es un viaje introspectivo que explora temas de amor, desilusión y búsqueda espiritual, y es considerado uno de los trabajos más emblemáticos del artista. Destacan «Madre Tierra» y la canción homónima del álbum que captura el espíritu errante y solitario del artista. También están «Penélope», «Blanca Mujer» y «Amantes hasta el fin», que sobresale el lado más melancólico del artista.

Cada canción es una pieza cuidadosamente elaborada, creando una experiencia con la voz de Robi Draco Rosa, cargada de emotividad y por momentos sonando desgarrador. Como curiosidad, muchas de las canciones de este disco fueron regrabadas en colaboraciones con Shakira, Maná, Andrés Calamaro, Residente, Ednita Nazario y Tego Calderón en el disco Vida del 2013.

José Luis Mercado

102

AMIGOS INVISIBLES NEW SOUND

«The New Sound of The Venezuelan Gozadera» Los Amigos Invisibles

Venezuela

Funk

1998

Luaka Bop

Formados en 1991, el grupo había editado solo un álbum anterior, A Typical & Autoctonal Venezuelan Dance Band (1995), con poco impacto en su país y en el exterior, pero sí con un efecto inesperado en lo que vendría para la banda, no solo en su siguiente disco, sino en toda su carrera, ya que les permitió grabar y editar The New Sound of the Venezuelan Gozadera, que marcó el despegue de Los Amigos Invisibles fuera de sus fronteras.

La historia resumida es así: de ese primer álbum habían unas cuantas copias en una disquería de Nueva York, dejadas por el mismo grupo durante una gira. Una de esas copias fue comprada por David Byrne, quien escuchó el disco y en sus palabras “no dejó de ponerlo en su oficina, pidiéndoles a todos que lo escucharan”. Así Byrne hizo que su sello, Luaka Bop, se contactara con ellos y les ofreciera grabar.

Grabado y mezclado entre Caracas y Nueva York y producido por Andrés Levín, que además toca el saxo en “No me pagan” y el tres en el tema homónimo (había producido Feelings de Byrne un año antes), este disco significó el refinamiento del funk y el acid jazz de Los Amigos Invisibles, mezclado con disco y ritmos latinos, creando una fusión irresistible para el panorama latinoamericano.

El álbum abre, luego de una introducción (“Güelcome”), con “Ultra-funk”, donde su irresistible guitarra funk anuncia los 74 minutos de fiesta que nos van a entregar. Fiesta que continúa con “Mi linda” y “Sexy”, su primer sencillo que rotó por MTV Latino incansablemente durante ese 1998, dándole una exposición continental que no habían tenido antes y que a posteriori los hizo girar por distintos países de Latinoamérica. Ya en el cuarto tema Los Amigos Invisibles demuestran que sí, lo suyo es el funk, pero no tenían miedo a experimentar con distintos ritmos latinos, como la bossa nova en “Las Lycras de Ávila”; y en temas como “Otra vez” y “Balada de Chusy”. También bajan el acelerador para adentrarse en el soul y jazz. Finalmente, los otros sencillos, “Ponerte en cuatro” y “El disco anal”, no hicieron más que reafirmar la popularidad del álbum.

Con este álbum y el posterior, Arepa 3000: A Venezuelan Journey Into Space (2000), Los Amigos Invisibles se convirtieron en uno de los artistas de referencia al hablar de funk latinoamericano.

Jorge Cárcamo

103

milanes

«Pablo Milanés» Pablo Milanés

Cuba

Música de cantautor - Nueva trova

1976

Areito

Pablo Milanés, un artista consolidado como uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola, publica en 1976 su tercer LP, un hermoso álbum homónimo editado en Cuba por EGREM-Areito, reeditado ese mismo año en España por Movieplay bajo el nombre de La vida no vale nada y en México por Polydor en el año de 1978 como Canción por la unidad latinoamericana. Es uno de los grandes clásicos de la música de compositor en Latinoamérica, con una tremenda repercusión social en muchos países de la región, en buena parte por estar compuesto por varios temas que mostraban el compromiso del cantautor con varias causas políticas de la acalorada década de los setenta. 

Este disco trasciende en el tiempo porque sus letras vienen de la intimidad de un individuo con pensamiento propio, que a pesar de mostrarse apacible y siempre sonriente, era un hombre de lucha y convicciones no perecederas. Uno de los grandes ejemplos en esta producción es el tema “Yo pisaré las calles nuevamente”, un canto esperanzador tras el golpe de estado de Augusto Pinochet en Chile. Otra joya que encontramos entre estos 10 cortes es “La vida no vale nada”, una tajante reflexión sobre la vida bajo un contexto de desigualdad e injusticia social. Y qué decir del verso con el que se cierra el álbum: “Bolívar lanzó una estrella, que junto a Martí brilló, Fidel la dignificó, para andar por estas tierras”.

En Pablo Milanés también hay espacio para las grandes canciones sobre la vida y el amor, como la dolorosa “Para vivir”, que nos habla de una relación desgastada, que inevitablemente debe acabar. O la bella declaración de amor que resulta “Llegaste a mi cuerpo abierto”.

El escritor cubano Guillermo Rodríguez Rivera escribe un texto como parte del arte del álbum, detalle que le da un fabuloso plus a la obra de nuestro querido Pablo y que cierra así: “Canciones de amor son todas éstas pues, las de amor y las otras; canciones políticas son también todas éstas, las políticas y las demás. Del mismo modo que son canciones de mucha gente. Canciones que todos quisimos escribir y que escribió por nosotros quien pudo: el músico, el poeta, el trovador. Canciones de Cuba son éstas, compuestas y cantadas por Pablo Milanés”.

Felipe Figueroa

104

julieta bueninvento

«Bueninvento» Julieta Venegas

México

Música de cantautor - Rock - Rock alternativo

2000

BMG México

Nacida Long Beach, California, Julieta Venegas desarrolló sus estudios y gustos por la música entre Tijuana y San Diego, tuvo un paso fugaz, pero importante, en la banda Tijuana No, se muda a Monterrey y luego a la Ciudad de México hasta que en 1996 es descubierta por BMG para grabar su álbum debut Aquí, con el cual llama la atención de sobremanera en la escena del rock mexicano. 

Para el 2000 publica su segundo larga duración Bueninvento donde repite como productor a Gustavo Santaolalla, pero suma a su equipo de productores a Emmanuel Del Real y Quique Rangel de Café Tacvba, Gustavo Kérpel y al estadounidense Joe Chiccarelli. Con ellos consigue crear su obra maestra, una que sobrepasó a lo que se encontraba dentro del rock latinoamericano. En este trabajo mantiene los elementos esenciales de su debut, menos denso y oscuro, y explora sonidos alternativos como bossa nova, folk, trip hop y toques de pop sofisticado. Julieta se muestra desbordada creativamente, madura y arriesgada por no sonar a lo que se escuchaba en las radios de finales de los años noventa.

Sus 14 canciones logran condensar la eterna búsqueda de la felicidad, y para intentar encontrarla pasa por el rompimiento, el despecho, la obsesión e incluso, por un idílico romance. Son canciones en algunos casos optimistas y en otros pesimistas. Es un disco perfecto para corazones rotos. Grandes temas dejan huella en esta placa: los populares “Sería feliz” y “Hoy no quiero”, pero también encontramos una excepcional versión de “Siempre en mi mente” de Juan Gabriel.

Bueninvento es considerado, al día de hoy, uno de los mejores álbumes de rock en español de todos los tiempos, aclamado por la crítica especializada, pero poco explorado por los fans. Es un disco que merece ser reivindicado por toda Latinoamérica.

Felipe Figueroa

105

silvana marchita

«Marchita» Silvana Estrada

México

Música de cantautor

2022

Glassnote Music LLC

Silvana se crió en un hogar musical. Sus padres, luthiers, llenaron sus días con discos de Mercedes Sosa, Soledad Bravo y Violeta Parra. Empezó a escribir poemas siendo niña, pero fue con su entrada a estudiar jazz en la Universidad Veracruzana a los 16 años que comenzó a componer canciones junto a su cuatro venezolano. Cuatro años después entró a grabar su primer álbum, Lo sagrado (2017), junto al guitarrista de jazz Charlie Hunter, en el cual el jazz fusión se mezcla con el folclor. Al año siguiente, la publicación de su EP Primeras canciones empezó a dar luces de hacia dónde se dirigía Silvana, desprendiéndose del jazz y centrándose en el folk, aunque sin llegar al minimalismo sonoro de Marchita.

Lanzado el 21 de enero de 2022, Marchita fue rápidamente bien recibido tanto por la crítica como por el público, y demostró su rápida maduración compositiva y como cantora. Las canciones fueron escritas por Silvana encerrada en su pieza, y el álbum transmite esa atmósfera con delicada instrumentalización y minimalistas arreglos, destacando su voz en todo momento.

“Más o menos antes” abre el disco, acompañada sólo con su cuatro. Silvana canta sobre el doloroso cambio que está viviendo, y ese dolor está en la poesía y en su voz. En “La corriente” sube un poco el ritmo y al cuatro agrega un suave y casi imperceptible piano, pero su voz es igualmente desgarradora. El disco continúa así, con un viaje de recuerdos, dolores y también esperanzas, como en “Te guardo”, transmitidos por una Silvana que va dejando el alma y el corazón en cada pieza.

En “Sabré olvidar” Silvana cambia un poco el tono, y con su cuatro, acompañada por violín, cello, contrabajo y una suave percusión, canta sobre la superación del dolor, casi en una catarsis. Pero en el tema homónimo que le sigue vuelve el dolor profundo, que no abandona en “Tristeza”, “Carta”, “Casa” y “Ser de ti”, pasando por una variedad de ritmos. Es un viaje por canciones que nos hacen sentir todas las emociones dolorosas de una separación, haciendo de este disco tan personal una obra universal y un clásico instantáneo. El disco cierra con “La enfermedad del siglo”, misma pieza que abre el disco pero instrumental, con el fiscorno tocando el último lamento, casi como si Silvana quisiera transmitir un escuchen, así empecé, pero ya me desahogué y estoy salvada del silencio.

Jorge Cárcamo

106

solis sombras

«Sombras» Javier Solís

México

Ranchera

1965

CBS

Cuando tenía 18 años Gabriel Siria Levario fue descubierto por Julito Rodríguez, entonces cantante de Los Panchos, cantando en un bar local de la Ciudad de México. Rodríguez quedó tan impresionado con este joven cantante que convenció al director musical de Columbia, Felipe Valdés Leal, para que le hiciera una audición. Con la primera canción, Valdés Leal supo que se había encontrado con un prodigio. Detuvo esa audición y le dijo a Gabriel que grabarían la canción en ese mismo momento. Y así conseguimos la primera grabación de la voz que resonaría en casi todo el continente durante más de una década: Javier Solís. 

Durante su apogeo, Solís grabó boleros con big bands, pasodobles y canciones españolas de Agustín Lara, pero fue el cantante ranchero por excelencia que reemplazó a Pedro Infante como abanderado del bolero ranchero. En 1965 era el nombre más importante de la música mexicana y cada canción que sacaba encabezaba las listas de popularidad. Lanzó su disco más aclamado, Sombras, en el que acerca varias canciones de distintos orígenes a su mundo ranchero. Al arreglista Gustavo A. Santiago se le dio la tarea de tomar el famoso tango “Sombras” y convertirlo en un bolero. Santiago diría más tarde que «le di una buena destrozada al tango y la hicimos bolero». Aunque Santiago afirma haber destruido el tango, no pudo destruir esa gloriosa melodía sobre la que Solís canta para darnos uno de los memorables boleros rancheros de la época.

El aclamado compositor y arreglista Fernando Z. Maldonado recibió la tarea de arreglar dos canciones melódicas italianas, “Cada vez” y “He sabido que te amaba”, donde la famosa media voz de Solís es desplegada a todo su esplendor. Pero fue en canciones como «Si Dios me quita la vida», «En mi viejo San Juan» y «Renunciación» donde Solis le canta a la pérdida (la pérdida de un amor, la tierra natal, o la vida misma) donde el bolero y la ranchera entrelazan sus lazos comunes. Él canta con una melancolía y un lamento estremecedor que provocan escalofríos. Las canta como si tuviera un presentimiento que no le quedaba mucho tiempo con nosotros. Inquietantemente eso es exactamente lo que ocurrió. Un año después el mundo ranchero sufriría la pérdida de Solís con una prematura muerte por complicaciones de una cirugía. Con su fallecimiento, la ranchera perdió la mejor voz que el género tenía y marcaría el fin de la época dorada de las rancheras.

Julián Jiménez

107

aventura gods

«God’s Project» Aventura

Estados Unidos

Bachata

2005

Premium Latin Music

La historia de la bachata merece un acápite específico sobre cómo fue despreciada por la sociedad dominicana de clase media-alta. Tras décadas de espalda por parte de la industria local y sin el reconocimiento a figuras como Rafael Encarnación o Luis Segura, recién en los noventa con el espaldarazo de Juan Luis Guerra y el cambio en la instrumentación (con la guitarra acústica de cuerdas de nailon y las maracas de la bachata tradicional a la guitarra eléctrica de cuerdas de acero y la güira de la bachata moderna) tiene el reconocimiento que merece. Pero también con el empoderamiento de la comunidad dominicana en los Estados Unidos.

En ese contexto surge Aventura, con los primos Santos, quienes desde el Bronx se acercan al género, le aportan un toque urbano y se convierten en un fenómeno sin precedentes. Aunque inicialmente querían seguir el formato de una boy band, la banda fue más allá al ser innovadora en el aspecto musical. Anthony (a quien se le conocerá artísticamente como Romeo Santos) renovó la bachata con letras frescas. Lenny revolucionó la guitarra con su uso de guitarras eléctricas, añadiendo efectos como wah, phaser, distorsión, trémolo y armonizador al tono tradicional de la guitarra del género. Max innovó en el bajo, utilizando técnicas como grooves de funk e incorporando muchos riffs de bajo de rock en la bachata.

God’s Project es su quinto álbum de estudio, con el cual confirman su popularidad y que pueden ser del gusto juvenil de su generación junto con las estrellas de reggaetón. Destacan «Angelito», «La boda», pero sobre todo «Un beso» (que incluye un homenaje al artista de flamenco Manzanita) y «Ella y yo», una colaboración con Don Omar, donde demuestran su capacidad para incursionar en otros géneros. El tema terminó convirtiéndose en una de las canciones más melodramáticas de los dosmiles al contar la historia de un amigo que descubre la infidelidad de su mujer, todo contado en primera persona por los protagonistas.

José Luis Mercado

108

general muevelo

«Muévelo con El General» El General

Panamá

Dancehall - Reggae panameño

1991

RCA

“Alza la mano si tú estás gozando” y álzala más arriba si te gusta el reggaetón, por que uno de los culpables que ahora exista uno de los géneros más escuchados a nivel mundial es El General y su segunda producción discográfica llamada Muévelo con El General, de 1991. Edgar Armando Franco nació en la ciudad de Panamá en 1969. Desde pequeño grababa canciones de rap con influencia de música caribeña y las distribuía en las rutas de autobuses. Luego se fue becado a Nueva York, donde se recibió como contador. Sin embargo, lo suyo era la música, el rap.

Corrían los inicios de los años noventa, y con la influencia de los ritmos caribeños, especialmente los de artistas de Jamaica como Shabba Ranks, Little Lenny y Burru Banton, El General comenzó a combinar el rap latino con el reggae jamaiquino y un poco de raggamuffin. Bajo la producción del también panameño Michael Ellis edita su segundo álbum que explota en toda Latinoamérica y el mercado latino en Estados Unidos con un pegadizo tema llamado “Muévelo, muévelo”, a los que siguieron otros temas muy populares que sonaban en todas las fiestas latinas: “Buduff kun-kun”, “Te ves buena”, un remix de la versión lanzada originalmente un año antes, y “El gran pana”.

En resumen, el disco de El General no solo presenta 10 canciones, sino que también resalta la capacidad de las juventudes marginadas de Latinoamérica para expresarse con alegría a pesar de las adversidades, donde un joven afro-panameño transformaba el dancehall en un pilar en la historia del reggae en español.

Felipe Figueroa

109

vico c aquel

«Aquel que había muerto» Vico C

Puerto Rico

Rap/Hip Hop

1998

EMI

Luis Armando Lozada Cruz, Vico C, nació en Nueva York, pero fue criado desde pequeño en Puerto Rico, a donde su familia se movió cuando él tenía cinco años. Es considerado uno de los pioneros del hip hop en español y del reggaetón. “Rap del vikingo”, su primera canción, la grabó a los 12 años, y seis años después, en 1989, ya cosechaba su primer éxito con “No a las drogas”, rapeando sobre una base simple, en el que desde el título muestra una de las características de su carrera, las letras con un mensaje social.

Aquel que había muerto es su sexto álbum de estudio y el cuarto en solitario, luego de sus dos primeros, Dos tiempos bajo un mismo tono y Misión: La Cima, ambos de 1990, con Jossie Esteban y DJ Negro, respectivamente. Muestra a un Vico C aún más reflexivo luego de salir de su adicción a la heroína, mezclando hip hop con reggaetón a lo largo de los temas, donde va descargando clásico tras clásico del rap latinoamericano.

El álbum abre con el tema homónimo, con una introducción de violines. Aquí Vico C rapea en tono autobiográfico. El disco continúa con “Calla”, en el que ya notamos el reggaetón, con una base pegadiza. En estos dos temas y en “Careta” se hace acompañar del rapero puertorriqueño Funky, quien además coprodujo el álbum. El reggaetón también se hace presente en la nueva versión de “Explosión”, originalmente lanzada en 1993 en su álbum Xplosión, uno de los temas más reconocidos de su carrera, en el cual trata temas como la drogadicción, las guerras, el negocio de las armas, su particular mirada cristiana del aborto, y el racismo y clasismo de la sociedad puertorriqueña.

Otros clásicos que contiene el álbum son “La recta final”, originalmente editada en 1989 en su EP del mismo nombre junto a DJ Negro; “Tony Presidio”, otra relectura a un tema editado en Misión: La Cima; “Donde comienzan las guerras”, con su delicada guitarra; y claro, “Quieren”, una declaración de principios respecto a su rol como rapero frente a lo que él veía que estaba pasando en la industria y el género. Una letra lo pone a la altura de su apodo, “El Filósofo”.

El álbum fue una consolidación de Vico C como el gran nombre del rap en español en los noventa, refrendado con el premio de mejor álbum de rap del año 1999 en los premios Billboard Latin Music.

Jorge Cárcamo

110

mongo lupe

«Mongo Santamaría Introduces La Lupe» Mongo Santamaría & La Lupe

Cuba - Estados Unidos

Jazz afro cubano - Mambo

1963

Riverside

La memorable unión entre Mongo Santamaría, reconocido como uno de los congueros más influyentes del jazz latino, cuyo alcance musical abarcó una amplia gama de géneros como la pachanga, el bugalú, el soul, el jazz salsa y la música religiosa, y La Lupe, apodada «La Reina del Latin Soul» debido a su voz poderosa y su extraordinaria capacidad interpretativa, marcó un hito en la historia musical de Latinoamérica. 

El estilo vocal único de «La Yiyiyi», desafió las convenciones musicales de su tiempo, despertando la admiración de muchos y el desagrado de otros, especialmente del régimen fidelista, que la llevó al exilio. Tras su paso por México, donde encontró temporal refugio, La Lupe estableció su residencia en Nueva York, un epicentro de la música latina en ese entonces. Fue en esta ciudad donde tras verla cantar en La Barraca, un bar del Midtown, su talento fue descubierto por el renombrado percusionista Mongo Santamaría. 

Juntos, crearon el álbum Mongo Santamaría Introduces La Lupe, grabado en Plaza Sound Studios en la ciudad de Nueva York y lanzado por Riverside, consolidando así una colaboración atemporal entre ambos artistas. Posteriormente, La Lupe se unió a la orquesta de Tito Puente, otro ícono de la música latina de ese periodo, llamando la atención de diversas figuras del mundo musical, incluyendo a los directivos de Fania All Stars. El álbum no solo destacó por la brillantez musical de ambos artistas, sino también por la participación de músicos talentosos como Pavo Frank, quienes contribuyeron a enriquecer aún más el sonido. 

“Este Mambo (This Is My Mambo)” se erige como una de las joyas del disco, especialmente por el asombroso solo de percusión a cargo de Santamaría, considerado por muchos aficionados como el mejor de los años sesenta. Además, canciones emblemáticas como “Canta bajo” dejaron una huella en los barrios obreros de varios países latinoamericanos. En las vibrantes discotecas de los años sesenta, estas melodías desencadenaban un zapateo frenético entre los bailarines, quienes llenaban las pistas de baile al ritmo de estos temas memorables. El entusiasmo por estas canciones era tal que los bailarines solían pedir al DJ la «aguja de oro» para que las reprodujera, convirtiendo las noches en auténticas celebraciones llenas de ritmo y alegría donde los amantes del baile se entregaban por completo a la música y la diversión.

Angie Rojas

111

Moris treinta

«Treinta minutos de vida» Moris

Argentina

Folk - Música de cantautor - Rock

1970

Mandioca

Mauricio Mario Martín Birabent, Moris, fue uno de los pioneros del rock argentino como vocalista de Los Beatniks (que contaba en batería con Javier Martínez, posteriormente en Manal), grupo que editó solo un sencillo en 1966 (“Rebelde / No finjas más”, compuestas por Moris y el guitarrista Pajarito Zaguri), de poco éxito comercial. En 1969, tres años después de esa primera experiencia, Moris se metió al estudio a grabar canciones que venía componiendo desde 1967, con la producción de Jorge Álvarez y en compañía del mismo Javier Martínez en batería, de Claudio Gabis en guitarra (ambos ya en Manal) y de Pappo en el bajo en tres temas, entre ellos “El oso”, hermosa canción que abre el álbum y que es probablemente la más popular de Moris, con su mensaje de libertad en forma de fábula para niños.

El álbum continúa con “Ayer nomás”, que ya tenía popularidad al ser el lado B del exitoso primer sencillo de Los Gatos, “La balsa”, y formar parte del primer álbum del grupo, ambos de 1967. Los siguientes dos temas solo confirman lo más importante de Treinta minutos de vida, además de su carácter fundacional,  que son las letras de Moris: “Pato trabaja en una carnicería” es una crítica ácida a un ser que traiciona sus ideales, o dice tener unos pero vive de acuerdo con otros, y en poco más de 4 minutos, Moris es implacable con sus palabras. Y para finalizar un lado A perfecto está “De nada sirve”, improvisación de casi 8 minutos registrada durante las grabaciones del primer disco de Los Gatos, y rescatada para este álbum, en el que Moris, con un bajo incesante acompañándolo, se pone existencial relatando y recitando, entre el desgano y el enojo, una “confesión-destrucción” según sus propias palabras.

En el lado B, Moris nos presenta cuatro canciones más. La crítica y existencial “Esto va para atrás” y la nostálgica “En una tarde de sol”, ambas con Pappo en el bajo; el instrumental y psicodélico “El piano de Olivos”, con el propio Moris al piano; y para cerrar el disco, otro tema inmortal, “Escúchame entre el ruido”, con Moris cuestionándose las convenciones de su tiempo, su papel como hombre, el papel de la mujer, y en definitiva el respeto entre las personas y sus opciones, con una letra que podría haber sido escrita hoy y se escucharía actual.

Moris escribió en las notas del álbum:  “lo que pase con esta media hora de vida, es una historia que aún no se ha empezado a escribir”. Y a más de 50 años de su edición podemos afirmar que Treinta años de vida fue una media hora que ayudó a escribir la historia del rock argentino y latinoamericano.

Jorge Cárcamo

112

billos comunicando

«Comunicando» Billo’s Caracas Boys

Venezuela

Guaracha - Merengue - Música tradicional venezolana - Porro

1960

Discomoda

Billo’s Caracas Boys, fundada en 1940 por el dominicano-venezolano Luis María Frómeta, conocido como Billo Frómeta, es una orquesta legendaria que se ha convertido en un pilar de la música caribeña. La orquesta desarrolló un repertorio diverso que incluye porros, guarachas, boleros, merengue y variantes venezolanas, definiendo así la base de la orquesta tropical y ganando seguidores durante décadas. En las décadas de 1940 y 1950, Billo Frómeta popularizó el «Mosaico», una innovadora pieza musical creada en respuesta a las múltiples solicitudes de sus seguidores en los salones de baile, que combina diferentes temas y ritmos en una sola pieza, comenzando con un bolero y terminando con una guaracha o un ritmo muy bailable, diferenciándose del popurrí por su variación rítmica y melódica.

El álbum Comunicando es el segundo trabajo de Felipe Pirela con Billo’s Caracas Boys, luego del retorno de Frómeta desde Cuba. Este disco refleja una renovación en la fórmula tropical de la orquesta, destacando las habilidades de Pirela como bolerista y ofreciendo una experiencia auditiva rica y diversa. El disco abre con el tema homónimo, que introduce el tono que tendrá el disco. «La Vaca Vieja» aporta un contraste festivo y una historia humorística que invita a bailar. «Por la vuelta» retoma al bolero clásico, expresando reconciliación y un nuevo comienzo en el amor a través de la emotiva interpretación de Pirela.

Luego de «Toy contento», una composición de Billo Frómeta, sigue «Mosaico Nº 3» que recopila composiciones de Agustín Lara como «Enamorado», «Tú volverás» y «Cuando vuelvas», demostrando la capacidad de la orquesta para fusionar diferentes estilos en una experiencia auditiva cohesiva. «Para qué recordar» es un bolero que destaca por su lirismo y resonancia emocional. La guaracha «Carmiña» aporta dinamismo con ritmos rápidos y la energética voz de Cheo García, mientras que «La fiesta del café» evoca celebración y danza. «Compadrito» introduce una cumbia de la vieja escuela. «En Tres y Dos», Cheo se contagia con el tempo de la orquesta, y el merengue «Mi Caballo» cierra el álbum celebrando las raíces dominicanas.

Comunicando fue uno de los discos más vendidos de la historia de Billo’s Caracas Boys y los catapultó como la orquesta popular que amenizaría las fiestas urbanas de Venezuela extendiéndose a varios rincones de Latinoamérica bajo sus propias grabaciones o emulaciones locales.

José Luis Mercado

113

secos molhados

«Secos & Molhados» Secos & Molhados

Brasil

Folk - Rock

1973

Continental

Formados en 1971 por João Ricardo, portugués que había llegado a Brasil huyendo de la dictadura de Salazar, no fue hasta 1973 que pudieron grabar su debut homónimo, con Ney Matogrosso en la voz, Gerson Conrad en la guitarra, Marcelo Frias en la batería y percusiones, y el propio João en guitarra y como director musical. Lanzado en agosto por Continental (que teniéndoles poca fe produjo sólo mil 500 copias que se vendieron en diez días) Secos & Molhados llegó a vender un millón de unidades en un año, convirtiéndose en un fenómeno de ventas en Brasil, así como un éxito considerable en México, el cual incluyó una recordada presentación en Siempre en Domingo.

Y al escuchar el disco se entiende la razón: es pop y rock con fuertes raíces brasileñas, y una mezcla que se podría acercar a la tropicália, pero con sello único. Casi cada canción pudo ser un sencillo, son ejecutadas a la perfección y con un Matogrosso insuperable. El álbum abre con “Sangue latino”, uno de sus mayores éxitos, con letra del poeta Paulinho Mendonça. Comienza con una introducción del bajo, y pronto nos deleita con la emocionalidad de la voz de Ney, que nos acompañará durante todo el disco.

Este atraviesa momentos de alegre rock & roll, como “O vira” y “Mulher barriguda”, con letras de la compositora Heloísa Borges da Fonseca, Luli, (quien además compuso “Fala” que cierra el disco), y del poeta Solano Trindade, respectivamente. Y también momentos de alta sensibilidad como “O patrão nosso de cada dia” y, tal vez el punto más emotivo del disco, “Rosa de Hiroshima”, en la que musicalizan un poema de Vinicius de Moraes. Con solo guitarra, una flauta casi al final y Ney cantando: “Pensem nas crianças, mudas, telepáticas / Pensem nas meninas, cegas, inexatas / Pensem nas mulheres, rotas alteradas”. Afortunadamente, luego de eso nos mueven de esas horribles imágenes que fueron reales para tantas personas, y nos regalan “Prece cósmica” y “Rondó do capitão”, de los poetas Cassiano Ricardo (del que también es la letra de “As Andorinhas”) y Manuel Bandeira, respectivamente, que nos deleitan con la batería y guitarras de la primera, y la dulce melodía de la flauta de la segunda.

Tanto Secos & Molhados, como el segundo álbum también homónimo de 1974, dejaron una marca imborrable en la música brasileña, y convirtieron a Ney Matogrosso en una de las voces fundamentales de Latinoamérica, con una carrera exitosa que ha durado hasta la década del 2020.

Jorge Cárcamo

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luis enrique mi mundo

«Mi mundo» Luis Enrique

Nicaragua

Salsa - Salsa romántica

1989

CBS

Nacido en Nicaragua en 1962, Luis Enrique Mejía López, mejor conocido como Luis Enrique, siempre estuvo rodeado de músicos, pues es sobrino de los famosos Luis Enrique Mejía Godoy y Carlos Enrique Mejía Godoy. A pesar de ello, comenzó a cantar hasta los 25 años de edad, algo que no fue limitante para que su carrera ascendiera de manera vertiginosa entre mediados de los ochenta e inicio de los noventa, durante el auge de la llamada salsa romántica. Luis Enrique sale de Nicaragua hacía Los Ángeles donde se alimenta del jazz y el R&B. Luego, su inconsciente recibe el llamado de la salsa y se traslada a Miami, finalmente a Puerto Rico donde graba su segundo álbum, Amor y alegría y su tercero y más convincente Mi mundo, bajo la producción de Ángel Carrasco.

En Mi mundo Luis Enrique se afianza como uno de los mejores intérpretes de la salsa romántica con ocho canciones muy bien orquestadas, donde además participa activamente como músico ejecutando la conga, el bongo y otras percusiones. A pesar que sus canciones son bailables y altamente románticas, las aprovecha de una manera muy guapa para dejar algún mensaje. Ejemplo de ello es “Una nueva canción”, en la cual reflexiona sobre la fama y el dinero. Otra, claro, es la canción que le da título al álbum y en la cual hace una introspección, resaltando las dificultades de enfrentar el mundo exterior en el que muchos viven de una manera superficial. La gran calidad del álbum llegó acompañada de un gran éxito en ventas y reconocimiento internacional para el nicaragüense, que se ganó con tesón el mote de “El Príncipe de la Salsa”.

Mi Mundo fue un éxito tras otro en años en los que no se contaba con plataformas musicales. Cada una de las ocho canciones eran conocidas, cantadas y bailadas por todos los amantes de la salsa y también por aquellos no tan salseros. Inclusive fueron Top 1 en radios de corte juvenil donde siempre mandaba el pop. Sin duda, es un enorme álbum para aquellos enamorados que tienen un mundo difícil de explorar, difícil de vivir.

Felipe Figueroa

115

seru grasa

«La grasa de las capitales» Serú Girán

Argentina

Rock - Rock progresivo

1979

Sazam Records

La grasa de las capitales, el segundo álbum de estudio de Serú Girán, es una obra descomunal que destaca la genialidad musical y la calidad compositiva de sus miembros. Con una estética irreverente y nostálgica, marcada por largas melenas y un aire de patriotismo frustrado y melancólico, el álbum se enriquece con armonías corales y ritmos que combinan el rock progresivo, el folk rock y el rock sinfónico, con influencias rioplatenses.

Charly García, una vez más, despliega su virtuosismo con su voz y una variedad de instrumentos, incluyendo el piano electroacústico Yamaha CP-70, el sintetizador Mini Moog y el melotrón. David Lebón destaca con su voz en un ascenso que alcanza su punto álgido en la poderosa guitarra eléctrica y acústica. Oscar Moro aporta la fuerza rítmica con su batería y percusión, mientras que Pedro Aznar añade textura al sonido con su refinado bajo eléctrico y fretless, revelando su amplitud vocal en «Paranoia y soledad». Sintetizadores, guitarra acústica, campanas tubulares y Mini Moog se amalgaman creando La grasa de las capitales volviéndose aún más omnipresente, potente e imbancable, siendo tan contundente que se siente como una orquesta de mil músicos con solo cuatro personas.

A su vez, este disco refleja de manera palpable las calles vacías, la opresión y la depresión bajo la sombria dictadura de Videla, con temas que exploran el suicidio como «Viernes, 3AM», la persecución y la constante sensación de la presencia policial. La atmósfera de muerte y paranoia imperante durante aquel oscuro periodo, se traduce en una obra maestra de la música contemporánea, y en muchos aspectos atemporal. Serú Girán fusiona realidad y metáfora, ofreciendo una experiencia sublime que, dependiendo del momento, puede elevar el espíritu o sumergirlo aún más en la tristeza, con sus letras y acordes magistralmente tejidos.

En agosto de 1979, Serú Girán lanzó un álbum que representó un cambio radical, optando por composiciones más simples y directas tras su debut. La portada parodia una conocida revista local, reflejando una profunda crítica social. Aunque generó opiniones divididas en su momento, el disco perduró y llegó a ser considerado el número 17 entre los mejores del rock argentino por Rolling Stone Argentina. La grasa de las capitales critica de manera directa la superficialidad y vulgaridad de la sociedad, desafiando la hegemonía de la música comercial, como la música disco. Este enfoque conceptual lo convirtió en uno de los álbumes más emblemáticos del rock argentino.

Angie Rojas

116

ondatropica

«Ondatrópica» Ondatrópica

Colombia

Champeta - Cumbia colombiana - Música tradicional colombiana

2012

Soundway

Ondatrópica es un proyecto musical atípico, formado en 2012 por Mario Galeano de Colombia (Frente Cumbiero) y Will Holland de Inglaterra (Quantic). Este tesoro musical tiene todo para ser un documento sonoro vivo invaluable, al fusionar cumbia, electrónica y dub.

La orquesta reúne tanto a la nueva generación como a viejas glorias, dando vida a ese oxímoron de clásico moderno que es Ondatrópica, incluyendo artistas como Fruko, Michi Sarmiento, Juancho Vargas, Quantic, Aníbal Velásquez, Markitos Micolta, Nidia Góngora, Wilson Viveros, Pedro Ojeda, Alfredito Linares, Esteban Copete, Pedro Ramayá, Marco Fajardo, Fernando ‘Ovejo’ Silva, y Eblis Álvarez. Además, cuenta con la participación de jóvenes beat-boxers, raperos como la MC chilena Ana Tijoux, con su estilo distintivo, y el entretenido beat-box del Rap-Maya interpretado por El Chongo de Cartagena, quienes están acompañados por talentosos percusionistas.

Para Ondatrópica, es crucial mantener contacto con el ángulo más raizal y tradicional, permitiendo una perspectiva de la música muy diferente a la mostrada por los medios comerciales. Este álbum mezcla cumbia y champeta con hip hop, funk y toques de reggae, ofreciendo elegantes reinterpretaciones de estilos clásicos colombianos. Con 35 músicos en escena, el disco destaca por su sincretismo cultural.

La bellisima adaptación de «I Ron Man», es particularmente conmovedora y rescata de manera juguetona a Black Sabbath como una fiesta de baile de cumbia borracha y gaita trópica, manteniendo una tensión instrumental escalofriante. 

Las grabaciones en vivo, sin el uso de computadoras y con un sonido completamente analógico, son una verdadera proeza. Durante el proceso de grabación del disco se toman decisiones instantáneas para garantizar un equilibrio perfecto, capturando así la esencia misma de la música colombiana y transmitiendo la alegría y diversidad que caracterizan al país. Proyectos musicales como el de Ondatrópica son una celebración maravillosa de la evolución de la Madre Cumbia. Han vuelto del pasado para rejuvenecer la música, demostrando que los sonidos latinos tienen un mensaje universal: eliminar la monotonía y traer alegría a nuestro planeta.

Angie Rojas

117

baden vinicius afro

«Os afro-sambas de Baden e Vinícius» Baden Powell & Vinicius de Moraes

Brasil

Samba

1966

Forma

Os afro-sambas es considerada una de las obras maestras de la época dorada de la música brasileña. Es un trabajo ambicioso que unió a Vinicius de Moraes, uno de los letristas más influyentes de Brasil, con Baden Powell, guitarrista versátil y pionero de varios géneros. La escena musical del Brasil de los años sesenta comenzaba a desprenderse del conservadurismo de los años cincuenta y empezaba a explorar nuevos sonidos y fusiones. Si bien Vinicius y Baden simpatizaban con la exploración de lo nuevo, ellos miraron hacia los sonidos tradicionales de Brasil en busca de su inspiración. Su unión se formó por su amor común por la samba de roda y su intrigante deseo de mezclar la samba con influencias del candomblé de Bahía. 

Este deseo de explorar esos sonidos tiene su origen en dos anécdotas distintas. La primera fue cuando a Vinicius le regalaron el LP Sambas de Roda e Candomblés da Bahia que le dejó boquiabierto y con el afán de fusionar sus letras con ese sonido. La segunda anécdota, fue cuando Powell trabajó con Moacir Santos en algunas composiciones y notó que había algunas canciones africanas que tenían similitudes con los cantos gregorianos. Powell tomaría parte del trabajo que hizo con Santos, que consistía en mezclar sonidos litúrgicos y africanos, y las llevaría a las grabaciones con Vinicius. 

Grabaron el álbum en el estudio Rio Som acompañados por el grupo femenil Quarteto em Cy, quienes a lo largo del álbum desempeñan un papel fundamental al yuxtaponer la voz ronca de Vinicius con sus armonías elocuentes y aterciopeladas. El álbum comienza con «Canto de Ossanha», considerado un clásico de la música brasileña. Es la representación perfecta del sincretismo que se encuentra dentro del álbum. Tiene matices dualistas a lo largo de la canción. Una apertura siniestra contrastada con el brillante crescendo; una serie de preguntas y respuestas en voces masculinas y femeninas; y una mezcla de instrumentos clásicos de samba con nuevos instrumentos. La canción marca el tono para el resto del álbum que continúa con tonos oscuros y sus respuestas brillantes y letras vagas e intrigantes de Vinicius que utiliza referencias e historias del candomblé.

El álbum no fue recibido inicialmente con elogios. Ni siquiera Baden Powell estaba completamente convencido con las grabaciones, que terminaría grabando el álbum de nuevo con el Quarteto em Cy en 1990 y aprovechó el equipo moderno para pintar una imagen más completa de lo que inicialmente quería. Sin embargo, con el paso del tiempo la reputación de la grabación original ha crecido y ha influido en innumerables músicos que han quedado deslumbrados con la forma en que Powell y Moraes fusionaron sonidos y poesía.

Julián Jiménez

118

emmanuel intimamente

«Íntimamente…» Emmanuel

México

Canción melódica

1980

RCA Victor

La canción melódica iberoamericana encontró a algunos de sus mejores exponentes de las maneras más insospechadas. Si una lesión alejó a un joven Julio Iglesias de las inferiores del Real Madrid, una cornada cortó la carrera de Jesús Emmanuel Acha como novillero. Alejado de los ruedos (hijo de un matador y de una cantante de coplas) siguió el otro camino familiar: los escenarios. Para 1979 ya se había hecho de un nombre ascendente y estuvo a punto de ganar el festival OTI. El siguiente paso era ponerse en manos de uno de los Rey Midas de la industria en ese momento, por lo que viajó a Madrid para grabar junto a Manuel Alejandro.

Pocos discos de la época tienen tal concentración de éxitos y han quedado grabados tan a fuego en la memoria de una generación. Íntimamente lo tiene todo. “De 10 temas, 9 fueron número uno”, según recuerda el propio Emmanuel. Manuel Alejandro y su esposa Purificación Casas (Ana Magdalena) compusieron una serie de temas que la voz juvenil del mexicano llevó a la estratósfera, convirtiéndose en uno de los discos más vendidos de la época. Alejandro se encargó de una producción detallista, aún anclada a los estándares de la canción melódica setentera, pero con una serie de ganchos infalibles. Los saxofones de “Quiero dormir cansado” o las cuerdas de “Todo se derrumbó” son dos intros distinguibles al instante.

Líricamente, el disco explora los caminos del desamor, la separación y la traición. Pero incluso en esos grandes tópicos, es la referencia a lo cotidiano, a lo íntimo, lo que guía los temas: “El día que puedas me mandas con alguien / las cosas que ahora pudiera olvidar, / los libros de versos que yo te leía, / los días felices que no volverán”. O “quiero dormir cansado / para no pensar en ti / quiero dormir profundamente / y no despertar llorando / con la pena de no verte”. Nadie le puso mejor voz a ese sufrimiento personal como Emmanuel en un disco irrepetible que corona la época dorada de los grandes baladistas de Latinoamérica.

José Juan Zapata

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celia & johnny

«Celia & Johnny» Celia Cruz & Johnny Pacheco

Cuba - República Dominicana

Salsa - Salsa dura

1974

Vaya Records

Celia & Johnny, lanzado en 1974, es un álbum que destaca por su energía, producción impecable y arreglos identificables, todo realzado por las vocales inmortales de Celia Cruz, quien a pesar de ser una figura consagrada para 1974, encontró en este álbum una renovación y un rejuvenecimiento en su carrera. La colaboración con Johnny Pacheco, cofundador de Fania Records, resultó ser un golpe maestro tanto musical como comercial. Este álbum marcó el inicio de una serie de colaboraciones que fueron igualmente exitosas, pero Celia & Johnny se mantiene como la más destacada.

No hay puntos bajos en el álbum. Y su arte, con los colores azul y rojo, es tan llamativo como prometedor. Este disco marcó el inicio de una serie de colaboraciones para Celia que fueron igualmente exitosas, pero Celia & Johnny se mantiene como la más destacada.

La base musical Celia & Johnny era recuperar el sonido cubano tradicional bajo las influencias contemporáneas que traía la Fania All Stars. Las canciones del álbum reflejan una rica diversidad cultural y musical, con contribuciones de músicos de diferentes países de Latinoamérica. Esta diversidad se manifiesta claramente en piezas como «Quimbara», una rumba guaguancó que se ha convertido en un clásico atemporal, y «Toro Mata», una adaptación de una canción afroperuana que aborda el colonialismo español.

La canción «Quimbara» merece una mención especial. Escrita por el puertorriqueño Junior Cepeda, su título no evoca un significado explícito, pero su ritmo y repetición crean un estribillo asombrosamente pegajoso que captura la esencia del álbum: una fusión de ritmo, tradición y modernidad. La interpretación de esta canción, en el Estadio Statu Hai de Kinshasa, Zaire, en 1974 quedó inmortalizada como uno de los momentos más icónicos de la música latina.

Celia & Johnny no solo fue un éxito instantáneo, también dejó una huella imborrable en la historia de la música latina, siendo posteriormente incluido en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en 2013.

José Luis Mercado

120

sandro muchacha

«Una muchacha y una guitarra» Sandro

Argentina

Canción melódica

1968

CBS

Hacia finales de los sesenta, la música rock comenzaba a interesarse más en la psicodelia, los aspectos intelectuales e introspectivos, y el virtuosismo musical. Bandas como Los Gatos, Manal, Almendra y Arco Iris surgían como principales exponentes de un prometedor rock argentino. En esos años, Roberto Vicente Sánchez Ocampo, Sandro, ya era conocido en clubes y estaciones de radio, y había ganado el Festival de la Canción de Buenos Aires. Un joven talentoso y seductor proveniente de la ciudad de Lanús que optaba por la veta melódica y el bolero-beat por encima del creciente mundillo de la psicodelia, enloqueciendo al público femenino con sus movimientos de cadera, grandes pestañas, quijada cuadrada y una garganta de león que empuñaba una voz entonada y masculina.

Una muchacha y una guitarra, editado por CBS, evoca, desde su nostálgica portada, una estética romántica y bohemia, viril pero sensible y sentimental, la epítome del hombre mayúsculo que podría robarte a tu novia con una sola mirada.

La colaboración con su letrista y amigo inseparable, Oscar Anderle, captura en sus letras lo que Sandro quería expresar en sus canciones, como en «Como lo hice yo,» «Esta noche habrá una fiesta,» «No te puedo entregar mi corazón» y la canción que da título al álbum, donde se puede palpar todo su carisma y energía juvenil. También hay versiones en español de canciones pop europeas, una moda de entonces, en este caso «Lo que fue» y «Alma cariñosa» del francés Michel Polnareff.

Y como pieza central del disco está «Porque yo te amo,» también coescrita con Anderle. Gigantesca canción que trasciende barreras de género e idioma. ¿Pero qué es lo que hace grande a esta canción? Podría ser la imponente apertura de la orquesta de Jorge López Ruiz, o la voz de Sandro rompiéndose en «Por ese palpitar / que tiene tu mirar,» o el clamor divino del coro evocando como nadie una de las emociones más poderosas y primigenias del ser humano, o quizás su firme y estoica reafirmación final a este mismo sentimiento: «Yo te amo.» Todo eso hace de este tema una de esas grabaciones que deberían ser guardadas en una caja de metal y enviadas al espacio como testimonio de la humanidad.

Una muchacha y una guitarra coloca a Sandro como una fuerza vital de la canción melódica en Latinoamérica, no por nada es conocido como “Sandro de America”, y como el crooner más grande que ha dado Argentina, quizás solo detrás de Carlos Gardel.

Ernesto Martín del Campo

121

alvaro carrillo interpreta

«Álvaro Carrillo interpreta las canciones de Álvaro Carrillo» Álvaro Carrillo

México

Bolero

1966

RCA Camden

Oriundo de la costa chica de Oaxaca, Álvaro Carrillo es uno de los compositores más venerados del siglo XX. De niño tenía un ferviente apetito por la lectura, especialmente los clásicos griegos. Este amor por la lectura se trasladó al aula, donde rápidamente se hizo conocido como un alumno talentoso. Y para alimentar su hábito lector iba a las fiestas del pueblo donde cantaba y componía coplas para ganarse el dinero para comprar más libros. Su amor por los boleros llegó más tarde en la adolescencia, cuando descubrió el filin cubano y cantantes como César Portillo de la Luz e Isolina Carrillo entre otros. El movimiento filin era un sincretismo entre bolero, jazz y trova, donde la canción se canturreaba y hasta susurraba. Su facilidad con las palabras y su nueva obsesión por el filin, junto con las ricas tradiciones musicales de coplas y chilenas de Oaxaca, ayudaron a dar forma a su composiciones, que fue puliendo en las fiestas en las que fue contratado para tocar en su juventud. 

Se graduó como ingeniero agrónomo y ejerció la carrera, aunque nunca dejó de escribir canciones. Luego conoció a Carlos Madrigal integrante del Trío Los Duendes y le mostró su canción «Amor mío». A Madrigal le encantó y Los Duendes grabaron la canción. Esa fue la validación que necesitaba Carrillo, para dedicarse a tiempo completo a escribir canciones. A lo largo de finales de los años cuarenta y cincuenta se haría conocido dentro de la escena musical mexicana como un prolífico compositor que escribía melodías encantadoras con estribillos ingeniosos y memorables.

Para 1966, Álvaro Carrillo ya era parte de la realeza musical mexicana junto a compositores como Agustin Lara, José Alfredo Jiménez, y Consuelo Velázquez entre otros. Sus canciones habían recorrido el mundo y habían inspirado muchos amores y lamentos desgarradores. Sin embargo, para muchos su voz aún estaba por descubrir. Así llega este álbum donde Carrillo decide grabar algunos de sus clásicos y dejar su huella para que las generaciones posteriores lo descubrieran. En temas como «Luz de Luna» su manera de escribir nos deja una joya como la novedosa plenilunada, que Octavio Paz llamó “la aportación de Álvaro Carrillo a la poesía en español”. Más allá de la anécdota semántica, las palabras de Carrillo se acentúan por el filin que Carrillo emplea en su interpretación y las melodías atemporales que acompañan. El mejor ejemplo es «Sabor a mi» que ha traspasado generación tras generación y ha permanecido en la conciencia musical colectiva del continente por décadas. Pocos compositores en el planeta pueden decir que han escrito canciones que han resistido el paso del tiempo, y Alvaro Carrillo es uno de ellos.

Julián Jiménez

122

SEXTETO habanero

«1926-1948» Sexteto Habanero

Cuba

Bolero - Son cubano

1996

Harlequin

La historia del Sexteto Habanero es tan amplia como toda la historia que comprende la lista de los 600 Discos de Latinoamérica (incluyendo sus reformaciones como el Conjunto Típico Habanero y el Septeto Habanero). Una foto tomada al poco tiempo de su fundación, en 1920, nos llena de tantas preguntas frente a las fantasmales presencias de esos seis caballeros, tres sentados y tres de pie: ¿Sospecharían alguna vez que el son los convertiría en una de las instituciones de la música cubana? ¿Imaginarían que su música seguiría sonando más allá de los horizontes del siglo XX? Guillermo Castillo (guitarra), Carlos Godínez (tres), Gerardo Martínez (voz y claves); Antonio Bacallao (botija), Óscar Sotolongo (bongós) y Felipe Neri Cabrera (voz y maracas) ya habían formado parte del Sexteto Oriental desde 1918 junto a Ricardo Martínez (oriundo de Santiago de Cuba), y al retirarse el fundador decidieron cambiar su nombre debido a que los seis eran habaneros.

Los orígenes del son, como los de muchas otras músicas populares y folclóricas de América Latina, parecen oscuros y difusos. Algunos quieren otorgarle una raíz en el siglo XVI, pero los investigadores están de acuerdo en que empezó a tocarse en la Sierra Maestra de Cuba en la segunda mitad del siglo XIX, y que llegó a La Habana a partir de la creación de los primeros ejércitos del país, que llevó a jóvenes del Oriente de Cuba a la capital. El son ya contaba con el formato de de diálogo entre solista y coro, y un acompañamiento de guitarra con bandurria o tres, bongós, claves y maracas, pero en ese momento aún se empleaba, en vez de contrabajo, la botija, una tinaja de barro con dos aberturas que aportaba los tonos graves necesarios para marcar el ritmo. Pronto habrían de abandonar este un instrumento por el contrabajo, y posteriormente el Sexteto se convertiría en Septeto con el agregado de la trompeta.

Esta recopilación recoge algunas de las primeras grabaciones del Sexteto Habanero (ya con algunos integrantes distintos a aquellos de la foto de 1920), que junto a otras agrupaciones de la época, comenzaban a ser registrados por los sellos Columbia y Víctor, tanto en Nueva York como en La Habana, alternando entre la técnica acústica y la novedosa grabación eléctrica que brindaba mayor fidelidad de sonido. El disco abarca temas de sus primeras grabaciones en 1926 hasta 1948, que fueron editados como singles en discos de 78 rpm, como “Romántica mujer“, «De mi cubita la mango», «Lamento esclavo» o «Carmela mía». La agrupación ayudó a establecer muchos de los estándares del repertorio y la interpretación del son cubano a lo largo del siglo XX, que transitaron renovando continuamente su alineación. El pasado 13 de junio de 2024, el Septeto Habanero celebró 104 años de existencia.

José Juan Zapata

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manzanero somos

«Somos novios» Armando Manzanero

México

Bolero - Canción melódica

1968

RCA Victor

Los años 1967 y 1968 fueron determinantes en la carrera de Armando Manzanero, pero en aquel entonces su nombre ya era reconocido por figuras relevantes de la industria musical mexicana. Manzanero comenzó su carrera profesional en 1957 como pianista, acompañando a destacados intérpretes como Lucho Gatica, Pedro Vargas, Carmela y Rafael, Luis Demetrio, y Daniel Riolobos. Y desde allí empezó a trabajar como compositor para artistas como Angélica María.

Luego que una de sus composiciones, «No», interpretado por Carlos Lico, alcanzó las primeras posiciones en las listas de popularidad de América Latina, atrajo la atención de la filial mexicana del sello discográfico RCA Victor, que lo animó a grabar sus propias composiciones. En 1967, bajo la presión y el apoyo de RCA, Manzanero lanzó su primer disco titulado Mi primera grabación, a pesar de que Manzanero consideraba su voz poco adecuada para cantar boleros, género predominante en la primera etapa de su carrera discográfica.

En 1968, Manzanero lanzó el disco Somos novios, que consolidó su posición en la música romántica. El título del disco, se convirtió en una de sus canciones más icónicas, y fue adaptada al inglés por Sid Wayne bajo el título «It’s Impossible». Fue popularizada por Elvis Presley en 1973 y Perry Como en 1970. Esta adaptación internacional ayudó a llevar la música de Manzanero a un público más amplio.

Sus composiciones, caracterizadas por letras emotivas y melodías accesibles, influenciaron a una generación de músicos y dejaron una marca indeleble en la canción melódica latinoamericana. Canciones como «Voy a apagar la luz» y «Pensando en ti» demostraron su capacidad para capturar la esencia del amor y la introspección emocional. Igualmente temazos como «Te esperaré» y «Pensamiento».

Las canciones de Manzanero han sido interpretadas por una amplia gama de artistas internacionales, incluyendo a Eddie Gorme, Paul Mauriat, Raphael, Tony Bennett, Elvis Presley, Elis Regina y Luis Miguel, lo que subraya la universalidad y el atractivo duradero de su música. Su talento innato, no sólo le permitieron alcanzar el éxito personal, sino que también revitalizaron la música romántica en español, dejando un legado que perdura hasta hoy.

José Luis Mercado

124

Calamaro alta suciedad

«Alta suciedad» Andrés Calamaro

Argentina

Música de cantautor - Pop rock - Rock

1997

WEA

700 mil copias vendidas, siete sencillos y un puñado de clásicos que quedaron para la posteridad. Así fue la vuelta del Calamaro solista luego de su exitoso paso como líder de Los Rodríguez. Alta Suciedad representa la cúspide de la carrera de Andrés y uno de los grandes discos del rock en español.

Grabado en Nueva York y producido genialmente por Joe Blaney, ingeniero de la trilogía ochentera de Charly García (desde Clics Modernos a Parte de la religión), y con músicos de sesión de lujo como Hugh McCracken, Marc Ribot y Eddie Martínez en guitarras y Steve Jordan en batería, Alta suciedad parte sin dobles tintas con el tema homónimo, un poderoso rock en que nos dice que “el campeón tiene miedo”. No como Andrés, que a lo largo del disco demuestra que en lo musical, en ese momento, no le tuvo miedo a nada. Luego los decibeles bajan en la magnífica “Todo lo demás”, una canción llena de imágenes, casi como fotografías que se van proyectando, y que le queda perfecta a la áspera voz de Calamaro.

El disco es una sucesión de grandes canciones, en las que la pluma de Calamaro juega como nos ha tenido acostumbrados durante su carrera, sin complicaciones y dejando frases imborrables; ahí están “Loco” y “Flaca”, dos exitazos con sus “Voy a salir a caminar solito / Sentarme en un parque a fumar un porrito” y “Flaca no me claves / Tus puñales / Por la espalda”, o cada frase de la emocionante “Crímenes perfectos”, que con su hermoso piano a cargo del propio Andrés es uno de los puntos más altos del álbum. O “La vida es una cárcel con las puertas abiertas / Verónica escribió en la pared con las tripas revueltas” en la maravillosa “Media Verónica”. Y así, Andrés en cada canción nos muestra algo distinto: nos puede divertir con la lúdica “Elvis está vivo”, o dejar pensando en el largo reggae «Nunca es igual», en el que Antonio Escohotado se despacha con un largo monólogo existencial.

En resumen, este álbum significó la gran vuelta de Andrés a Latinoamérica, gracias también a la alta rotación que tuvo por MTV Latino, pero sobre todo gracias a tremendas canciones, y lo puso ya definitivamente en el primer nivel de los cantautores rockeros argentinos y del continente. Luego vendrían Honestidad brutal (1999) y El Salmón (2000), que solo vendrían a refrendar lo realizado en este álbum.

Jorge Cárcamo

125

luis miguel romance

«Romance» Luis Miguel

México

Bolero - Canción melódica - Pop

1991

WEA

Romance es un pilar fundamental de la música moderna de la región, paradójicamente, basado en música antigua. Con este álbum Luis Miguel dio un golpe de autoridad sobre la mesa del pop, cambiando el concepto, el contenido y el estilo, y abrazó a sus fans aglomerando hasta tres o cuatro generaciones; sin titubear, estamos ante uno de los grandes fenómenos musicales en la historia de la música latinoamericana.

Luis Miguel por contrato debía publicar un álbum en 1991 para WEA Latina, sin embargo, no contaba con material nuevo. Ante esta situación su manager Hugo López le recomienda grabar un disco de boleros. La compañía contrata al legendario Armando Manzanero como coproductor artístico y selecciona 12 temas finales de una base, según una leyenda urbana, de 500 propuestas. Así nace Romance, un recorrido por grandes clásicos del bolero, grabados originalmente entre 1944 y 1986, álbum que terminó siendo un éxito comercial sin precedentes. Además de la guía musical de Manzanero, otra de las claves de la trascendencia de Romance son, sin duda, los maravillosos arreglos de Bebu Silvetti, que logró amalgamar un estilo entre lo clásico y lo moderno. Para ello se ayudó de más de 30 violinistas e incorporó muchos instrumentos acústicos. Por su parte el Sol de México le dio otra personalidad al bolero, encarnó el espíritu romántico con sobriedad, elegancia y un traje clásico, que lo llevó al nivel de ser la voz romántica por excelencia.

Encontramos enormes canciones del repertorio clásico del bolero como “Inolvidable” de Julio Gutiérrez, “La barca” del gran Roberto Cantoral, “Te extraño” y “No se tú” de Manzanero, “Usted” de Gabriel Ruiz y José Antonio Zorrilla y “Cómo” del argentino Chico Novarro. Estos temas, antiguos para algunos, también fueron descubiertos por sus fanáticos, acostumbrados a un pop más digerible y festivo, y a las baladas menos complejas de sus producciones anteriores. Luis Miguel le dio una nueva vida al bolero y logró que los jóvenes se acercaran a la música de sus abuelos y sus padres, esa música en blanco y negro que necesitaba un poco de sol, para darle color.

Felipe Figueroa

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gal costa

«Gal» Gal Costa

Brasil

Pop psicodélico - Rock psicodélico - Tropicália

1969

Philips

Gal Costa se apropió de 1969. Con tan solo 24 años y apenas unos meses después de lanzar Gal Costa, uno de los debuts más memorables en la historia musical brasileña y universalmente amado tanto por la crítica como por el público, Gal dio un giro inesperado en su carrera. La originaria de Salvador, Bahía, considerada como uno de los pilares del movimiento tropicalista en Brasil, optó por no seguir la línea esperada en su siguiente álbum. En su lugar, decidió explorar nuevas vertientes en su carrera. Producido por Manoel Barenbein, el cerebro detrás de algunos de los discos más celebrados en Brasil, su influencia se siente en los trabajos de Gilberto Gil, Jorge Ben, Caetano Veloso, Chico Buarque, Os Mutantes, y Toquinho, por nombrar algunos.

En este segundo álbum, la psicodelia se materializa en solos de guitarra estridentes y líneas de bajo hipnotizantes. La portada debería ser suficiente introducción para saber qué esperar: atmósferas envolventes y coloridas. ‘”Tuareg”, escrito por Jorge Ben, es una oda a los nómadas del norte de África, con un instrumental influenciado por sonidos del Medio Oriente. “País tropical”, también escrito por Ben (de su álbum Jorge Ben, editado un mes antes que Gal), marca un reencuentro con Gilberto Gil y Caetano Veloso, colaboradores frecuentes con quienes ya había trabajado en álbumes anteriores. Este tema regresa al sonido más tradicional de la época. En la misma línea, “Meu nome é Gal”, escrito por Erasmo Carlos y Roberto Carlos, mantiene las líneas melódicas y añade orquestación para ofrecer un respiro antes del cambio de velocidad que está por venir.

“Objeto sim, objeto não” podría considerarse el tema más experimental del disco. Escrito por Gilberto Gil, la canción comienza con sonidos guturales que escalan gradualmente hasta gritos y ecos, antes de dar paso a una estructura momentáneamente más accesible, solo para regresar al caos e incertidumbre inicial. Con una transición impecable, este ambiente continúa en la novena y última canción: “Pulsars e Quasars”, escrita por Jards Macalé, el tema vocalmente más exigente para Gal. Intrépida, sobre todas las cosas.

Martha Estrada

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Babasonicos jessico

«Jessico» Babasónicos

Argentina

Pop psicodélico - Rock - Rock alternativo

2001

Discos Popart

El sexto álbum de estudio de Babasónicos, lanzado el 25 de julio de 2001  (a nueve años de su debut con Pasto, en el que declaran «Porque a mi generación / No le importa tu opinión» en su canción «D-Generación») marcó un punto de inflexión crucial para la banda. A diferencia de su predecesor, el aclamado Miami (1999), que de acuerdo a Adrián Dárgelos representó “la mierda que fue el menemismo antes de que el menemismo cayera”, con una mezcla de samplers, sintetizadores y guitarras, Jessico se inclinó hacia un sonido más pop sin abandonar sus raíces rockeras y psicodélicas.

Jessico fue lanzado en medio de una crisis social y económica en Argentina, a pocos meses del “corralito” y el estallido social de diciembre, eventos que llevaron a la renuncia del presidente De la Rúa. A pesar de las dificultades económicas, el álbum resonó ampliamente en Argentina y Latinoamérica, generando cinco sencillos y marcando la dirección de la exitosa carrera de la banda

El álbum contiene «El loco», su primer sencillo, que destacó con su estilo bolero de toque asiático con bongós, prescindiendo de guitarras eléctricas y batería, y que se se convirtió en un éxito notable. Además, el disco incluyó otros cuatro sencillos increíbles: la emotiva balada «Rubí», y los memorables «Deléctrico», «Los calientes» y «Fizz». Más allá de los sencillos, Jessico ofrece cortes como «Soy rock», una poderosa crítica desde la perspectiva del rock hacia aquellos que intentan comercializar incluso el arte. Canciones como «Pendejo» y «Camarín» también dejaron una marca perdurable en la memoria de los seguidores de Babasónicos.

Jessico fue reconocido como disco del año y posteriormente como disco de la década por muchos medios argentinos de rock. Su impacto cultural llevó a Babasónicos a ser considerados entre las principales bandas de rock de la región, posición que afirmarían aún más con posteriores álbumes como Infame (2003) y Anoche (2005), consolidando su popularidad continental hasta la actualidad.

Jorge Cárcamo

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leonardo favio fuiste

«Fuiste mía un verano» Leonardo Favio

Argentina

Canción melódica

1968

CBS

Actor y director de cine, compositor y cantante, Leonardo Favio fue una de las figuras claves de la cultura argentina del siglo XX. Como director de cine es considerado uno de los más importantes, si no el más, del cine argentino, con películas consideradas entre las mejores de Argentina como Crónica de un niño solo (1965) y El romance del Aniceto y la Francisca (1967). Como compositor su primera incursión fue cinco años antes que el álbum que nos convoca, con el tema “Canción para mi niño”, con el que Horacio Guarany cierra su álbum Cuando el grito se hace canto de 1963.

Pero es su faceta de cantante con la que Favio conquistó Latinoamérica, y en especial las canciones de su álbum debut, Fuiste mía un verano. Un álbum que tiene muchos de sus grandes éxitos que se escuchan hasta el día de hoy, y que llegó a vender un millón de copias en seis meses, récord para esos años (y para hoy). Editado en noviembre de 1968, fue tanto el suceso que ya en febrero de 1969 estaba presentándose en el Festival de Viña, al que fue acompañado de su segunda esposa, Zulema Carolina Leyton, para la cual Leonardo escribió casi todos los temas de este disco, como la primera “Así es Carolita… (Con suficiente folklore como para que también la conozcan los turistas)”, con una gran explicación entre paréntesis ya que es balada con partes de chacarera.

Ya en la tercera canción, con esa introducción de la guitarra que ya es reconocible en cualquier rincón del continente, y Leonardo cantando “Ella… ella ya me olvidó, yo, yo la recuerdo ahora”, mientras se suman el pandero, los violines y la batería. Leonardo nos cuenta una historia inolvidable, poniendo imágenes en nuestra cabeza con su inconfundible voz de barítono. 

Con todas las canciones escritas por Favio (excepto por “Para saber cómo es la soledad”, conmovedora versión del primer sencillo de Almendra de 1968, escrita por Luis Alberto Spinetta) el disco es una sucesión de éxitos que se convertirían en eternos. Así pasan “Ni el clavel, ni la rosa”, “Fuiste mía un verano”, “Quiero aprender de memoria” y la canción que cierra el álbum, “O quizás simplemente le regale una rosa”, convirtiendo a Fuiste mía un verano en uno de álbumes imprescindibles de la balada en español.

Jorge Cárcamo

129

marc anthony todo

«Todo a su tiempo» Marc Anthony

Estados Unidos

Pop - Salsa

1995

RMM Records

Nacido en Nueva York, de padres puertorriqueños, quiso incursionar en el freestyle, que era una variante de música dance que estaba en boga entre los jóvenes hispanos que vivían en la costa este de los Estados Unidos. Fue el productor Ralph Mercado y una canción de Juan Gabriel, lo que hace dar un vuelco de 180 grados: abandona la música en inglés y se decide por la salsa como su género musical. Tras el éxito de su álbum debut de salsa, Otra Nota, Marc Anthony encontró en Sergio George al productor con el cual encontraría la comodidad para desarrollarse como salsero.

Todo a su tiempo marca una evolución significativa en la carrera de Anthony, y le permitió elegir su propio material, logrando una mezcla más agresiva y diversa. El álbum contiene nueve pistas, incluyendo cinco nuevas composiciones y cuatro versiones de canciones previamente interpretadas por otros artistas. Tres de las nuevas canciones fueron escritas por el compositor panameño Omar Alfanno, incluyendo el exitoso sencillo «Te conozco bien». Esta canción se destacó por su popularidad, siendo nombrada la canción tropical más destacada del año.

Otros sencillos del álbum, como «Se me sigue olvidando», «Nadie como ella», y «Te amaré», alcanzaron el primer puesto en la categoría Tropical Songs de Billboard. La variedad de estilos presentes en el álbum incluyen desde la salsa hasta el bolero.

Todo a Su Tiempo recibió elogios de la crítica, donde rescataban los arreglos modernos, la voz, así como la calidad de la producción para ser un disco de salsa. El álbum fue nominado para un Grammy y ganó varios premios Billboard Latin Music, y el Premio Lo Nuestro al «Tropical Album of the Year». No solo solidificó la reputación de Marc Anthony como una superestrella de la salsa, convirtiéndose en el artista más vendedor del género, con infinidad de reconocimientos; también le permitió volver a grabar en inglés, con gran éxito a finales de los noventa e inicios de los dos mil.

José Luis Mercado

130

juanes un dia

«Un día normal» Juanes

Colombia

Pop rock

2002

Surco

Al cumplirse más de dos décadas desde su publicación el año 2002, el valor artístico y comercial de Un día normal es indudable. El segundo disco del cantautor colombiano -producido por Gustavo Santaolalla, ¡cómo no!- se convirtió de forma instantánea en una máquina de producir hits, metiendo 8 de sus 12 tracks en los charts hispanoamericanos y robusteciendo el repertorio del cancionero pop de la patria mayor en el recambio de siglo. Toda una proeza en una época en que la industria musical pedía como requisito cantar en inglés a comienzos del milenio (con Ricky Martin, Shakira y Marc Anthony como puntas de lanzas). En retrospectiva, Un día normal es un símbolo poderoso de una época transitoria del pop latinoamericano, justo en medio del boom latino en Norteamérica (la llamada miamización) y el boom del reggaetón que desde Barrio Fino de Daddy Yankee solo fue en ascenso hasta homogeneizar el mercado. 

Un día normal se inscribe en el epicentro de un momento en que para hacer pop las guitarras aún eran importantes, aunque con algunas dudas. Y tal vez fue la última vez que lo fueron. Un hito de la música pop que desde Colombia expandió su impacto a toda Latinoamérica, con canciones como “A Dios le pido”, ”Es por tí’, “Mala gente” y “Fotografía” (junto a Nelly Furtado), mezclando virtuosamente ritmos caribeños con el rock, la balada y el pop. Un clásico instantáneo.

Cristofer Rodríguez

131

CHEO feliciano

«Cheo» Cheo Feliciano

Puerto Rico

Bolero - Salsa

1971

Vaya Records

El álbum Cheo, de 1971 marcó el regreso triunfal de Cheo Feliciano al mundo de la música después de su batalla contra la adicción a las drogas. Este disco, su primer proyecto en solitario, fue lanzado bajo el sello Fania y contó con la colaboración de algunos de los músicos más talentosos de la época, incluyendo a Johnny Pacheco, Larry Harlow, Bobby Valentín y Louie Ramírez, entre otros.

Cheo Feliciano, nacido José Luis Feliciano Vega, fue un cantante puertorriqueño con una carrera impresionante que abarcó salsa y bolero. Desde joven, Feliciano mostró interés por la música, influenciado por el bolero y grupos como el Trío Los Panchos. A los ocho años, formó su primer grupo y luego se mudó a Nueva York, donde comenzó a tocar con varias bandas, incluyendo la orquesta de Tito Rodríguez y el sexteto de Joe Cuba.

En Cheo, se puede apreciar la voz aterciopelada y romántica de Feliciano, especialmente en las baladas y boleros. El álbum incluye varias composiciones de su amigo y mentor, Tite Curet Alonso, quien fue instrumental en su rehabilitación. Las canciones «Anacaona» (con una narrativa poderosa sobre una líder indígena y que bajo las interpretaciones con la Fania All Stars quedaría inmortalizada) y «Mi Triste Problema» son dos de los puntos más destacados del álbum, mostrando tanto su capacidad interpretativa como la riqueza de las letras de Curet Alonso.

El álbum Cheo es el registro de la posición de Feliciano en el mundo de la salsa, y también mostró su versatilidad como intérprete de boleros. Este trabajo no solo fue un éxito comercial, sino que también consolidó su legado en la música latina, abriendo el camino para una carrera prolífica que continuó hasta su fallecimiento en 2014.

José Luis Mercado

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orishas a lo cubano

«A lo Cubano» Orishas

Cuba

Rap/Hip Hop

1999

EMI

Un grupo de rap llamado Amenaza ganó un premio en un festival del género en La Habana y les ofrecen hacer una gira en París. Sin embargo, no todos los miembros llegan a Francia. Mientras, una persona conocida como DJ Livan, quien trabajaba con Sergent García, estaba fascinado con el fenómeno de Buena Vista Social Club y quería trabajar sobre sampleados de Compay Segundo y la Orquesta Aragón.

En ese contexto nace Orishas, tan diversa como sus miembros, que provienen de diferentes barrios de La Habana y aportan sus propias experiencias y perspectivas a la música del grupo: Roldán, Ruzzo y Yotuel. Se les junta el francés Miko Niko, quien produjo su álbum debut, A lo cubano, lanzado en 1999, considerado un clásico y aclamado tanto por la crítica como por el público. Con el sueño de DJ Livan, los Orishas entienden que en su estilo distintivo reflejan la cultura y la identidad de la isla caribeña.

El álbum presenta una mezcla ecléctica de canciones que van desde himnos de orgullo cultural hasta reflexiones sobre la vida en Cuba. La canción «Represent» sirve como una poderosa declaración de identidad y pertenencia, mientras que «Atrevido» y «A lo cubano» celebran la energía y la pasión de la cultura cubana.

El grupo también aborda temas sociales y políticos en canciones como «Barrio», que ofrece una mirada cruda a la vida en los barrios de La Habana, y «1.9.9.9.», que reflexiona sobre el cambio de milenio y las esperanzas y desafíos que trae consigo. «Madre» es una oda conmovedora a la maternidad y al amor familiar, mientras que «Orishas Llegó» y «537 C.U.B.A.» son himnos de orgullo cubano que celebran la riqueza cultural y la resistencia del pueblo de la isla. El álbum también incluye interludios como «S.O.L.A.R.» y «Connexión», que agregan profundidad y cohesión al proyecto en su conjunto.

En general, A lo cubano es un álbum poderoso y los convierte en embajadores de la música cubana contemporánea. A lo largo de su carrera, Orishas pasaría por algunos cambios (se trasladarían a España y luego tendrían un hiato), pero queda clarísimo que hicieron su lugar en la historia de la música de su isla, así como en el rap latinoamericano.

José Luis Mercado

133

roos mediocampo

«Mediocampo» Jaime Roos

Uruguay

Candombe - Jazz rock - Murga uruguaya - Música de cantautor

1984

Orfeo

Desde la tapa, Jaime Roos nos mira vestido como futbolista, luciendo una camiseta del club Fénix. ¿Qué hacía él, reconocido hincha de Defensor Sporting, con esa indumentaria? Será porque sus amigos de la murga Falta y Resto ensayaban en ese club, o porque el nombre aludía a un renacer desde las cenizas a su regreso a Uruguay, luego de varios años viviendo en Europa. Sea cual sea la razón, “Durazno y Convención” nos sorprende desde el track uno, donde, a través de candombe, jazz y aires de salsa, nos despliega una estampa impresionista mirando hacia las calles de su infancia en el Barrio Sur.

Mediocampo es Roos en estado de gracia, entregando algunas de sus canciones más celebradas. Rock new wave tocado con músculo jazzero y alma montevideana. Otra vez sus amigos: el gran Eduardo Mateo en “Victoria Abaracón” y el aire de carnaval con la murga Falta y Resto en “Los viejos murguistas”, Pero hay de todo: el Roos más candombero en “Tal vez Cheché” (con un tremendo solo de teclado de Hugo Fattoruso), el Roos más beatle en “Si piensas en mí”, pero también un Roos más radical en “Pirucho”, una suite de siete’ minutos de candombe psicodélico. Un digno competidor al título del mejor disco uruguayo de la historia.

José Juan Zapata

134

astor libertango

«Libertango» Astor Piazzolla

Argentina

Jazz fusión - Tango

1974

Carosello

Gracias al apoyo de su padre, Astor Piazzolla inició su formación musical en piano y bandoneón desde corta edad. Con apenas 8 años conoció a Gardel, quien lo invitó a realizar una gira por Latinoamérica que no llegó a concretarse. Su destacada habilidad y curiosidad lo llevaron a codearse con grandes exponentes de la música académica como Arthur Rubinstein, Alberto Ginastera y Nadia Boulanger, y del jazz como Gerry Mulligan con quien grabó Reunión Cumbre en 1974. Estas experiencias lo marcaron profundamente y le permitieron, como él expresaba, poner al servicio del tango todo ese conocimiento musical. 

Libertango fue creado en una etapa de crisis personal y fertilidad creativa, posterior a un infarto, que lo hizo trasladarse a Italia. Para su grabación, Piazzolla reunió a diversos músicos de la escena italiana, conjuntando instrumentos diversos y poco comunes en el tango: batería, bajo eléctrico, órgano Hammond, timbales, marimba y flauta sumados a una sección de cuerdas. En 8 temas, cuyos títulos juegan con la palabra tango, Astor abandera la libertad creativa que nos promete en el nombre del disco: introduciendo elementos jazzísticos y de música académica, con arreglos experimentales y disonancias que rompen formas características del tango, con el uso de timbales y marimba de manera brillante, y con innovadores arreglos dentro de este estilo para piano y órgano, todo esto para crear atmósferas que van de la melancolía y la tristeza a la alegría, rabia y drama. Sin duda, una de las piezas más destacadas del disco es “Adiós Nonino”, compuesta como homenaje a su padre en 1959 y reinterpretada aquí con variaciones especialmente en lo referente al órgano.

La música de Piazzolla rompió el paradigma del tango y lo sintetizó con lo contemporáneo explorando y abriendo nuevos caminos en el género, extendiendo su alcance fuera de Latinoamérica. Su vasto catálogo musical sigue interpretándose por músicos de todo el mundo.

Iraí GH

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jose feliciano

«El sentimiento, la voz y la guitarra de José Feliciano» José Feliciano

Puerto Rico

Bolero - Canción melódica

1967

RCA Víctor

José Feliciano, con su talento innato para la guitarra, sorprendía a cercanos y extraños desde su juventud. Nacido en Puerto Rico, pero vivió desde niño en Nueva York en donde comenzó como músico callejero, hasta que firmó con RCA Victor con muchas expectativas de lanzarlo como un guitarrista de renombre mundial.

Luego de algunos discos grabados en inglés, los ejecutivos en Estados Unidos sintieron que no cumplía sus expectativas comerciales y lo llevaron a un festival en Buenos Aires. Sus pares argentinos de RCA quedaron fascinados con sus interpretaciones y le pidieron que restableciera su carrera con base en ese país. Así, Feliciano comenzó a cantar en español y cambió su estilo de folk blues, que estaba edulcorado para el público pop adulto norteamericano, por el bolero.

Cuando el público argentino respondió gratamente a «Usted» y «Extraños en la noche», RCA Internacional decidió apostar por los sencillos «La copa rota» y «La cárcel de Sing Sing». Todo esto sucedió entre 1966 y 1968, mientras RCA Argentina quería demostrar a la filial internacional que debía apostar de igual forma por un álbum que pudiera tener el mismo impacto en el mundo de habla hispana. Eso llegó con El Sentimiento, La Voz Y La Guitarra de José Feliciano, lanzado en 1967. Este disco es una muestra destacada del talento multifacético de Feliciano, combinando su virtuosismo en la guitarra con su distintiva voz. Fue grabado entre Argentina y Venezuela y contó con la coordinación de Lee Schapiro, quien trabajó en las carreras de Carole King y Perry Cuomo.

El disco incluye «La copa rota», compuesto por su compatriota Benito De Jesús, donde la interpretación de Feliciano se caracteriza por su pasión y emotividad, logrando transmitir el dolor y la desesperación del protagonista. Otro tema de De Jesús incluido es «Nuestro juramento», que había sido popularizado por Julio Jaramillo. Asimismo el disco se acompaña por selecciones de composiciones de autores de diferentes partes de América Latina como Armando Manzanero, Miguel Matamoros, Rafael Otero o el equipo Quintero, Guillen, Mostazo. El éxito internacional del disco aseguró el retorno de Feliciano a los Estados Unidos lanzando un disco homónimo con versiones en inglés y que lo consagraría mundialmente y le ganaría el premio Grammy de “Mejor Nuevo Artista” a la banda Cream, favorita en aquel momento. 

Como dato curioso, la versión mexicana de este disco cuenta con una lista de temas totalmente distinto, con algunas canciones que se lanzaron en otros países en el disco Más éxitos de José Feliciano y En mi soledad no llores.

José Luis Mercado

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patricio rey oktubre

«Oktubre» Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota

Argentina

Rock

1986

Del Cielito

Qué difícil de explicar el fenómeno que representan los Redondos en la Argentina. Como si fueran de esos sucesos que solo ocurren en este rincón de Sudamérica, una banda de rock de pretensiones intelectuales pasó de convocar a un puñado de iniciados en café-concerts a mediados de los ochenta a ser un fenómeno ultra masivo que permeó sobre todo en las clases populares, que abarrotaron sus recitales de fines de los noventa hasta el punto del delirio. ¿Qué hace de los Redondos una de las bandas más indispensables del rock argentino? Sobre todo al ser una banda que hizo de la independencia y el alejamiento de la prensa un principio rector, del que contadas veces se apartaron.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota surgieron como una especie de troupé de artistas en la ciudad de La Plata, cuyo show incluía varios números teatrales y los monólogos de Enrique Symns. Pronto el show pasó a centrarse sólo en la música, con un rock clásico de raigambre stone con pinceladas de post punk, apoyado por la guitarra de Skay Beilinson y la voz y presencia magnética de Carlos “El Indio” Solari, quienes también componían todos los temas. Pocas personas entendían qué diantres estaba cantando el Indio, pero sus letras pasarían al imaginario argentino y en la actualidad son frases de uso corriente en el periodismo, la publicidad y la vida cotidiana. Con el paso de los años la base de fanáticos fue creciendo hasta llenar los mayores estadios del país. Con su disolución en el año 2000, el Indio Solari siguió manteniendo ese nivel de convocatoria (su último recital, en Olavarría, en 2017, reunió a 500 mil personas) antes de que pasara a un semi-retiro debido a la enfermedad de Parkinson.

Gran parte de la leyenda de los Redondos comenzó a gestarse con su segundo disco, Oktubre, donde la estética soviética y las referencias a la Revolución Rusa (con un arte a cargo de Ricardo Cohen “Rocambole”) sirven como marco visual para la poesía oscura de Solari, en 9 temas impecables que cautivan al oyente con su rock nocturno y seductor. “Preso en mi ciudad”, “Música para pastillas”, “Divina TV Führer” y “ Motor Psico” son temas imborrables de la conciencia rockera argentina, pero es en “Jijiji” donde el dispositivo se despliega en toda su extensión. La letra (¿un asesinato? ¿una metáfora de las drogas?) es un mero pretexto para que el público en los recitales ejecute “el pogo más grande del mundo”. Sólo es cuestión de buscarlo en YouTube para saber de qué hablamos.

José Juan Zapata

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«El cancionero popular» Amparo Ochoa & Los Folkloristas

México

Música tradicional mexicana - Nueva canción latinoamericana

1975

Discos Pueblo

El cancionero popular, lanzado en 1975 por Discos Pueblo, es una obra maestra de la discografía de Amparo Ochoa junto con la agrupación Los Folkloristas. Este álbum es una pieza fundamental del movimiento de la nueva canción mexicana, que combina elementos de la música tradicional mexicana y latinoamericana con mensajes sociales y políticos. Amparo Ochoa, conocida por su voz aguda y llena de convicción, entrega interpretaciones apasionadas y auténticas en cada pista.

El disco incluye temas memorables como «A qué le tiras cuando sueñas, mexicano», escrita por Chava Flores, una melodía ligera con un mensaje social que critica el sueño de la riqueza fácil en lugar del trabajo honesto. Otro destacado es «Bola suriana de la muerte de Emiliano Zapata», un homenaje al héroe revolucionario mexicano. 

Entre los temas más representativos del álbum se encuentra «El barzón», un corrido tradicional del estado de Aguascalientes que aborda las dificultades de los campesinos durante la época agraria, escrita por Miguel Muñiz Varela. A través de su letra, se presenta una poderosa metáfora: el barzón, una correa que conecta el yugo con el arado. Aunque el barzón se rompe, la metáfora sirve como una crítica a las condiciones difíciles e injustas del mundo rural.

«La maldición de la Malinche», de Gabino Palomares, con su uso de instrumentos tradicionales mexicanos, es otra joya del álbum. La canción explora a través del personaje histórico, el simbolismo del complejo de inferioridad de los nativos. La interpretación de Ochoa es tan emotiva que resulta imposible no sentirse conmovido por la profundidad de su mensaje. En «Mi abuelo», Ochoa canta sobre su abuelo juarista y su padre zapatista, destacando su contenido sociopolítico y los elementos tradicionales del folclore mexicano. Los Folkloristas enriquecen cada canción con su diversa instrumentación pudiendo incursiones en son huasteco, corrido, ranchera, o abrazar sonidos de otros rincones como de Cuba o los Andes.

El álbum es considerado uno de los trabajos más importantes de Amparo Ochoa y un tesoro musical de México. La combinación de la carismática voz de Ochoa y la impecable ejecución de Los Folkloristas, cuya instrumentación y arreglos enriquecen cada tema, hace de El cancionero popular un clásico de la nueva canción latinoamericana, que honra la cultura mexicana haciéndolo una joya imprescindible en la historia de la música mexicana.

José Luis Mercado

138

benny inigualable

«El inigualable» Beny Moré

Cuba

Bolero - Guaracha - Son cubano

1959

RCA Victor

Después de regresar a su Cuba natal desde México, donde había adquirido cierta fama cantando en varias orquestas, Benny Moré se encontró en una encrucijada. Se sentía traicionado por muchos líderes de orquestas de ambos países. Durante una noche, mientras lamentaba su situación profesional, el músico, compositor y amigo suyo Enrique Benítez le dijo: «Compadre, usted ya es un músico formado, ¿por qué usted tiene que cantar con la orquesta de otro director? ¿Por qué no forma su propia orquesta? » Moré decidió seguir la sugerencia de Benítez, y reunió a algunos de los mejores músicos de Cuba para que fueran su banda de respaldo. Este resultaría ser uno de los movimientos más inteligentes que Moré hizo en su carrera. Con el control de su carrera en sus manos, comenzó a arreglar y componer más y le dio oportunidades a compositores y músicos emergentes cada vez que tenía la oportunidad.

En 1957, Moré había consolidado a la orquesta en uno de los mejores grupos del país cuando entraron al estudio de grabación para grabar canciones que finalmente darían origen a Beny Canta y Cuba Baila El Inigualable. En el álbum, Moré aborda varios géneros (guarachas, sones montunos y boleros) donde destaca su afable encanto y su ejecución precisa en canciones como “Caricias cubanas” y “Se te cayó el tabaco”. Pero es en los boleros donde Moré brilla más. Su interpretación de «Rezo en la noche», de Francisco Escorcia, sirvió como trágico recordatorio de las pérdidas de soldados que Cuba había tenido en la guerra. Se dice que la primera vez que Moré interpretó esa canción en vivo hizo llorar al público y un miembro del público que resultó ser el comandante Camilo Cienfuegos se le acercó y le dijo: «¡Benny, qué clase de canción has cantado!» No fue la primera ni la última vez que Moré recibía ese tipo de reacción del público. Por algo era inigualable.

Julián Jiménez

139

decadentes vida loca

«Mi vida loca» Los Auténticos Decadentes

Argentina

Latino alternativo - Rock

1995

RCA

“Y tuve una revelación, ya sé qué quiero en esta vida, voy a seguir mi vocación, será la música, mi techo y mi comida”. Qué gran manera de arrancar un álbum, con chispas de humor ante temas tan serios como el futuro individual. Así son Los Auténticos Decadentes con su disco Mi vida loca publicado en 1995, año en el cual dentro del mundillo del rock sonaban artistas y bandas con temáticas densas, introspectivas y políticas. Ellos eran diferentes. Los Auténticos Decadentes no es una banda, es una cooperativa de músicos que comenzó a sonar en 1986, aunque su primer álbum fue grabado hasta 1989, y se convirtió en una de las agrupaciones más festivas de Latinoamérica. Son creadores de himnos populares, y algunos de ellos acompañan a las hinchadas en los estadios de fútbol, gracias a su diversidad de géneros que concurren en su discografía.

Mi Vida Loca es la obra maestra de Los Decadentes, que hace un recorrido por el ska, la murga, el cuarteto, el punk, la cumbia, el pop rock y el reggae en 14 temas compuestos de forma colectiva, una característica importante para entender la esencia de la banda, y con las letras más agudas hechas por la pluma de Jorge Serrano. Aquí encontramos canciones insignia, de las más queridas por sus fanáticos y con las que se popularizaron fuera de las fronteras argentinas, inclusive llegando a centro y al norte de América. Temas como “La guitarra”, un himno a la rebeldía de aquellos que no sueñan con una vida convencional y sueñan con ser artistas, y donde el estribillo es cantado por Guillermo Nimo, un ex árbitro argentino; “El murguero”, fiesta total en homenaje a las murgas, aquellas bandas callejeras que animan los carnavales en Argentina y Uruguay a ritmo de bombo y tambor; “El pájaro vio el cielo y se voló” explora el final de una relación fallida, donde volando se encuentra la libertad, una gran canción de pop rock que demuestra su versatilidad. Y finalmente el otro gran tema es “Diosa” una celebración de la feminidad y el cómo inspira el arte, la mitología y la devoción.

En resumen, este disco es un referente de cómo captar la alegría popular a través de la música, entregando canciones llenas de sensibilidad, buen humor y, sobre todo, llenas de celebración.

Felipe Figueroa

140

palmeras

«Los Palmeras» Los Palmeras

Argentina

Cumbia - Cumbia argentina - Cumbia santafesina

1976

MRG

“La ruta de oro” de Los Palmeras comenzó cincuenta años de aquel hito consagratorio que fue tocar antes de la final de la Copa Sudamericana de 2019, en Paraguay, antes del hito que los mostró frente a la masividad continental el año 2004 con el siglo “El bombón”, antes de llenar el Luna Park y antes de compartir créditos con músicos como Andrés Calamaro y Los Auténticos Decadentes. En 1969, en Santa Fe, daba sus primeros pasos la agrupación que se convertirá con el tiempo en el ícono más tradicional de la cumbia argentina. 

En 1976 llegó su primer paso discográfico, un LP titulado sencillamente “Los Palmeras”. A través de sus 12 canciones, la banda ya muestra ese estilo santafesino propio, caracterizado por la influencia de la cumbia colombiana, peruana y la incorporación del acordeón y una guitarra corta de 12 cuerdas llamada bandurria.

Canciones como “Ese amor que tu me das” o “Mi guarachón y mi cumbión” daban cuenta de una cumbia a medio andar entre lo caribeño, los sonidos folclóricos italianos muy presentes en Santa Fe y cierta reminiscencia lisérgica, a la vez que otras cumbias como “Haciendo saltitos” y “Lamento playero”, se ceñían a un sonido más tradicional y exportable, aunque cargados de argentinidad. El primer LP de Los Palmeras es hoy un vinilo fundamental de la cumbia del Cono Sur.

Cristofer Rodríguez

141

«Boleros Selectos» Trío Los Panchos

Estados Unidos - México

Bolero

1949

Columbia

Los Panchos se formaron en Nueva York en 1944 por los mexicanos Alfredo «Güero» Gil, Chucho Navarro y el puertorriqueño Hernando Avilés. Aunque fundaron el grupo sólamente para ganarse la vida tocando en clubes, restaurantes y pequeños teatros, terminarían haciéndose de un nombre en la escena musical latina de la Gran Manzana. Tanto es así que llamaron la atención de Terig Tucci, que trabajaba para el sello discográfico y la red de radio de Columbia. Tucci era un compositor, arreglista y líder de banda que había trabajado con Carlos Gardel y que le vio potencial al trío. Los firmó Columbia y comenzó a trabajar con ellos en un estilo de armonía que revolucionaría la escena del bolero en la región. 

Sin embargo, su ascenso al estrellato fue postergado por algo improbable: el ejército estadounidense. La visa de Gil y Navarro había expirado y tenían que regresar a México. No queriendo perder la oportunidad que tenían con Columbia tomaron la fatídica decisión de adquirir la ciudadanía estadounidense y renunciar a la mexicana y alistarse en el ejército en plena guerra mundial. Navarro pudo quedarse en Estados Unidos por un problema de salud, pero Gil fue mandado a Europa donde en su tiempo libre se le ocurrió la idea de diseñar un tipo de guitarra pequeña que estaba dos tonos y medio arriba de lo normal. El pensaba que le daría al grupo un sonido diferente y encajaría perfectamente con la voz aguda de Avilés. Cuando regresó a Nueva York al terminar la guerra presentaría su invento al grupo como el requinto. El requinto le daría al trío un sonido característico que junto a sus entrañables armonías cambiaron la trayectoria de la música popular latina. 

Fue desde Nueva York en un programa de radio financiado por el gobierno estadounidense y su política del buen vecino, llamado “Viva América” donde el continente escucharía por primera vez este sonido único. El programa llegó a todo el continente y confundió a muchos guitarristas de la región. No podían entender cómo el guitarrista hacía ese sonido. No fue hasta que Los Panchos comenzaron a aparecer en películas que se dieron cuenta de que Gil no tocaba una guitarra normal. Los Panchos rápidamente escalaron al éxito continental y empezaron a crear una escuela por toda la región.

En 1949 lanzaron Boleros Selectos, que fue el primer LP que contenía su sonido transformacional. En él podemos escuchar todo lo que hizo que Los Panchos fueran memorables. Las exquisitas introducciones de Gil en cada canción mostraron sus dotes como guitarrista. La voz aguda de Avilés junto al requinto, y las refinadas armonías del trío le daban un sutil romanticismo que hizo que los oyentes se enamoraran. También mostraron sus formidables habilidades para escribir canciones como «Rayito de Luna», «Sin Un Amor» y «Siglo de Ausencia» que hoy en día son considerados clásicos del bolero.

Julián Jiménez

142

Facundo cabral

«Facundo Cabral» Facundo Cabral

Argentina

Nueva canción latinoamericana

1970

RCA Vik

En 1970, irrumpió en la escena musical un álbum que capturó la esencia del trovador argentino Facundo Cabral. Este lanzamiento no solo es uno de los más reconocidos de su carrera, sino que también se inscribió dentro del movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana. Conocido por su distintiva barba densa y una mirada introspectiva, Cabral reveló un compendio de melodías que resonaban con la sabiduría de un sabio errante. Acompañado siempre por su guitarra, el cantautor tejió reflexiones e historias de vida y belleza, impregnando cada acorde con el tono espiritual que reflejaba su alma. Su incansable búsqueda de sentido y su propósito de llevar una vida contemplativa se manifestaron claramente en cada canción del álbum, posicionándolo como una figura clave dentro del movimiento.

A través de su música, Cabral no solo conmovía, sino que entablaba conversaciones íntimas con sus oyentes, compartiendo experiencias de amor, amistad, justicia social y el desafío de forjar un destino propio. Era un poeta nómada que encontraba en sus versos un remedio para la soledad y enseñaba que la tristeza podía ser una elección. Aunque se mantuvo al margen de los movimientos políticos, Cabral fue un firme defensor del pacifismo, autodenominándose «violentamente pacifista» y «vagabundo de primera clase». Su anarquismo filosófico y su constante búsqueda de paz interior son temas recurrentes en el álbum. Composiciones como «Pobrecito mi patrón» son análisis  contundentes sobre el verdadero valor de las cosas.

Otra de las canciones que forma parte del álbum es «No soy de aquí ni soy de allá», inspirada en una noche melancólica en Uruguay junto a Jorge Cafrune. Esta canción se ha convertido en una de las piezas más emblemáticas del repertorio del cantautor argentino, articulando magistralmente el sentimiento de la búsqueda constante de identidad. Incluida en el álbum, rápidamente se convirtió en una de sus obras más emblemáticas y le catapultó a la fama internacional. Su impacto trascendió fronteras, siendo versionada por renombrados artistas como Alberto Cortez, Chavela Vargas y Julio Iglesias.

El legado de Cabral, sin embargo, se vio truncado el 2011, cuando fue brutalmente asesinado en Guatemala, un acto de violencia que conmocionó al mundo. En su último concierto, en el Teatro Roma de Quetzaltenango, cerró con una interpretación conmovedora de «No soy de aquí ni soy de allá». Esta fue la última canción que cantó públicamente, dejando un mensaje de paz que perdurará más allá de su inesperada y trágica partida.

Angie Rojas

143

angeles azules inolvidables

«Inolvidables» Los Ángeles Azules

México

Cumbia - Cumbia mexicana

1996

Capitol / EMI Latin

La ciudad de México es una y a la vez muchas ciudades. De las entrañas de sus delegaciones (ahora alcaldías) hemos visto salir muchos sonidos y también sonideros: esos soundsystems de cumbia que han hecho de los barrios de la capital sendas catedrales de la cumbia. Desde el célebre Peñón de los Baños hasta Iztapalapa. Y es justo aquí donde encontramos a mediados de los setenta, en el barrio de San Lucas, a una madre, Martha Avante, y a sus siete hijos. Los hermanos Mejía Avante encontraron en la cumbia un modo de salir adelante, tocando en fiestas, reuniones y cuanta oportunidad tuvieran, primero como el conjunto Playa Azul, y luego con el nombre que los haría famosos internacionalmente: Los Ángeles Azules

Martha les decía: “Aprendan porque aunque sea con la comida les pagarán en las fiestas”, según recuerda Jorge Mejía en una entrevista para Los Ángeles Times, donde también cuenta que los alentaba a sacar de oído las canciones que los sonideros tocaban en el barrio. Y vaya que la vida les pagó. Su debut discográfico tendría que esperar hasta 1982, con ¡Ritmo… Alegría… Sabor!  Poco a poco se iban haciendo de un nombre y se iban incorporando más y más familiares al ensamble, hasta que los años noventa los encuentra convertidos ya en una de las agrupaciones más exitosas de la cumbia mexicana, y en un redituable negocio familiar. Pero faltaría ese empuje más, que llegaría con el hitazo “Cómo te voy a olvidar”, que forma parte del álbum Inolvidables, donde también destacan otros clásicos del grupo como “Mi niña mujer” o “Creí en ti”. Todos los temas, autoría del citado Jorge Mejía, acordeonista y tecladista de la agrupación. Además, fue el primer disco de Los Ángeles Azules que entró en el Top Latin Albums del Billboard en Estados Unidos.

Pocas canciones tienen una introducción tan célebre que anticipa la fiesta, con ese reverb que lleva el acordeón y los metales a una especie de ensoñación. Y pocas cumbias están grabadas tan a fuego en la memoria noventera mexicana. Y por encima de todo, la voz de Carlos Becies, potenciando el sonido romántico de Los Ángeles Azules. Tarea nada fácil: reemplazar a uno de los vocalistas más famosos del ensamble, Raymundo Espinoza, y aportar su propia impronta. Becies terminaría formando su propia banda, Los Ángeles de Charly, mientras que la agrupación de los hermanos Mejía Avante exploró, de la mano de Camilo Lara, los caminos del mainstream del rock y del pop. En pleno 2024 siguen entronados como una institución de la cumbia latinoamericana.

José Juan Zapata

144

damas gratis pibes

«Para los pibes» Damas Gratis

Argentina

Cumbia - Cumbia argentina - Cumbia villera

2000

DBN

Finales de los noventa en la Argentina, con la fantasía menemista a punto de explotar. Había una época en la que muchos pensaban que el país volaba por lo alto (vamos, incluso en la actualidad hay quienes siguen reivindicando esta época), pero en las entrañas barriales la pobreza, la desocupación, las privatizaciones y el neoliberalismo hacían su mella en las clases populares. En ese caldo de cultivo, un músico de cumbia, Pablo Lescano, dejaba atrás el sonido tradicional de su banda, Amar Azul, y empezaba a explorar otros tópicos: la vida en las villas miseria de los suburbios, la delincuencia, las drogas y el sexo. ¿Estaba el país preparado para este sonido? La cumbia villera le explotó en la cara a las radiodifusoras y discográficas y la crisis de 2001 le estalló al gobierno de De la Rúa en las calles de Buenos Aires.

Si bien Lescano es reconocido como autor del primer disco de cumbia villera en 1999, con la banda Flor de Piedra, la verdad es que fue uno de los que mejor canalizaron esa especie de zeitgeist, ya que otros pares generacionales también estaban haciendo lo suyo: Yerba Brava (Cumbia villera, 2000), Meta Guacha (Lona, cartón y chapa, 2000) o Pibes Chorros (Arriba las manos, 2001). Pero fue con Para los pibes (2000) con que Damas Gratis arrancó a todo fuego la década con un tema de cumbia que hizo bailar a chetos y villeros: “Se te ve la tanga”, donde Lescano ríe nervioso ante el empoderamiento sexual de una tal Laura, quien “no lo hace por dinero, sólo lo hace por placer”.

Musicalmente la cumbia villera retomó el sonido de la amplia tradición de cumbia argentina, aderezada con elementos de la cumbia peruana gracias a la inmigración presente en Buenos Aires. Todo a caballo de los teclados y una base rítmica poderosa y machacona. La omnipresencia del keytar (tocado con mucho pitch-bending) es un elemento clave musical y estético (el de Lescano, decorado como si fuera un rifle AK-47). Y las letras abordan nuevas y polémicas temáticas: la vida tumbera (carcelaria) en “Los dueños del pabellón”, el consumo de sustancias en “El fumanchero” o “Quiero vitamina”, o el sexo en “La chica pura” y “Se te ve la tanga”. Con el paso del tiempo, Pablito Lescano se convertiría en una de las figuras indispensables de la cultura Argentina, exportando su sonido a otros países de Latinoamérica.

José Juan Zapata

145

RITA INDIANA JUIDERO

«El Juidero» Rita Indiana y los Misterios

República Dominicana

Latino alternativo - Merengue

2010

Sony Music Latin

Rita Indiana y sus Misterios sacudieron la escena musical con El Juidero, un álbum teatral y electrizante que desafía cualquier clasificación de género músical y redefine el merengue en su forma dance, mezclándolo con una vibrante combinación influenciada por los sonidos contemporáneos y ritmos afrocaribeños. Liderada por la polifacética Rita Indiana Hernández, la banda también cuenta con los talentos de Eddy Nuñez, Andrew «Carrú» Ramírez, Gabo Lora y Boli.

Rita, conocida como «La Montra», no teme experimentar. Sus sonidos atraviesan por el rock, la bachata y la estética visual del western urbano contemporáneo. Desde su estreno, el álbum se ha convertido en un fenómeno mediático, con la banda apareciendo en  la televisión dominicana tres o cuatro veces a la semana y llevando su potente mezcla de estilos a una audiencia cada vez mayor. El Juidero trascendió desde la blogósfera musical a plataformas de mayor alcance internacional, resaltando su combustión espontánea y el impacto cultural de su propuesta, convirtiéndose en un disco de culto. 

La canción que da nombre al álbum relata la persecución del periodista disidente Orlando Martínez, asesinado en 1975 durante los «Doce Años» de represión en la República Dominicana. Esta historia se entrelaza con un merengue rápido y futurista que capta la intensidad de aquellos tiempos oscuros. Otros temas como «Pásame a bucá» y «El blu del ping pong» invitan al baile con su ritmo frenético, mientras que «La hora de volvé» y «Equeibol» abordan temas sociales como la migración, el nacionalismo dominicano, los roles de género y la sexualidad heterodoxa, con una honestidad brutal.

Rita Indiana y sus Misterios entrelazan la cultura popular y las artes conceptuales en sus letras, impregnadas de la oralidad callejera y el estilo caribeño. Este enfoque se refleja en un álbum que utiliza la jerga dominicana, a veces desafiando la comprensión de sus letras incluso para los hablantes de español, pero su música trasciende lo local para volverse universal. Utilizan su arte para retratar historias marginales y resistencias culturales, rompiendo convenciones y abrazando lo alternativo dentro del merengue tradicional. El Juidero no solo desafía las normativas musicales con su integración innovadora de elementos contemporáneos y alternativos, sino que ofrece una experiencia sonora que invita a explorar nuevos horizontes rítmicos. Para quienes buscan una experiencia musical única y están dispuestos a dejarse llevar por la intensidad tropical, el espíritu de las raíces y la transformación de la música popular, este álbum se convierte en una obra imprescindible.

Angie Rojas

146

eddie palmieri superimposition

«Superimposition» Eddie Palmieri

Estados Unidos

Descarga - Salsa - Salsa dura

1970

Tico Records

El cambio de década y las implicaciones inherentes a esta transición fueron evidentes para Eddie Palmieri, un adelantado a su época. El pianista y compositor estadounidense de origen puertorriqueño se adentra en la salsa, guaracha y son para expandir los límites de estos géneros en su duodécimo álbum de estudio, Superimposition. La década de los sesenta fue fundamental para que él, junto al Conjunto La Perfecta e Ismael Quintana liderando las vocales, se estableciera como un referente de la Pachanga. Editado por Tico Records en 1970, Palmieri abraza su lado más experimental y se consolida como uno de los artistas más innovadores del género. Ya sea premeditado o no, el rol que asume en este material de estudio es el de interlocutor para nuevas generaciones.

El disco se divide en Lado A y Lado B. El primero se ajusta a las estructuras que sus oyentes estaban acostumbrados, mientras que el segundo tiene un enfoque explícitamente experimental. El tema que abre el álbum es “La Malanga”, escrito por el cubano Rudy Calzado. “Bilongo”, la reinterpretación de una guaracha originalmente escrita por Guillermo Rodríguez Fiffe a finales de los años treinta, sigue cobrando vida propia en la pista de baile. El impacto de esta versión es evidente; hasta la fecha, se sigue referenciando como una de las canciones definitivas de la salsa moderna.

Mejor conocidas como descargas o sesiones de jam, las últimas tres canciones son instrumentales que toman como base los principios de la salsa, pero dan rienda suelta a la sección percusiva. “Qué lindo eso, eh!” arranca el Lado B con un enfoque libre, enteramente experimental, con el piano como hilo conductor, como era de esperarse. Las piezas están compuestas para permitir que la percusión tome el espacio necesario para brillar. Después de un inicio enérgico, Eddie baja las revoluciones con “Helado de chocolate”. Los timbales, tambores de conga y bongos cobran protagonismo en “17.1”, la última pieza del rompecabezas. Durante 7:26 minutos, Eddie da una cátedra de improvisación en la que cada solo cumple el propósito inicial: imponer la musicalidad de la raíz con una mirada moderna del género. Superposiciones, al final.

Martha Estrada

147

inti la nueva cancion

«La nueva canción chilena» Inti-Illimani

Chile

Música tradicional chilena - Nueva canción latinoamericana

1974

I Dischi Dello Zodiaco

Dos revoluciones en curso inspiraron la formación de Inti-Illimani. Primero, la revolución cultural que el mundo vivía a mediados de la década de los sesenta, con la juventud exigiendo un lugar protagónico en el devenir histórico y transformando los márgenes estéticos de la música popular, expresado en Chile en una fuerte reconversión del folklore de la mando de Violeta Parra, Patricio Manns y Rolando Alarcón. Segundo, la revolución política que desde Cuba inspiraba a las izquierdas del continente americano encontrando su expresión chilena en la formación de una alianza conocida como la Unidad Popular. 

Desde su fundación en 1967 hasta el trágico golpe de Estado que puso fin al gobierno de Salvador Allende, el grupo puso su talento al servicio de ambas revoluciones, cultural y política. Por eso, una vez en el exilio, no es de extrañar que se arrojaran a la misión de mantener viva la memoria del movimiento musical del que fueron parte: La Nueva Canción Chilena. Con solo seis meses en Italia, el Inti graba su segundo álbum fuera del país como un homenaje a las composiciones más relevantes de autores como Violeta Parra, Patricio Manns, Víctor Jara y Sergio Ortega, destacando “La exiliada del sur”, “El aparecido”, “La partida” y la que se convirtió en la versión más famosa de “El pueblo unido jamás será vencido”, aún más que la original de Quilapayún. En la portada, la bandera chilena está modificada con rostros en serigrafía que hablaban de un país roto y azotado bajo el yugo militar, cuando ni siquiera se tenía certeza clara de la magnitud del calvario y cuántos años más duraría.

Cristofer Rodríguez

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«Revés / Yo Soy» Café Tacvba

México

Latino alternativo - Rock - Rock alternativo

1999

WEA

Cuando Revés / YoSoy llegó a los estantes de las tiendas de discos causó un profundo desconcierto. Es más, desde que llegó por primera vez a oídos de los ejecutivos de la disquera Warner provocó varios ceños fruncidos. Ahí estaban los ultra vendedores de “Ingrata”, “Chilanga banda” y “Chica Banda” proponiendo un disco instrumental, con guiños al rock progresivo y matices de electrónica. Muy lejos de la explosiva fusión con el folclore que los había llevado al estrellato. La negociación con Warner terminó con la propuesta de hacer un disco doble. Uno de ellos sería su propuesta original, Revés; y el otro sería “cantado”, un compilado de descartes y canciones varias que habían acumulado desde Re, y que llevaría el título de YoSoy.

Y lo que podría parecer un arrejunte producto de las obligaciones de la industria, milagrosamente funciona. Los Tacubos jugaron con la ambigüedad y el anonimato de Revés, y el arte original del disco es una propuesta tan interesante como  la música. Acorde a su tradición, Rubén elige adoptar dos alias: Nrü en Revés y Amparo Tonto Medardo In Lak’ech en YoSoy. En Revés las canciones no tienen título, sino números o códigos, y juegan con samples, leit motivs electrónicos y ocurrencias sonoras. Meme samplea el zapateado de una compañía de danza folklórica y sus amigos del Kronos Quartet aportan sus arreglos de cuerda.

Si en Revés el ambiente es oscuro y opresivo, en YoSoy la cosa no es muy distinta, por más que sea el sonido tacubo clásico. Es como si fuera el lado B a la fiesta de Re. Desde la inicial “El Padre”, donde Rubén canta del terror del sentir que “te estás convirtiendo en quien más odio a ti te da”, hasta “Lento” con la voz de Meme, encontramos algunas de las mejores piezas del Café Tacvba noventero, como las muy famosas “La locomotora” y “La muerte chiquita”, hasta verdaderas gemas ocultas como “El hombre impasible” o “El Ave”. Para la disquera y la banda fue un fracaso comercial. La falta de un relanzamiento oficial o ser accesible digitalmente durante años ha contribuido a su aura legendaria. Para muchos este último detalle sólo engrandece su carácter de culto y representa no sólo el mejor disco de Café Tacvba sino uno de los mejores discos de la historia del rock mexicano.

José Juan Zapata

149

fusa vinicius

«La Fusa» Vinícius de Moraes, Maria Creuza & Toquinho

Brasil

Bossa nova - MPB

1970

Trova

¿Es un disco en vivo? No y sí. ¿Es en La Fusa? No, pero en cierto sentido sí. ¿Pero cuál Fusa? Porque hubo tres Fusas (o más). La historia es así: en 1968 dos argentinos, Coco Pérez y Silvana Muñiz, instalaron La Fusa en Punta del Este, Uruguay. Un café-concert que tuvo tanto éxito que al año siguiente inauguraron una segunda Fusa en Buenos Aires. Este local fue visitado por Vinícius y a comienzos de 1970 ya estaba tocando con Dori Caymmi en La Fusa de Uruguay, y en julio en La Fusa de Buenos Aires, esta vez acompañado de Maria Creuza y Toquinho.

Durante dos semanas de julio, los tres hicieron dos funciones por día, tocando clásicos de la MPB y la bossa nova, con un Vinicius sentado con una botella de whisky, un vaso y un balde con hielo sobre la mesa, relajado y contando anécdotas. Fue tal el éxito de estas funciones que Alfredo Radoszynski, dueño del sello discográfico Trova, le dijo a Vinicius que grabaran un disco en vivo. Pero no fue en vivo… o sí. Vinícius cuenta: “Ofrecí a Alfredo que lo grabáramos en estudio, grabando también el ambiente de La Fusa”. Y así los tres, más los argentinos Mario Fernández en contrabajo y Eduardo Roizner en batería, grabaron en dos sesiones de 8 horas cada una. Comenzaban después de tocar en La Fusa y terminaban al amanecer.

La Fusa abre con “Copa do Mundo”, una breve canción a modo de introducción en la que al final Vinicius tira un chiste al “público” argentino sobre el Mundial que hace solo unas semanas había ganado Brasil. De ahí en más el disco es un disfrute completo y significó para muchos una introducción a la música brasileña debido al repertorio de lujo elegido. En su gran mayoría composiciones de Vinícius, ya sea solo (“Tomara” y “Valsa da Tunisia”), con Baden Powell (“Berimbau-Consolação”, “Canto de Ossanha” y “Samba em preludio), o con Antônio Carlos Jobim (“A felicidade”, “Lamento no morro”, “Garota de Ipanema” y “Eu sei que vou te amar”). Pero también dejan espacio a compositores más jóvenes como Caetano Veloso con su “Irene” o “Que Maravilha” de Toquinho con Jorge Ben, que es cantada a dúo maravillosamente por Toquinho y Creuza. Es así como gracias a la interpretación de estos clásicos por Vinícius, la guitarra de Toquinho y la hermosa voz de Maria Creuza, especialmente en “Catende”, este registro se convirtió en eterno e imprescindible de la música brasileña y latinoamericana.

Jorge Cárcamo

150

jose jose secretos

«Secretos» José José

México

Canción melódica

1983

Ariola

Para 1982, José José había cumplido con una trayectoria impecable, coronado con un exitoso recopilatorio titulado 20 Triunfadoras. Pero estaba descontento. Su  sello, Ariola, se negaba a mejorar las condiciones de su contrato. Luego de amagar con irse a otra discográfica, Ariola cedió ante las exigencias del Príncipe de la Canción, entre las que se encontraba hacer un disco completo con el compositor y productor Manuel Alejandro, quien se dice que cobró una fuerte suma en dólares para acceder a la petición. Así se gestaba lo que sería uno de los discos más vendidos de la historia de la música mexicana, Secretos.

Se dice que Manuel llamaba a José a altas horas de la madrugada para conocer sus sentimientos, su visión del amor, sus deseos, decepciones y anhelos. Con esta información hizo viajar al mexicano a Madrid para concretar la composición y grabación del disco. Haciendo mancuerna con su hija María Alejandra y su esposa Purificación Casas (quien trabajaba bajo el seudónimo de Ana Magdalena), Manuel Alejandro compuso un ramillete de canciones que potenciaron la voz del Príncipe en su mejor momento. La producción tomaba el sonido clásico de la canción melódica, de la mano de infaltables arreglos de cuerda, pero con una sección rítmica potente y unos arreglos de teclados acordes a las transformaciones de la década de los ochenta. El resultado no podía ser más satisfactorio.

En Secretos José José se nos muestra vulnerable ante los vaivenes del amor. Desde el arranque con “Anda y ve, te está esperando. Anda y ve. No lo hagas por mí, que al fin y al cabo somos solo amigos”, las primeras líneas de “Lo dudo”, Secretos navega la pérdida y el fin del amor como pocas veces se ha cantado en la canción melódica. “El amor acaba”, “He renunciado a ti” y “Lágrimas” son títulos explícitos por sí mismos. Acabaron como tremendos éxitos radiales y parte de la educación sentimental de una generación. Quizá el punto más alto de la carrera del Príncipe.

José Juan Zapata

151

Mena

«Mena» Javiera Mena

Chile

Electropop - Pop - Synthpop

2010

Unión Del Sur

El álbum Mena de Javiera Mena es una galaxia sonora en sí misma,  despliega una belleza excepcional y cautivadora en un universo no lineal. Marcando un cambio de paradigma en la música pop, esta producción músical se aleja de las dicotomías simples, para abrazar los matices y grises con ritmos que exploran un territorio más experimental y vanguardista; fusionando elementos electrónicos, sintetizadores y arreglos sonoros intrigantes. Canciones como «Luz de Piedra»  y «Primera Estrella»  son un viaje intrépido que navega la vulnerabilidad, el deseo y la pasión desde una perspectiva dulce y provocativa. 

Además, la estética sonora del disco, marcada por su vanguardismo, captura diferentes miradas sobre el amor en su forma más progresiva y atemporal. Estas composiciones desafían los roles convencionales en las relaciones, cuestionando las normas predefinidas y escudriñando la complejidad de las interacciones humanas. Igualmente, se adentran en la fluidez de los roles de género y abordan la sexualidad como una expresión audaz. Mena intenta desafiar los estándares del amor romántico y cuestionar la dualidad del enamoramiento, que puede ser dulce y amargo a la vez.

El disco, lanzado en 2010 bajo los sellos Unión del Sur en Chile y Club Social en España, está influenciado por la ‘Música AM’ chilena de los años ochenta y noventa. Fue producido por Cristián Heyne y contó con la colaboración destacada del músico sueco Jens Lekman. Su primer sencillo, «Hasta la verdad», tuvo una gran acogida y marcó el inicio de una gira promocional que llevó a Javiera Mena a presentarse en México, Chile, España y en festivales internacionales como Lollapalooza Chile y el Primavera Sound de Barcelona. El álbum obtuvo reconocimiento internacional, destacado por medios como El País de España, catapultando a Javiera Mena a giras por ciudades de España, México y Estados Unidos, incluyendo participaciones en festivales como el Vive Latino en México, D.F. y el Corona Capital en México. Esta etapa marcó su ascenso como figura prominente en la escena musical latinoamericana y representante destacada del pop electrónico contemporáneo. 

Angie Rojas

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Molotov donde

«¿Dónde jugarán las niñas?» Molotov

México

Latino alternativo - Rap/Hip Hop - Rock

1997

Surco

Desde su contenido político oír ¿Dónde jugarán las niñas? hoy en día no escandaliza, sino que hasta se le celebra. Por ello “Gimme tha power” ha sido tan manoseado que terminó en las bocas y en los movimientos sociales más insospechados. Pero hubo una época en la que algunos de los tópicos de sus canciones “no se podían tocar”. Y tampoco es que Molotov fueran una banda totalmente radical (más bien fueron un producto natural de la industria discográfica), pero saliendo como estaba México de la ‘dictablanda’ del PRI e iniciando su transformación democrática, muchas de sus canciones representaron un símbolo para la juventud mexicana ansiosa de transformaciones y justicia. Un caso distinto es su humor respecto a mujeres y minorías que hoy resulta bastante cuestionable y puede ser motivo de justas críticas y relecturas.

Como una parodia del célebre disco de Maná de unos años antes (y con una portada que apuntaba de inmediato a la controversia) ¿Dónde jugarán las niñas? arranca a puro fuego con su crítica al periodista Jacobo Zabludovsky en “Que no te haga bobo Jacobo”, donde apuntan contra el conductor de Televisa como símbolo del contubernio entre el poder político y el periodismo. Apoyados por una formación instrumental con dos bajos, y la producción del combo Santaolalla-Kerpel, la banda integrada por Tito Fuentes, Paco Ayala, Micky Huidobro y Randy Elbright entra con los tachones por delante.

¿Dónde jugarán las niñas? se basa en rap-rock con algunos coqueteos de música caribeña (“Voto Latino”, donde apuntan contra el racismo en una época caliente de inmigración mexicana a EUA) o pinceladas de ranchera (en la mencionada “Gimme Tha Power”), pero algunos de sus temas más célebres y polémicos son rock duro, directo y a la cabeza: “Chinga tu madre”, “Puto” o “Matate Teté”, y destacan también algunos ejemplos de groove y narrativa como “Use it or lose it” o “Más vale cholo”. A casi 30 años de distancia, ¿Dónde jugarán las niñas? se mantiene como la piedra angular de la carrera de Molotov y sigue atrayendo a nuevos fanáticos que caen rendidos ante su energía y urgencia.

José Juan Zapata

153

puya fundamental

«Fundamental» Puya

Puerto Rico

Funk - Latino alternativo - Metal

1999

MCA Records

Puya nace de la experiencia de un puertorriqueño en Florida, comentó en una entrevista el guitarrista Ramón Ortiz. Cuando se presentaban en conciertos con bandas como Morbid Angel ellos empezaban a identificarse menos con el metal más extremo y se empezaron a encantar más por el groove metal de Pantera. Pero también empezaron a oír mucho a Santana, Fania All Stars e Irakere.

Quizás con alguna influencia inconsciente a los momentos más jazzeros de las bandas extremas Cynic y Atheist, lanzaron un primer álbum en 1995, el cual llamó la atención de Gustavo Santaolalla, quien ayudó a firmarlos con RCA y les produjo su disco más emblemático: Fundamental. Este disco los acerca más al nu-metal, con retazos de salsa, jazz, funk y rap. Destaca no solo por su originalidad sino también por la habilidad técnica y la creatividad de la banda.

Las pistas del álbum a menudo comienzan en un estilo y terminan en otro, creando una mezcla única y vibrante. Por ejemplo, «Montate» inicia con una interacción entre la guitarra eléctrica inspirada en el jazz disonante con ritmos latinos, para luego transformarse en un metal directo y concluir en un coro de salsa con un solo de guitarra al estilo de Santana. «Keep It Simple» ejemplifica la capacidad de la banda para combinar guitarras limpias, percusión y rap en una amalgama inesperada pero efectiva.

Canciones como «Oasis» y «Sal Pa’ Fuera» muestran la habilidad de Puya para integrar la cadencia de la música afrocaribeña con metal y unas vocales cercanas al rap. La transición entre estos estilos es fluida, lo que evita que los cambios de humor parezcan abruptos. Además, la variación en los ritmos y estilos dentro de los pasajes latinos refleja la herencia puertorriqueña de la banda, añadiendo autenticidad y riqueza a su música.En resumen, Fundamental deja una impresión y cumple su objetivo en cierta medida. A diferencia de bandas como Sepultura y Soulfly, Puya matiza los elementos más pesados para favorecer las percusiones o vientos, y cuya fusión puede desorientar al metalero más purista. Aquellos que buscan una experiencia auditiva aventurera encontrarán mucho que disfrutar. Hasta hoy en día, muchas canciones del disco suelen sonar completamente refrescantes, aunque eso les costó no encajar con las bandas promedio del rock en español así como las bandas de rap metal que iban en una dirección contraria a lo que proponían.

José Luis Mercado

154

getz gilberto

«Getz / Gilberto» Stan Getz & João Gilberto featuring Antônio Carlos Jobim

Brasil

Bossa nova - Jazz - Samba

1964

Verve Records

A partir del éxito de Stan Getz y Charlie Byrd que supuso Jazz Samba (1962) en Estados Unidos, disco que abrió el sonido de la bossa nova al público de ese país, hubo un interés creciente que desembocó en el célebre concierto Bossa Nova at Carnegie Hall (1963) donde gracias a una colaboración entre el empresario discográfico Sidney Frey y el gobierno brasileño de la mano de Mario Da Costa se dieron cita grandes exponentes del género como Luiz Bonfá, Sérgio Mendes, Antonio Carlos Jobim y João Gilberto, entre otros. Es a raíz de esta presentación que algunos  deciden permanecer en Nueva York para capitalizar la popularidad obtenida. En este punto, Creed Taylor, del legendario sello de jazz Verve, los contacta y nace la idea de hacer un disco con Stan Getz.

Getz / Gilberto es un disco cautivador gracias a la química y sensibilidad de los músicos involucrados que logran enlazar los ritmos lentos del cool jazz con la suavidad y melancolía de la bossa nova. El álbum cuenta con arreglos de Antonio Carlos Jobim, quien toca delicadamente el piano y también aporta a la coautoría de casi todos los temas, excepto por las sambas “Doralice” de Antônio Almeida y Dorival Caymmi, y “Para machucar meu coração” de Ary Barroso; además João Gilberto a la guitarra y con su voz característica casi susurrante de quien Miles Davis alguna vez afirmó que sonaría bien hasta leyendo el periódico; la sofisticación rítmica de Milton Banana y Sebastião Neto; la calidez de Stan Getz al saxofón regalando solos con notas prolongadas y más lírico que nunca; y la sorpresa de Astrud Gilberto quien, sin haber grabado nunca antes, da voz a dos temas en inglés que se cristalizaron en éxitos rotundos.

Muchos de los registros de este disco se convirtieron en standards del género: “Corcovado», “Só Danço Samba”, «O Grande Amor”, “Desafinado”, «The Girl from Ipanema”, destacándose esta última, de Jobim, con letra original de Vinicius de Moraes, quien a la fecha cuenta con más de 3 mil 600 versiones en diversos idiomas. Getz / Gilberto popularizó la bossa nova en todo el mundo estableciéndose como un disco atemporal.

Iraí GH

155

soda dynamo

«Dynamo» Soda Stereo

Argentina

Rock - Rock alternativo

1992

Sony Music

Un dínamo es una máquina que transforma la energía mecánica en energía eléctrica. Corría el año de 1992, Soda Stereo ya era considerada una banda legendaria para el rock en nuestro idioma, venían de un último y exitoso álbum publicado en 1990, Canción animal. ¿Qué más nos podía dar Soda? La respuesta es energía, energía transformada en un contundente álbum que sobrepasó cualquier expectativa de la época. Si bien es cierto, que Dynamo, no fue un éxito comercial en su momento, sí se puede asegurar que fue un excelso trabajo, que se ha convertido, con el paso del tiempo, en un álbum de culto, exquisito y sofisticado. Dynamo fue su sexto material de estudio, producido en colaboración con Daniel Melero y grabado en el propio estudio de la banda, Estudio Supersónico, en Buenos Aires. Es considerado además uno de los discos más influyentes para el rock moderno en Latinoamérica.

El valor de Dynamo radica en la experimentación sonora que realizaron Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, un disco que mostró un lado de la banda con mayor libertad creativa, esa libertad que les dejo el éxito y reconocimiento de sus trabajos anteriores. Es decir, ya no tenían que demostrar nada a nadie. Este derroche de energía renovada se desmenuza en shoegaze, distorsión, psicodelia y dream pop. Caos, pasión y saturación. Claro, sin dejar de ser Soda Stereo, con impresionantes texturas y capas sonoras, pocas veces escuchadas en el rock en español. 

Temas como “Secuencia inicial” y “En remolinos” demuestran la calidad de este trabajo, el virtuosismo del trío y la magia lírica de Gustavo Cerati, canciones que generan una atmósfera espacial y un clima experimental. Por otro lado, “Ameba”, “Texturas” y el tema más popular del disco “Primavera 0”, son odas al guitarreo denso y arriesgado. También se incluye el track “Luna Roja”, donde Cerati habla sobre el flagelo del VIH y sus regalías serían donadas a la Fundación Huésped, que lucha contra esta enfermedad. Además existe la leyenda que fue dedicado a la memoria de Federico Moura (Virus), un personaje muy cercano en los inicios de la banda. Dynamo ha terminado siendo aceptado como el álbum del shoegaze en español por excelencia, con el cual Soda Stereo agigantó su leyenda y su influencia, no solo en Latinoamérica, si no, a nivel global.

Felipe Figueroa

156

tiro de gracia ser humano

«Ser hümano!!» Tiro de Gracia

Chile

Rap/Hip Hop

1997

EMI

El rap tiene una larga historia en Chile, desde que en 1983 grupos de jóvenes se juntaban a bailar break dance en las calles. Entre ellos se encontraban algunos que lanzarían los primeros álbumes de este género, como Lalo Meneses, MC de Panteras Negras; Jimmy Fernández, vocalista de La Pozze Latina; y Pedro Foncea, vocalista y percusionista De Kiruza, responsables del primer tema de rap en Chile, “Algo está cambiando”, de su álbum homónimo de 1987. 

Foncea es solo uno de los grandes invitados en este disco, aportando su grandiosa voz en los coros de “Corsario universal”. Tiro de Gracia eran Juan Sativo y Lenwa Dura, de 20 años al momento de grabar, quienes ya habían sacado un par de demos juntos. A ellos se les unió Zaturno de 16 años, con lo que quedó conformado el trío que grabó este bombazo que fue Ser hümano!!

El disco se lanzó en agosto de 1997 y fue un éxito tremendo e inesperado para un grupo de hip hop, llegando a vender 60 mil copias en poco más de un año, superando en ventas a consagrados del rock y pop chileno. Su primer sencillo, “El juego verdadero”, sonó en todos lados, con su video encumbrándose en los tops semanales de MTV Latino. El disco tuvo tres sencillos más, todos con éxito: “Viaje sin rumbo”, que trata temas todavía tabús en ese tiempo como el embarazo adolescente, el SIDA y las drogas; “Chupacabras” y “Melaza”, con una base potente y un bajo que lleva toda la canción. Bajo que es protagonista en “Ser humano N°2”, uno de los mejores temas del álbum, en el que participan dos Chancho en Piedra y Quique Neira en los coros, quien también aporta coros en “Bebedor”. Otros invitados notables del disco son Emma Pinto en “Ser humano”, Los Tetas en el casi funk “Nuestra fiesta”, Joe Vasconcellos en “Leyenda negra”, y SEO2 de Makiza en la juguetona “Combo 10” que cierra el disco.

El álbum tiene una gran producción gracias a Camilo Cintolesi y Patricio Loaiza, quienes también aportan  teclados, guitarras y samplers; y es honesto, porque los tres cantan sobre la realidad que estaban viviendo y lo que habían visto en las calles de Santiago, que podía funcionar como un reflejo de cualquier país de Latinoamérica. 

Jorge Cárcamo

157

157 ANA TIJOUX bala

«La bala» Ana Tijoux

Chile

Rap/Hip Hop

2011

Oveja Negra

La destacada MC chilena Ana Tijoux ha logrado consolidar un discurso poderoso y comprometido a lo largo de su carrera, especialmente en su tercer álbum solista, La Bala, lanzado en 2011 bajo el sello Oveja Negra y en 2012 por Nacional Records. Este disco ha destacado por su capacidad para reflejar la multiplicidad de voces oprimidas y luchas del pueblo chileno. 

Reconocida por sus letras con un fuerte mensaje social, Ana Tijoux se erige como una figura prominente en el feminismo y el activismo por los derechos de las mujeres, denunciando las carencias sociales y culturales y posicionándose firmemente contra la violencia de género. En La Bala, Tijoux se consagra como una guerrillera de rimas, creando un arsenal sonoro que fusiona el hip hop con la sofisticación del jazz, el groove del funk y la profundidad del soul. Este álbum, nominado al Premio Grammy Latino al “Mejor Álbum de Música Urbana” en 2012 y al Premio Grammy al “Mejor Álbum de Rock Latino, Urbano o Alternativo” en 2013, traza un camino hacia una crítica política mordaz. Inspirado por movimientos globales como Occupy Wall Street, el 15M en España y las movilizaciones estudiantiles en Chile, La Bala no solo muestra la fluidez y la precisión rítmica de la artista, con rimas metafóricas, juegos de palabras y punchlines que pegan seco, sino que convierte su música en una poderosa herramienta de activismo social, como en la genial y clara “Shock”.

En canciones como «Sacar la voz», Ana Tijoux colabora con Jorge Drexler, uno de los cantantes más reconocidos y premiados en español, transmitiendo un mensaje profundo sobre la lucha personal, la resistencia y la búsqueda de identidad propia. Además, se hace referencia a la figura de Violeta Parra. También encontramos colaboraciones con Los Aldeanos, dúo cubano de rap conocido por su autenticidad callejera, en «Si te preguntan», y Javier Barría, cantautor chileno en «Mi mitad», entre otros destacados artistas.

Tijoux dispara mensajes que desafían el status quo y alimentan la llama de la revolución, consolidándose como una voz indispensable en la lucha por el cambio. Diversos medios la han catalogado como la «mejor y más conocida rapera en español», una distinción que refleja tanto su talento como su compromiso con causas sociales.

Angie Rojas

158

Los Tres espada

«La espada y la pared» Los Tres

Chile

Rock

1995

Sony Music Chile

Los Tres habían editado un gran primer disco, el homónimo de 1991, dejando canciones que son clásicos hasta hoy, pero con su segundo disco Se remata el siglo (1993) pareció que cambiaban de rumbo hacia un rock más pesado, perdiendo la esencia de lo que habían mostrado en su debut. Necesitaban un disco que los volviera a encauzar, y con La espada y la pared no solo encontraron eso, si no que también su consolidación como una de las bandas más importantes del rock chileno y además una exitosa internacionalización. Grabado entre Santiago y Buenos Aires, muestra a Los Tres en unos de sus puntos más altos de composición e interpretación.

El álbum abre con “Déjate caer”, primer sencillo cuyo video tuvo una rotación incansable en MTV Latino, que con su letra melancólica y oscura respecto a la muerte se convirtió en una de las más grandes canciones del rock en español, y que le acarreó admiradores como Fito Páez, que la versionó en vivo el mismo 1995, y Café Tacvba, que la incluyó en Valle callampa (2002). En ese EP homenaje a Los Tres también versionaron “Tírate”, cuarto sencillo del álbum, en el que Álvaro Henríquez vuelve tocar el tema de la muerte, y donde destacan la guitarra de Ángel Parra  y el acordeón del invitado Cuti Aste. Este último también se hace presente con su acordeón en el homónimo segundo sencillo y que fue otro éxito continental, un blues rock que juega con el rockabilly, donde brillan el contrabajo de Roberto “Titae” Lindl y la batería de Francisco Molina.

El disco no tiene puntos bajos, como lo demuestran “Hojas de té”, tercer sencillo del álbum; las desoladoras “Te desheredo” y “Me rompió el corazón”, esta última con el hermoso detalle de la mandolina de Antonio Restucci. “Moizefala” es una de las más bellas canciones de amor escritas en Chile, y “Tu cariño se me va”, fue un éxito de la primera mitad de los años setenta de Buddy Richard, con quien la cantan en clave rock y la convierten nuevamente en éxito.

La espada y la pared se erige como uno de los grandes discos de rock hecho en Latinoamérica, y le permitió al grupo grabar su Unplugged de MTV en 1996, aumentando el impacto a nivel continental de sus canciones.

Jorge Cárcamo

159

Lido Pimienta Miss Colombia

«Miss Colombia» Lido Pimienta

Colombia

Art pop - Latino alternativo

2020

Anti-

Lido María Pimienta Paz, conocida simplemente como Lido Pimienta, nacida en Barranquilla, de Sangre guayú, y radicada en Canadá, es una de las grandes figuras de la música colombiana moderna. En 2020 lanzó su tercer larga duración llamado Miss Colombia, sucesor de un grandioso La Papessa, ganador del Polaris Award al mejor disco canadiense del año 2017. El concepto de esta producción surge luego que en el Miss Universo 2015, Steve Harvey, anuncia erróneamente como ganadora a Miss Colombia siendo la correcta Miss Filipinas. Esta situación desató una ola reaccionaria de odio racial en Colombia y desde otros países latinoamericanos, lo que la llevó a componer un álbum cuestionando a su país sobre temas relacionados al racismo, el sexismo, la LGBTI-fobia y la violencia, bajo la perspectiva de su condición de expatriada. Es en sí una carta abierta a su país, de amor y desamor. Porqué es claro que Lido Pimienta ama Colombia, su cultura, sus raíces afrodescendientes y su folclore, y todo queda plasmado en estas 11 canciones.

Miss Colombia muestra como la artista interpreta el distanciamiento con sus compatriotas a través de letras llenas de nostalgia, amargura y reproches a un amante de una manera muy visceral. Musicalmente reivindica los sonidos de los pueblos indígenas, sobre todo la cumbia fusionada con sonidos electrónicos, pero respetando la naturaleza de los tambores, la gaita y el guache o guacharaca. También encontramos son palenquero, en el tema “Quiero que me salves”, y se hace acompañar en “Coming thru” del Sexteto Tabalá, un colectivo legendario de las tradiciones afro-colombianas. Hay otros temas destacados como el sensacional y maternal “Nada”, en colaboración con Li Saumet de Bomba Estéreo; el muy sentido “Eso que tú haces” y “No pude”, la pieza más electrónica del disco.

Este trabajo llevó a Lido Pimienta al reconocimiento internacional, más allá de Colombia y Canadá, recibiendo nominaciones al Grammy Latino a “Mejor Álbum de Música Alternativa”, al Grammy gringo a “Mejor Álbum Latino de Rock o Alternativo”, y apareció en listados de los mejores discos del año de críticos internacionales como el de Anthony Fantano .

Felipe Figueroa

160

elza soares bossa

«A Bossa Negra» Elza Soares

Brasil

Samba - Samba-canção - Sambalanço

1960

Odeon

La mujer del fin del mundo, Elza Soares, conocida por su capacidad para hacer lo que deseara con su voz —una voz oscura, áspera y potente—, dio a conocer al mundo su segundo álbum de estudio, A Bossa Negra. Originalmente lanzado en 1960 por Odeón y producido por Ismael Corrêa, este trabajo ofrece una vibrante, colorida y enérgica colección de ritmos profundamente arraigados en la cultura negra, con el acompañamiento de metales de big band. Como una bandada de golondrinas volando y llenando el verano de alegría, A Bossa Negra, expone una atmósfera fogosa y contagiosa, y se considera un clásico del sonido «samba-soul». A Bossa Negra consolidó a Elza Soares como una de las voces más destacadas de la música brasileña, donde su característica voz ronca se convirtió en su distintivo más reconocible. 

Este álbum está profundamente entrelazado con la creación de una experiencia rica en significados densos y ambiguos, influenciada por sus raíces, las estructuras sociales opresivas y su devenir social; la vida de Soares es una de las historias más impactantes y, en última instancia, refleja cómo la violencia se dirige más hacia unos cuerpos que hacia otros. Creció en la extrema pobreza de una favela en Vila Vintem en Río de Janeiro, y a los 13 años, fue obligada a casarse con un hombre que la violó. Tuvo varios hijos, de los cuales dos murieron de hambre. En una vida llena de ausencias, se casó con el futbolista Garrincha, lo perdió a él debido al alcohol y las mujeres, y también perdió a su otro hijo y a su madre en accidentes de coche. Su primer matrimonio estuvo marcado por la violencia; su ex-esposo Lourdes, en una ocasión, le disparó en el brazo al sospechar que las cantantes eran prostitutas. Sin embargo, Elza se negaba a ser definida en términos fracturados, rechazando ser vista sólo a través de la mirada patriarcal. A Bossa Negra encarna una mezcla quimérica de pasión y fuego, con la contradicción de ritmos alegres y letras tristes.  

La incomparable vitalidad que habita en su obra musical se refleja en canciones como «Boato» y «Cadeira Vazia». Estas piezas, que forman parte del disco, son sinónimo de su resistencia inherente, lo cual las ha llevado a alcanzar el máximo reconocimiento en las listas de éxitos en Brasil.

Angie Rojas

161

jorge ben africa

«África Brasil» Jorge Ben

Brasil

Funk - MPB - Rock - Samba

1976

Philips

Luego de alcanzar la alquimia perfecta entre la samba y el rock junto a su guitarra acústica en A Tábua de Esmeralda (1974) y editar los excelentes Ogum Xangô, este junto a Gilberto Gil, y Solta o pavão, ambos de 1975, Jorge Ben va un paso más allá, se pone la guitarra eléctrica y abraza con entusiasmo el funk, que junto a la samba, rock y MPB, crean esta mezcla exquisita y explosiva llamada África Brasil.

Las letras siguen temáticas ya abordadas por Ben en trabajos anteriores, como el fútbol en el homenaje a Zico “Camisa 10 da Gávea”, y la filosofía y la esclavitud negra en Brasil. El álbum desde un comienzo muestra sus cartas con esa contagiosa guitarra funk que nos introduce en “Ponta de lança africano (Umbabarauma)”, que junto a la poderosa batería y los coros que van respondiendo a Jorge, convierten a este en uno de los mejores comienzos de álbum. El segundo tema, “Hermes Trismegisto escreveu”, sigue la tónica de atrapar al oyente desde el primer segundo con el solo de guitarra, pero esta vez antes que la batería haga su entrada es el bajo que acompaña y luego el saxo. Ya al cuarto tema, “Meus filhos, meu tesouro”, Jorge Ben y su tremenda banda son un carnaval funk irresistible.

Además de toda la instrumentación mencionada, durante el álbum van sonando distintas percusiones como cuicas, surdos, tumbas, timbales y atabaques, lo que provoca que Jorge se acerque al soul como en “O plebeu”, o al disco en el clásico “Taj Mahal”, y que a la vez todo suene profundamente brasileño.  

Brasil, África y su historia en común, son tocados por Jorge Ben expresamente en “Xica da Silva”, que cuenta la historia de la famosa esclava liberta que vivió en Brasil durante el siglo XVIII; en la frenética samba “Cavaleiro do cavalo imaculado”; y en la canción que cierra el disco, “África Brasil (Zumbi)”, en la que Jorge Ben canta casi con rabia, a diferencia de la “Zumbi” aparecida en A Tábua de Esmeralda. Con rabia, sí, pero sin dejar nunca el infeccioso ritmo y la grandiosa instrumentación que hacen de África Brasil un disco imprescindible de la MPB y del funk latinoamericano.

Jorge Cárcamo

162

bad bunny x 100pre

«X 100PRE» Bad Bunny

Puerto Rico

Reggaetón - Trap

2018

Rimas Entertainment LLC

¿Llegarían a imaginar los que vieron a Bad Bunny por sólo 20 pesos mexicanos en la Feria de Puebla en abril de 2018 que tan solo cuatro años después llenaría a pleno el estadio Azteca, con localidades agotadas, con un Benito cantando desde una isla voladora? En pocos años, el puertorriqueño pasó de ser una de las jóvenes promesas de la música “urbana” a convertirse en un suceso de la cultura latinoamericana a nivel global. Y en parte la historia comienza en X 100Pre. Si bien desde 2016 publicó algunos sencillos de éxito, como “Soy peor” o la balada “Amorfoda”, Benito Martínez Ocasio estaba convencido de que lo que correspondía a su carrera era un álbum, lo que provocó su rompimiento con Hear This Music (que se negaban a su pedido) y el establecimiento de su disquera Rimas Entertainment. Así, la Nochebuena de 2018 liberó en las plataformas X 100Pre, que seis años después (y millones de streams y de dólares gracias a sus giras) luce como una hazaña difícil de superar.

Secundado por sus productores de cabecera (Tainy y La Paciencia) X 100Pre trasciende los tópicos líricos y musicales del reggaetón y el trap en la década de los 2010s, expandiendo su paleta hacia otras sonoridades. El chillwave de “Otra noche en Miami”, el punk rock de “Tenemos que hablar” y la bachata en “La Romana” no nos dejarán mentir, en un tracklist que evita a conciencia el exceso de featurings (Tan solo el EDM de Diplo, el dembow de El Alfa, la dulce voz de Ricky Martin, y claro, Drake) para mostrarnos con más claridad el atrevimiento musical de Benito, en canciones intrincadas que se van transformando a su paso, en un entramado de samples, sintetizadores y pasajes sorpresivos.

Líricamente, no es más que la puesta a punto del expertise de Benito: el sad perreo. A pesar de ser un primer álbum hay un tono nostálgico por la juventud perdida en aras del éxito y el lujo (“Ahora que soy rico no tengo lo que tenía, pues mi Rolex no brilla mejor que tu sonrisa”), como en esa joya de nostalgia retro, “Como antes”, donde luego de enumerar a Los Simpsons, el Game Boy y las canciones de Shakira Benito se pregunta “¿Dónde, dónde quedaron esos días?”. Y aunque el discurso es de nostalgia ante el pasado, en sus videoclips se muestra más que interesado en tópicos actuales como la crítica de la masculinidad (“Caro”) o la violencia de género (“Sólo de mi”). En su conjunto, X 100Pre ayudó a establecer el tono ético y estético de la carrera de Bad Bunny y a sostener la importancia del formato álbum como pieza fundamental en una industria que privilegiaba el sencillo. También mantiene su estatus como una de las obras clave del reggaetón y el trap de los años recientes.

José Juan Zapata

163

Negrete fiesta

«Fiesta Mexicana Volumen II» Jorge Negrete

México

Ranchera

1959

RCA Victor

Para bien o para mal, el cine mexicano ayudó a instaurar la figura del charro como la identidad predominante que México presentaba al mundo. Aquel charro que era un macho noble, valiente y justo. Un mujeriego carismático que era el alma de una fiesta y que conquistaba a las mujeres con su voz sensual. Y el primer nombre que ayudó a solidificar este arquetipo ante el mundo fue Jorge Negrete.

Irónicamente, Negrete no quería tener nada que ver con las rancheras al comienzo de su carrera. Su objetivo era convertirse en un gran cantante de ópera y viajaba constantemente entre entre la Ciudad de México y la ciudad de Nueva York tratando de impulsar su carrera operística. Pero fue cuando lo invitaron a protagonizar películas que surgió el impulso de cantar rancheras. El género de la comedia ranchera era el más popular de la época y en 1941 Negrete protagonizó ¡Ay Jalisco… no te rajes! La película lo catapultó al estrellato donde rápidamente se convirtió en la estrella más grande de la región. En términos musicales, lo introdujo al trabajo de Manuel Esperón y Ernesto Cortázar cuya mancuerna fue la banda sonora de muchos éxitos populares de la época.

Durante la siguiente década, Negrete se establecería como un nombre familiar en el continente y un rompecorazones que tendría miles de fanáticas esperándolo dondequiera que fuera. Lamentablemente su vida se vería truncada en 1953 a causa de una enfermedad de hepatitis crónica.  

Esta recopilación que se lanzó en 1959 nos da una mirada a las canciones que lo hicieron famoso. Canciones como «México lindo», «Yo soy mexicano» y «Fiesta mexicana» demuestran el ferviente nacionalismo que se encontró durante esta época del cine mexicano. Esta exuberancia desmesurada de amor a la patria se convirtió en una característica típica del género mismo. Y en gran parte Negrete y otros cantantes como Pedro Infante y Antonio Aguilar fueron responsables de este suceso. En el bolero «Flor de Azalea» es acompañado por el Trío Calaveras. Negrete recorre el bolero con una soltura que sólamente una voz entrenada en el arte del canto podría lograr. A pesar de todo el carisma picaresco que Negrete mostró en la pantalla grande, la calidad de su voz, fue lo que finalmente lo ha mantenido en la memoria colectiva de los fanáticos de la música de toda la región.

Julián Jiménez

164

Bomba amanecer

«Amanecer» Bomba Estéreo

Colombia

Electrónica - Latino alternativo

2015

Sony Music Latin

Bomba Estéreo es una agrupación colombiana formada en 2005 cuyos miembros originales permanentes son Li Saumet y Simón Mejía. Su sencillo “Fuego” en 2009 despertó la curiosidad de muchos. En 2015 lanzaron su cuarto álbum, “Amanecer”, el primero bajo el sello Sony Music, marcando su transición al mainstream con la producción del estadounidense Ricky Reed. Este álbum aprovecha los estudios Serenity City en Hollywood, Elysian Park en Los Ángeles y White Lemon Studios en Bogotá, fusionando cumbia, reggae, champeta, sonidos orgánicos y EDM.

Amanecer” potenció el sonido de Bomba Estéreo, convirtiéndolos en uno de los actos latinos más celebrados globalmente. El sencillo “Fiesta”, inspirado en el carnaval de Barranquilla y fusionado con beats electrónicos (con un remix junto a Will Smith), es un destacado. “Soy yo” celebra la autoaceptación y autenticidad personal, con un video premiado que refuerza este mensaje en una niña. También hay momentos más tranquilos en “Somos dos” y “Algo está cambiando”, mientras que “To my love” tiene un tono de nostalgia y arrepentimiento, con una cadencia singular. El remix de esta última por Tainy se convirtió en su mayor éxito, con cerca de 600 millones de reproducciones en YouTube entre las versiones de audio y el video oficial.

El álbum fue nominado al Grammy Latino al Mejor Álbum de Música Alternativa y al Grammy Anglo al Mejor Álbum de Rock Latino, Urbano o Alternativo. Además, Rolling Stone Estados Unidos lo nombró el mejor álbum latino del año. “Amanecer” es un trabajo redondo que invita a bailar con mensajes de identidad y amor, combinando aires de club y carnaval.

Felipe Figueroa

165

proyecto uno da house

«In Da House» Proyecto Uno

Estados Unidos

Merenhouse

1993

EMI Latin

Fundado en el East Side de Nueva York en 1989 por Nelson Zapata y originalmente manejado por Porfirio «Popi» Piña, Proyecto Uno quería comenzar como una banda tradicional de merengue, pero rápidamente se dieron cuenta que tenían que incorporar la música house para poder introducir su propuesta a la discotecas latinas neoyorquinas y hacerle frente a otros estilos dance como el freestyle. De esa manera nació el merenhouse. Emulando las propuestas de hip house, incorporaron a un rapero llamado J. Wilson (también conocido como Magic Juan) así como un vocalista proveniente del freestyle para los coros: J. Salgado.

Tras la salida del miembro original Rick Echavarría y el éxito del disco Todo el mundo, obtienen el interés del sello J&N Records, quien firma un acuerdo con EMI para que se lance en todo los territorios de habla hispana. Así nace en 1993, In Da House, uno de los álbumes más emblemáticos de Proyecto Uno. La alineación que grabó este álbum incluye a P. de Jesús, N. Zapata, J. Wilson y J. Salgado. La producción estuvo a cargo de P. de Jesús y N. Zapata.

Las dos canciones que más destacan de este disco fueron «Está pega’o» (que interpola «Hip Hop Hooray» de Naughty by Nature, la canción infantil «Tengo una muñeca vestida de azul» y un sample de la serie de Batman) y «El tiburón», que tuvo un éxito sin precedentes en países de habla hispana, como México y España. Esta canción toma la introducción de «Got to Be Real» de Cheryl Lynn, pero también podrás encontrar partes de «Rap-O Clap-O» de Joe Bataan y «I Wanna Rock» de Luke así como una interpolación de «Brinca» de la propia agrupación, quien Zapata considera el primer merengue electrónico de la historia.

Luego del éxito Proyecto Uno pasó por diferentes cambios de integrantes incluyendo un pleito legal y mediático entre Magic Juan y Nelson Zapata, siendo este último el único integrante original en la actualidad. Por otro lado,  Zapata y Porfirio «Popi» Piña crearon Double P Music, una compañía de management que ayudó a potenciar otros actos de merenhouse como Sandy & Papo e Ilegales.

José Luis Mercado

166

invisible jardin

«El jardín de los presentes» Invisible

Argentina

Jazz rock - Rock - Rock progresivo

1976

Discos CBS

Invisible es una banda con una trayectoria tan breve como intensa y legendaria para el rock argentino. Se conformó en el año 1973 y culminó en el año 1977. Durante este tiempo produjeron tres discos. El jardín de los presentes es el tercero y último. Con Spinetta en voz, Ruffino en bajo, Lorenzo en batería, y sumándose a ésta última etapa Tomás Gubitsch en guitarras, quien acompañaría a Spinetta en solos entrañables e intensos.

El disco es lanzado a seis meses del inicio de la dictadura cívico-militar del año 76, la etapa más oscura de la historia del país. Las letras están inundadas de metáforas enigmáticas, propias  de la poesía spinettiana. De allí el nombre del disco. El jardín de los presentes, como metáfora filosófica sobre el lugar donde sucede la existencia, donde el cuerpo y ser desarrollan su vida. Todo en un momento histórico en el cual sucedían desapariciones forzadas como parte de la oscuridad cotidiana.

El track inaugural, “El anillo del Capitán Beto”, es una de las piezas más populares  de la música argentina. Aquí se narra la historia de un colectivero y su paso a la inmortalidad. Describe de manera ficcional una especie de odisea en el espacio. Así, de alguna manera, nos adelanta las temáticas  que aborda transversalmente este álbum. Por una parte, la tristeza y la incertidumbre de la vida después de la muerte, tránsito que le toca atravesar al Capitán Beto. A su vez, se pregunta qué les esperará a aquellos que aún habitan éste, “el jardín de los presentes”, y la impunidad con que se producían las desapariciones. “Si esto sigue así como así, ni una triste sombra quedará”.

Luego, le sigue otra de las canciones más memorables de la trayectoria de Spinetta, “Los libros de la buena memoria”, una composición con la calma y fineza propia del jazz, con aires de tango de la mano de Juan José Masolini en bandoneón, imprimiendole nostalgia tanguera, que distingue al álbum de los anteriores.Sin dudas, Invisible nos ha entregado una joya invaluable para nuestro rock en español.Toda una pieza fina, excelsa en letra y música, envuelta en un halo enigmático, abierta a las interpretaciones del oyente. El disco está cubierto  por la semántica referida  al cielo,los ángeles, la condena (en “Niño condenado”), como referencia a la condena de la angustia humana, y el cielo como sinónimo de ensoñación. El jardín de los presentes, nos invita a habitarlo en  la búsqueda de algo más elevado  y que al mismo tiempo pueda ser reflejo del cotidiano, lo mundano conversando con  la poesía y su exaltación  descriptiva.

Gabriela Chávez

167

Mercedes sosa mujeres

«Mujeres argentinas» Mercedes Sosa

Argentina

Nueva canción latinoamericana

1969

Philips

El álbum Mujeres Argentinas de Mercedes Sosa, lanzado en 1969 por Philips, es una obra conceptual que combina la poesía de Félix Luna y la música de Ariel Ramírez, con La Voz de América. Este disco rinde homenaje a diversas mujeres emblemáticas de la historia argentina, como Juana Azurduy, Alfonsina Storni y Rosarito Vera, entre otras, y cada canción se convierte en un retrato vívido y evocador de sus vidas y legados.

Musicalmente, Mujeres Argentinas se destaca por su carácter atmosférico y dramático, con arreglos que incluyen el uso del clavecín y otros instrumentos orquestales que le otorgan un toque casi barroco y progresivo. Tiene un estilo distintivo de folk sudamericano con influencias ligeras de jazz en los arreglos, que lo diferencian del folk americano o británico. La producción instrumental, a cargo de figuras como Ariel Ramírez en piano y clave, Jaime Torres en el charango, Héctor Zeoli en órgano, Tito Francia en guitarra y Domingo Cura en percusión, crea un entorno sonoro rico y emotivo que complementa perfectamente la narrativa poética, así como una expresión artística vanguardista para la época.

Las canciones «Alfonsina y el mar» y «Juana Azurduy» se han convertido en clásicos del repertorio folclórico gracias a la interpretación de Sosa, cuyo poder vocal en este disco alcanza un nuevo nivel. Pero todas las canciones, con su estilo y atmósfera propios, ofrecen un retrato detallado y conmovedor de sus protagonistas, ya sean figuras históricas o personajes simbólicos. Desde la interpretación de Sosa, «Alfonsina y el mar» ha sido interpretada por artistas tan distintos como Vicente Fernández, Chabuca Granda, Natalia Lafourcade o Rosalía, por sólo nombrar algunos. Gracias a este disco, Mercedes viajó a Chile donde se encontró con el repertorio de otra mujer extraordinaria: Violeta Parra.

En resumen, Mujeres Argentinas no solo es un homenaje a las mujeres con un valor histórico, consolidando a Mercedes Sosa como una de las voces más importantes de la música folclórica latinoamericana.

José Luis Mercado

168

Illya Chaco

«Chaco» Illya Kuryaki & the Valderramas

Argentina

Alternativo - Funk - Rap/Hip Hop

1995

Gigolo Productions

En 1995, cuando la música latinoamericana exploraba nuevas fronteras, dos jóvenes de Buenos Aires nacidos en cuna de oro, que cantaban como los Beastie Boys, se movían como karatekas y hablaban como personajes de Sangre por sangre, encontraron la manera de fusionar sus urgencias creativas con el funk, el cine de artes marciales, el gangsta rap y las herencias musicales de sus padres. Chaco es una amalgama ecléctica de géneros, complicada de categorizar, resultado quizás de una adolescencia sobreestimulada, expuesta a todo tipo de experiencias artísticas.

La pista emblema del disco, «Abarajame,» muestra a Emmanuel Houvilleur y Dante Spinetta desplegando todo su espíritu rapero y sentido del humor, una canción irrepetible que caricaturiza la cultura hip-hop y reafirma su identidad de anti-outsiders. El groove funk destaca en «Jaguar House» y «No es tu sombra». Tenemos rock alternativo en la violenta «Remisero» y en «Hermana Sista». Y hay espacio para tocar temas anticoloniales y de raza, tanto en el tema homónimo del álbum como en «Hombre blanco.»

Lo más sorprendente son las composiciones que trascienden la misma propuesta del disco, haciendo que el linaje Spinetta surja desde lugares inesperados. «Hermoza from Heaven» muestra a Dante en comunión con el lenguaje de su padre, narrando un encuentro celestial sin perder su propia esencia kitsch. En «Húmeda» lo tenemos nuevamente a Dante iluminado ahora en un tema de amor agónico. «Abismo» y «Jalea,» firmadas por Emmanuel, dejan ver la gran influencia musical y lírica que Prince tenía sobre el dúo. La última pieza de esta estirpe vaporosa es «Mitad de la canción del caballo violeta», que podría funcionar como una antítesis de «Vete de mi cuervo negro» de Almendra, recordando en elementos visuales y melódicos a «Cristálida» de Pescado 2.

En gran medida, la excelente ejecución de las canciones se debe a las colaboraciones de músicos familiares al dúo, desde el tío Gustavo Spinetta en percusiones y Claudio Cardone en bajos a la producción de Carlos “Machi” Rufino. Pero no es solo este padrinazgo lo que define la brillantez de sus composiciones, sino la capacidad de Dante y Emmanuel para empujar fronteras y fusionar estilos con un sello propio. Chaco fue un verdadero hito de madurez creativa y transformación crucial para la música argentina y latinoamericana, marcando un punto decisivo en el panorama del alternativo latino y un testimonio histórico de cómo puede sonar un álbum de hip-hop en nuestro continente.

Ernesto Martín del Campo

169

Almendra

«Almendra» Almendra

Argentina

Pop psicodélico - Rock - Rock psicodélico

1969

RCA Vik

El álbum debut de Almendra marca una vasta línea de falla coyuntural en el cancionero argentino, no solo porque vino a refinar la música rock del país, sino porque marca el nacimiento (aunque RCA Victor había publicado dos simples de Almendra meses atrás) de uno de los imaginarios musicales más iluminados del sur, el de Luis Alberto Spinetta.

Aquí es donde surgen por vez primera las licencias elementales en la obra del Flaco. Desde la poesía rebosante de misterio y sensibilidades surrealistas, el punteo descendente de «Muchacha» y los acordes disonantes que invitaban a la extrañeza, las diástoles estiradas en las palabras —»Plegariá», «Figuraté»— que atildaban las canciones de un marcado origen rioplatense, hasta la presencia y la reivindicación de personajes alienados y vulnerables en sus canciones. Recordemos que la mayor parte de la música rock en Argentina hasta la fecha eran o covers de rock & roll o temas que ofrecían una visión (en su mayoría) saludable y positiva de las relaciones chico-chica.

Por encima de todo, el acumen lírico de Tanguito y la vibrante psicodelia de los Beatles fueron influencias principales en Luis Alberto y, claro, también en Edelmiro Molinari, Rodolfo García y Emilio del Guercio, aportadores fundamentales de un todo en Almendra. Spinetta, el mayor acólito de Tanguito del grupo, canta desde aquel barril de lluvia versos como «construiré un castillo con tu vientre hasta que el sol/ te haga reír hasta llorar» o «Cuánta ciudad, cuánta sed/ y tú un hombre solo». Incluso Molinari lo encuentra en la cocina con ese «beso mares de algodón».

Pero no todo era poesía; musicalmente eran unos muchachitos sorprendentes, Molinari incorporando su zapada histórica y un solo sui generis en «Color humano». «Ana no duerme» no sería ese tour de force si no fuera por los imprescindibles redobles de Rodolfo García y el sonido del bajo de Del Guercio con marcado cuño Hofner. Y qué decir de «A estos hombres tristes», donde en esa introducción que dura un minuto completo los cuatro hacen gala de sus habilidades musicales, un despliegue místico que no tenía ninguna influencia palpable en su momento, algo que estaba entre el prog rock, el tango, el jazz y el folclore.Todo está ahí plasmado en el hombre de la tapa. Es quizá el punto donde convergen la figura lúdica e infantil del arlequín de Canciones para mirar de María Elena Walsh y la expresión visceral y angustiante del rostro del hombre esquizoide de King Crimson —el niño dormido y los hombres tristes—. Un arte realizado por el mismo Luis Alberto Spinetta, sugiere una mezcla de desesperanza, vulnerabilidad y desamparo, y a la vez la música que encuentras dentro es, y seguirá siendo, la cura contra todas esas desesperanzas que tiene el mundo.

Ernesto Martín del Campo

170

luthiers laxaton

«Cantata Laxatón» Les Luthiers

Argentina

Cantata popular - Comedia musical

1972

Trova

¿Una cantata barroca dedicada a un laxante? A mediados de los años sesenta en Argentina los coros eran una de las tradiciones de los estudiantes universitarios, por lo que no faltaban las bromas o las ocurrencias para pasar el rato. No es de extrañar que en 1965  un grupo de ellos (de la Universidad de Buenos Aires) presentaran una cantata que tomaba como letra el prospecto de un medicamento para el tracto intestinal. La broma fue un paso más allá cuando empezaron a ser invitados a dar shows y a la TV. Para ese entonces ya habían adoptado un nombre, Il Musicisti y empezaron a ser reconocidos por tocar una serie de instrumentos musicales (“instrumentos informales”) fabricados por ellos mismos con materiales reciclados.

Gerardo Masana, el autor de la Cantata Modatón (que tuvo que ser renombrada como Laxatón por un tema de derechos con el susodicho laxante), decidió dejar Il Musicisti y formar su propia agrupación. Lo siguieron otros integrantes del coro (Jorge Marona, Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock)  y así surgió Les Luthiers, nombre que hace referencia a su carácter de constructores de instrumentos con nombres tan desopilantes como sus parodias y chistes. Y con ellos, un alter-ego: Johan Sebastian Mastropierro, de quien han construído toda una especie de biografía ficticia a través de sus sketches. Les Luthiers han presentado gran cantidad de espectáculos de gran éxito y el recambio de integrantes les ha permitido mantenerse vigentes hasta la actualidad, aunque anunciaron su despedida definitiva en 2023.

La Cantata Laxatón, aunque fue el primer espectáculo que los dio a conocer, es el segundo disco de la discografía de Les Luthiers, lanzado en 1972. Una voz va introduciendo los temas del compilado, haciendo una parodia del estilo ‘docto’ de los divulgadores de la música clásica. Pero más allá de la pieza que da título al disco, las “composiciones” de Mastropierro y de otros compañeros suyos en el ficticio Centro de Estudios Musicales “Manuela”, son una parodia de los tópicos musicales y líricos de otros géneros populares como el tango (“Pieza en forma de tango”) y la chacarera (“Si no fuera santiagueño”) y el bolero (“Bolero de Mastropiero”). Y si otra gran humorista de la época, Nacha Guevara, había conseguido interpretar el “Vals del Minuto” de Chopin en UN minuto, Les Luthiers no se quedan atrás y llevan al límite la apuesta con el “Vals del segundo”. ¿Lo consiguen? Compruébelo usted mismo.

José Juan Zapata

171

luzmila sumaj

«Sumaj llajta» Luzmila Carpio

Bolivia

Música tradicional boliviana - Tonada potosina

1981

Discos Heriba

«Waranka wataspis pasachun ama chincachuchu kheswa paralayninchej ch’uwalla kapuchun» lleva inscrito como lema el disco Sumaj llacta de Luzmila Carpio, un poderoso testimonio de su dedicación a preservar y celebrar su herencia indígena quechua. Este álbum no es solo un esfuerzo artístico, sino también una forma de rebelión contra el predominio de las normas culturales occidentales, afirmando el valor y las contribuciones de las tradiciones indígenas.

El álbum presenta temas como «Bartolina Sisaman,» «Amapola,» «Jiyaway Wirita» y «Wayk’ O Wayk’ Osta,» cada uno profundamente arraigado en las tradiciones musicales de varias comunidades quechuas. Carpio escribió varias pistas con otros artistas comunitarios indígenas (Khutimarka, Laymi, Jukhumani, Lusarita). Las canciones abarcan diversas formas tradicionales, incluyendo tonadas, yuyay, jailli, llaqui y kharwani, mostrando una amplia variedad de estilos musicales andinos. Luzmila, es conocida por su voz excepcionalmente aguda y potente. Su estilo vocal es único, combinando técnicas tradicionales indígenas con influencias contemporáneas. Carpio es famosa por su habilidad para alcanzar notas muy altas y por la pureza de su tono, lo que le permite interpretar melodías del folclore boliviano con gran facilidad.

La música de Carpio está profundamente entrelazada con su identidad espiritual y cultural. Siempre ha sido firme en mantener su apariencia tradicional y nunca cortar sus largas trenzas negras. Su madre, quien trabajó en las minas de Potosí, le inculcó un sentido de resiliencia y lo enfatiza aún más por su reverencia hacia la Pachamama (Madre Tierra), que inspira gran parte de su música.

Debido al poco reconocimiento en su país y al reconocerse como víctima de discriminación, se trasladó a París, donde ha seguido una carrera con altibajos y ha terminado ganando aclamación por diferentes sectores. Su trabajo es elogiado como un símbolo cultural profundo que trasciende el folclore urbano, representando sectores que, pese a que son mayoritarios en los Andes, siguen siendo vulnerables por la defensa de su cultura.

José Luis Mercado

172

soledad cantos de venezuela

«Cantos de Venezuela» Soledad Bravo

Venezuela

Malagueña venezolana - Música tradicional venezolana

1974

Polydor

Soledad Bravo nació en España, pero se mudó a Venezuela junto a su familia a muy corta edad. Desde su primer trabajo discográfico, Soledad Bravo canta (1968), su gran voz llamó la atención del público venezolano, siendo un gran éxito de ventas. Ese primer trabajo estaba concentrado en canciones populares españolas, pero pasadas por el filtro de la nueva canción latinoamericana. Soledad continuó adentrándose en el vasto cancionero latinoamericano en sus siguientes trabajos, realizando versiones de Violeta Parra, Alfredo Zitarrosa y Atahualpa Yupanqui, y posteriormente en la nueva trova cubana, en particular en su álbum Canciones de la nueva trova cubana (1973), donde versiona a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, incluso antes que este último editara su primer álbum en solitario.

En Cantos de Venezuela, arreglado y dirigido musicalmente por el gran pianista y compositor venezolano Chucho Sanoja, Soledad se adentra en el folclor de su país. Como en la malagueña venezolana “Malagueña”, en la cual sola con su guitarra nos demuestra todo el poderío de su voz; la tradicional y alegre “Fulia”; la conmovedora tonada “Tonadas de ordeño”, de Antonio Estévez; y el joropo “Pajarillo verde”, un clásico de la canción venezolana. En el álbum también destacan las versiones de la canción de cuna “Mi tripón” y de la sentimental “Caramba”, dos reconocidas composiciones originales de Otilio Galíndez, reconocido compositor y poeta venezolano.

El álbum finaliza con “Cantos del trabajo”, en la que Soledad, despojada de todos los instrumentos, retoma la temática de la nueva canción latinoamericana, para estremecernos con su voz con una tonada que es un lamento y que deja en claro, como en cada canción del álbum, que es una de las cantantes imprescindibles de Latinoamérica.

Jorge Cárcamo

173

gatos

«Los Gatos» Los Gatos

Argentina

Beat - Rock

1967

Vik

A mediados de los años sesenta, un grupo de jóvenes estaban empezando a formar lo que en el futuro sería el “rock nacional” argentino. Y con ellos también había una serie de lugares que frecuentaban. Uno de ellos era La Cueva. Sandro era habitué y Billy Bond copropietario. Ahí jóvenes como Litto Nebbia, José Alberto Iglesias “Tanguito”, Oscar Moro, Javier Martínez o Miguel Abuelo pasaban las noches. Cerca de la madrugada, se iban unas cuadras más al sur, al bar la Perla de Once, cerca de la estación 11 de Septiembre, a esperar a que salieran los primeros trenes rumbo al oeste. Una madrugada, en el baño de La Perla, Nebbia y Tanguito compusieron el primer hit del rock argentino: “La balsa”.

Nebbia, quien nació en Rosario, formó Los Gatos Salvajes en su ciudad natal y luego la reagrupó en Buenos Aires, junto a Ciro Fogliatta. Kay Galiffi, Alfredo Toth y Óscar Moro. Eran presencia constante en La Cueva y otros círculos del underground porteño. En junio del 67 grabaron “La balsa” como su primer single para RCA Vik, que se convirtió también en el primer hit del rock argentino, y confirmaba, de pasada, que el rock podía cantarse en español. Tras el éxito de “La balsa”, el siguiente paso fue grabar un LP, que se lanzó en noviembre de ese legendario 1967.

Aunque musicalmente estaba anclado a los estándares de la Invasión Británica (mucho beat, algunos toques de psicodelia y otras pinceladas de canción melódica) el disco homónimo de Los Gatos muestra a Lito Nebbia como un compositor notable, con una voz propia, cómodo con el uso del español y pleno de hallazgos melódicos. “Ya no quiero soñar”, “Madre escúchame”, “El vagabundo” o “Ayer nomás” son quizá sus mejores momentos. El debut de Los Gatos es el monumento fundacional del rock argentino y una joya de la música sesentera. Nebbia iniciaría una extensa trayectoria discográfica que sigue hasta la actualidad. Tanguito murió en 1972 en un confuso incidente, embestido por un tren. La Perla de Once se transformaría en una pizzería de cadena en 2017, aunque una placa en los baños sigue recordando su papel en la historia del rock argentino.

José Juan Zapata

174

corazones prisioneros

«Corazones» Los Prisioneros

Chile

Synthpop

1990

EMI Latin

Si pudiésemos imaginar las sesiones de grabaciones de Corazones en Los Ángeles, probablemente veríamos a Jorge González llegando temprano a desayunar al estudio donde lo  esperaban Gustavo Santaolalla y Anibal Kerpel, productor e ingeniero de grabación. Ahí sonarían los demos que Jorge llevó desde Chile, se escucharía el techno, house, rap y soul que por entonces fascinaban al cantante y se conversaría de Los Beatles, Camilo Sesto y Soul II Soul. Así habría innovaciones musicales y un rico intercambio de ideas sobre cómo hacer crecer los estribillos y darle mayor personalidad a las canciones, mientras las jornadas servirían a Jorge como terapia contra una depresión que comenzaba a golpearlo con fuerzas. 

¿En Chile? Lo que quedaba de Los Prisioneros se terminaban irremediablemente con la salida de Claudio Narea  a la vez que el país pretendía dejar atrás la década del ochenta ad portas de la democracia. Cuando González llega a Chile encuentra un escenario adverso para un disco como Corazones: la banda se desarma y solo junto a Miguel deben levantar la promoción, en un medio que ya no está dando espacio a la música en castellano.

¿Qué hizo a Corazones convertirse en el canto del cisne de la banda chilena más importante de los ochenta? Para Jorge, las canciones. «Tren al sur», «Corazones rojos», «Estrechez de corazón» o «Amiga mía» eran, en sus palabras “rolones”. Canciones cuyo destino era convertirse en clásicos. Y lo fueron. Corazones se convirtió en el disco más exitoso de su carrera y con los años ha sido relevado como un indispensable del pop latinoamericano.

Cristofer Rodríguez

175

Lhasa Llorona

«La llorona» Lhasa

Estados Unidos - México

Música de cantautor - Música tradicional mexicana

1997

Audiogram

La de Lhasa de Sela fue una carrera larga y corta a la vez. Larga porque comenzó cantando en bares durante su adolescencia, y nunca paró de cantar. Ya sea girando con el festival Lilith Fair, por Estados Unidos y Europa; junto a sus hermanas en el circo teatro Pocheros, en Francia; o en Reikiavik, Islandia, donde tocó en mayo de 2009, conciertos de los cuales se editó Live in Reykjavik el 2017. Pero corta, porque solo publicó tres álbumes de estudio en doce años, los tres excelentes, La Llorona (1997), The Living Road (2003) y Lhasa (2009), antes de morir en 2010 a los 37 años.

En su álbum debut, Lhasa nos entrega siete temas propios, compuestos junto al guitarrista Yves Desrosiers, quién también hizo los arreglos y produjo el disco. También cuatro interpretaciones de clásicos latinoamericanos. Tanto las letras como la voz de Lhasa, profunda, sentimental y dolorosa, se combinan de forma única con la instrumentación, creando atmósferas únicas en cada canción, pero que a su vez parecen un continuo durante todo el disco. Un continuo desértico, apoyado por la guitarra lap steel o la acústica de Yves, en el que Lhasa nos muestra su alma como en “De cara a la pared” que abre el disco, la ranchera “Por eso me quedo” o en “Mi vanidad”, que comienza a despedir el disco, acompañada del acordeón de Didier Dumoutier.La Llorona, cuya portada es un autorretrato de la propia Lhasa, que en sus palabras es “La Llorona en su imaginación” y que “se paró frente al espejo para ver qué tan enojada y trágica se podía ver”, es dolor y tragedia, pero también hay espacio para una canción alegre como la tradicional “Los peces”, o para el klezmer “El pájaro”. Pero el disco es, finalmente, como su portada, y así también lo demuestran la versión de la clásica “Desdeñosa”, del gran Benigno Lara Foster, y la canción que cierra el disco, “El árbol del olvido”, de los argentinos Alberto Ginastera y Fernán Silva Valdés. Un disco y una forma de cantar única. Lhasa no dejaba indiferente y su voz en La Llorona se queda en el oyente para siempre.

Jorge Cárcamo

176

Rodrigo a 2000

«Cuarteto característico (A 2000)» Rodrigo

Argentina

Cuarteto

1999

Magenta

Rodrigo llevaba varios años intentando levantar su carrera, durante los cuales interpretaba principalmente merengues y cumbias, pero fue su llegada al sello Magenta y el centrarse en interpretar cuarteto, lo que fue dándole a Rodrigo cada vez más éxitos, especialmente con los álbumes Lo mejor del amor (1996) y Cuarteteando (1998).

Y luego llega Cuarteto característico (a 2000), su consolidación, que vendió 240 mil copias, lo llevó a llenar 13 Luna Park y ya es una colección de éxitos. Partiendo con “Yerba mala”, donde el bajo y las rápidas percusiones anuncian que no va a haber respiro, y la entrada del acordeón, la banda completa y Rodrigo cantando, solo lo confirman. Luego una canción tras otra sin pausa, “Cómo le digo”, “Fuego y pasión”, y “Soy cordobés”, ya un himno de Córdoba y el cuarteto, en el que menciona a Leonor Marzano, pianista, compositora y fundadora del Cuarteto Característico Leo en los años cuarenta, la primera agrupación de cuarteto; al “Pibe” Berna, pianista famoso del cuarteto de los años setenta; Carlos “Pueblo” Rolán, voz del Cuarteto Leo en los sesenta y setenta; y claro, al Cuarteto de Oro y su primer cantante, Carlos “La Mona” Jiménez.

A pesar de que faltan grandes éxitos de Rodrigo como “Ocho cuarenta”, o su canción más famosa, “La mano de dios” dedicada a Maradona, que fue lanzada un año después, este álbum tiene un listado de canciones perfecto. A las ya mencionadas se suman “Aprendiz”, original de Alejandro Sanz; “Amor clasificado”, dedicada a su madre “canillita por oficio y obligación”; la cumbia “Por vivir jugando”, junto a Leo Mattioli; “Un largo camino al cielo” con sus interminables referencias a canciones de Charly García; el gran hit “Por lo que yo te quiero”, junto a Walter Olmos; y finalmente, uno de los primeros éxitos de Rodrigo, “El himno del cucumelo”, original de Las Manos de Filippi.

Con todo lo anterior, el álbum convirtió a Rodrigo en uno de los cantantes más importantes de Argentina, así como uno de los mayores responsables de que el cuarteto cordobés fuera transversalmente popular en la sociedad argentina y llegara a ser popular fuera de sus fronteras, mostrando a un artista en la cima, sin temor a nada, energético y entregándolo todo junto a su banda.

Jorge Cárcamo

177

Ray y cruz

«El bestial sonido de Ricardo Ray y Bobby Cruz» Richie Ray y Bobby Cruz

Puerto Rico

Salsa - Salsa dura

1971

Vaya Records

El icónico álbum El Bestial Sonido de Ricardo Ray & Bobby Cruz, editado por el sello Vaya VS-1 en 1971 y registrado en los míticos estudios Ochoa Recording de Puerto Rico bajo la batuta de Johnny Pacheco, marcó un hito en la historia de la salsa brava. Esta obra maestra musical, lanzada en su apogeo, incluye ocho canciones que continúan cautivando a seguidores de todas las edades, y fue el punto de partida para la creación de una nueva filial de Fania: Vaya Records.

Una de las leyendas urbanas que rodea este disco es la referencia al «sonido bestial», una idea que algunos creían que surgía de ser etiquetados como «bestias» por crear música en Puerto Rico en lugar de Nueva York. Este mito de la «bestialidad» se veía reflejado en la pasión con la que Richie Ray y Bobby Cruz interpretaron su música, como si fueran fuerzas naturales desatadas, como mencionó Bobby: «Estamos tocando como bestias». Esta actitud también fue una respuesta de los músicos para silenciar críticas y desafiar las opiniones contrarias. 

La canción «La Vimari» destaca en el álbum con su intro/outro de bossa nova, marcando la entrada de la corista Miki Vimari al escenario principal. Esta fusión de sonidos contemporáneos con la salsa brava muestra la capacidad de Richie Ray y Bobby Cruz para innovar en el género. Por otro lado, «Sonido Bestial» hace referencia a Ígor Stravinski y utiliza compases del “Estudio Revolucionario” de Chopin para crear una atmósfera única, demostrando versatilidad y genio artístico en fusionar elementos clásicos con el ritmo característico de la salsa.

En cuanto a los músicos que participaron en la grabación, se contó con la colaboración de talentosos artistas como «Manolito» González en los bongos, los trompetistas Ismael «Cocolía» Rodríguez Seda e Ismael «Maelo» Rodríguez López, el bajista Mike «El Che» Amitín, el timbalero Charlie «El Pirata» Cotto, el conguero José «Mañengue» Hidalgo, y la mencionada corista Miky Vimari.

Gracias a su destreza para combinar diferentes estilos musicales, Richie Ray y Bobby Cruz se posicionaron como pilares de la salsa, contribuyendo significativamente al desarrollo de la música latina.

Angie Rojas

178

Ventura agarradera

«La agarradera» Johnny Ventura y su Combo Caribe

República Dominicana

Merengue

1962

S.M.

La agarradera, también conocido como La agarradera Vol. 4, marca el debut fonográfico de Johnny Ventura y su Combo Caribe, grabado con la orquesta de Luis Pérez. Este álbum no sólo modernizó el merengue, sino que también estableció un nuevo estándar para el género, fusionando elementos tradicionales con un toque más festivo y contemporáneo.

El disco incluye doce piezas que alcanzaron gran popularidad, entre las que destacan «La Agarradera» y «Cuidado con el cuabero» de Luis Pérez. Estas canciones capturan la esencia del merengue bailable y fueron fundamentales para el estilo picante y de doble sentido que caracterizó a Ventura en sus inicios. Otros temas notables son «Campesina» de Joseito Mateo y «Jacmel» de Eduardo Bastián, que muestran la habilidad de Ventura para interpretar composiciones de diversos autores con su distintivo carisma.

«La agarradera» explora otros géneros como la guaracha («Toñita»), el bolero («Si pudieras amarme» y «Desamor») y la salve, ampliando el repertorio de Ventura y demostrando su versatilidad interpretativa. Esta diversidad musical ayudó a Ventura a ganarse el aplauso de una audiencia internacional exigente durante los estilizados años sesenta.

El éxito de «La agarradera» fue un presagio del brillante futuro de Johnny Ventura, quien rápidamente se convirtió en una de las figuras más admiradas de la música dominicana. El álbum, respaldado por el Salón de Estudios Mozart y lanzado al mercado por un sello discográfico entusiasta, fue recibido con gran aceptación y ayudó a Ventura a establecerse como el artista más solicitado del momento.

Joelle Díaz y Max Cueto y José Luis Mercado

179

31 minutos

«31 Minutos» 31 Minutos

Chile

Música infantil

2003

Aplaplac

El año 2003 se emitió por primera vez “el noticiero más veraz de la televisión” por Televisión Nacional de Chile, 31 minutos. Con tres temporadas y una propuesta para niños educativa, entretenida y transversal, el programa infantil creado por Pedro Peirano y Álvaro Díaz fue un suceso, tanto en niños como adultos, y al año siguiente ya se transmitía en toda Latinoamérica por Nickelodeon. Pero fue el año 2006 el de la verdadera latinoamericanización del fenómeno, cuando se comenzó a emitir por canales locales en algunos países, incluido México donde alcanzó una popularidad similar a Chile.

El programa de títeres, conducido por el políticamente incorrecto Tulio Triviño, tenía distintas secciones con reportajes, bloques deportivos y un “Ranking Top” de música, conducido por Policarpo Avendaño. Gracias a esta sección se popularizaron sus canciones, escritas por Pablo Ilabaca, guitarrista y vocalista de Chancho en Piedra, mezclando distintos géneros musicales como rock, funk, folclor y electrónica, con letras divertidas para niños y adultos.

Fue así como el paso natural fue editar un álbum, que llegó a vender más de 200 mil copias en Chile, donde entre canciones como “Yo opino”, “Mi equilibrio espiritual” o la profunda “Yo nunca vi televisión (y luego sí pero después no)”, se van insertando diálogos de sus personajes.

Dos álbumes siguieron popularizando las canciones del programa, 31 canciones de amor y una canción de Guaripolo (2004) y Ratoncitos (2005), tanto en Chile como en México, donde Ro Velázquez, del grupo mexicano Liquits, tuvo la idea de hacer un álbum tributo a las canciones del programa a cargo de Belanova, Rubén Albarrán y Emanuel del Real de Café Tacvba, Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana, Pedro Piedra, María Daniela y su Sonido Láser, Chancho en Piedra y Los Bunkers, entre otros. Y aunque el álbum nunca se editó oficialmente sus canciones se pueden encontrar en YouTube.

El año 2011 fue la primera presentación de los queridos personajes acompañados de músicos en vivo, y en compañía de Jorge González, que luego se repetiría en Lollapalooza Chile 2012, en el Festival de Viña 2013, y en distintas ciudades de México en 2017, país al que volverían el 2020 al Vive Latino en Ciudad de México, teniendo siempre una calurosa recepción, con familias completas cantando, demostrando el impacto cultural intergeneracional del programa, sus canciones y este disco para el continente.

Jorge Cárcamo

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Tita Merello voz

«Voz de Tango» Tita Merello

Argentina

Tango

1967

Odeon

“Hice de mí lo que quería, y tengo el orgullo de haber sacado, de entre las mujeres, una mujer íntegra. Yo le di la cara a la vida, y me la dejó marcada”, dijo Tita Merello, en alguna de sus memorables entrevistas. Y no es para menos: Nació en 1904 en un conventillo del barrio de San Telmo, y desde temprana edad debió enfrentar los rigores de la vida, lidiando con la pobreza y el maltrato hasta que llegó, a los 12 años, a una vivienda precaria de la calle Corrientes, calle donde brillaría ya de adulta en sus fastuosos teatros y cines. Porque según la propia Tita, “Yo no soy cantante, soy una actriz que canta”. Y vaya que lo hizo, acumulando más de 30 películas y otros tantos discos y multitud de obras, revistas y shows que la llevaron de Argentina a México debido a los vaivenes políticos. 

Quizá una de sus escenas más recordadas es la de Mercado de Abasto (1955) dirigida por Lucas Demare, donde Tita encarna a una humilde vendedora cuyo amor es disputado por Pepe Arias y Juan José Míguez. El personaje venía perfecto al carácter insolente y temperamental de la actriz, por lo que su interpretación de la milonga “Se dice de mí”, de Ivo Pelay quedó como un símbolo imborrable de la era dorada del tango y del cine argentino. Su impronta se dejó sentir hasta en los años noventa, cuando la re-interpretación de Yolanda Rayo se convirtió en tema de la telenovela colombiana Yo soy Betty La Fea.

Voz de tango es el primer recopilatorio de las canciones que hicieron brillar a Tita en el pico de su popularidad, aportando su particular carácter a la interpretación del tango y el subestilo de la milonga, que -influenciado por la milonga campera- presenta un estilo más veloz y juguetón tanto para las orquestas como para los bailarines. En este recopilado, además de “Se dice de mí”, Tita brilla con el “Milongón porteño”, dos clásicos del repertorio tanguero: “Cambalache” y “El Choclo”, ambos con letras de Enrique Santos Discépolo, e incluso con dos rancheras: “De contramano” y “Los amores con la crisis”.

José Juan Zapata

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Matamoros Rigo Tovar

«Matamoros querido» Costa Azul y su cantante Rigo Tovar

México

Cumbia - Cumbia mexicana

1972

Melody

Una estatua de Rigo Tovar engalana una de las avenidas principales de su natal Matamoros, Tamaulipas, un pequeño rincón de la frontera de México con Estados Unidos, entre el río Bravo y el Golfo de México. Aunque la historia no empieza ahí, sino unos cientos de kilómetros frontera adentro, en Houston, Texas. Ahí un jóven Rigo se ganaba la vida a fines de los sesenta con oficios manuales, mientras alternaba con varias bandas, antes de formar el grupo Costa Azul junto a sus hermanos y amigos. Producto del contacto en Estados Unidos con el rock anglo, su imagen contrastaba con la de otros cantantes de cumbia: ropa de cuero, pelo largo y lentes oscuros. Más cerca del heavy metal que de la música tropical.

En 1972 Costa Azul lanza su primer disco, que muestra bien el sonido que Rigo y sus hermanos buscaban: cumbias, baladas y boleros con formación eléctrica, donde dominaba el sonido del órgano y las guitarras psicodélicas, muy la manera de Los Ángeles Negros y otras agrupaciones de la “nueva ola” (término usado pero discutible, por cuanto sería mejor describirlos como «bolero beat») , mezclado con la propuesta tropical de Mike Laure. “Matamoros querido” es el canto de añoranza a su ciudad natal, pero el disco ya demuestra el sentimiento de Rigo con los temas románticos: “Lamento de amor” es uno de sus temas más recordados, pero también destacan baladas como “No son palabritas” o “Celos de luna”, o una versión instrumental de “Vereda tropical” de Alberto Domínguez.

Con el paso del tiempo, Rigo Tovar se convertiría en una de las figuras más significativas de la música fronteriza y es muy recordado su recital de 1981 en el lecho del río Santa Catarina, en Monterrey, que convocó a más de 300 mil personas, según registros de la época. Pero menos conocida es la anécdota del disco Dos tardes de mi vida, grabado en 1974 en los legendarios estudios Abbey Road de Londres, que alquiló el matamorense cuando viajó a la ciudad británica para atender los problemas de vista que lo aquejaron toda su vida. Rigo Tovar falleció en 2005 y sigue en el imaginario norteño como ícono cultural del siglo XX.

José Juan Zapata

182

Elizeth Cardoso demais

«Canção do amor demais» Elizeth Cardoso

Brasil

Bossa nova

1958

Festa

Elizeth Cardoso, “A Divina”, ya era una figura reconocida al momento de editar este, su cuarto álbum, con una carrera musical que había comenzado a los 16 años, cantando en un programa de radio. Una voz fuerte, con facilidad de llegar a tonos altos y bajos, que había comenzado en el choro para luego afianzarse como una de las grandes voces de la samba-canção en los años cincuenta.

Canção do Amor Demais es un álbum de Elizeth Cardoso. Claro, su voz e interpretación es inconfundible. Pero también es de Antônio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes, quienes venían de editar Orfeu da Conceição en 1956, primer encuentro musical de ambos y que marcaría el inicio de su colaboración artística y de su amistad. Todas las canciones fueron compuestas por los dos, Tom Jobim la música y arreglos y Vinicius la poesía, excepto por “As Praias Desertas” y “Outra Vez” compuesta solo por Jobim y por “Serenata do Adeus” y «Medo de Amar» compuestas solo por Vinicius.

Los tres eran amigos, pero Vinicius deja claro que no fue sólo esa la razón para elegir a Elizeth como intérprete del disco, sino que, en sus palabras, “es claro que con sus interpretaciones (las composiciones) ganan un valor adicional”. Y eso se puede disfrutar a lo largo de cada tema, en las cuales la voz de Elizeth destaca con una interpretación emocionante, sentimental y de una calidad extraordinaria.

Finalmente, una cuarta persona ayudaría a que este álbum quedara en la historia como una pieza fundamental en el nacimiento de la bossa nova: João Gilberto, quien tocó la guitarra con su estilo único en “Chega de saudade” y “Outra vez”. La primera también abriría el disco del mismo nombre de João, editado un año después, terminando de crear ese nuevo estilo llamado bossa nova. Que comienza aquí, en este disco, con la voz de Elizeth Cardoso, la música y arreglos de Antônio Carlos Jobim, la poesía de Vinicius de Moraes y la guitarra de João Gilberto.

Jorge Cárcamo

183

shakira pies

«Pies descalzos» Shakira

Colombia

Pop - Pop rock

1995

Sony Music Latin

En la bruma nostálgica de los años noventa, la Shakira de aquel entonces, con 19 años y cabello negro, cautivaba corazones con canciones que evocaban recuerdos de días más simples y tardes interminables. Pies descalzos marcó un punto crucial en su carrera tras los fracasos comerciales de sus álbumes anteriores, cuando llegó a considerar abandonar la música. Este disco nos transporta a esos tiempos pasados con canciones como «Estoy aquí» ,«Antología» y «Un poco de amor», abriendo portales hacia la adolescencia. Temas complejos como el aborto, el amor romántico y el deseo de explorar un mundo lleno de misterios, incertidumbres y posibilidades. Con pop contagioso, rock alternativo y reggae, cada letra es un espejo que reflejaba la vida cotidiana, los sueños y anhelos de una generación en búsqueda de su lugar en el mundo. Al cerrar los ojos hoy, escuchando las canciones del álbum, aún podemos vislumbrar la escuela, los amigos del barrio y la emoción adolescente de descubrir el primer amor. Más allá de la nostalgia por la Shakira de antaño, persiste el anhelo por aquellos días, extrañamos esa época, nos extrañamos a nosotros mismos.

Las ventas del disco superaron las expectativas de Sony Music Colombia, catapultando a Shakira hacia territorios inexplorados por cualquier otro artista colombiano hasta entonces. Shakira inició su primera gira mundial, el Tour Pies Descalzos, en América Latina a principios de 1996. La gira abarcó Ecuador, Venezuela, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, México, Brasil y Argentina. En abril de 1997, Shakira continuó la gira en Miami, Estados Unidos, actuando para 5000 personas en el teatro Knight International Center. Concluyó la gira en octubre de 1997 en el Estadio El Campín de Bogotá frente a 30,000 personas, estableciendo un nuevo récord de asistencia. Sin embargo, la historia también registra un episodio desafortunado, durante un concierto en Barranquilla, su ciudad natal, el 16 de agosto de 1996, unas 45,000 personas se congregaron en el Estadio Romelio Martínez y no todas tenían boletos. Esto provocó disturbios previos al concierto, resultando en daños a la propiedad, cuarenta heridos y tres muertos.

El álbum, especialmente su canción casi homónima «Pies descalzos, Sueños blancos», destaca por su aguda crítica a la sociedad latinoamericana de los años noventa, una cultura que perdura en muchos países hasta la actualidad. Shakira demostró ser una artista versátil, capaz de conquistar a todas las generaciones y de hacer florecer el corazón con su música.

Angie Rojas

184

Vicente fernandez arriba

«¡Arriba Huentitán!» Vicente Fernández

México

Ranchera

1972

CBS

En 1966, la inesperada muerte de Javier Solís dejó un vacío en la escena musical mexicana. La ranchera había  perdido a su refinada media voz que había logrado convertirse en el cantante más popular del país. En las semanas siguientes los sellos discográficos contrataron a muchos cantantes esperanzados en lograr llenar ese vacío. Uno de ellos era un joven jalisciense llamado Vicente Fernández.

Fernández se había ganado la vida trabajando como músico callejero y en pequeños espectáculos por todo el país. Esa escuela le ayudó a perfeccionar sus puntos fuertes. Su voz resonante y sedosa sumado a su carisma natural fueron suficientes para que CBS México aceptara lanzar su carrera. En los siguientes años Fernández lanzó varios discos con una recepción decente pero no fue hasta su LP de 1972 ¡Arriba Huentitán! con su hit “Volver, volver” que realmente despegó su carrera. 

El disco muestra las facetas de Fernández que lo convertirían en el cantante ranchero más importante de los últimos 50 años. En un tema como «Sueña mi amor» continuaba el legado de Solís e Infante con su interpretación aterciopelada y sutil del bolero. Mientras en una canción como «El palenque» demuestra el machismo afamado que le ganó aplausos y reproches por su admiradores y detractores respectivamente. Y finalmente en «Volver, volver» deja que su fachada machista pasará a un segundo plano y ofrece una interpretación catártica que inicia con casi un llanto y crece hacia una súplica bravía que sólo Chente podría lograr.

Julián Jiménez

185

Gondwana

«Gondwana» Gondwana

Chile

Reggae

1997

BMG Chile S.A.

Gondwana, Los Pericos y Cultura Profética son tres bandas prominentes en la escena del reggae latinoamericano, pero cada una tiene características y enfoques distintivos que las diferencian. Gondwana se alinea mucho más con el roots reggae en términos de estilo musical, lírica y enfoque. Fundada por I-Locks Labbé en 1987 en la Población La Pincoya de Santiago de Chile, Gondwana había estado cultivando su sonido y mensaje por una década antes de su disco debut.

En 1993 lanzó un demo en formato cassette con seis temas propios, reflejando una conexión espiritual y religiosa con el reggae. En 1994 teloneó a Los Pericos en el Teatro Monumental, pero pese a los esfuerzos por una mayor exposición sufrían de dificultades con la formación de la banda, hasta que encontraron en Quique Neira al vocalista ideal, lo que llevó a un cambio positivo en su sonido y atrajo el interés de la multinacional BMG, que financió su primer álbum producido por Dr. Dread.

El disco homónimo de Gondwana es un testimonio de la habilidad de la banda para fusionar el roots reggae con un estilo propio y distintivo, resonando con audiencias de diferentes generaciones y culturas. Cada canción del álbum ofrece una experiencia única, manteniendo una cohesión temática y musical que lo convierte en un clásico del género en español. Desde el inicio con «Reggae Is Coming» hasta la versión Nyahbinghi dub de «Jah Children», el álbum presenta ritmos constantes y profundos que son una marca registrada del roots reggae. El uso de teclados y guitarras añade capas melódicas que complementan perfectamente la estructura rítmica.

Las letras de Gondwana abordan temas de amor, paz, justicia social y espiritualidad. Canciones como «Armonía de amor» y «Sentimiento original» no solo se convirtieron en himnos radiales sino que también transmiten mensajes positivos y de conciencia social, característicos del género. Con «Changa langa» atrajo la atención del público, mientras que «Pincoya Calipso» recuperaba un tema de su demo, mostrando la conexión de la banda con sus raíces y su comunidad. En «Jah Children», tanto en su versión original como en el dub Nyahbinghi, destaca por su espiritualidad y conexión con la cultura rastafari.

José Luis Mercado

186

2 minutos valentin

«Valentín Alsina» 2 Minutos

Argentina

Punk

1994

Interdisc

El grito de “¡Barrio obrero, Valentín Alsina!”, con la que abre el álbum debut de la banda 2 Minutos, es quizás una de las mejores cartas de presentación que ha dado la música argentina al momento de reivindicar su origen popular y barrial. Y a la postre los convertiría junto a Los Violadores, Flema y Attaque 77 en una de las bandas más universales del punk latinoamericano.

El mérito de Valentín Alsina radica en plasmar de manera magistral el concepto de glocalización proveniente de las ciencias sociales y que habla de cómo una manifestación cultural local, perteneciente al entorno cercano y familiar, logra trascender todas las barreras y se vuelve global.

En el caso de Valentín Alsina la identificación global está dada en reflejar cómo el barrio es ese útero social en el que nuestra forma de tratar con el mundo empieza a tomar forma. Para 2 Minutos estas relaciones se dan en medio de bares, noches de juerga que se salen de control en los que la autoridad policial es el antagonista. Pero también en Valentín Alsina se habla de cómo la doctrina económica del neoliberalismo aplicado durante el gobierno de Carlos Menem desembocó en el espejismo de una bonanza económica que devoraba a las clases populares debido a la privatización de las industrias nacionales y al recorte de ayudas sociales. Temas como “Novedades” u “Odio laburar” reflejan a una clase obrera alienada, sin perspectivas de futuro y masticando esa rabia que acabó en estallidos sociales.

El golpe definitivo de realidad viene dado en “Amor suicida”, que relata cómo la pareja de un combatiente argentino fallecido en la Guerra de Malvinas decide quitarse la vida dejando ver que los traumas de la guerra y la dictadura son fantasmas de la historia a los que cada tanto hay que plantarse.

El cierre del disco se da de la mejor manera posible con “Ya no sos igual”, en el que se relata de forma verídica cómo un conocido de la banda abandona a su barrio y sus amigos para cambiar de destino al volverse policía y pasar al bando contrario de todo aquello que denuncia 2 Minutos: la represión policial de una Argentina donde las clases gobernantes moldeaban un mundo imaginario a la medida de su opulenta vulgaridad, mientras las clases populares como podían encontraban consuelo en el fútbol y el alcohol.

Juan Francisco Jaramillo

187

Elvis crespo suavemente

«Suavemente» Elvis Crespo

Estados Unidos

Merengue

1998

Sony Discos

Como afirma la periodista especializada Leila Cobo en su libro La Fórmula Despacito: los hits de la música latina contados por sus artistas, históricamente las canciones hispanas que han logrado mayor presencia mundial corresponden a géneros bailables: la salsa como reina indiscutida de los géneros hasta la década de los ochenta y el latin pop a partir de 1999 con la irrupción global de Ricky Martín. Pero durante la década de los noventa será el merengue el estilo que se abrirá camino de manera avasalladora desde el escenario local para el resto del continente. ¿El cénit del éxito del estilo? Suavemente, de Elvis Crespo, en 1998. 

Más allá de la impresionante popularidad de la canción homónima que, además, corresponde al track 1 del disco, Suavemente mostraba una faceta más pop del folclórico estilo, con bronces correctamente ejecutados y percusiones que sirven como base sólida y sin mucha variabilidad, pues lo relevante es hacer lucir la carismática voz de Elvis Crespo, con sus teatralidad y frases características (“pequeña, échate pa’ atrás”). 

Al éxito de la canción “Suavemente” lo siguió “Luna llena” y “Tu sonrisa”, confirmando su arrastre en ambos lados de la frontera, alcanzando ventas de cerca de un millón de copias en EEUU, obteniendo un Premio Lo Nuestro a mejor álbum tropical y presentándose en el Festival de la Canción de Viña del Mar. Un éxito continental.

Cristofer Rodríguez

188

El gran Gatica

«El Gran Gatica» Lucho Gatica

Chile

Bolero

1957

Capitol Records

Para 1957 Lucho Gatica ya era una estrella de la música popular continental. A dos años desde su primer contacto con México, Gatica había popularizado boleros como “Historia de un amor”, “Delirio” y “No me platiques”, esta última que a la vez sirvió como nombre de una de sus películas. También se había presentado en Estados Unidos e interpretado boleros, música tradicional mexicana y tonada chilena, mostrando el desplante y plasticidad performática que lo haría famoso. 

En su disco El Gran Gatica, el cantante chileno nos hace preguntarnos si acaso la interpretación es o no una forma de composición en sí misma. Pues, si bien un título como “Si me comprendieras” pertenece a la autoría de José Antonio Mendez, es difícil negar que la calidez vocal de Gatica dotó a su versión de una suerte de autoría. Esta discusión es aplicable con otros grandes intérpretes como Frank Sinatra, Elvis Presley o Aretha Franklin.

Canciones como “Paisajes de Catamarca” perteneciente al folclore tradicional sudamericano o “Amémonos” con arreglos modernos que son íconos de la influencia que el bolero recibió de la música mediterránea hacia los años cincuenta, conversan con los ejercicios orquestales de “Espérame en el cielo”, fundamental para entender una canción como “No sé tú” de Luis Miguel. Es El Gran Gatica, un ramo obligatorio del bolero y la canción melódica latinoamericana.

Cristofer Rodríguez

189

juana molina un dia

«Un día» Juana Molina

Argentina

Electrónica - Folktrónica

2008

Domino

Juana Molina, quien comenzó a tocar la guitarra a temprana edad, se hizo popular en su natal Argentina en el programa de humor Juana y sus hermanas, donde invitaba a artistas como León Gieco y Charly García. Hacia fines de los noventa se va a los Estados Unidos a seguir una carrera musical desde cero y durante la grabación de su disco Segundo, Molina descubrió la folktrónica (término del cual reniega en entrevistas) y encuentra un estilo único en sus grabaciones caseras. Aunque consideró regrabar las canciones en un estudio profesional, decidió que las primeras grabaciones tenían una impronta única. Empezó a experimentar con la guitarra, creando bucles musicales y entrando en un trance, y dominadas por efectos electrónicos, creando una atmósfera etérea donde su voz es otro instrumento, definiendo su enfoque único y experimental que gana en ejecución con cada disco.

Un Día, su quinto disco, se compone de segmentos instrumentales cortos y repetitivos con guitarras acústicas, sintetizadores suaves y voces a cappella, que se entrelazan delicadamente con su versátil voz, creando paisajes sonoros frágiles y en constante evolución. Es un testimonio del talento de Molina, que logra un álbum rico y gratificante con un enfoque aparentemente sencillo.

La canción que da título al álbum, «Un Día», abre con una declaración apasionada y confiada, estableciendo un tono dinámico. «Vive Solo» continúa este viaje, manteniendo la atmósfera tranquila pero vibrante del álbum. «Lo dejamos» destaca con sus susurros suaves, mostrando la habilidad de Molina para transmitir profundas emociones con sutileza.

«Los hongos de Marosa» y «¿Quién? (suite)» son temas más largos que resaltan el talento de Molina para crear paisajes sonoros envolventes y meditativos. «El vestido» es quizás la canción más cercana a una estructura tradicional. «No llama» y «Dar (qué difícil)» enfatizan aún más la cualidad etérea del álbum.

Este álbum permitió a Juana girar durante casi cinco años por todo el mundo y presentarse en importantes festivales. El disco contó con respaldo de la crítica internacional y fue su primer disco que entró en la lista de los discos latinos más vendidos en Estados Unidos según Billboard.

José Luis Mercado

190

piero 2

«Piero» Piero

Argentina

Folk - Música de cantautor

1969

CBS

Piero Antonio Franco De Benedictis Scigliuzzo, o simplemente Piero, es un músico italo-argentino que se convirtió en el cantautor de una generación. Aunque tempranamente tuvo la oportunidad de grabar como músico de la canción pop, se alejó un tiempo de las grabaciones hasta encontrar su propia identidad musical. De una forma eso lo logra el día que conoce al periodista José Tcherkaski, quien encontró en su pluma el buen impulso que necesitaba para su carrera como cantautor.

De esa forma, Piero vuelve a acercarse a ejecutivos de la industria musical para retornar a la grabación. Tras una serie de rechazos, el productor ejecutivo y director artístico Héctor Techeiro encontró una oportunidad de oro en «Mi viejo», una canción que iba a convertirla en un himno dedicado a los padres, y que se convertiría en un éxito en todos los países de Hispanoamérica.

Es así que aparece el álbum homónimo de Piero, lanzado en 1969, con letras introspectivas y melodías cautivadoras, este álbum presenta una variedad de temas que van desde la nostalgia hasta las reflexiones más sociales y profundas. La canción «Vengo» abre el álbum con una melodía suave y una letra emotiva que establece el tono para el resto del disco. Sigue con «De vez en cuando viene bien dormir», una canción melancólica que habla de los altibajos de la vida. «Cómo somos» y «Caminando por Caracas» ofrecen una mirada a las realidades cotidianas de la vida, mientras que «Fumemos un cigarrillo» presenta una atmósfera íntima y contemplativa.

Otros temas destacados incluyen «Juan Boliche», «Dígame, dígame», «Tomamos un café» y «La Gringa», cada uno con su propia historia y estilo único. El disco contó con la orquestación de Jorge López Ruiz, y dicen que el éxito del disco permitió a López Ruiz grabar su primera obra, Bronca Buenos Aires.

Por otro lado, la popularidad del disco encumbró a Piero como una figura intelectual de renombre durante la primera mitad de los setenta, con cada vez mayor involucramiento en temas sociales y políticos, lo que originó una reacción represiva tras la entrada de la dictadura argentina que conllevaría a su exilio a Europa desde 1976 hasta 1981.

José Luis Mercado

191

pello mozambique

«Mozambique» Pello El Afrokán

Cuba

Mozambique

1964

Egrem

En la década de los sesenta surgió en Cuba un nuevo sonido que arrasó en la isla. Era un ritmo hipnótico continuo que se centraba en la interacción de percusiones y metales. El sonido se llamó “mozambique” y su fundador fue Pedro Izquierdo quien fue conocido por su nombre artístico por Pello El Afrokán. Pello provenía de un entorno musical. Su padre había sido percusionista en la orquesta de Belisario López y su primo era el afamado percusionista Mongo Santamaría. Para 1963, Pello había formado una banda con una docena de tambores, bombos, cencerros, trombones y trompetas y estaba logrando atraer seguidores dentro de la vida nocturna cubana

Sin embargo fue hasta el 64 cuando su popularidad se disparó debido a los carnavales de La Habana. Era imposible para la multitud ignorar los contagiosos ritmos que producía su banda. Tratando de aprovechar el aumento de popularidad, lanzó su primer álbum, Mozambique, iniciando el año siguiente (aunque existen disputas sobre si el disco se lanzó en el mismo 1963). La canción homónima de apertura comienza con una frase perspicaz que reconoce la novedad de su creación: «Esto es mozambique pero si señor, si no sabes comprender, no me digas que no te gustó». Sabía muy bien que la reacción inicial sería de estupor, pero el cuerpo no resistiría esos latidos contagiosos e incesantes. 

A lo largo del álbum tenemos diferentes variaciones de la misma interacción entre las secciones de percusión y metales. Pello, quien se había criado en una familia de percusionistas, estaba reivindicando este tipo de instrumentos. Aunque se podría argumentar que había sido el alma y columna vertebral de la música cubana a lo largo de su historia, Pello no dejó dudas al oyente de que la percusión estaba tomando protagonismo en la música cubana.

Pello pronto aparecería en la televisión y la radio y realizaría giras por los países socialistas de Europa, incluso ofreció un concierto especial en el teatro Olympia de París. Se convirtió en uno de los artistas más famosos dentro de la isla de Cuba, y un héroe de culto para muchos músicos fuera de ella. Músicos como Eddie Palmieri, Carlos Santana, Steve Gadd y Sheile E. se inspiraron en Pello y versionaron sus canciones o modificaron algunos de sus ritmos dentro de su propio trabajo.

Julián Jiménez

192

bunkers la culpa

«La culpa» Los Bunkers

Chile

Rock - Rock alternativo

2003

Sony Music

Durante sus presentaciones los días 27 y 28 de abril de 2024, Los Bunkers ofrecieron un momento emotivo en el memorial de detenidos desaparecidos y víctimas de la dictadura de Pinochet en el Estadio Nacional. La banda interpretó «La exiliada del sur» en formato acústico, generando un ambiente conmovedor. Este cover fue incluido en La culpa, el tercer álbum de estudio de Los Bunkers, que representa un punto crucial en la carrera de la banda chilena. Lanzado el 23 de octubre de 2003, este disco no solo consolidó su fama internacional sino que también marcó una evolución significativa en su sonido. 

«La culpa» les permitió demostrar hasta dónde llegaba su alcance creativo tomando influencias de The Strokes e Inti Illimani por igual. Este disco se distingue por su incorporación de elementos del folclore, combinados con su característico estilo de rock. El uso de instrumentos tradicionales como el bombo legüero, la quena y el tiple, así como la inspiración de algunas de las letras, los acerca al cancionero de la Nueva Canción Chilena.

El álbum contiene canciones memorables como «No me hables de sufrir,» «Cura de espanto» y «Canción para mañana”, que reflejan la madurez de la banda en composición y ejecución. Además, el éxito de estos sencillos ayudó a Los Bunkers a alcanzar un público más amplio, lo que se reflejó en sus ventas y reconocimiento en Chile.

La culpa es una obra que demuestra la capacidad de Los Bunkers para tomar la esencia de la música popular chilena y hacerla propia, combinando buenas canciones, letras emotivas y una producción cuidada. Luego del reconocimiento en su país enfocaron todos sus esfuerzos en conquistar México con su siguiente álbum, Vida de perros, pero la esencia de la propuesta de la banda quedaría con La culpa.

José Luis Mercado

193

Virus Locura

«Locura» Virus

Argentina

Pop rock - Synthpop

1985

CBS

El disco Locura de Virus irrumpe en la escena musical argentina en un año trascendental para su historia, el del regreso de la democracia. Esto se vería reflejado transversalmente desde el track de apertura, «Pronta entrega», con el piano de Marcelo Moura y la voz nostalgiosa de Federico Moura, que canta «Recordando tu expresión…», haciendo referencia y memoria a su hermano mayor desaparecido en dictadura. Así anticipan sonoramente lo que estallaría en fiesta y movimiento de allí en adelante, un aire refrescante para el rock-pop argentino.

La banda fue crucial para abrir una nueva época en la cultura argentina y sobreponerse a los años de oscuridad, censura y temor impuestos en la dictadura militar, eclesiástica, indagando en temas  tabú  como el sexo, recurrente en las letras de todo el disco.

Espontáneos, frescos y ocurrentes, en hits ícono del pop como «Luna de miel en la mano» se harían referencias a la masturbación y el placer, lejos de caer en lo explícito y vulgar, más bien por medio de finezas metafóricas en alusión a la novela Ulises de James Joyce en sus primeros capítulos: «Todo hombre su propia esposa, o una luna de miel en la mano». En una invitación constante a la espontaneidad y la libertad, la banda refiere «Sin disfraz» como representativo por su audacia metafórica, emblema de la auto aceptación y la homosexualidad. El disco, caracterizado por una búsqueda sonora exploratoria en teclados y baterías, construiría sus sonidos jugando con elementos digitales y sintetizadores dando así un aire fresco, moderno y particular.Locura, como su nombre anunciaba, sería el álbum que llevaría a Virus a su punto álgido de popularidad expandiéndose en una fiesta de color y movimiento por toda Latinoamérica durante generaciones.

Gabriela Chávez

194

«Canciones para el hombre nuevo» Daniel Viglietti

Uruguay

Nueva canción latinoamericana

1968

Orfeo

Con su distintivo timbre de barítono y su espíritu rebelde pero sereno, Daniel Viglietti se convirtió en un ícono del canto popular uruguayo. En su tercer álbum, Canciones para el hombre nuevo, Viglietti rinde homenaje a diversos temas como los ríos, la condición humana, la vida rural, los oficios, la tierra, los muertos y la guerra. Desde diversas perspectivas, muchos de sus oyentes lo consideran una voz de contrapoder.

Este LP, grabado principalmente en La Habana en 1967 y lanzado por el sello Orfeo en 1968, se ha mantenido como un himno de protesta con gran fuerza y relevancia en el contexto latinoamericano. La mayoría de sus canciones son musicalizaciones de poemas escritos por diversos autores latinoamericanos y españoles. El álbum refleja la influencia del viaje de Viglietti a Cuba, donde participó en el Encuentro de la Canción Protesta y grabó la mayoría de las canciones. Según él mismo expresó, regresó de ese viaje «con una conciencia muy aguda sobre un Uruguay despierto en luchas y conflictos sociales».

Entre las composiciones de Viglietti, destaca especialmente «A desalambrar», un himno de carácter político y social que, con la intensidad de su guitarra y elegantes arreglos de cuerdas, emite un poético llamado a la justicia social. Esta canción ha sido versionada por numerosos artistas, incluyendo a Víctor Jara en su álbum Pongo en tus manos abiertas… Otra pieza destacada es «Cruz de Luz», que narra un fragmento de la vida de Camilo Torres, el sociólogo, sacerdote y revolucionario colombiano.

En la carátula del álbum, Viglietti está retratado con su guitarra, un símbolo que para muchos representa tanto una herramienta para la lucha armada como un ícono de resistencia y movilización social a través de la música. Esta dualidad también se evidencia en varias de las letras del disco. Más tarde, en medio de la represión contra los movimientos de izquierda que culminó con el golpe de Estado cívico-militar de 1973, Viglietti fue detenido en 1972. Su arresto provocó una destacada respuesta internacional, liderada por figuras como Jean-Paul Sartre, François Mitterrand, Julio Cortázar y Oscar Niemeyer, quienes abogaron de manera prominente por su liberación.

Angie Rojas

195

chico science da lama

«Da lama ao caos» Chico Science & Nação Zumbi

Brasil

Manguebeat

1994

Chaos Recordings

A principios de los años noventa surgió en Recife el movimiento manguebeat. El movimiento fue una reacción cultural que tuvieron algunos músicos como Fred 04, DJ Renato L y Chico Science entre otros contra el estancamiento económico y cultural en el que se encontraba su tierra natal. Aunque los artistas no tenían una unidad estética en su música, se unieron para revivir la escena musical local y mostrar a otros que había un camino a seguir. Fred 04 y DJ Renato L llegaron incluso a crear su propio Manifiesto titulado «Caranguejos com Cérebro” en el que detallaron su objetivo de mezclar sonidos regionales de Pernambuco con tendencias globales como la electrónica, el rock y el hip hop.

De esta fusión surgió una de las bandas más importantes nacidas en Brasil durante los años noventa. Chico Science y la Nação Zumbi. La banda se formó a partir de la union de la banda de post-punk Loustal y la banda de afoxe y samba-reggae Lamento Negro. Elegirían el nombre Nação Zumbi como homenaje al líder esclavo Zumbi pero también  a la nación zulú de DJ Afrika Bambaataa. Dentro de la fusión de ritmos que lograron quisieron darle preponderancia al maracatu nação que es considerado por muchos como el ritmo afrobrasileño más antiguo. Rápidamente captaron la atención de los fans locales y de los sellos discográficos. Firmaron con Sony y fueron asignados a trabajar con el veterano productor Liminha en su álbum debut Da lama ao caos.

Su álbum debut es considerado un momento trascendental en la música brasileña moderna. El dominio cultural de Río y Sao Paulo se vería cuestionado por este nuevo sonido local del nordeste como ya había ocurrido antes con Luiz Gonzaga, Gilberto Gil y Caetano Veloso, entre otros. La primera línea del álbum, «Modernizar o passado é uma evolução musical», es básicamente su manifiesto para el oyente. Tomarían su historia y le darían un toque moderno. A diferencia de muchas de las bandas brasileñas de los ochenta que buscaban inspiración fuera de Brasil, ellos miraban hacia adentro. Como la letra en «Da lama ao caos» está explícitamente clara, estaban desorganizando los ritmos para reorganizarlos en nuevos estilos y géneros. Uno de los puntos fuertes del álbum es que, aunque hay una intención clara en la letra, nunca resulta en un sermón. Chico Science pudo abordar las dificultades que enfrentó en Recife con un tono alegre. En una canción como «A Praieira» recuerda los beneficios que la playa y la cerveza pueden tener para la claridad mental y al mismo tiempo hace referencias históricas a la revuelta de Praieira del siglo XIX.

Todas estas ingeniosas letras fueron acompañadas por los tonos únicos de guitarra de Lúcio Maia, el bajo contundente de Alexandre Dengue y la diversa sección de percusión (Toca Ogan, Canhoto, Gira, Gilmar Bola 8, Jorge Du Peixe) cuyos ritmos implacables son la fuerza impulsora en todo momento de todo el álbum.

Julián Jiménez

196

Miranda sin restricciones

«Sin restricciones» Miranda!

Argentina

Electropop - Pop - Synthpop

2004

Secsy Discos

En la crítica musical es habitual hablar de la dificultad de cumplir con las expectativas de un segundo disco de estudio. Es como si la decepción fuera inminente, especialmente después de un debut excepcional. Esto podría haber sido el caso para Miranda! tras el lanzamiento de Es mentira en 2002. La agrupación argentina, originalmente conformada por Ale Sergi, Juliana Gattas, Leandro Fuentes, Nicolás Grimaldi y Bruno de Vicente, presentó su primer trabajo lleno de pop meticulosamente ejecutado. Sin embargo, esta presión pareció significar poco o nada para ellos. Sin Restricciones, lanzado dos años después, les posicionó como los nuevos referentes del pop en español.

Canciones que rozan tres minutos, versos pegadizos y coros prolijos conforman este álbum editado por Secsy Discos que inicia con fuerza. “Yo te diré” establece el tono con un electro-pop directo. Los sutiles toques en la programación de los teclados escalan hasta alcanzar uno de los muchos coros memorables e inescapables de la discografía de Miranda! Sin perder el ritmo, llega “Don”, el himno latinoamericano de 2005. Imposible no cantarlo en argentino. Pop en su máxima expresión. El verdadero regalo que nos otorga Ale Sergi como compositor es su capacidad para invitarnos a cuestionamientos existenciales de índole amoroso, envueltos en melodías adictivas. “Siento que debo encontrarte; y sin embargo, paso el tiempo yéndome hacia mí mismo, a mi centro que jamás encontraré”. Para muchos, esta línea puede pasar desapercibida, pero es una muestra de su capacidad de síntesis.

En una época en la que los vídeos marcaban la diferencia en el imaginario colectivo y la conversación diaria, Miranda! lo hizo todo bien. El fenómeno MTV fue clave para la internacionalización latinoamericana en 2005. “Don” estuvo en rotación permanente y se quedó en nuestro cancionero. Miranda! no oculta sus referencias. “Tu Gurú” muestra tintes de Mecano con sus capas vocales y guitarras melódicas. “Hoy” podría haber salido este año y seguiría sonando tan fresco como en 2004; el intercambio juguetón entre Sergi y Gattas es un guiño a Pimpinela que se agradece y celebra. Antes del cierre, un último empujón a la pista de baile es el que se vive con “Traición”. Veinte años después de su lanzamiento, Miranda! sigue cosechando frutos.

Martha Estrada

197

Beth carvalho de pe

«De pé no chão» Beth Carvalho

Brasil

Partido alto - Samba

1978

RCA Victor

¿A qué suena el Carnaval de Río? Beth Carvalho, conocida como la «Madrinha do Samba», lanzó en 1978 su álbum De Pé no Chão, pionero en el subgénero del pagode, una sofisticada variante de samba que surgió en Río de Janeiro con instrumentaciones innovadoras. El álbum es un testimonio de la profunda conexión de Carvalho con las escuelas de samba y el movimiento cultural que revitalizó este género.

El contexto histórico del lanzamiento es crucial. Brasil vivía bajo un régimen militar que comenzaba a mostrar señales de apertura política. La censura disminuía, permitiendo una explosión de creatividad en la música popular. Beth Carvalho, como figura prominente del samba, aprovechó esta apertura para grabar canciones que confrontaban y reflejaban las realidades sociales de la época.

La participación de músicos experimentados como Wilson das Neves y Luna, así como de jóvenes talentos del Cacique de Ramos, un importante bloco carnavalesco, le dio al álbum una riqueza instrumental única. Este enfoque colaborativo no sólo enriqueció la calidad musical del disco, sino que también subrayó el compromiso de Carvalho con la preservación y evolución del samba.

De Pé no Chão no solo destaca por su música, sino también por su impacto cultural. Carvalho introdujo y promovió a muchos compositores jóvenes del movimiento del pagode, como Zeca Pagodinho, Jorge Aragão y Arlindo Cruz, lo cual permitió que el género explote en los años noventa. Estos artistas encontraron en Carvalho una madrina que les abrió las puertas del éxito, consolidando así su carrera en el panorama musical brasileño.

El disco incluye canciones que se han convertido en clásicos del samba, como «Ô Isaura» o «Agoniza mas não morre», pero sobre todo «Vou festejar», canción que se ha convertido en un éxito masivo, siendo ampliamente conocida y querida por varias generaciones. Esto ha asegurado su presencia constante en las celebraciones de carnaval.

El disco tiene una energía contagiosa y un ritmo alegre que invita a la celebración, características esenciales para el ambiente festivo del carnaval mientras resonaban profundamente con la vida cotidiana de los cariocas, combinando sentimientos de tristeza y alegría, capturando la dualidad emocional del género; es una obra con impacto en un momento crucial en la historia del samba y de la música popular brasileña.

José Luis Mercado

198

polen fuera

«Fuera de la ciudad» El Polen

Perú

Folk rock - Rock andino

1973

Virrey

El Polen, formado por los hermanos Juan Luis y Raúl Pereira del Mar, es pionero en fusionar rock con elementos tradicionales del folclore peruano. Su álbum emblemático, Fuera de la ciudad, refleja las experiencias contraculturales de los años sesenta, trayendo una cosmovisión que trataba de conectar con el mundo andino desde la experiencia urbana. Luego de una gira por Chile, gracias a un acercamiento con Los Jaivas, prepararon su segundo disco.

El álbum inicia con «Concordancia», que mezcla ritmos andinos y elementos psicodélicos, seguido por «Mi cueva», una introspección que usa instrumentos tradicionales como la quena y la mandolina. Canciones como «A las orillas del Vilcanota», «El hijo del sol» y «La puna» continúan este viaje evocador, destacando la habilidad del grupo para fusionar el folk rock con la música andina, creando un puente entre tradiciones urbanas y rurales.

Fuera de la ciudad es crucial para el desarrollo del rock andino, un subgénero que combina rock con música de esta región, integrando elementos psicodélicos y progresivos sin recurrir a distorsiones de guitarras eléctricas, diferenciándose de otras bandas de su época. Tras su lanzamiento, acompañaron a Susana Baca por Europa. A su retorno a Lima hubo cierto desencanto que desencadenó que Juan Luis Pereyra se retire de la banda en 1975. Consecuentemente los demás miembros optaron por la disolución.

La evolución de El Polen demuestra la riqueza y viabilidad de esta fusión, resonando tanto intelectualmente como emocionalmente con las audiencias, y sigue como un referente crucial en la música peruana, inspirando a futuras generaciones.

José Luis Mercado

199

Celia incomparable

«La Incomparable Celia» Celia Cruz con la Sonora Matancera

Cuba

Guaracha - Son cubano

1958

Seeco

La Incomparable Celia es un disco legendario de Celia Cruz con la Sonora Matancera, uno de los conjuntos más solicitados y populares de la isla de Cuba en los años cincuenta. Este álbum consagró a Celia como la «Guarachera de Cuba» y la “Reina de la Salsa», estableciendo un precedente al ser la primera mujer negra que se integró al grupo. Su éxito fue arrollador y cimentó una unión musical que perduró quince años. Con su voz potente y timbre único, que cualquiera puede reconocer al instante, Celia Cruz se distinguió en el mundo de la música latina por su interpretación de diversos ritmos tropicales como el son cubano, el son montuno, el guaguancó, la rumba, la guaracha y el bolero.

Canciones como «Dile que por mi no tema» relatan la superación de amores pasados dolorosos y el descubrimiento de un amor genuino y respetuoso. Por otro lado, «Tumba» celebra la vibrante alegría de la música afrocaribeña, destacando los contagiosos ritmos de bongós y timbales que invitan al baile frenético, y son un fiel reflejo de la riqueza cultural de los ritmos negros latinoamericanos. En este mismo sentido, «Bajo la luna» evoca el romance y la felicidad de las noches festivas bajo el cielo estrellado, fusionando el español y el inglés en un ambiente multicultural de amor y celebración nocturna. Estos sonidos que dan vida al disco son producto del mestizaje racial y cultural en Cuba, retratan el dolor del inmigrante negro y reflejan la atmósfera colonialista y esclavista donde surgieron estas fusiones.

El lanzamiento de La Incomparable Celia coincidió con unos años cincuenta tremendamente convulsionados, una época en que la Cuba corrupta y bullanguera, enfrentaba la dictadura de Fulgencio Batista y se acercaba la Revolución liderada por Fidel Castro. Una vez ascendió al poder Castro, Celia, desafiando la censura y las restricciones artísticas, decidió partir hacia los Estados Unidos en 1960, donde continuó su carrera y se mantuvo como una férrea opositora del régimen. La «Guarachera de Cuba» renunció a lo que más quería en su vida, debido a su convicción de que Fidel Castro estaba llevando al país hacia una dictadura comunista. Su oposición intensa al régimen se vio exacerbada especialmente después de 1962, cuando no pudo regresar a Cuba para el entierro de su madre debido a las restricciones impuestas por el gobierno. En momentos de profunda desesperación, incluso llegó a expresar públicamente que estaba dispuesta a inmolarse haciendo estallar una bomba si eso significaba hacer desaparecer al Comandante.

Con su lanzamiento en 1958, La Incomparable Celia, no solo contribuyó a forjar una leyenda musical junto a la Sonora Matancera, sino que también se erigió como un disco que expone la resistencia y pasión por la libertad, reflejando una de las tantas épocas tumultuosas de Cuba

Angie Rojas

200

Omara portuondo

«Buena Vista Social Club Presents: Omara Portuondo» Omara Portuondo

Cuba

Bolero - Son cubano

2000

World Circuit

Omara Portuondo, «La diva de Buena Vista Social Club”, es considerada una de las últimas grandes divas del siglo XX latinoamericano, reconocida por su excepcional dominio del feeling, una expresión de la trova cubana influenciada por el blues y el jazz. Su voz exquisita y versátil rebosa cualquier concepto generacional y estilo de interpretación, superando barreras geográficas, generacionales y culturales para conectar con público en todo el mundo.

La carrera de Omara, está estrechamente vinculada al cabaret Tropicana, un epicentro cultural en la Habana, crucial para su evolución artística. Este lugar emblemático no sólo le proporcionó un escenario, sino también una plataforma para desarrollar su estilo único y contribuir de manera significativa a la cultura cubana y latinoamericana.

Sin embargo, su ascenso a la fama internacional se estableció firmemente en el año 2000, inaugurando una nueva era con el lanzamiento de Buena Vista Social Club presenta… Omara Portuondo. Este álbum, publicado por World Circuit, es el tercer lanzamiento del colectivo y cuenta con la participación de figuras legendarias como Rubén González, Orlando «Cachaíto» López, Manuel «Guajiro» Mirabal y Jesús «Aguaje» Ramos, así como colaboraciones especiales de Eliades Ochoa, Compay Segundo, Manuel Garban e Ibrahim Ferrer, siendo altamente valorado por los críticos y llevando a la cantora a una gira mundial entre 2000 y 2001, junto a sus compañeros González y Ferrer.

El rápido ascenso de Buena Vista Social Club, con Omara en su núcleo, los llevó a los escenarios más prestigiosos del mundo tocando canciones como «La Sitiera»  que capturan la esencia de Omara, reflejando que ella misma encarna La Habana, que ella misma es Cuba. Asimismo clásicos como «Veinte Años» de María Teresa Vera, una canción que cantaba con su padre desde pequeña y que forma parte de su repertorio, son la piedra angular de su disco y testimonio de que la música siempre ha estado presente en su vida. El álbum que aborda  temas como el amor no correspondido, el amor perdido y encontrado, fue grabado en La Habana con una banda excepcional, ofreciendo una experiencia sonora que celebra la música cubana: rica, sabrosa, zandunguera, fresca, alegre y contagiosa, marcando un estándar de alta calidad.

Tras el éxito inicial del disco, Omara inició una exitosa gira internacional en solitario en 2002, actuando en destacados escenarios de Norteamérica y Europa, con una participación destacada en el Festival de Jazz en Japón en otoño de ese año. En 2003, extendió su recorrido por Canadá y Estados Unidos, consolidando así su legado como embajadora de la rica herencia musical de Cuba y reforzando su posición como una de las voces más queridas y respetadas en la música mundial.

Angie Rojas