A finales de los años sesenta y principios de los setenta El Salvador, al igual que buena parte de Latinoamérica, vivía sumido en dictaduras militares. La única forma que la juventud tenía para expresar todo su sentir era a través de la música y es aquí, en un contexto común y corriente, que surge el proyecto de unirse como movimiento musical, cultural y reaccionario ante el entorno opresivo.
El productor Willie Maldonado logra amalgamar canciones de Jorge Delgadillo, Corimbo, Fiebre Amarilla, Los Kiriaps, Rolf y la maravillosa Banda del Sol en un disco que pasa a la historia de la música salvadoreña como el más importante, tanto por su trasfondo social, como por su calidad interpretativa.
El propio productor describe Unidad a la revista El Faro como “una recopilación que logra un balance casi perfecto de rock psicodélico y el pop comercial”. Sin embargo, todo parece que el tema va más allá y es que el álbum se volvió una fotografía histórica de El Salvador de aquellos años, un manifiesto del movimiento hippie y además un premonitorio de lo que se avecinaba: un conflicto armado.
Los tres temas de Banda del Sol son fundamentales en este álbum: “El planeta de los cerdos” es una maravillosa metáfora a los gobiernos militares; “El perdedor”, y sobre todo “Abriendo caminos”, son cantos esperanzadores y cantos a la paz. Esta agrupación estaba formada por Carlos “Tamba” Aragón, Manuel Martínez, Ricardo Archer, Fernando Llort y Max Martínez. Lamentablemente la vida de la banda fue efímera, pues sus miembros tomaron rumbos muy distintos. Por ejemplo “Tamba” Aragón se incorporó a la guerrilla y falleció en 1981 como el comandante Sebastián. En cambio, Fernando Llort se convirtió en uno de los más importantes artistas plásticos de El Salvador, pero alejado de la música.
Por su parte Los Kiriaps, que participan con el tema “Amanecer”, fueron considerados en la década de los sesenta como la banda más innovadora de la música salvadoreña, y basaban su música en el rock progresivo y psicodélico. Con el cambio de década, donde se volvía más popular la música bailable, Willie Maldonado propone desintegrar Los Kiriaps y dar paso a Fiebre Amarilla, que también participan en Unidad con los temas “Qué puedo yo saber de ti” y “Nada tienes que hacer”. La agrupación es la abanderada de la última etapa del movimiento llamado “Buenas Épocas” que hace referencia a los tiempos dorados del rock salvadoreño. Luego, Fiebre Amarilla cede ante las presiones del mercado y se aventura a la música tropical y pop durante las siguientes décadas. El resto de artistas que participaron en esta majestuosa producción, Rolf, Corimbo y Jorge Delgadillo, simplemente desaparecieron de la escena musical. Sin embargo, su legado continúa presente.
Unidad se ha convertido en la perfecta fotografía de aquel momento histórico de la juventud salvadoreña, que tenía como factor común con el resto de juventudes latinoamericanas la marginación, pero que encontraron, a través de la música, su oportunidad de ir abriendo caminos.