Existen muchas escuelas de salsa, pero hay una que destaca como la universidad indiscutible del género: El Gran Combo de Puerto Rico. Esta legendaria orquesta, una de las más antiguas de toda Latinoamérica, sigue vigente bajo la dirección de Rafael Ithier. Conocidos también como «Los Mulatos del Sabor», continúan vigentes y haciendo historia.
El 21 de mayo de 1962 El Gran Combo de Puerto Rico hizo su primera aparición en las ondas de la radio local marcando el inicio de una era dorada. Durante los años sesenta, la agrupación deslumbró en las pantallas de TV y cine puertorriqueño, consolidándose con una repertorio imparable que mantuvo su frescura. Sin embargo, hacia la mitad de la década, la vorágine del éxito comenzó a pasar factura: la sobreexposición redujo drásticamente la demanda de sus aclamadas presentaciones en vivo. Este inesperado giro llevó a algunos de sus talentosos músicos a abandonar el grupo en busca de nuevos horizontes. A pesar de los desafíos, esos años fueron de éxito para El Gran Combo, cautivando a Puerto Rico y Latinoamérica y lanzando no menos de 19 álbumes en ocho años (1962-1969).
Pero fue en 1971 cuando El Gran Combo de Puerto Rico experimentó una transformación musical trascendental al incorporar el trombón, cuyo virtuoso manejo por parte de Fanny Ceballos revolucionó completamente su sonido. Cuatro años más tarde, en 1975, la agrupación lanzó al mundo una de sus obras cumbre titulada 7, considerado por muchos como el álbum favorito de su trayectoria.
Este disco no solo incluyó éxitos memorables como «Te vas a arrepentir» de Roberto Angleró y «Vagabundo» de R. Giraldez, sino que también destacó por la emotiva interpretación de «Matilde Lina» a cargo de Andy Montañez, una composición emotiva del legendario Leandro Díaz, que se ha erigido como un símbolo del vallenato colombiano. Desde su primer acorde, «Un verano en Nueva York», de Justi Barretto, se ha convertido en un clásico perdurable en el mundo de la salsa. Su robusto arreglo musical, con una sección de metales en pleno vuelo, un bajo vibrante y una percusión enérgica, captura de inmediato la atención del oyente y transmite tanto emoción como romance, evocando vívidamente la atmósfera de la Gran Manzana. Imágenes de parejas bailando en Central Park, niños jugando en las calles y los icónicos monumentos de la ciudad cobran vida a través de sus notas. En este sentido, «Sin saber por qué» es otro tesoro del Gran Combo, donde resalta la inconfundible voz de Charlie Aponte, uno de sus vocalistas más duraderos y emblemáticos. Lanzado bajo el sello EGC Records, este álbum es un verdadero tesoro de la salsa, abarcando estilos como el son, el guaguancó y la plena. Los brillantes arreglos y la producción magistral de Rafael Ithier, junto con los coros de Elliot Romero y Paquito Guzmán, realzan la calidad y el impacto de cada canción.
Su música se aparta del sonido comercial contemporáneo. La salsa que crean se distingue por una instrumentación y sonidos únicos, alejándose de las tendencias pasajeras. Forjada en el corazón de la cultura puertorriqueña, su música desde el principio sedujo con un ritmo inconfundible que vibró dentro y fuera de la isla, tejiendo lazos profundos en Estados Unidos, Colombia, Venezuela y Panamá en sus primeros años y expandiendo su influencia globalmente después. Con más de 70 álbumes, han sabido integrar nuevas técnicas con maestría y cautela.