Romance es un pilar fundamental de la música moderna de la región, paradójicamente, basado en música antigua. Con este álbum Luis Miguel dio un golpe de autoridad sobre la mesa del pop, cambiando el concepto, el contenido y el estilo, y abrazó a sus fans aglomerando hasta tres o cuatro generaciones; sin titubear, estamos ante uno de los grandes fenómenos musicales en la historia de la música latinoamericana.
Luis Miguel por contrato debía publicar un álbum en 1991 para WEA Latina, sin embargo, no contaba con material nuevo. Ante esta situación su manager Hugo López le recomienda grabar un disco de boleros. La compañía contrata al legendario Armando Manzanero como coproductor artístico y selecciona 12 temas finales de una base, según una leyenda urbana, de 500 propuestas. Así nace Romance, un recorrido por grandes clásicos del bolero, grabados originalmente entre 1944 y 1986, álbum que terminó siendo un éxito comercial sin precedentes. Además de la guía musical de Manzanero, otra de las claves de la trascendencia de Romance son, sin duda, los maravillosos arreglos de Bebu Silvetti, que logró amalgamar un estilo entre lo clásico y lo moderno. Para ello se ayudó de más de 30 violinistas e incorporó muchos instrumentos acústicos. Por su parte el Sol de México le dio otra personalidad al bolero, encarnó el espíritu romántico con sobriedad, elegancia y un traje clásico, que lo llevó al nivel de ser la voz romántica por excelencia.
Encontramos enormes canciones del repertorio clásico del bolero como “Inolvidable” de Julio Gutiérrez, “La barca” del gran Roberto Cantoral, “Te extraño” y “No se tú” de Manzanero, “Usted” de Gabriel Ruiz y José Antonio Zorrilla y “Cómo” del argentino Chico Novarro. Estos temas, antiguos para algunos, también fueron descubiertos por sus fanáticos, acostumbrados a un pop más digerible y festivo, y a las baladas menos complejas de sus producciones anteriores. Luis Miguel le dio una nueva vida al bolero y logró que los jóvenes se acercaran a la música de sus abuelos y sus padres, esa música en blanco y negro que necesitaba un poco de sol, para darle color.