“Y tuve una revelación, ya sé qué quiero en esta vida, voy a seguir mi vocación, será la música, mi techo y mi comida”. Qué gran manera de arrancar un álbum, con chispas de humor ante temas tan serios como el futuro individual. Así son Los Auténticos Decadentes con su disco Mi vida loca publicado en 1995, año en el cual dentro del mundillo del rock sonaban artistas y bandas con temáticas densas, introspectivas y políticas. Ellos eran diferentes. Los Auténticos Decadentes no es una banda, es una cooperativa de músicos que comenzó a sonar en 1986, aunque su primer álbum fue grabado hasta 1989, y se convirtió en una de las agrupaciones más festivas de Latinoamérica. Son creadores de himnos populares, y algunos de ellos acompañan a las hinchadas en los estadios de fútbol, gracias a su diversidad de géneros que concurren en su discografía.
Mi Vida Loca es la obra maestra de Los Decadentes, que hace un recorrido por el ska, la murga, el cuarteto, el punk, la cumbia, el pop rock y el reggae en 14 temas compuestos de forma colectiva, una característica importante para entender la esencia de la banda, y con las letras más agudas hechas por la pluma de Jorge Serrano. Aquí encontramos canciones insignia, de las más queridas por sus fanáticos y con las que se popularizaron fuera de las fronteras argentinas, inclusive llegando a centro y al norte de América. Temas como “La guitarra”, un himno a la rebeldía de aquellos que no sueñan con una vida convencional y sueñan con ser artistas, y donde el estribillo es cantado por Guillermo Nimo, un ex árbitro argentino; “El murguero”, fiesta total en homenaje a las murgas, aquellas bandas callejeras que animan los carnavales en Argentina y Uruguay a ritmo de bombo y tambor; “El pájaro vio el cielo y se voló” explora el final de una relación fallida, donde volando se encuentra la libertad, una gran canción de pop rock que demuestra su versatilidad. Y finalmente el otro gran tema es “Diosa” una celebración de la feminidad y el cómo inspira el arte, la mitología y la devoción.
En resumen, este disco es un referente de cómo captar la alegría popular a través de la música, entregando canciones llenas de sensibilidad, buen humor y, sobre todo, llenas de celebración.