Gondwana, Los Pericos y Cultura Profética son tres bandas prominentes en la escena del reggae latinoamericano, pero cada una tiene características y enfoques distintivos que las diferencian. Gondwana se alinea mucho más con el roots reggae en términos de estilo musical, lírica y enfoque. Fundada por I-Locks Labbé en 1987 en la Población La Pincoya de Santiago de Chile, Gondwana había estado cultivando su sonido y mensaje por una década antes de su disco debut.
En 1993 lanzó un demo en formato cassette con seis temas propios, reflejando una conexión espiritual y religiosa con el reggae. En 1994 teloneó a Los Pericos en el Teatro Monumental, pero pese a los esfuerzos por una mayor exposición sufrían de dificultades con la formación de la banda, hasta que encontraron en Quique Neira al vocalista ideal, lo que llevó a un cambio positivo en su sonido y atrajo el interés de la multinacional BMG, que financió su primer álbum producido por Dr. Dread.
El disco homónimo de Gondwana es un testimonio de la habilidad de la banda para fusionar el roots reggae con un estilo propio y distintivo, resonando con audiencias de diferentes generaciones y culturas. Cada canción del álbum ofrece una experiencia única, manteniendo una cohesión temática y musical que lo convierte en un clásico del género en español. Desde el inicio con «Reggae Is Coming» hasta la versión Nyahbinghi dub de «Jah Children», el álbum presenta ritmos constantes y profundos que son una marca registrada del roots reggae. El uso de teclados y guitarras añade capas melódicas que complementan perfectamente la estructura rítmica.
Las letras de Gondwana abordan temas de amor, paz, justicia social y espiritualidad. Canciones como «Armonía de amor» y «Sentimiento original» no solo se convirtieron en himnos radiales sino que también transmiten mensajes positivos y de conciencia social, característicos del género. Con «Changa langa» atrajo la atención del público, mientras que «Pincoya Calipso» recuperaba un tema de su demo, mostrando la conexión de la banda con sus raíces y su comunidad. En «Jah Children», tanto en su versión original como en el dub Nyahbinghi, destaca por su espiritualidad y conexión con la cultura rastafari.