El rock es uno de los géneros universales para la música moderna, se crea y consume en cada rincón del planeta. Centroamérica no es la excepción, aunque a nivel continental se conoce poco del rock centroamericano, el cual, tristemente, no tiene la difusión necesaria en cada uno de sus países. Una de las grandes bandas que ha dado el rock chapín, que supo darse a conocer internacionalmente, es Bohemia Suburbana, banda que nace en el año 1992. Cuatro años después, publican su segundo álbum Mil palabras con sus dientes, considerado una joya perdida del rock en español de los noventa.
Aunque el disco está encasillado como un trabajo de rock alternativo, la verdad es que termina siendo un abanico de varias vertientes, como grunge, folk rock, nu metal y grandes acercamientos al new wave. Bohemia Suburbana explora una diversidad de temáticas desde aspectos muy individuales como la soledad, el anhelo y la nostalgia del ser humano, hasta otros que se relacionan con una generación posguerra en Guatemala. Por eso encontramos temas que tienen peso específico como “Overol”, que plantea el desencanto colectivo, pero a su vez abre una oportunidad a la fortaleza de toda una sociedad. Otra canción fundamental de la banda, y posiblemente su gran himno emblemático, es “Peces e Iguanas”, que nos habla de la inutilidad de las promesas, provocando una incitación a tomar acciones sobre la incertidumbre. Estas 14 canciones que entregan Giovanni Pinzón, José Pedro Molliendo y Juancarlos Barrios, no solamente tienen su valía por sus intenciones líricas, sino también porque su música conecta directamente con el mensaje y con la generación para la cual fue hecha.