Reimaginando los sonidos provenientes de República Dominicana, el trío originario de Santiago de los Caballeros, conformado por la productora Rachell Rojas y las hermanas gemelas Anabel y Cris Acevedo, subvierte las expectativas en su segundo disco de estudio. El éxito de esta agrupación recae en constantemente cambiar los prejuicios que se pueden tener de la música proveniente del Caribe. Es evidente que después del buen recibimiento de su álbum debut lanzado dos años antes, tanto de la prensa especializada como el público, les permitió tomarse muchas más libertades creativas.
La incorporación de sonidos electrónicos atemporales que se ven atravesados, de una manera sutil e inesperada, por merengue, reggaetón y cumbia en sus once canciones, ahondan y pulen las ideas que traían del primer disco. Un material ecléctico y ambicioso que terminó reconocido como uno de los mejores discos de la década de los 2010s por el blog Club Fonograma.